viernes, octubre 12, 2007

POR SU AMABLE LECTURA Y COMENTARIOS, MIS SINCEROS AGRADECIMIENTOS.

Vamos a dejar reposar un poco las ideas, las letras en este blog, los alter egos que he creado y si es posible darles muerte postuma, con sus respectivos ritos funerarios.

Dejen su correo para que pueda comunicarme con ustedes y con mucho gusto les aviso la dirección, si es que me mudé.

domingo, septiembre 30, 2007

Olor

El viernes llegó mi hermano. Esa noche me fui al pochote (cine gratis), a ver una peli en 16 milímetros, al finalizar, para mi gran suerte había chelas gratis.... ¿en qué lugar del mundo te regalan chelas después de una peli?, eso sólo ocurre en Oaxaca, sólo en Oaxaca.
Ante la falta de concurrencia, nos tocó una buena ración de botellas a cada espectador, sólo contaba con diez pesos para regresarme a mi casa, así que en un estado de ebriedad (entre mareada y pendeja) atravesé caminando el centro de la ciudad, hasta encontrar transporte barato para ir a casa.
Como es de esperarse, caminé cantando y hablando sola, recordando a... cualquier hombre en esos momentos era bueno, encontrar penas es demasiado fácil si quieres llorar de borracha, así que escogí al más papito para conmemorar mi embriaguez.
Empecé a buscar motivos:
a) Era demasiado perfecto para ser realidad
b) Me dejó por ser una mujer de tercer mundo (¡ah huevo, eso fue!)
c) Me dejó por no ser buena en la cama (¡ah huevo, eso también fue!), de seguro las mujeres de primer mundo cogen mejor que yo, snif, snif.
Seguí pensando en pendejadas de ese tipo, por supuesto muy discutibles, pero comprensibles para alguien bajo los efectos del alcohol....
Hasta que llegué a casa y noté que estaba en problemas, mi hermano después de algunos años estaba ahí, y yo...borracha (ja, ja, ja), como todo hombre viejo lobo de mar, no pasó ni un minuto para darse cuenta y burlarse de mi.
Todo iba bien, hasta que abracé a mis sobrinos, y mi adorado nene de cuatro años, le dijo a mi mamá (que por fotruna no se había dado cuenta)...'mi tía huele a chela abuelita', vieran la que se me armó al otro día...

Ja, ja, ja... y me puse a pensar seriamente...

jueves, septiembre 27, 2007

Coraje

Una de las cosas que más odio en este mundo, o mejor dicho, en mi adorado país, es encontrar libros pequeñitos, cuyo costo sea irrisoriamente insultante a los bolsillos del proletario.
Ayer eché una ojeada y bueno, también una hojeada, a un folletito de casi 50 paginitas, de un librito de Borges (La memoria de Shakespeare), que me encantó, pero cuando vi su precio comencé a enojarme... digo, ¡Borges ya se murió hijos de puta! ya no vive para disfrutar su riqueza editorial, que por muy vivo que estuviera, o por muy cabrón literato que sea, tampoco estaría de acuerdo en que sus papelujos sean tan caros.
Así que me dije '¡pues me vale madres, me lo leo aunque sea aqui parada en la librería!' cosa que obviamente no pude hacer, dada mi curiosidad por otros que llamaron mi atención.
Seguí pajareando en la librería y me encontré con una sorpresa mayor, el último tomo de Tim Burton (¿quién es ese? el director de 'el hombre manos de tijera', 'el extraño mundo de Jack', 'El cadaver de la novia', por mencionar las que más me gustan, entre otras pelis), cuyo contenido era de caricaturas con poemitas, chistes y el típico humor negro que lo caracteriza. Las dos primeras páginas bastaron para que me enamorara de panfletucho (La melancólica muerte del chico Ostra), hasta que fui a preguntar cuanto costaba, ¡la gota que derramó el vaso! era casi lo equivalente a los desayunos, y a una semana de autobúses en los que me transporto diariamente del trabajo a la casa.
Me enojé aún más. Fue ahí donde pensé dos causas acerca de mi colera:
1. Que ahora estoy ganando menos de la mitad de sueldo que tenía el semestre pasado, y que ni siquiera tengo para darme uno que otro lujo, más que para lo necesario, y ahí ya no se incluye el alcohol (snif, snif).
2. Que por un momento contemplé la necesidad, la posibilidad, las incontenibles ganas de esconderlos por algunas partes de mis ropas y hurtarlos sin el menor cargo de conciencia... pero saben lo que me enojó más... ¡No haber podido tener el valor para hacerlo!

A estas alturas ¿cómo es que uno garantiza que no se pueda convertir en delincuente?

martes, septiembre 25, 2007

Parque

Mejor no lo lean.


Hoy sin duda, es uno de esos días en que soy capaz de caminar por un parque gringo llevar un cuchillo y cortar pitos y testículos para que se desangren los enfermos.
Digo, la tortura psicológica comenzó ayer, me puse a ver un programa de policías que investigaban casos de violación a menores… (¿qué chinga tienen esos programas que uno se pone a ver pendejada y media como estupido por más de dos horas?)
El primer caso era de una chavita abusada por un estudiante; luego dos gemelos, según un niño y niña, quezque esta última había matado a su agresor, y luego se descubrió por unos estudios de saliva, que la chavita era niño y ni ella lo sabía, porque de bebé le tuvieron que quitar el pene por un accidente en la circuncisión, y desde pequeños su terapeuta abusaba sexualmente de ellos… dijera Smooth ¡No mamar! Sólo los gringos pueden tener tanta basura en la cabeza… pero eso no fue todo el día de hoy… llegué a la escuela y una de mis alumnas me comenzó a platicar lo que leyó en el periódico, días atrás un maestro de una escuela privada en la ciudad había abusado de un nene de cinco años… y con eso me acordé de dos cosas: un mail que se la pasan enviándome sobre un dueño de un periódico, creo que de Tabasco, que casi mata al hijo de una de sus sirvientas, y que resultó ser una campaña de desprestigio… la otra es que cierto idiota por darle ‘la mejor educación’, por no decir ‘querer fresear’ a su hija en la escuela más cara de Oaxaca, la tiene precisamente en ese instituto.
Para cerrar con broche de oro el día, sin conocimiento de causa (¡lo juro!), y dado mi habitual dosis de cine, me puse a ver ‘Happiness’, la verdad es que no puedo evitar decir que está muy bien hecha, aunque por otro lado es admirable como es que sin violencia visual, la pueda considerar uno de los filmes más fuertes que he visto.
Supongo que hoy no dormiré bien, demasiado sarro cerebral me mantendrá alejada de los cuchillos…
¡Aah! pero qué bonita fue la parte, donde un tipo caminaba en un parque, unos gays se tomaban de la mano, otras personas acostadas en el pasto, el hombre preparó su arma y comenzó a dispararles, un homosexual fue el primero y al final una preciosa pieza de música clásica con que el asesino disfrutaba complacido...
No pude evitar imaginar mi parque y pensar quien sería la primera persona a la que dispararía.

martes, septiembre 18, 2007

Post 200


Motel

Una mujer se sube a un auto, donde un hombre la espera.

Ángel: ¿Con quien estabas?
Lila: ¿Yo? (finge olvidar) ¿cuándo?
Ángel: Ayer que te llamé en la tarde.
Lila: Ah, estaba en el cine. ¿Qué? ¿no puedo ir?
Ángel: ¿Con quien estabas? (comienza a molestarse)
Lila: ¿Qué te pasa?
Ángel: No me quieras ver la cara de pendejo Liliana.
Lila: Oye, oye, tranquilo, muy mi tiempo si se me pega la gana ir al cine con alguien ¿no?
Ángel: ¡Dime con quien estabas!
Lila: No te tengo porqué darte explicaciones.
Ángel: Mira mocosa, no me hagas enojar.
Lila: ¡uy! ¿ya te pusiste celoso? (se burla)
Ángel: ¿Celoso yo?
Lila: Entonces ¿por qué tanta insistencia por saber con quien estaba?
Ángel: No quiero que salgas con cualquiera, dime quien era.
Lila: ¿Realmente quieres saber?
Ángel: Lili, yo te quiero.
Lila: No, tu no me quieres, y no voy a andar aguantado tus escenitas.
Ángel: Ah, o sea que me estas mandando al diablo.
Lila: Yo no dije eso, pero si eso es lo que quieres creo que será lo mejor.
Ángel guarda silencio y respira para tranquilizar su cólera.
Lila: Era Tomás.
Ángel: ¿Quién es ese?
Lila: Un ex, de la uni. Me lo encontré en la escuela hace unas semanas y le dí mi teléfono.
Ángel cambia de color, se contiene para no hablar.
Lila: Es lindo, siempre fue muy amable. Y nunca dejó que yo pagara algo (dice con saña).
Ángel: ¿qué intentas decir? Sabes perfectamente que tengo gastos en la casa.
Lila: Mmm, si lo sé, pero ese no es mi problema.
Ángel: Mi amor, comprende.
El hombre intenta acariciarla, pero ella se resiste.
Lila: Me caga que siempre quieras que yo coopere para pagar el pinche motel, pero ni madres, ya no pienso soportar esta situación.
Ángel: Sabes perfectamente que cuando tengo dinero siempre pago.
Lila: A duras penas. Aunque traigas dinero suficiente siempre me andas pidiendo. Y ya estuvo suave, todavía que me tienes de tu puta, de paso quieres que yo pague. (Respira, y ambos guardan silencio). Ángel debemos terminar con esto ya.
Ángel la intenta besar.
Lila: No empieces, hablo en serio.
Ángel: No creo que ese tal ‘Tomás’ te haga el amor como yo te lo hago, o de seguro porque ya te cogió ya me quieres botar ¡verdad!
Lila: Mira, mira, bájale ¡imbecil! Si salgo con otros, fue tu idea.
Ängel: ¡ah! O sea que no solamente sales con él, sino con ‘otros’.
Lila: ¡Deja de estar chingando!

Lila se baja exaltada del auto, mientras Ángel la sigue.

Ángel: Perdóname Lili, no quise decirte eso, es que me pongo muy celoso, tu eres mía, y te quiero sólo para mi.
Lila: (ríe sarcástica) No tienes vergüenza. Tu si puedes coger con otra, pero yo no. ¿Te acuerdas cuando me dijiste que por mi no ibas a poner en riesgo tu matrimonio? Pues ahora soy yo la que no voy a estar atenida a ti. Fue tu idea que saliera con otros, ahora aguántate, y si no, pues ya sabes. Hombres que cojan bien y paguen el motel sobran, querido.

Ella se suelta del brazo de Ángel.


Hemos llegado a los 200 post en este blog, por tal motivo, conmemoramos con un nuevo género: una pequeña obra de teatro, ¿les he comentado que desde hace tres meses voy a clases de teatro?

viernes, septiembre 14, 2007

Sangre de Caín

De más esta decir que nunca he tenido una buena relación con mi hermana, pero a últimas fechas nuestro contacto ha sido más llevadero.
Después de algunos años, el llorar por motivos maritales ha sido una constante, esta vez en definitiva no me pude contener ante cierta acción, que mi congenere haya provocado derramarme en un mar de agua salada.
El día de mi titulación le dije que se mochara para la cena, cosa que a duras penas quiso hacer ya que meses atrás yo cooperara para la fiesta de su hijo. Días atrás se esmeró en quedar bien con su jefa, regalándole una chingadera dos veces más cara de lo que puso para cenar.
Y hoy ante la multitudinaria pachanga masiva, mi mamá por motivos laborales no puede prestar su auto, así que Liliana pendeja se le ocurrió pedirle a su hermana el suyo, ya que esta de viaje y no lo ocupa. Cuando llamó por teléfono, ella, sin dudarlo, me mandó al diablo (como era de esperarse), y bueno, eso no fue lo que me dolió, sino que a los cinco minutos volvió a llamar a su hijo para pedirle que escondiese la llave.
¡Qué poca madre! No soy australopitecus para entender que no, es no, y que traer carro ajeno es una responsabilidad… pinche culera, ahora entiendo porque uno se le hace la sangre de Caín, y me sigue doliendo lo que hizo.

lunes, septiembre 10, 2007

Viaje a chilangolandia

Era la una de la tarde cuando decidí correr rumbo a mi casa, y tomar una mochila con las cosas más indispensables para dos días. Si los cálculos no me fallaban, a las dos estaría saliendo, para correr a la terminal y alcanzar el autobús de las dos treinta.
Me quité las zapatillas a cambio de los zapatos más jodidos y cómodos que tengo. Y dije que era muy mala costumbre la mía, el decidir viajar de improviso cuando se me antojara, la última vez todo había resultado nefasto, un recorrido de cerca de 15 horas, para que me dejasen plantada en medio de un mercado de zapatos, y terminar cantado en escala de Re ‘Maldito León Guanajuato’ (recordarlo me provoca cierta gracia, ja, ja, ja, más pendeja no pude ser).
Esta vez ponía mi suerte en manos de azar como muchas tantas, con el mismo objetivo, que el año pasado, buscando ese algo, ese alguien que irremediablemente me terminara diciendo en silencio ‘No’. Fuera de esa batalla conmigo misma, dada por pérdida de antemano hice algunas cosas interesantes como:

1. Ver a la Jacksu después de un año y cagarnos de la risa por nuestras múltiples anécdotas de hombres que nos traen de un ala y terminan tratándonos con la punta del pie.
2. Dar un roll por el tianguis del chopo, al que siendo sinceros no le encontré mucho chiste más que el chingomadral de uniformados con armas.
3. Atascarme de Paella, claricot, filete de pescado, helado, y mendingar un cigarro a un viejito amable que estaba en la mesa de al lado, en el centro castellano (Jo, jo, cumplí la amenaza y no me quedé con las ganas).
4. Recordar que a cierto panzón amo sobre todas las cosas, pero como pareja soy algo nefasta con él.
5. Ver unos cortometrajes excelentes y apañarme la peli de ‘Casablanca’, tenía la intención de robarme algunos libros, pero dije que mi atasque iba a ser muy evidente.
6. Comer cuanta chatarra estuviera a mi alcance, unos tacos de canasta en la mañana, fresas con crema, uvas con vino, duraznos, y en la noche atascarme con ‘cuatro chupas’, (tacos de carne mixta) ¡eso es gloria! Aunque en el puesto no lavasen los platos, ¡ja, pero que ricos estaban!
7. Ir a la cineteca a ver un documental: ‘Los ladrones viejos’.
8. Entre otras cosas ir al mercado de Tlalpan por fruta, pasar por la feria del libro permanente en el metro, meterme en un bar a escuchar covers de un banda de muchitos guapos pintados al estilo de Marilin Manson, comprar algunas pelis en pericoapa y por supuesto una pipa, además de aprender una nueva técnica para el vino y su combustión.

Estaremos pendientes para mi próximo viaje a chilangolandia, esperando que mis cuatas blogueras se apliquen, ya que no pude verlas. Y bueno, esperando que algún otro lector, se moche con las cervezas.

jueves, septiembre 06, 2007

Rituales


¡YA ME TITULÉ!
¡Jo! y por supuesto ya quité la foto que aquí estaba.
Y ando de pata de perro en México DF, así que ¡¡mándenme un mensaje al cel para hagamos algo cabronas estas!!

domingo, septiembre 02, 2007

Prioridades

Algunas veces pienso que debería de preocuparme más por el calentamiento global, por entender y memorizar algunas teorías sobre globalización, pasar de las primeras páginas del Quijote, o releer algunos libros que ya olvidé en lo absoluto, o de plano terminar los libros de Borges con los que me quedo estancada.
También en otros momentos de excitación, me embarga la idea hacer un propuesta de ley para el cine mexicano, o comenzar a escribir ese aburrido guión para mi futura opera prima, o de plano hacer una marcha y boicotear los cinépolis y los multimax para que destinen más tiempo en pantalla al cine nacional, así mismo andar regañando gente que piense que el cine mexicano es malo, y bueno si, es malo, pero lo que no comprenden es que hay muy poca lana para hacer ‘buen’ cine.
En los momentos más pachecos de mi esperanza desesperanzada, hasta he pensado en tomar una mochila, poner unas cuantas cosas, llevarme los negativos de mis fotos he irme al Defe para venderlas en diez pesos; sacar para comer paella con una gran jarra de clericot para mi solita, después de eso, andar de viajera indigente por todo el país.
También creo firmemente que debería de preocuparme por estudiar más a Sor Juana, Pizarnik, Gioconda Belli, o de plano a la Beatriz Paredes para ser una líder política.
Vargas Llosa fue el principal culpable que me hiciera fantasear con la idea de ir a Francia, y también todos esos escritores que ya no recuerdo, y van a la ciudad Luz para escribir, supongo que esa es otra preocupación a la que debo estar más atenta.
O bien preocuparme por cosas más serias y más palpables, como: conseguir otro trabajo que me retribuya más y mantenga en mejores condiciones a la casa.
A cambio de todas esas preocupaciones en las que supongo yo, “debería estar más atenta”, doy prioridad a que:
1. Debo encontrar urgentemente quien supla esa necesidad del kamanostra.
2. ¡Maldita sea! Tengo que ir al dermatólogo para que me recete algo a estas cicatrices.
3. ¡Mi cabello tiene orcuela!
4. Mi mamace querida, se quiere separar de su marido y soy la que tiene que andar consolándola y diciéndole al fulano que ya no la busque.
5. ¡Güey! ¡Ya déjame en paz, ahora si ya no regreso contigo!
6. No sale agua de la llave de la cocina
7. ¡Quiero unas putas zapatillas de quinientos pesos! Y no las puedo comprar ¡grac!
8. ¡Pinche zancudo de mierda! Ya me dejó un horrible moretón en la pierna
9. Snif, snif, Lola ya no trabaja en la escuela.
10. ¡Agh! Otra marcha y otro bloqueo en la ciudad, ahora tendré que salir de casa una hora antes.

¿Qué? Todas estas preocupaciones se han vuelto mis nuevas prioridades.

miércoles, agosto 29, 2007

Embrujo

Empiezo a creer que tengo algún mal de ojo o embrujo, las malas vibras me persiguen, ¡no puedo titularme! Llevo un año con este asunto y no puedo, dos veces me han regresado la tesis, he tenido tres diferentes asesores en este lapso; y justo cuando ya tenía programado el examen, va de nuez, me volvieron a mandar al demonio, ahora que ya hice todas las correcciones, si un sinodal no puede, a la siguiente fecha otro es el que tiene otro compromiso. ¡Joder! No saben lo frustrante que es esto, gracias a que no tengo título no me dieron más clases y ahora gano casi la mitad del sueldo que tenía el semestre pasado.
Es frustrante, demasiado frustrante, no comprendo como es que otros de mis compañeros, ya lo hayan hecho y a mi me regresen, y me regresen, y no se cansen de regresarme, no lo comprendo, ¡no lo comprendo!
Cada vez me siento más jodida, el maldito 90.8 que obtuve de promedio en la carrera se ha ido al vil caño, estoy consciente que nunca fui buena alumna, ni la mejor, pero no me pasa que me sienta tan incapaz de concluir con el último paso de la escuela, sin título, ni siquiera puedo entrar a maestría… ¡joder!
Una vez más, me siento del nabo, las primeras veces le eché la culpa a que hice un pésimo trabajo de tésis, la segunda a que la educación que había recibido había sido mala, la tercera, a que al trabajo que me dejaba poca memoria ram en el cerebro, y ahora que ya rehice el mentado escrito, que ya arreglé las cosas que estaban mal… los sinodales no pueden ¡ash! ¡Tiene que ser algo sobrenatural lo que me está pasando! No encuentro otra explicación, si, tiene que ser un mal embrujo, snif, snif.

domingo, agosto 26, 2007

12 paréntesis

Apelando a mi injustificada falta de imaginación, terminaré escribiendo sobre lo que es tan, tan, tan, trillado en los blogs: hablar de uno mismo, aunque debo admitir siempre es bastante divertido y liberadamente catártico.


1. Soy mala hija, me acuso de considerar que Carmen María, es la mamá más desordenada que conozco (jo, si alguna vez conocen mi casa, no se admiren que mi cama nunca esté tendida).

2. Por más que quisiera, no dejo de sentir miedo cada vez que entro sola a un bar (aunque realmente el miedo se genera por la preocupación de que nadie se me acerque, ¿qué? ¡Hago mi lucha!).

3. Si algo puede hacerme, muy, pero muy, feliz es tomar vino con frutas (con eso me quita el miedo a estar sola en un bar).

4. Después de mi casa, el lugar donde me siento más cómoda, es en la sala de narrativa de IAGO, y no porque lea mucho, sino el tiempo que paso ahí es simplemente para pensar (y claro, tener fantasías con el guapo bibliotecario de la sala de arquitectura, ja, ja, ja).

5. Hace un año, confesé que no me gustaba dar sexo oral, eso me valió para que cierta amiga bloguera, se pasara recordándomelo por toda la red (nah, por toda, no, es un decir para exagerar un poco, tampoco soy tan importante)…¿si he cambiado de idea? Pues, pues, con un poco de vino (tinto, por favor) agarro valor.

6. De sólo recordar a Isak…(suspiro), mi lengua humedece los labios (¡Esta bien! Si me gusta el sexo oral, y qué, y qué, y qué! bueno, con Isak ¡sii!)

7. La verdad es que para disfrutar mejor un evento, prefiero estar sola… desde ir al cine, ver una peli, ir al teatro, o un concierto de música… (digo, en algo tengo que justificar todos esos eventos a los que he asistido últimamente, hace mucho que no voy a un motel, snif, snif, snif) el tener demasiado tiempo sin sexo me orilla al arte, ¡maldito ocio!

8. Hace algunos post, confesé que no me gustaba ir a los moteles, (je, je, je, ahora es un placer y más si tienen espejos en el techo, ¡qué Borges se vaya al demonio!).

9. Hace algún tiempo me dije, que si algún día hacía el amor con alguien en mi cama, ese sería el hombre de mi vida… (Cuando eso sucedió, se quedó a dormir en mi casa tres noches, descubrió muchas fotos, algunos libros arrumbados, le hice de comer, lo cuidé cuando se enfermó, lo mimé como a una mamá, dormí deliciosamente acaparada de sus largos brazos, y efectivamente me enamoré, cuando se fue, valoré las mieles de la soltería).

11. Antes me quejaba porque Carmelita no me prestaba su carro, también me jactaba de ser un cafre, ahora, soy la chofer oficial de mi mamá, voy a dejar a mis amigas a su casa (y eso no es molestia, lo malo es cuando mi auto alberga 10 personas), si tengo visitas tengo que darles el tour por toda la ciudad, si yo llevo carro y él lleva carro, me preocupo por dejarlo estacionado mucho tiempo; si voy al centro me estresa el mentado tráfico y donde madres estacionarlo, además de que cada viajecito me cuesta 20 veces más que andar en camioncito, hoy domingo, ni siquiera me dieron ganas de salir, ¡agh! Cuando realmente lo necesito no lo tengo, y cuando lo tengo no lo necesito, la verdad es que me siento mucho más tranquila no andar al volante.

12. Nunca dejan de alzarme la moral esos mensajitos por el celulófono.

La primera vez que grité como loca:

Hey china girl! Todo bien? Vas a salir por la tarde? Deseo verte otra vez. (Y con este mensaje me adjudiqué la canción de ‘China girl’ de David Bowie)

De esas palabras que uno necesita de la familia (aunque no sean ciertas):

No te preocupes, suerte carnalita! ( si wey, pero lo que necesito es dinero, no suerte)

Y él último mensaje del pretendiente que no conozco, pero que siempre es oportuno:

Si fuera tu hermano te celaría.
Si fuera tu padre te daría dos nalgadas.
Si fuera tu novio me dolería no haberte cogido.
Si fuera tu amante sentiría no haberte llenado.
Si fuera tu amigo me dolería no haberte robado un beso.

Después de todo no estoy tan sola…

miércoles, agosto 22, 2007

A tres diferentes

Muchas noches he soñado contigo, y me carcomen las ganas de saber algo acerca de ti.



Podría incluirte en la lista de los mejores recuerdos, aunque tú no me recuerdes, sigo intentando, sigo intentado, alimentarte hasta que por fin me necesites.



Que bueno que decidiste salvarte de mi, tendré un cargo menor de conciencia por tu mujer.


Recordando a Benedetti

lunes, agosto 20, 2007

Fresas salvajes

Un lunes 30 de julio murió Ingmar Bergman. Ese día, en Oaxaca hubo una Guelaguetza de acarreados y dentro del público libre de compromisos, unos cuantos extranjeros.
Antes de enterarse que Bergman había muerto, Diane no había visto ninguna de sus películas, ese apellido era una referencia que había escuchado en el filme de ‘Annie Hall’ de Woody Allen, quien afirmaba la genialidad del Sueco.
Las letras de gente elocuente y seudointelectual de Oaxaca, se reunirían en la biblioteca pública, para realizar un ‘encuentro internacional de escritores’. Denis, Claudia y Diane, fueron parte del escaso público en el evento.
Escuchar poemas con figuras trilladas, lugares tan comunes como la coca cola en Cuba, o la cerveza quemada, inundaron la tortura de tres analfabestias féminas de la poesía. Mientras Diane anotaba en el ‘cuaderno para un ciudadano en apuros’, unas cuantas críticas de terror, atrás de su lugar alguien se sentaba, aún por la rabilla del ojo pudo impactarse por el hombre que tenía cerca.
Estar postrada en un silla por una hora, valió la pena cuando un escritor local, hizo una breve explicación del cuento minificción y muchos chascarrillos en torno a Augusto Monterroso… ‘Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí’.
Diane, no paró de reír por las aparentes estupideces que decía aquel escribidor. Cuando terminó el evento, una voz de tono grave y con un acento no muy americano le preguntó quien era el último ponente; la respiración casi se le va cuando miró sus ojos increíblemente azules, melena negra y casi dos metros de altura. Era el mismo tipo que se había sentado detrás suyo. En ese momento lamentó que su memoria del tamaño de una nuez, no pudiera responderle y que gracias a su mediocre timidez, no le hubiese coqueteado.
Fue obra de Denis a quien se le ocurrió hablarle e invitarlo a la feria del mezcal. A su vez, fue obra del alcohol que Diane e Isak, terminaran en un auto cuasicogiendo.
Al día siguiente Diane e Isak, ya iban tomados de la mano al encuentro internacional de escritores, por algún raro pretexto ambos buscaban besarse, aunque por muchos centímetros el sueco tuviera que agacharse a la oaxaqueña bajita, de cabello largo y negro.
Fue antes de la muerte de Ingmar Bergman, y después de la primer Guelaguetza en Oaxaca, cuando Diane e Isak se conocieron, para que unos días después ambos fueran a comprar ‘fresas salvajes’ al mercado 20 de noviembre.
Cuando Isak se fue, Diane no dejó de alimentarse, ‘Fanny y Alexander’, ‘Persona’, ‘El séptimo sello’, ‘Secretos de un matrimonio’, fueron algunas de sus asequibles golosinas para devorar a ese hombre que la había encantado, Bergman y el sueco.

Te querrom

martes, agosto 14, 2007

Amores perros

Me asusté severamente cuando me di cuenta que al decirle ‘no’ estaría sola, sola, como un perro vil, esta bien, hablemos del género correctamente, como una perra vil ladrando en las noches de tristeza.
Si andaba con él, después de los muchos, muchos regaños de mis amigas, era por una sola razón, el maldito me hacía gozar como una loca.
Es tan fácil enamorarse de patanes que nos hagan gritar en la cama, que ahora comprendo porque a muchas mujeres toleramos a los infelices.
Según yo dije que no me iba a enamorar, que todo iba a ser pasajero, pero nah, uno nunca entiende, suele sucederme cuando la maldita soledad corroe.
Ya había olvidado como alguien insiste, lo vi con su cara de perro madreado, con la cola entre las patas, pidiendo ‘vuelve, ¡perdóname!’, ¡chingaos! yo entre mis adentros le decía: ‘No fue orgullo, te digo NO porque lo mereces’. Ganas de abrazarlo y cogerlo en plena calle no me faltaron, pero a veces es mejor negarse a tiempo, antes de que sea demasiado tarde.
Ese día él llegó mucho tiempo antes de lo acordado, cosa que sólo respetó las primeras veces que salimos. Cuando lo ví, me pregunté si había preparado una sorpresa, si había de comprarme rosas, si tendría planeado agarrarme a besos aunque yo lo empujara y después terminara cediendo, o de manera muy segura en su mirada encontrara un verdadero ‘te quiero’ a diferencia de su habitual ‘te quiero coger’, nada de eso ocurrió, o no quise que ocurriera (¿qué quieren? Sigo siendo una mujer pendeja y cursi).
Aunque a veces tardara semanas y semanas de no verlo, sabía que en una esquina de mi, estaba arrinconadito pero muy presente.
Nuestra historia fue más barata y corriente que la de un libro vaquero o de telenovela de televisa, porque a las tres horas de conocernos, junto con las cervezas que ya habíamos consumido, él ya me estaba lavando las manos y me besaba el cuello en el baño de un bar. Fue en su vochito frente a la puerta de mi casa, donde dije que ese hombre era para mi y sólo para mi, y fue en su pointer donde dije que ese borracho ya no era para mi.
Emperradamente me encabroné porque prefiriera tragar alcohol que verme a mi, pero también me hice perra cuando me tragué a la paloma blanca que nunca fui, para remplazarlo por alguien más, en esos momentos en los que no estuvo conmigo.

No vida mía, no quería que me dijeras por teléfono: ‘te veías preciosa ese día con el vestido chino’, quería que lo dijeras en ese momento, porque ese día que me puse bonita para ti y justamente fue cuando preferiste ver a otra. Estabas borracho, pero ni aún así te justifico. Te encontré gracias al alcohol pero también te dejo por él. Vuelvo a mi perra soledad y tú vuelve a tu familia.

sábado, agosto 11, 2007

Me cansé querido mío.

Me harté de esperarte sin que llegaras. Me cansé de ver como tus besos ebrios me dijeron mentirosos, que te quedarías conmigo en las malas metáforas de amor que imagináramos.
Nunca repelé por ser tu amante, pero si me dolió que sólo para tu concubina me buscaras.
Por más que me dijeras que ibas a cambiar, que el poco tiempo que pudieses dedicarme me cuidarías como nunca lo hiciste, no accedí a mi rotundo no.
No sé de donde saqué fuerzas para no ir corriendo por ti cuando te diste la vuelta y te aburriste de insistir, fue en ese momento cuando descubrí algo, al decirte ‘no’, era como susurrarte el ‘te quiero’ que nunca escuchaste de mi boca.

lunes, agosto 06, 2007

Respiro

Me han pasado cosas lo suficientemente desagradables y lo suficientemente placenteras, como para no querer decirlas, aunque tenga ganas contenidas.

sábado, julio 21, 2007

Pérdida

¿Alguna vez les he comentado que soy maestra de prepa y secundaria? Creo que si, regularmente los lugares donde trabajo es curioso que siempre sea una de las más jóvenes, desde hace año y medio, mis nuevos amigas son de más de treinta años, y las reuniones, comidas, aniversarios etc., a las que regularmente asisto son con puritita gente grande, y para mi eso resulta un verdadero problema.
Desde el semestre pasado conseguí otro trabajo donde por cierto me la pasaba viaje y viaje; esperando que este nuevo semestre me den clases, se nos obligó ir a un curso de capacitación por las tardes toda esta semana, así que ahi ven a Liliana de 23 años, con puro Ñor y Ñoras, y aunque también había gente de mi edad no dejé de sentirme incomoda, vieran que concentrar en un sólo lugar a 50 maestros de universidad, cuyo sentimiento de ser los ‘pseudointelectuales’ de la ciudad, es algo bastante, bastante engorroso, pues en su afán de demostrar lo que saben hubo ocasiones en que estuvieron discute y discute sin mucho sentido.
El curso sirvió para hacerme de nuevos conocidos, y uno que otro que me observase con extraño interés, del que no puedo distinguir intenciones claras, fuera de eso, me ocurrió algo severamente trágico que me trajo dos días con irremediable insolación de ganas de llorar, si, la tragedia no pudo separarse de mi, no sé a que malnacido hijo de perra, puto, mierda, pendejo, imbecil, (y no estoy hablando de mi novio), y demás adjetivos de mi florido lenguaje, me robó mi cámara fotográfica.
En uno de los recesos dejé mi bolsa (digamos que mi bolsa es un morralito de esos típicos donde se ven las cosas que cargo) en mi lugar y supongo fue ahí donde me la volaron, lo peor del asunto es que aun no termino de pagarla, snif, snif, no saben lo jodidamente mal que me sentí, cuando me di cuenta que ya no tenía el mondrigo aparato digital, ya que es una de las cosas que más utilizo, para todo ando tomando fotos y miren que es con lo que alimento también a este blog, justo ahora que mi situación económica no es tan favorable.
Me dieron unas ganas terribles de chillar, pues es una de las cosas materiales que me ha dolido perder, creo que no me hubiera dolito tanto que mi actual ‘pseudonovio’ se fuera, a que perdiera 2800 pesos (254 dólares) por mi camarita que apenas estoy terminando de pagar, ¡buaaa!. Bueno, con respecto al novio, eso digo ahora, nomás dejen que cortemos y ya veremos como me pongo.
No dejo de sentirme severamente enojada por haberla perdido, digo mi trabajo me cuesta andar soportando groserías, malos trabajos, apatías y demás peripecias de mis alumnos. Después de haber comprado compu nueva ando hundida en deudas y por colmo, con la cámara que perdí también, ¡chingaos! De verdad que antes de esto he tenido la creencia que si algún día me encontrase algo de valor que no es mío y apareciera el dueño, yo se lo devolvería, pero ahora con esto, ni ganas me quedan de ser honesta, ¡no se vale que haya gente así! Lo peor es que mis sospechas estén encaminadas hacía el grupo de los 50 maestros de la escuela donde trabajo, ¡qué pinche persona la que me la robó!
Suficientes lamentos por hoy, ya veré que hacer para comprar una nueva, porque yo sin fotos no puedo vivir. ¿qué? No puedo evitarlo, soy vanidosa.

martes, julio 17, 2007

Identidad


Ja, ja, ja, no manches Shaparra ¿cómo me pusiste uñas? aqui estamos cheleando como Dios manda, yo, Raquelita y Homero.
Por primera vez desde la vida de este blog, Geisha revela su identidad al estilo Simpson.

¿Me parezco?


miércoles, julio 11, 2007

Luz

A Tulio fue al primero que abiertamente coleccionaste, con esos sueños tuyos de quedártelo por lo menos en papel. Ahora te da lo mismo que te haga bromas con ese sarcasmo estúpido que años atrás te rompía el corazón, también te da igual que su arma sea tan poco apetecible al darte cuenta que de una chupadita te cabe perfectamente en la boca.
Muchos años atrás fantaseaste una y otra vez como tu cuerpo virgen se entregaba con ese ‘amor limpio’ que irradiabas por él. Ahora le agradeces que te haya mandado vilmente a la chingada, eso es único bueno que pudo haberte hecho, no fijarse en ti porque en ese tiempo te sentías fea como una muñeca de trapo de crí crí.
A pesar de las muchas veces que le hiciste las tareas a Tulio, no sirvió para mantenerlo por más tiempo en la universidad contigo.
Tu primer exposición fotográfica en una galería determinaron lo que, ahora, diez años después, te han llevado a tener tu propio estudio y dinero suficiente para pagar por el que se te antoje.
En esa primera exposición recuerdas que fue precisamente a Tulio a quien le pediste que te ayudara, lo desnudaste para convertirlo en un cuadrito de papel, y fue el primero en formar parte de esos tantos machos captados por tu lente que deseas, amas, usas, convives y odias.
Desde ahí te nació la manía de fotografiar a los hombres con que mantenías un tipo de relación, desde sus habitual forma de comer, coger, cagar, caminar, calentarte y calarte el amor.
En diez años de obstinada violación por el pene de tu lente con los hombres, solo conservas 2876 fotografías que van desde pies con cayos, pelos de las piernas, cicatrices, penes largos, gordos, flacos, negros, claros, rasurados, de grandes testículos colgantes como imaginas fueron los jardines de babilonia, o de huevitos de pájaros pintos.
De algunos que fotografiaste ya ni recuerdas su nombre, pero si esos datos curiosos que te causaron gracia mientras te los montabas, su mandíbula, su ojos entreabiertos, las muchas veces que te nalguearon, el autorretrato que te hiciste mientras te veías en un espejo, cuando de espaladas te tomaban de los hombros y te hacían emitir gemidos que ni siquiera tú te conocías.
En cada encuadre, en cada fragmento de realidad, coleccionaste esas emociones que efímeras, constituyeron las leyes que nada tienen que ver con Tulio.
Y te preguntas una y mil veces ¿por qué después de diez años? Él regresa a ti, sin fortuna, ni empleo, sin arma ni placer; es ahora cuando te dice que eres hermosa y ya no lo consideras un cumplido sino una frase más, que sabes de sobra, porque ni viniendo de él te reconforta.
Él dejó de ser el primero, para pasar al ser el último, porque volviendo a tu vida, ya se te han cansado las ganas de seguir quemando los negativos con luz, gracias a la luz que llevas en el vientre a causa de Tulio.

La fotógrafa
Y con este post damos por terminada la primera temporada del 'Gobierno de la vagina', está última historia me costó más de quince minutos, así que espero la destrocen.

miércoles, julio 04, 2007

Adicción

Eres tan inútil, tan devaluada que necesitas saberte bonita, saberte deseada y mal querida, no por uno, sino por muchos tantos que vuelven a ti cuando no los esperas; que con esos besos y esas caricias, al igual que con ese maldito polvo y humo, te han hecho adicta.
Sólo para medio vivir de tu vagina proveedora de su placer.

La adicta

domingo, julio 01, 2007

Paréntesis


Hagamos un paréntesis a esta temporada del ‘Gobierno de la vagina’, para comprometerme con ustedes a escribir decentemente los últimos dos post que restan, ya que cada cuentito los he escrito en un promedio de 15 minutos.
Disculpen, me puse melancólica por escuchar el sountrack de Amelie y se me dio la gana decir algunas cosas, que supongo a quienes se les dirigen no las van a leer, pero me vale pito, es mi blog y pretendo decirlas ahora antes de que me arrepienta.


Al de las viejas camas breves.
Si, ya estoy en clases de teatro.
Como me dolió verte con esa preciosa pelirroja tomado de la mano, y más que la soltaras para saludarme.
Vieras cuantas veces he dejado de pensar en ti, para no respirar el mismo aire de catarsis.


Al de las presentes y grandes camas

¡Deja de llamarme! ¡Deja de insistir en que yo pague el motel! Y aunque doblegas a mi deseo, mi negativa se tornará más firme.
¡Deja de esperanzarme con algo que no me puedes ofrecer!
¿Pero cómo le hago para evitar pensar que eres un patán y que sin importarme eso te acepto cada vez que vuelves?


Al de las camas siempre deseadas.

Hubiera preferido que nunca escucharas ese mentiroso ‘mi amor’, cuando contesté al teléfono, para que me invitaras a volar con un pincel un rato por la noche, después de esa cerveza.

Tienes esa marca minada en los ojos,
esa expresión inútil, dominada de silencio,
inundada de color mezclado con agua ras,
y pinceladas de desgano, tufos de ausencia,
bastidor de figuras femeninas y redondez acentuada,
donde no estoy, pero trato de inventarme.



Al que si lo va a leer.

Para cualquier pregunta que intente no mostrarse celosa, ya sabes donde encontrarme.

domingo, junio 24, 2007

Restos de comida en sus dientes

Te acuerdas que hace unos años precisamente él, te mordió los senos cuando sus dientes comenzaban a nacer, tú, entre tono agrio y cómico le dijiste: ‘¡tranquilo cabrón, que estas no sólo son para ti!’, ese pedacito de carne entendía al regaño-chiste, y no lo volvía a hacer.
Ahora que han pasado los años y lo ves crecer, entiendes que este mundo que te parecía nefasto, lleno de hombres mal nacidos, ha cambiado a ser un mundo con tu moquito bien nacido, por haber salido de ti.
¿Qué importa que ahora se coma las uñas, sus dientes sean chuecos y muestren alegremente sus restos de comida, que no le guste bañarse, o que se tire pedos sin problemas de vergüenza?
Ese niño que cuando se duerme te abraza y pone sus manos en tu cuello, o cuando era bebé te metía los dedos en los orificios de la nariz, ese niñito al que amas desmedidamente, o al que quieres matar a golpes por su energúmena curiosidad traviesa, ese, es un hijo de su chingada madre; tú.

La madre

jueves, junio 21, 2007

Te ves

Le has preguntado a algunas personas qué piensan sobre ti, y crees que ellas, por miedo a hacerte sentir mal, te dicen lo que quieres escuchar, pero realmente no te interesa tanto saber cuantas cualidades te encuentran, o que en realidad no tengas ninguna de esas virtudes y seas un escondrijo corrompido de hipocresía, que aparenta ser lo que no es, o que simplemente es, pero no se da cuenta. Por esta ocasión no intentaras meterte en asuntos ontológicos que francamente no dominas.
Si les preguntas a los demás qué eres, solo es la reafirmación de encontrarte en alguien, pero te das cuenta que sus respuestas, confirman que no son ese alguien en el que buscas encontrarte.
Si de alguien te interesa saber que piensa de ti, en todo caso seria de tu madre, empezando por las muchas tantas veces que nunca se fija con quien sales, por las tantas veces que te has ido de viaje sin reportarte en más de dos semanas, por las veces en las que no has llegado a la casa y no te regaña, por las muchas que te ha visto las pastillas anticonceptivas descuidadamente botadas, los óvulos, o las pastillas para la depresión o para dormir, o el papel arroz, o la botella de vino que no has tirado.
Crees que ella intenta no verte, o no te ve con otros ojos que no sean esos con los que te vio crecer.

La hija

martes, junio 19, 2007

Alcohol

Cuando tu madre te dijo ‘así se empieza’; advertiste que ya era demasiado tarde, desde años atrás ya habías empezado, tu aura de niña buena, de virtuosa, cuya moral y buenas costumbres refrendaban las buenas calificaciones en la escuela, no decían nada de ti.
El tomarte unas cervezas acompañada de los albañiles de la casa era un buen pretexto para salir de ‘closet’, el sabor del alcohol se hizo necesario, cuando ni una cerveza quemada podía equiparar el grado de amargura comparada con tu vida.
Pero estar embriagada era más llevadero que la mala cara de tu carácter agrio, de tu cara desganada y sobre todo del autismo en el que vivías.
Te pusiste a la par de los bebedores que ya caían mientras tú no diste muestra de desvarío, solo hablaste más de lo que acostumbras y te mostraste feliz.

La alcoholica

jueves, junio 14, 2007

Ya voy

‘Ya voy’, escuchas en la bocina de tu teléfono que cada vez se vuelve más desesperante. El, en ese tono te ha dicho muchas cosas, empezando porque está con ella. ¿Pero que puedes hacer a tus 35 años, cuando realmente te sientes incapaz de conquistar a alguien?, justificas tu enfermo amor a los tres años de viudez que soportaste, a la mucha desesperación de tener dos hijos sin herencia, más que deudas y arduas depresiones que fuiste adquiriendo, cuando te enteraste que ese hombre que creíste tuyo, dejó a muchas tantas más para que le llorasen igual que tú.
La soledad te ha envejecido un poco, y has dejado de confiar en tus nalgas, que tiempo atrás eran capaces de levantar braguetas, aún son mucho muy capaces de hacerlo, pero ya no te das cuenta, o mejor dicho, no has querido darte cuenta.
Te ocultas en la ropa que tu mamá te ha regalado, aún con tus grasitas de más, el humor no se te ha amargado porque lo esperas a él, a ese hombre que tomaste como tablita de salvación para volver a sentirte mujer, aunque tengas que compartirlo, soportarlo, asediarlo, acosarlo, y te conformas al esperar, sabiendo que no va a llegar porque él, esta en su cama, con su esposa.

La viuda

sábado, junio 09, 2007

Come hombres

Has perdido la cuenta... pero si le cuentas a alguien eso que en verdad pasó, tu cuento sería uno más de los contados en tu lista que no cuentas.
A tus 22 años en el octavo semestre de la carrera de Ciencias de la Comunicación, ya eras jefa de información del municipio. Con tu cuerpecito chiquito, se rumoraba en la oficina tu fama de 'come hombres' o mejor dicho por las secres regordetas casadas y envidiosas, como la 'puta oficial' de los jefes. En tus cumpleaños nunca faltaban los arreglos florales, nobles consecuencias de tus chiquifaldas en días de trabajo.
Haberte echado al plato a unos cuantos de la oficina, más por interés que por placer, te ganaste a pulso ese innoble título que hacía que te asediaran cuanto fulano quisiera llevarte a la cama; hasta que en uno de esos días donde los indios patarrajadas de la región, como los llamabas por testarudos, se les ocurrió agarrarse a machetazos.
El saldo fue de 27 muertos, 14 mutilados y 4 niños heridos, motivo suficiente para que los medios nacionales tuvieran en la mira al lugar donde tú trabajabas. Tu jefe, el de pito chiquito, te ordenó reorganizar los saldos, y en tono amable tu informe de prensa fue: ‘Sólo hubo 3 muertos, 6 heridos, que fueron atendidos a la brevedad posible en el hospital civil de la ciudad capital, hasta el momento las autoridades correspondientes están tomando cartas en el asunto; se especula que el conflicto se debió a una riña de personas que estaban en estado de ebriedad’.
Pero tú sabías perfectamente que el presidente municipal, el de pito mediano, pero de poco aguante, los había mandado a matar para que dejaran de manifestar su descontento por la sacadera de dinero.
Mayor fue tu sorpresa cuando, te enteraste, que el sabroso que da las noticias a nivel nacional venía a la región para cubrir la nota, esta vez no sólo debías parecer bonita, sino parecer una mujer con decisión, con carácter y por supuesto inteligente. Pero nada de eso se dio porque en cuanto lo viste, tus respuestas fueron torpes, pareciste más novata que jefa, más pendeja que puta… hasta que no sabes porqué motivo te pidió tu teléfono, digo, de todas las mujeres que ahí laboraban, tu eras la de mejor ver; y sonreíste con malicia porque sin mover un dedo, había caído del cielo para ti, o mejor dicho tu le habías caído a él.
Pasaron una cuantas horas para que llamara y te invitara un trago en su hotel, lo de más fue lo de menos, nadie en tu lugar se hubiera negado, para meterse en su cama de la suite de lujo.
Te dijo que era casado y que su esposa estaba por aliviarse, su cuerpo lleno de vellos y sus ganas de cogerte por todos los hoyos de tu cuerpo, te hizo darte cuenta que no había tenido sexo desde mucho tiempo atrás, y ese fue el cuento que a nadie cuentas, porque nadie te creerá que ese papito economista, hijo de uno de los ideólogos de tu partido tricolor, dizque comunicador mañanero que sale todos los días en la tele, fue amable huésped de tu sexo. ¡Viva la comunicación!

La comunicóloga

jueves, junio 07, 2007

Esperanza

Nadie en esta casa sabe lavar los trastes mejor que yo, nadie sabe ahorrar el agua, el gas, o reutilizar las cosas que aparentemente ya no sirven, ni tampoco nadie sabe como regar las plantas, hablar con ellas para que crezcan bonitas, además de tallar bien el lavabo del baño para que brille.
Yo le pido a Diosito que me envíe un hombre bueno, que me ame, al que le pueda dar unos tres hijos, no lo pido guapo, eso si, que no sea borracho, no lo pido alto, eso si, que la tenga rica, no lo pido de ojos verdes, eso si, que me mire bien a los ojos.
Yo sueño con que el día que me case, me vista con mi traje de tehuana con alcatraces blancos e hilos de oro, mi resplandor y mis joyas. Que la fiesta sea en mi pueblo donde las envidiosas de mis primas me vean, donde la familia se entere que por fin voy a ser feliz.
Roberto, Casimiro, Heriberto, aun regresan en las noches por estas caderas anchas que los exprime y los hace gritar, si todos esos feos que me desprecian, supieran que sé hacer con esta boquita, dejarían de buscar a esas culebritas vírgenes que no saben coger y mamarla bonito.
Pinches virgencitas pendejas, que ni limpiarse el culo pueden hacer bien, contimás un par de huevos rancheros. Ahora que recuerdo Roberto, Casimiro y Heriberto, pretendían a la Maru, pero cuando hice que sus brazos abarcaran mis caderas, prefieren entrar a escondidas a mi cuarto.
Pero mejor dejo ya de soñar, que tengo que lavar la ropa, barrer el patio, poner el café, sentarme cerca de la ventana, para ver si algún buen pretendiente de la Maru llega a mi cama otra vez y a lo mejor este si es el bueno, y se decide a casarse conmigo.

La esperanzada

miércoles, junio 06, 2007

Cuentito de 15 minutos

Fue en la cocina, no sabes que pasó contigo, no sabes que ocurrió después, pero recuerdas perfectamente el color de su boxer, su mirada perdida y tus manos torpes que no pudieron ponerle el globito.
Ya desde mucho tiempo atrás te etiquetaban, por calzar huaraches, no peinarte, o usar vestidos viejos y cortitos que mostraban tus piernas flacas y peludas.
Con él fumaste justo frente a la zona militar, haciendo más paradójico su asunto, no aguantaste las ganas y cuando entraron a la cocina sus besos en el cuello se hicieron mil labios deseándote succionar la piel.
Ya desde mucho tiempo atrás te etiquetaban, ‘eres una pacheca’. Más de una vez olvidaste el papel arroz a la vista de tu familia, pero eso nunca fue tu preocupación, afortunadamente creciste con una madre puritana, eso nunca le hizo notar tus tantos estados de intoxicación, ni que te preguntaran porque arrancabas las hojas de la Biblia.
Sólo conociste a un hombre que te siguió el paso, para pararse, para ponerte, para putearte. Ese ‘equis’ al que se le paró, aun fumándose tu último tirito, a ese nunca lo olvidas porque te hizo conocer el placer más allá del hedonismo; estas son las sagradas escrituras de tu equis Diosito.

La pacheca

lunes, junio 04, 2007

La arqui

Hija de la chingada como eres, te dijeron ‘no lo hagas’, pero la soledad te hizo caer en una cama de motel, que por supuesto tú pagaste.
La mala vida te gusta, le seguiste el juego, aún sabiendo que era casado.
Muchas veces te lo dijeron, ‘olvídalo’, pero te gustó que el albañil ese del que te enamoraste, te susurrara sus peores palabras de amor.
Tú, arquitecta, soltera, sin hijos, ni compromisos, no pudiste resistirte, a ese nacote graduado.
¿Cómo olvidar ese gran tamaño?
La primera vez que te lo tiraste, te encanto su cuerpezote, sus torpes manos que no pudieron desabrocharte las zapatillas, y más te hizo gozar su frasecita de ‘mamita estas bien buena’.
En definitiva no te valió ver que su mujer, una jovenzuela regordeta con vejez prematura, le fuera a dejar el desayuno todos los días a la construcción donde tú coordinabas la obra.
Te dolió darte cuenta que ese hombre que tanto te gustaba, nunca iba a dejar a esa mujer que en verdad le amaba, bonita arquitectura la que construyes en brazos ajenos pero nunca tuyos, puta amada.

La arquitecta

sábado, junio 02, 2007

Gobierno de la vagina

Desde hace tiempo, se me ocurrió abrir una sección en alguno de esos suplementos de periódicos locales donde colaboraba, que se titulara el ‘Gobierno de la vagina’, por alguna razón no pude continuar con el proyecto, más por hueva y falta de cerebro. Ahora curiosamente, me he vuelto a encontrar a muchas de mis amigas cuyas vidas me hacen ver que la mía es engorrosamente aburrida, o que en definitiva es muchísimo mejor a la de ellas.
Por tanto he decido retomar el proyectito, pero ahora en el blog, dado que me he dedicado a escribir cosas bastante mundanas con respecto a mi; ahora hablaré de esas historias que me han impactado y que me han parecido dignas de contarse, para evitar conflictuarme con ellas serán maquilladas con su respectivo toque de ficción.
Copiona, telenovelesca, chafona, melodramática, como me considero, espero que los siguientes 10 post, de este inicio del ‘Gobierno de la Vagina’, sean de su total desagrado, je, je, je, para que comenten, discutan, voten por su historia favorita o por su mujer predilecta.
Lila

miércoles, mayo 30, 2007

Rojas ganas


¿Y qué hago con estas ganas de hacer que el amor me entre por la vagina?

Porque entre mis promiscuas ganas de hacer poesia en tu cuerpo,

también me dan unas terribles ganas de mandarte a la chingada.

Aqui me tienes, soy la reproducción fiel de lo que odias de ti,

roja amante de las olvidadas, rojo paraíso donde me desnudas,

rojo el umbral de mi sexo, lugar no apto para albergar nuestro deseo.

Porque ni tu sexo, ni tus omisiones, ni tu cuerpo, pudieron hacer lo que

hiciste con una frase.

Mandarme al demonio deliberadamente.

¿Y que hago ahora con esa frase que retumba en mi cabeza y te desea más que odiarte?

domingo, mayo 27, 2007

Brujos

¿Y que hago con estos 23 años de historias incompletas? Si tengo tantos cuentos blancos en cada año sin contarte
¿Para qué quieres un hijo conmigo de ojos rasgaditos? Si equivocadamente has deseado ir a Japón, cuando el camino es hacia China.
¿Para qué repites esos mismos monólogos que me sé de memoria? Si de tu boca salen gritos que claman que no deje solo, en tu mundo de alcohol evaporado.
¿Para qué quieres que yo te diga que si me voy contigo? Si ni siquiera estas seguro que yo quiera estar ahí.
¿Para qué me quieres como la mujer de tus hijos? Si tu mismo no quieres ser de nadie, y en tu rostro me he mirado como en un espejo.
¿Para qué me quieres en tu cama desnuda? Si ni siquiera has podido tocarme.
¿Para qué me dices que tu vida es una incógnita? Si en tus ojos he leído mucho más de lo que tus palabras me han podido decir.
¿Para qué quieres fotos de mi? Si cuando me miras no has podido leer nada que te diga algún secreto mío.
Tampoco has hecho buena elección conmigo, me sumo a las que no recuerdas, a las que has de odiar porque tampoco quieren ser de ti, me sumo a las putas que han tenido miedo a tu mano violenta, a las ingenuas que en alguna ocasión creyeron que por minutos las amaste más que a ti mismo, me sumo a las que nunca dejan huella, porque sus pasos son mucho más ligeros que su consciencia.
Brujo eres y en bruja me conviertes, cuando inevitablemente pienso en ti, y apareces en ese aparato que emite tu voz.

lunes, mayo 21, 2007

Atuendo


Ninguna mujer que se diga oaxaqueña o mexicana, puede perderse el gusto de que alguna vez en su vida se haya vestido de tehuana, ese si es un atuendo de lujo, no hay traje que se le equipare en belleza.

domingo, mayo 20, 2007

¿quién es?


Te escogió shampoo, enjuague, jabón, crema para el cuerpo y la pasta dental, que usarías durante meses.
Te has dado cuenta que es con él con quien más fines de semana has estado en este año, y quien más te ha llevado a conocer lugares, desde los mejores restaurantes de la región, hasta el jugo de tomate con cerveza en el puesto de la calle, algún par de veces te ha hecho de desayunar y regularmente es con él, con quien has conocido una amplia variedad platillos con mariscos.
Muchas tantas han llegado tarde a los eventos porque tú, mujer insolente de la peinada y el bilé, te tardas más de lo debido, y él en tono amable te ha dicho ‘Lili apurate’, ahora que lo piensas, no sabes cuando te comenzó a decir ‘Lili’.
Desde siempre te ha cargado la maleta, te abre la puerta al subir al coche, fue por él que ahora usas el cinturón de seguridad en el auto, y regularmente la gente que te ve acompañada piensan que eres su esposa, pues más de una vez en los restaurantes te han dicho ‘señora’.
Has conocido a su mamá y hermano, por su parte él, ha conocido a tu familia en medias palabras.
Lo que más te agrada es que no utiliza su sarcasmo cuando platica contigo, ni siquiera te exige que hables cuando no quieres hacerlo, su gran amabilidad lo han convertido casi en tu chofer y cuando de plano él está muy borracho te tiene la confianza para que tu lleves el auto. Es receptor amable de tus silencios, así como tú, la oyente de sus descargas de furia en días difíciles.
Con él abiertamente has hablado de tus parejas sin muchos tapujos, él te ha dicho sus mañas y aún así, consideras que es el hombre menos patán que has conocido.
Porque lo mejor del asunto es que jamás te ha insinuado algo, nunca te ha metido a su cama, y su mirada neutra te ha hecho consolidarlo como un verdadero amigo. ¿Quién es? Tu compañero de casa los fines de semana, y tu jefe.
Cuando conociste a su novia, y viste como al tratarla, para él es una reina, supiste que ese tipo valía la pena, e indudablemente quisiste ser ella. Increíble te pareció cuando notaste que todavía existe una pizca de decencia en algunos humanoides del sexo masculino.

miércoles, mayo 16, 2007

Sisi


Ese día ambas salimos de la casa con chiquifaldas y tacones ventajosos que mañosamente hicieran que las miradas masculinas voltearan a vernos, quedamos en el acuerdo que debían hacernos unos muros a nuestra vanidad, caminábamos en plena calle como las últimas dos cocacolas del mundo, o mejor dicho como los últimos vasos de agua de horchata con tuna y nuez, de Oaxaca. En cada ¡mamacita! Un punto se agregaba a mi lista de nivel de ego, y más de uno pudo sostenerme la mirada que con todo el placer del mundo me di el gusto de cortar.
Sisi y yo nos conocemos desde morritas en la primaria, cuando me fui a vivir lejos de puerto istmeño nos comunicábamos con cartas que tenían un mes de atraso, en ellas hicimos duradero ese lazo de amistad que ha más de diez años, perdura con todas las madrizas que se ha encargado de ponernos la vida.
Ambas podemos decir que los putazos están bien escondidos en nuestros cuerpos, putazos que muchas veces hemos guardado en nuestro sexo diáfano, pero de oscuridad.
Ella se quedó eternamente enamorada de ese novio de secundaria, yo me encargué de olvidar aquel niño por el que hice mis primeras cartas de amor e inicié mis fantasías inocentes, que no pasaban de ser fajecitos contenidos por un beso en la boca que nunca me dio… ¡ah (suspiro) aquellos tiempos los de mi infancia!
Más de una vez dormimos juntas, y esta vez que se quedó en mi cama noté que su cuerpo chiquito, era fiel a la protección que necesitaba cuando la abrace al despertar de la mañana.
Esta última vez que me vio desnuda, no pudo evitar un comentario que en definitiva me hizo incomodar sobre mis senos ‘pues ¿cómo le hiciste para tenerlos así?’, ella, sólo necesita el sostén para aumentarlos yo busco el que pueda hacerlos más discretos.
No hablamos mucho, no fueron necesarias las palabras y las lágrimas que conocíamos de sobra por metro cúbico. No fue necesario reprochar nada a nadie de nuestras desgracias, sabemos que si estamos así, es porque nos lo buscamos y no hubo más responsables que nosotras por generarnos broncas de a gratis, supongo que es parte de la vida que en algún momento empecemos a ser un poco más sensatas con nuestros actos.
Fue un fin de semana esplendoroso con la Sisi, fuimos a ver a Filipa, comimos clayudas con atole de maíz, dormimos juntas y al inicio del día siguiente me vio hacer mis esporádicas rutinas de yoga cuando me duele la espalda viendo ‘Singin in the rain’, no fuimos al canta bar, pero pusimos un disco de karaoke de José Alfredo, para que por medio de nuestro clásico orgullo femenino, o mejor dicho ardor despechado termináramos gritando ‘¡qué quisiste tanto, qué quisiste tanto y qué quieres tanto!’
Sisi, se fue ayer en la mañana, la despedí con el abrazo eterno de sus senos como botones infantiles, encima de los míos, dos globitos de agua sin salida.

martes, mayo 15, 2007

Tehuana con tacones

Yo también soy tehuanota



y tengo tacones nuevos, y miren que tienen resultados inmediatos, jo, jo, los usaré más seguido ahora que no tengo novio, ¡que risa me doy! ahora que recuerdo no he tenido novio desde hace ¡uf!, mejor no hago la cuenta.

lunes, mayo 07, 2007

Manifiesto

A veces me molesta tanto ser mujer, que me pesa ser una boba del bilé, una boba calzonuda que prefiere los boxers a las tangas, o una boba que regularmente tiene la mala manía de quedarse callada porque tiene la costumbre de buscarse parejas que le suelen apantallar al parecer más sabihondas, megalómanas que ella.
Regularmente me pesa tener que darme cuenta que pertenezco a ese gran cúmulo de mujeres que dicen taradés y media, que prefieren una película romántica, a una europea, las que disfrutan vehementemente darle una hojeada a las revistas de chismes de famosos a una columna del periódico, preocupada por tal o cual ropa le sienta mejor a su figura no tan perfecta, o cuidar lo que dice, para no parecer frívola ante tal o cual homo erectus que quiere apantallar.
Hasta últimas fechas me he dado cuenta que tengo cierta facilidad para desilusionar a las personas; que si las mesas de peltre en los bares de mala muerte, que si no he visto las más de mil películas que como cinéfila debo conocer, que si no he leído los clásicos de la literatura, que si mis mañas poco conocidas en el cine, que si mi memoria no es capaz de recordar tal o cual letra de la canción, o tal o cual autor de alguna obra.
Me pesa saber que soy una boba, una niña que creció deseando ser bonita antes que Juana de Asbaje, me pesa saber que muchas veces me ha importado algún chico por su belleza física, y tenga que ‘amar a quien me detesta’.
Me pesa no poder entender que un hombre te pueda olvidar tácitamente como si nunca hubieras existido, a mi también me carcome tener que añadir un nombre a la lista de los inconclusos, y que ellos te cuenten a ti como un objeto del deseo que pudieron saciar.
Me pesa tener que escuchar que si manejo mal es por ser mujer, que si tengo una estupidez acentuada es por ser mujer, me pesa saberme orgullosa de ser puta, pero también me pesa saber que no lo soy y que las veces que he violentado eso que creía antes de los 21, me ha llevado replantear lo que no me agrada.
Me pesa saber que sigo escuchando las mismas canciones de Radiohead, Led Zeppelin, Sigur Ros o Pink Floyd, porque las penas siguen siendo las mismas, porque las mismas situaciones se repiten, y no dejo de ser y querer ser la mujer que no deseo.
A veces quisiera que dejara de importarme aquellas veces en que me olvidan, o mi falta de carácter por no poner un alto a situaciones que realmente me molestan, a veces me odio porque deseo vehementemente no estar sola, aunque me sienta muy cómoda estar con muchos y con nadie a la vez, porque soy una de esas ‘nadies’, que desaparecen como la luz de un cometa que muere en la atmósfera, una de esas nadies, que se mata a si misma cuando ni siquiera ha nacido.
Me pesa tener que toparme con ‘etcéteras’ cuya constante es ‘no te enamores’, o que con sus actitudes te lo dicen sin necesidad de palabras, creyéndose dueños de lo que puedes o no puedes sentir, soberbios hasta en sus ordenes imposibilitadas.
Soy alguien a quien le pesa no tener mucha genialidad, que preferiría ser una bovarista a una simple boba sin gracia.

miércoles, mayo 02, 2007

Estado

Tienes la expresión de llanto contenido, aparte de tu estado maniacodepresivo.

Y cuando me lo dijeron, me sentí realmente desnuda.

miércoles, abril 25, 2007

Utensilios

Hoy es uno de esos días en los que todo me parece trágico comenzando por el trabajo, me muestro fácilmente irritable, mis estados de humor son tan volubles, que puedo pasar de la carcajada más estupida al lloriqueo silencioso.
Todo me parece un fraude, incluso todos esos deseos de comprar una vajilla nueva, mandar al demonio el refrigerador ruidoso, o las sillas descascaradas del comedor. Me decepciono al llegar a la conclusión que llevo casi un año queriendo cambiar estos utensilios de la cocina y es hora en que no termino de hacerlo.
Vale, creo que me comencé a sentir así cuando me di cuenta de que mi memoria de 512 megabites, se quemó, me enojé severamente por su corta vida (año y medio), supongo que se debió a que ahorré casi dos meses para poder comprarla en ese entonces, y lo digo porque hace dos años ganaba 4 veces menos y mi poder adquisitivo era infímo. Al quemarse la bendita memoria se llevó consigo esos dos meses que me costó sangre ahorrar y muchas tantas cosas de mi vida que había guardado ahí.
Supongo que también me puse así por el hecho de haber visto a Emiliano y no haber podido comunicarme con él, estuvimos a punto de pelearnos por nada.
Estos últimos días para buscar soluciones, me he puesto a arreglar mi cuarto, he roto infinidad de hojas de papel, las he tirado a la basura intentado tirar eso que emocionalmente no sirve, pero aún así la papelera de reciclaje de mi animo no siente cambio alguno.
Hasta he pensado en quemar toda esa ropa vieja que conservo desde infante y sigo usando. He de confesarles también, que soy una coleccionista de folletos, carteles y papeles viejos de los eventos a los que asisto, incluso hasta los boletos de autobús y del cine, de esos tampoco puedo deshacerme. Lo único interesante que tenía en mi armario, era una botella de vino agridulce, que hasta ayer me di cuenta que era necesario tirar, y la botella de mezcal corriente que Emiliano se empino ayer.
Pero, que se haya quemado la memoria, que haya tirado a la basura muchos papeles, que haya limpiado mi cuarto, o me me haya deshecho del alcohol, no fue suficiente cuando me enteré que una consulta de veinte pesos de un doctor simi, no me podía curar el cuerpo.
Me derrumbó emocionalmente cuando la única persona en la que confío me dijo que no debía confiar en ella; yo.
Caí en la desestimación total de mis acciones, de mis letras y con ello, de gran parte de mi pasado. Pero ante este mar de atrocidades aparentes, no faltó el destello de luz que llegó con esa llamada que no esperaba.
Detrás de una bocina vieja de teléfono pude escuchar ese ‘estoy cocinando arroz’ diciendo ‘pensé en ti’, ese ‘hace dos meses’ diciendo un ‘te extraño’, ese ‘anoche no pude dormir’ por ‘aún te deseo’.
Creo que encontré por donde tengo que comenzar para renovar los utensilios de mi casa, un teléfono nuevo, para escuchar mejor su voz.

domingo, abril 22, 2007

Arenita mojada

Para calmar los nervios, para penar un rato por la constante compañía de la soledad, para entretener al mal humor, para dejar de esperar, para esos momentos donde te pones a pensar, no hay mejor medicina que remojar los pies a la orilla del mar.

Ese fue el remedio este fin de semana.

martes, abril 17, 2007

Nabuko

Antes de entrar a la casa te quitas las grandes botas, sabes que en casa ajena siempre hay que acatar las reglas y más cuando vas con intencionadas ganas de mendingar un poco de alcohol; mezcal siendo más específicos, y te preguntas ¿cuál es la razón por la que ahora después de salir de una cantina con dos caguamas y media en el estómago intentas seguir?
Simplemente esa suprasensibilidad de hedonismo, placer por placer, riesgo por riesgo, o el ismo de los alcohólicos, en el que te perfilas como buen neófito.
Te sientas en el piso tapizado por petates, justo en el otro extremo de la diminuta mesa, donde puedes contemplar a esa hermosa japonesa, con un gracioso acento en su español, que entiende perfectamente el significado de un ‘poca madre’ un ‘no hay pedo’, un ‘está chido’ o los modismos más recurrentes de jovenzuelos como tú sin mucho talento en la boca.
Mientras transcurre una charla que tu no entiendes, te muestra los tapetes de lana que ella a tejido, llegas a la conclusión de que te estas enamorando y se te antoja besarle esos labios diminutos, esos ojos pequeñitos, ese rostro oriental que te ha inundado por una extraña atracción y te hace contemplarla desde un plano sexual, una belleza no comparable con los patrones que regularmente suelen tener cualquier gente, sino esa belleza que se distingue en lo habitual, en los rasgos más comunes y menos extraordinarios que pocas veces te has puesto a observar detenidamente en alguien, como lo haces ahora con Nabuko.
Se levanta de su lugar en busca de la botella de mezcal con semillas de maracuyá, que minutos después te encuentras ingiriendo en esos vasitos diminutos y chatos que supones tuvo que haber traído de su país, ella se muestra amable y te convida de su cigarro; mientras un largo silencio casi te hace invisible, recuerdas que minutos antes estuviste escuchando la obra de teatro de un amigo, pero sólo recuerdas el ‘coquet cot coó’ del personaje que imita a un pollo, y también recuerdas la pregunta que te hizo ‘¿Qué te metiste?’ se te hace gracioso, porque sabes que sólo estas en una leve etapa del alcohol, esta vez no has necesitado de otra sustancia para tener cara de idiota o los ojos que por su dilatación te pongan en evidencia.
Te sigues cuestionando, odias el mezcal, algunas veces te revelaste contra alguien de tu familia que fumara frente a ti, también detestas esas charlas en las que te ríes como un completo idiota y no dices nada; ahora se te hace tan placentero este momento, que todos esos prejuicios sirven para una cosa: arrepentirte de lo que fuiste.
Te sitúas en el espacio, estas en la casa de Nabuko, haciendo lo que odias, bebiendo lo que detestas, ahora estas mirándola, constatando que esa mujer te ha cautivado con su cuerpo chiquito, su estatura bajita, su cabello alborotado, su sonrisa infantil, sus pies descalzos, sus manos suavecitas; sólo deseas una cosa: besarla por cada rincón de su cuerpo, enamorarte de ella por unos instantes, sabes que eso es imposible, sabes que eso es improbable, lo primero que haría sería echarte de su casa si intentas algo, ¡grandísima estúpida! Sólo te lo impide una cosa que ahora recuerdas de tu existencia, ella, al igual que tú, es una mujer.

Liliana Toy

domingo, abril 15, 2007

Halago

¿Cuántas veces casi nos morimos?

¿Cuántas veces me besaste sin dejar de ser la misma para ti?

¿Cuántas veces nos rolamos el pago de las cervezas en cantinas con mesas del peltre oxidado?

¿Cuántas veces te quedaste a dormir en mi casa y respetaste mi cama?

¿Cuántas veces me llamaste ‘hueca del cerebro’?

¿Cuántas veces fumamos en los arquitos?

¿Cuántas veces bailamos y la gente se nos quedó viendo por hacer pantomima y media?

¿Cuántas veces tocamos el chelo juntos?

Lo que más valoro de ti, son tus disculpas de palabras bajas, tus oídos dispuestos, tus frases inteligentosas, tus muchas objeciones, sobre todo tus manos cuando hubo necesidad que tomaran las mías, y esa vez que al filo de la noche, mi boca cantando ‘paloma negra’ y cerveza en mano, me dijiste ‘mujer hermosa’ mientras acercabas tus dedos a tus labios y de ellos emergían el halago que más me ha gustado de cualquier hombre por el simple hecho de haberlo dicho tú, gracias Emiliano, mejores amigos, no pudimos ser.

viernes, abril 13, 2007

Mensajes, mensajes...

He tenido ganas de hablarte, para salir uno de estos dias y correr despavoridos buscando felicidad austera. Pero de mis dedos se ha extraviado una sencilla hoja que en su pecho blanco, como un tatuaje, lleva tu número.

Hoy cumplimos un año en este espacio, que tanto amo, pero también que tanto he comenzado a odiar ¿por qué? ha sido inevitable perder ese anonimato que me daba esa felicidad que creí haber tenido sin tener.

Querido Blog:

No hay mucho que decir, aunque ciertamente no quiero decirlo. ¡matemos a Geisha!

Atentamente

Liliana Toy

sábado, abril 07, 2007

Playa



Lo s��, dije que ya no me iba a exhibir, pero se me dio la gana hacerlo de nuevo y m��s porque me fui a Huatulquito, y por primera vez en mi inmunda vida, me puse un traje de ba��o de dos piezas. As�� es, tuve el valor civil para asolear mis carnes ante los miles de vacacionistas que abarrotaban la playa.
Esta vez me fui acompa��ada de mi querid��sima ���Chintita���, mi venerable amigui de la primaria, creo que es una de las amistades m��s duraderas que tengo, pues la ��ltima vez que nos vimos fue precisamente hace un a��o. La condenada me llam�� a las seis de la ma��ana ya que estaba enterada que estaba en su pueblo, y ah�� me ven alistando mis cosas para salir esa mismo d��a, para que la modriga mocosa llegara dos horas tarde.
La verdad no ten��a ganas de ir a la playa pues lo que implica es que uno gaste, gaste y gaste a lo loco sin mucha consciencia para lo que resta del mes. Y como fue, me ech�� mi quincena en dos d��as, desde comprarme el trajecito nuevo, el esnorque, en el que por cierto ya puedo andar sin chaleco ��yujuuu!, la comida, que el recuerdito pa fulanito, sutanito, la cena, las fritangas, el taxi, el hotel, etc, etc, (��d��nde carambas se meti�� don Eusebius, para que nos diera hospedaje pues?).
Antes de llegar a la playa no plane��bamos quitarnos ni de locas el pareo o el shorcito, porque seg��n nosotras no estamos ���zafadas��� como para ense��ar nuestros complejos, pero al ver cuanta raza hab��a mostrando sus carnes deliberadamente con la lonja, la celulitis, la cicatriz, la panza, pues se empezamos a vernos como ���pues despu��s de todo no estamos tan mal��� y si ellos muestran sus imperfectos ��por qu�� nosotras no?, as�� que ah�� nos ven asoleando nuestras carnes.
Chintita sin ning��n problema model�� encantada para la c��mara, pues si, como la perra foquiu, bitch (tengo mala memoria para escribir groserias en ingl��s) es delgadita, no falt�� el se��or depravado que la estuviera grabando con el celular, y que ella todav��a se diera su paquetazo, porque hasta para eso es perra, y fuera directamente con la esposa del se��or y le dijera ���teniendo la mejor carne en su casa, como es posible que ande de fisg��n con una���, no pude dejar de atacarme de la risa, porque bien que le encant�� que la anduvieran grabando, cosa que le subi�� el ego enormemente.
Debo admitir que la verdad yo no tengo el gran cuerpo de modelo, y que tampoco soy esbelta, y si en alg��n momento he deseado serlo, es por el cl��sico complejo femenino de la vanidad, claro, que me encantar��a estar mejor, ��jeag jeag! Y lo admito, a mi tambi��n me encantaron esas miradas masculinas que voltearon a verme.
Lo mejor de todo fue el chapuz��n, ver el mar, los arrecifes, la nadada deliciosa, el solecito y que llegara negrita, negrita de todo el cuerpo, as�� esta fue la primera vez que si ense���� mucho mucho, m��s de lo normal. Creo que regres�� con mejor autoestima, ja, ja, ja ��qu�� idiotez!


Soy gordita ��y qu��, y qu��, y qu��! y as�� me gusto.

Geisha

miércoles, abril 04, 2007

chipote

Y si te dijera que desde hace ya varios meses el insomnio se ha vuelto una constante en mis noches, donde no hago más que pensar y repensar mis efímeros problemas.
En los sueños me he vuelto una surrealista, cada vez que duermo se me hace algo común recurrir a la necrofilia, oír voces de seres que no puedo ver, asustarme al notar mi escalofrío, y entre mi delirio sentir lo infinito y lo mortal en una milésima de segundo.
Por segunda vez, de manera involuntaria sentí que me iba a morir, cuando me di cuenta que ese gran objeto no había destrozado mi cerebro, volví a valorar lo que es estar viva.

Geisha

Sólo por tener ganas de compartir el dolor de tener un chipote en la cabeza y unas ganas horribles de chillar como niña de dos años. ¡Auch!

martes, marzo 27, 2007

Estas si son perversiones

No me he considerado una persona rencorosa, ni que clame venganza por cuanta culerada me hayan hecho, sin embargo, hoy que veía ‘Kill Bill’ y tras haber tenido una severa riña con mi sobrino, me di cuenta de que llevo años de autorrepresión, durante niña y adolescente, aunque ustedes no lo crean, siempre escuchaba los regaños de mi madre, aceptaba sus castigos y acusaciones (bueno, este término no es tan cruel como aparenta, sino que me resultaba bastante vergonzosas sus formas de acusarme con la demás gente) frente a doctores y amigos, con quienes se quejaba de mis comportamientos, que siendo sinceros, la mayor parte de las veces eran ínfimos en comparación con las faltas que alguna vez hicieran mis hermanos, pero uno aprende la lección ‘los papás siempre tienen la razón antes de los 18’, o bueno, un aproximado a la edad en la que uno se hace menos holgazán y más responsable, ahí ya alzamos la voz cuando nos parecen inapropiados sus juicios.
Debo decir que hasta la fecha tengo la firme consigna de que ‘los papás siempre tienen la razón’, y bueno, eso es algo que he tratado de asimilar poco a poco. Por insulsos que nos parezcan nuestros padres y aunque no estemos de acuerdo con ellos, es mejor darles la razón y evitar pleitos mayores, aunque claro, terminemos haciendo lo que nos pegue nuestra regalada gana.
Pero, venía hablando de venganza ¿por qué joder salió esto al tema? Comencé a imaginar lo placenteras que son las venganzas, las ganas que me darían escabecharme con una espada de samurai a cuanto jodido me hiciera daño, incluyendo a cierto perverso polimorfo que me amarga la existencia por ratos (la criaturita de nueve años que vive en mi casa, je, je, je). Supongo que esas emociones son tan normales en un ser humano como yo, el problema se presenta cuando agarras el control de la televisión simulando que tienes un cuchillo en la mano y con una mirada al estilo de Jack Nicholson (el resplandor de Kubrick) amenazas con una ira que jamás imaginaste sentir, ese sentimiento perfectamente descrito en ‘El gato negro’ de Poe, esos breves instantes en que no piensas y eres capaz de cometer algo muy feo.
Esta es la segunda vez en mi vida que asusto a alguien así, algunas veces pienso que tengo que buscar alguno de esos clubs donde pueda chillar, chillar, chillar y chillar en los grandes senos de un hombre gordo (recordando al ‘Club de la pelea’), así me evitaría problemas de insomnio e ira descontrolada.
Ni modo, tendré que regresar con el psiquiatra, naah, no se crean es broma. Lo acepto debo encontrar un modo donde descargarme, si no, la piel se me irá consumiendo y regresaré a los achaques infantiles que me hicieron muchas cicatrices.
Sigo emputada, y no les digo por qué, empezando porque es un asunto que me da la suficiente vergüenza para contarlo, continuando porque no tengo justificación alguna para avalarme en tener la razón. He dicho, acepto servilletas, pañuelos, papel higiénico para llorar indefinidamente, o ya de perdis una espada de samurai como la de Uma Thurman para hacer que mis victimas chorreen sangre por litros como mangueras con fugas bajo presión.

Geisha

Lo sé, lo sé, es un post muy feo, y supongo que ver tanta película me está afectado severamente el juicio, ja, ja, ja, esto lo escribí ayer así que hoy, ya no tengo ganas de matar gente.

domingo, marzo 25, 2007

Pies


No se fijen de la pared.
Geisha

miércoles, marzo 21, 2007

Paula

Paula era una niña de 8 años, cuando leyó lo que decía la tarjeta musical de navidad comprobó que ante mentiras tan viles, un niño no es tan tonto para creerlas.
Las palabras eran las siguientes:
‘Para mi hija favorita, le deseo un felix año nuevo’.
A sus ocho años, y a su tercer año de primaría sabía que ‘feliz’, no se escribía con ‘x’, y que esa tinta roja hacía más desagradable esa gran mentira a la vista de su ojos.
No podía concebir que hubiera un hombre tan ‘estupido’ (termino catalogado en su vida adulta, porque de niña no podría ofender de esa manera a un persona mayor) como para creer que una niña no se diera cuenta de tal patraña, aún con sus intenciones de quedar bien con su madre; le parecía de lo más irrespetuosa al decirle que era ‘su hija favorita’, sabía que ese señor que conocía de hace unos meses, pretendía a su mamá, también sabía que tenía cuatro hijos más y una niña de su edad, que recientemente había conocido y con la que jugaba a la comidita.
Nunca perdono una tomada de pelo tal, y no por lo que dijera, sino por la ofensa que un tipo cualquiera, una persona extraña, fuera capaz de considerar que una simple niñita de ocho años fuera lo suficientemente tonta como para creer esa verdad tan no evidente.

Geisha

lunes, marzo 19, 2007

Peinados

Hoy se me dio la gana cambiar la foto del portarretrato, guardé algunos recuerdos en el álbum y mientras miraba mi colección de imágenes donde casi siempre aparezco acompañada por mis amigos, me encontré con una de las pocas fotos donde mi disfuncional familia ha estado reunida.
Nunca hemos sido ritualistas, regularmente no celebramos navidad ni año nuevo, crecí con la consigna que no hacíamos fiesta de cumpleaños porque ‘se gastaba dinero en alimentar a muchos gorrones’. Creo que sólo una vez me hicieron piñatas cuando era niñita, esa vez recuerdo que no pude apagar la velota con un gran número seis.
En ese cumpleaños, dos días después llegó el vestido que una de mis tías había enviado para la fiesta, y como buen detalle de mi mamá contrató a un fotógrafo para que me tomara fotos con él.
Demostrando la gracia y mucha habilidad de mi mamá para peinarme, lo único que hizo fue pasarme el peine en mi diminuto cabello (porque dejen les digo de niña, yo era un vil niño, siempre cargaba el pelo cortito) y pegarme con un diurex en la cabeza un moño rosa de regalo de esos de listón de plástico, lo sé, ríanse vilmente, desafortunadamente tengo pruebas irrefutables de mi cabecita con moño de regalo.
Hablando de peinados, mi mamá no tuvo piedad conmigo, de verdad que uno cuando es niño es re wey, puesto que siempre se deja que le hagan cuanta cosa ridícula como viles juguetes de nuestros padres, quezque para hacernos ver más ‘monos’ y terminan por traumarnos vilmente.
Hace años, mi hermano tenía una foto pequeñita en su cartera donde estamos los tres (yo, mi hermana y él) lo curioso del asunto es que yo parecía una mala imitación de marcianita, ja, ja, ja, si, neta, en mi cabecita de muchita de 4 años, pendían tres chongos mal amarrados que mi mamá esmeradamente me hizo.
Ejemplos y pruebas de la gran habilidad peinadora de mi progenitora, sólo tengo dos o tres fotos, y bendito sea Dios que desistió de hacer sus malos experimentos en mi cabello, que cada dos o tres meses era cortado.
Por otra parte, considerando mi infancia nómada, de ir de escuela en escuela, de casa en casa, de familia adoptiva a otra, de tías que nos recibían en sus casas, fui una niña bastante desaliñada, hasta los trece años un palo andante, con permanentes cicatices en las rodillas, con alergias atópicas en la piel, muchas enfermedades respiratorias y con un paso tortuoso a la adolescencia, ahora que recuerdo como era en ese entonces, acepto que era una niña bastante odiosa, me encantaban los muchachos guapos, les escribía cartitas, mi madre ante mi crisis emocional me compró libros de Carlos Cuauhtémoc Sanchez, dizque para ubicarme, ja, ja, ja, ¡qué pena me doy!
Supongo que la época que más detesté en mi vida fue la de la secundaria, era un martirio tratar con niñas con las que nunca pude encajar. Dado que vivía en el istmo donde hace un calor estrepitoso, las mujeres se desarrollan mucho más rápido, pero yo era una niñita chaparrita y enclenque, creo en mi salón de secundaria fui la última a la que le bajó su periodo. Nunca fui buena para los deportes, jamás querían aceptarme en los equipos en los que forzosamente teníamos que jugar, tenía la horrenda paranoia de que nadie se juntaba conmigo porque era odiosa, y desafortunadamente era cierto.
Pero dejemos los traumas infanti-adolescentes, empecé hablando de mi familia y de esa foto que puse hoy en el portarretrato de florecitas, creo que salió lo sentimental a ver a mi carnal hermoso (ahora si digo cosas bonitas, porque mi cuate el Perro, al que le digo que se parece a mi hermano, luego se enoja si hablo mal de mi carnal), indudablemente es mi favorito.
Ayer me puse a pensar seriamente que me gustaría que mis hermanos fueran en verdad mis amigos, si eso ocurriera prometo dejarme peinar por mi mamá sin quejarme nunca más.


Geisha

lunes, marzo 12, 2007

Nodriza

De vez en cuanto me gusta prostituir a la razón con el deseo. No pido dinero, pido tesoros de caricias en mi cuerpo, y que su boca succione el jugo de mi carne desierta.
Una pregunta filosófica de aire masculino, le falta el respeto a mi femenina estupidez, la recorre por debajo de la falda, y le abre las piernas para penetrar con todas las ganas de eyacular su semilla maldita que nunca perdura en mi útero estéril.
Me quedo mirando mi cuerpo prensado al otro, agitándose como entre una marea, haciendo de la cama un mar desesperanzado de amor inacabado.
Soy una silueta reflejada en un espejo que gime pasión, que suda agonía, que arde brazas frías de humo en mi vagina.
Somos llama de la tenue flama, la luz azul que no quema mi placer en sexo efímero, sino el buen amante que me considera su mujer, y no me prostituye el alma nodriza de muchos hijos sin madre.

Geisha

domingo, marzo 04, 2007

Viaje de estrellas

Te preguntas una y mil veces como es que esa adorable criatura en el reino de lo que regularmente no te gusta de los hombres, se metió por tus ojos y ahora no piensas más que en la próxima vez que te baje la luna y las estrellas.
Le preguntaste una vez ¿Cómo son las estrellas?, y él no supo responderte, ni siquiera pronunció palabra. Supiste ahí que su retórica no vendría a engatusarte con palabras bonitas, ni te daría cátedra de metáforas que no dijeran nada, ni verdades maquilladas con sueños oníricos pero con trasfondo de mentira; bien pudiste suponer que su silencio era la cualidad que le daba su aire de sinceridad.
Miraste a la luna como un círculo pequeño cuya luz no deja ver a las estrellas. Luz que opacó a tu acompañante estrella cuando te confesó su fanatismo por el América. ¡Tan bonitos que se veían sus ojos biche!
Fanatismo que te llevó a recordar a tu hermano, ese cabroncito naco, feo, ladrón, vendedor barato de sus caricias con mujeres de las que se termina burlando, siempre has dicho que así de mounstroso quieres a tu carnalito.
Apuestas que así de fenómeno masivo de la especie masculina, es esta criaturita que te roba besos cuando ya no los esperas, que da caricias cuando intentas apartarte de sus brazos que te aprietan para no dejarte respirar.
Bonito viaje de estrellas el tuyo cuando el espacio te enseñó que el lente del telescopio no era suficiente para encapsular parte del universo en tus ojos, tocaste tierra en medio del campo; los besos, los brazos acaparadores, las palabras de seducción se hicieron polvo como briznas que desvanecen los deseos en nada, y en algo que nunca ocurrió.

Geisha

lunes, febrero 26, 2007

¿Sexo? si, por favor.

Tiene muchos años, cuando vi por primera vez Sexo, pudor y lagrimas, junto a una decena de adolescentes calientes y mi amiga Chuchita, quien en ese entonces era de lo más, más, más, engorrosamente puritana (disculpa amigui, pero neta que con tus ideas de ese entonces, bueno, que se comprenden por la edad y por la educación tan mocha que recibimos, eran muy molestas), resulta que mi pobre amiga del alma, no paraba de demostrar que se sentía incomoda al ver hombres desnudarse (recordemos a Jorge Salinas con un pito ¡ayayay! ¡Eso si es cosota!), unas cuantas escenas eróticas de carnes calientes, y al escuchar algunas palabras como ‘coger’ que nos eran tan ajenas al igual que:
Ana: ¿Qué me ves?
Carlos: El culo.
Para la gente nefasta, mass media, estupida y voluble (cómo yo ciertamente me declaro, una de esas tantas mentes débiles), esta pelí resulta tan similar a los que nos pasa, que podríamos hacer de todo el filme un modus vivendi, una Biblia a lo mexicano y primate de la sexualidad, o una proyección personal en el que nos vemos reflejados. Aunque claro, no podemos olvidar que siendo una historia de cine, se exageren a la décima potencia algunos recursos casi inverosímiles de los personajes, empezando porque todos hasta la que se siente fea, Maria, tienen la decorosa característica de ser flacos, de ojo biche, de piel blanca y muy bien parecidos, ¡joder! Volteen al mundo, la mayor parte de la gente que vive en este país, es llenita, morena, caderona, lonjuda, celulitica, estriosa, narizona, y los hombres con penes no siempre bien dotados… (Bueno, eso no me consta, ja, ja, ja, yo y mis frustraciones).
‘Cuanto más admire un hombre a una mujer por sus éxitos, más difícil será desearla, la nueva mujer es una fuente de impotencia masculina, una castradora y una causa de divorcio’, ¿será que por eso llevo siete años sin un maldito y puto novio? Yo y mi ego, naah, nada que ver, pero ahora que lo pienso mis pseudos novios han tenido la constante de que mientras estemos lejos seremos una excelente pareja, otra máxima de la pelí.
¿Cuántas veces no he deseado que la montaña venga a mi, a que ese maldito teléfono suene, y suena pero cuando ya no lo deseo? Si Mahoma no va a la montaña, Mahoma se mete en mi cama; demonios se sueltan, reglas se rompen y nuevamente no me quito esa condición asquerosamente femenina de buscar irremediablemente enamorarme y enamorarse (¡chingaos, dije lo que no quería decir!, eso me pasa por estar escuchando a Radiohead).
Sigamos hablando de la pelí, estrenada en 1999, el primer gran bom de la Nueva Era de cine Mexicano, la segunda más taquillera después del ‘Crimen del Padre Amaro’, una comedia sexosa, tragicómicamente agradable para pensar en las mierdas que el tiempo ha hecho de ti, o la mierda que tu has hecho de él.
Comercial, con poco de artístico si quieren en el plano cinematográfico, pero con la que inevitablemente me siento empática, con la Ana enamorada e insatisfecha, con el Carlos, escritor mediocre, con la búsqueda incesante de amor por el mundo de Tomás, con el sueño de cineasta de Miguel, con la degradación de Andrea, con los complejos de Maria y su necesidad de explicaciones ‘científicas’ a la conducta cruel de los hombres.
Disto mucho de ellos, disto mucho del intento de ser, disto de ese no querer ser; y lo sigo siendo, ese animal enjaulado, en cautiverio soy yo. ¿Sexo? Si, muy poco, ¿pudor?, algunas veces más, ¿lágrimas? Una constante que nunca termina.

Geisha
Si, lo sé más, sexo, ash, que poco original soy, pero yo también pienso mucho en eso.

jueves, febrero 22, 2007

Rojo, rojo es tu vestido

Pamela se ha despojado el vestido rojo con trabajo, de hecho no se lo ha quitado ella, sino los jalones de Julián que le carcomen el deseo de frotarse contra su cuerpo. Insumisa juguetea por toda la cama, aun en braga y sostén se ríe del animal sexual que repite como maquina su ofensiva ¿quieres que te haga cosas ricas? ¿Quieres que te haga cosas ricas? ¿Quieres que te haga cosas ricas?, y esa pregunta se vuelve canción en do, re, mi, do, re, mi, hasta llegar al fa. La fémina se burla mientras se jala la tanga, que la mano masculina intenta bajarle. Esas manos que tanto le gustan de los hombres, de brazos venosos, uñas limpias y marcadas por su varonil cualidad de ser alguien de trabajo.
Pamela se mueve, evita su sexo cuando aquel la intenta penetrar, se pone una mano en el monte mientras le muerde el cuello, no sede a la tentativa, no, mientras demuestre que el machito urgido merece el acoston, no después de que en el bar, Julián pagara las siete cervezas y la cajetilla de cigarros que ella consumió, no después de que ella se negara a entrar a tres moteles que por su fachada fueran feos, no después de que ella le haya coqueteado a otro mientras bailaba, no después de que en muchas tantas veces se diera vuelta cuando aquel intentara besarle, y no mientras le diera una buena razón para ser penetrada.
-¿Qué quieres que sea tu domador o tu esclavo?, le pregunta desesperado.
-Mi esclavo. ¿Quieres que te pegue?
-Si.- Murmura, sonriente.
Clap, clap, clap, suena la palma de su mano en su mejilla.
-¡Òrale cabron! ¿quieres más papito?
Julián después de sus mejillas rojas, no halla manera de que ella seda, hasta que la toma de las piernas y le lame el sexo, mientras ella grita. No de placer, no de éxtasis, no de felicidad, sino de ver por primera vez a un hombre que sede sumiso a sus caprichos y manda al carajo su orgullo para hacerse suyo, no él de ella.

Geisha
¿quieren que continue?, ¿quieren que continue?, ¿quieren que continue? mi, fa, sol la, si, tan tán.