jueves, mayo 29, 2008

Desviación

¡Qué sabrosa se ve la hija de la chingada!

¡Agh! No pude evitar sentirme excitada, con una rola de Metallica en Cello y esta preciosa oriental con botas.

sábado, mayo 24, 2008

Axiomas de los pitos

Por obra de la casualidad, me encontré con un fragmento de una capítulo, de 'sex and the city', inicia con Samantha rompiendo en llanto cuando sus amigas le preguntan qué tal coge su nuevo hombre, siguiendo la lógica de la serie y la personalidad de esta cuarentona sexosa, en menos de un segundo deduje la situación, chilla porque la tiene chica... veamos el video...



No pude evitar recordar... pero ¿por qué será que las mujeres pensamos lo mismo?, me moría de la risa en este video, tal vez porque sentí que era autobiográfico. Resulta una verdadera tragedia cuando el tipo es un amor, un super caballero, un super educado y encantador, el hombre ideal, pero tiene un pequenísimo defecto, en la cama nomás no de una porque tiene un P I T O, si, un pito, pito, pito.
Hago la aclaración de términos:
Pene: órgano sexual masculino.
Verga: Prominente órgano sexual masculino.
Pito: Dícese del pene pequeño.
Pajarito: Término homónimo para referirse al órgano sexual masculino, regularmente utilizado en el lenguaje popular y para referirse al pene de un niño.

Así que me tomé la libertad de hacer: 'Los axiomas (verdades evidentes) femeninos, cuando los hombres tienen un pito (pene pequeño).

Regla 1. ¡Jamás de los jamases! Se te ocurra decirle a un hombre que tiene el pene pequeño. A menos que seas sadomasoquista y te arriesgues a la probable santa moquetiza que te propine herirle el orgullo del hombre.
Regla 2. Nunca confíes en los fanfarrones, los que se dicen unos 'tigres' en la cama, excelentes amantes (regularmente los que se la pasan acosando mujeres sin mucho tacto)... esos fantoches, ténlo por seguro tienen el pene pequeño.
Regla 3. 'Yo duro un chingo' esa es una gran cualidad en los de buen tamaño, pero cuando lo pregona uno de pene pequeño, no falta el pensamiento femenino interno, que uno NUNCA va a decirle al macho, 'pues si wey, duras más porque no has encontrado a la estrecha que pueda apretarte'.
Regla 4. Los de pene pequeño, tendran la cualidad de ser unos grandes pero grandes miopes, si se los coge una mujer buena onda, fingirá demencia y lo hará creer que la del problema es ella no él, digo, ¿para qué seguirles amargando la existencia?
Regla 5. Sigo sin entender esta gran paradoja, y lo menciono porque me ha pasado más de una vez, algunas mujeres (digámos las más posmodernas) podran soportar que un hombre sea feo, esté gordo, sea un cabrón, sea alcohólico, drogadicto, hasta que sea guapo e infiel, pero nunca que no haga buenas chambas en la cama.
Regla 6. Excluyendo a los fantoches, también existen los buenos tipos, los que tienen mil y un cualidades, conocí a dos, ambos creativos, buenas personas, respetuosos (lo mejor que una puede esperar en un hombre) con una excelente posición económica... pero... snif, snif, ¿para qué recordarlo? Todo en este mundo no puede ser perfecto.

Concuerdo con Samantha, me gustan grandes, duras y que duren... si, también hablo de las paletas de hielo.

Je, je, je.

martes, mayo 20, 2008

Accidentes de cama

Cierto día, había salido del ensayo de teatro, y por consiguiente iba con tenis, en el coche llevaba dos pares de zapatillas, que iba a mandar a cambiarle las tapitas. Pasé por Quique. De más está decir, qué íbamos a hacer y a donde íbamos a ir. Hacía un maldito calor ese día y traer las plastas de plástico en los pies resultaba una verdadera tortura, así que pensando en ventilar mis piecitos y también pensado que a aquel le encanta dejarme los tacones, me cambié de calzado mientras él pagaba e iba a abrirme la puerta. Zonza como yo sola, no me aproveché las tiras y justo cuando iba a bajar, intenté apoyar el pie en el piso y ¡zaaass! Que se me dobla y me voy dando un santo ranazo en la rodilla, apenas y me pudo agarrar para que no me cayera del todo, imagínense que del susto no faltó mi grito seguido de una gran carcajada, que fue apagada al instante porque con la urgencia propia de un desesperado, Enrique en pocos segundos me cargó, y cuando vi ya estaba dentro recostada con el puto dolor del pie y el otro en Fa, quitándome la ropa.
En medio de mis quejidos, yo con una posición fetal, apretando mi tobillo (ya para ese entonces estaba desnuda), cuando vi, bueno no vi, cuando sentí, el cabrón ya estaba en chinga haciendo su chamba.
-Ora güey, me duele el tobillo y tú en chinga.
- No te muevas, no te muevas, esta posición esta perfecta.
No puedo evitar carcajearme de esto. ¡Dios!, he comprobado una vez más el egoísmo de los hombres en cuanto a su propio placer, y aunque me causa cierta gracia este accidente de cama, la calentura pudo más porque no tarde en cambiar mis quejidos a gemidos. ¡Vaya! He descubierto un juego de palabras, la ligera diferencia entre quejidos de dolor, a gemidos de .... calor.

lunes, mayo 12, 2008

Opera prima


Estaba revisando algunos documentos en mi compu y me encontré con algunas fotos que Quique me pasó de su cuarto, mucho antes de que lo conociera burlando la presencia de su hermana, en una noche que se nos ocurrió aventurarnos para evitar la gastadera de un cuarto.
La estruendosa cantidad de muñequitos repartidos en un juguetero del tamaño de una de las cuatro paredes, su fanatismo por el América demostrado en un logo pintado en otro de los muros, un retrato hecho a lápiz de su rostro, su cama individual con una colcha de figuras propias para un adolescente y para culminar la atmósfera, toda una colección de cidis, de los ‘Héroes del silencio’ me hicieron caer en cuenta de una hipótesis escalofriante... ¡No tuve infancia!, ¡joder! Ahora comprendo, porqué soy tan amargada.
Ese horrible terror al vacío, sus gustos tan barrocos en materia de juguetes, porque hasta ha llegado a presumirme que tiene toda una colección de muñecos de star wars, me han hecho recordar que ni siquiera conservo un mugroso trastecito, los últimos indicios de juguetes, fueron esos peluches, exiliados al cuarto de mi mamá, que me han regalado en algún cumpleaños, aún a sabiendas que me chocan los pachoncitos que no sirven para nada, sólo para guardar polvo.
Pensé que yo era la cursi, pero ya veo que no. Tengo más indicios de ermitaña y amargada, a diferencia de las risotadas y los juegos de palabras que él hace cada vez que puede. Una vez más constato: somos diferentes. ¡Y me caga!
Ayer no me salvé de que se burlara de mi, pero la venganza es dulce... sólo porque pronuncié mal una palabra no paró de chingar, así que estuve alerta de que dijera alguna mamada... que es muy común en él. Estábamos hablando de la obra de teatro (en la cuál yo participé), entonces se le ocurrió decir que él podría escribir una obra de teatro y representarla, Perla, mi amiga, le dijo con intencionado sarcasmo: ‘pues ya veremos que tal sale tu opera prima’, bruto como él solo respondió: No voy a hacer una opera, dije obra.
Me tocó el momento de restregarle su americanismo insólito, y hacerle la aclaración de que opera prima, no se refería a los cantos de alguien, sino a un termino latino cuyo significado es un ‘primer trabajo’, también entendido como una primer obra, pero por supuesto él no lo sabía. Restregar a alguien alguna megalomanía personal, es algo que no acostumbro a hacer, pero en esta ocasión la venganza lo ameritaba, cosa que disfruté mucho porque se la merecía. Después de eso, no volví a pronunciar mal ninguna otra palabra, y Quique se quedó callado, mientras yo seguía parlando sobre una obra que fui a ver hace un año, sobre un poema de Sor Juana, Primero sueño...
La austeridad es una de mis prioridades, con el tiempo me he encargado de deshacerme de todos eso objetos inútiles, pero cada vez me cuesta más trabajo desprenderme de papeles, libretas y revistas, o devolver libros que no son míos.
Hay cosas que me preocupan, desde que salí de secundaria no he vuelto pasar más de media hora jugando videojuegos y a duras penas sé mover las piezas del ajedrez, en los últimos ocho meses he dedicado demasiado tiempo a los ensayos de teatro, para que a la hora de la presentación de la obra, mi puto vestido se le abra el cierre, sea atacada por un pánico horrible y no entre a tiempo a escena; o después de ensayar algunas ocasiones la parte donde chillo, no me salga ninguna lágrima al momento. Es un fastidio no lograrlo.
A veces pienso que envidio más a Quique de lo que imagino, desde que me dijo que fue a poner químicos a los jardines de una casa de Roger Waters y consiguió su autógrafo, o la vez que se fue a ver en helicóptero las cataratas del Niagara, no dejo de pensar que todas esas horas que pasé en una universidad han sido inútiles. De nada sirve tener un título, si me he encargado de conocer una ínfima parte del mundo a través de una pantalla o de una página de papel.
Odio a Enrique, lo odio, lo odio, lo odio. No sé hasta qué grado. La envidia me corroe, no puedo evitarlo. Ya me dio flojera, no tengo más que decir.

sábado, mayo 10, 2008

La casa de los teatros Oaxaca


Hoy es el estreno de la obra, después de 8 meses de ensayar, hoy hago mi debut como actriz de teatro. Ahí les hago una crónica después.

sábado, mayo 03, 2008

Envidia

No dejo de sentir envidia por algunas de mis amigas, lo acepto. Desde que inició el año, mi grado de admiración a Chuchita se eleva, considerada una de mis mejores comadres desde el bachillerato, ene veces me ha invitado de antro y la mayor parte de ellas las he rechazado. Los motivos aunque clásicos, muestran parte de que mis limitaciones, tanto económicas y físicas ¡carajo!
Si salgo a un bar mínimo tengo que gastar alrededor de doscientos pesos, cantidad que bien me alcanza para solventar la gasolina en una semana. Al momento de estar en un bar sufro al pensar cuanto voy a despilfarrar a lo idiota, cuando bien puedo invertirlo en un par de zapatos que mucha falta me hacen. Otra de las situaciones que me han apaciguado las ganas de la diversión es el agotamiento de toda la semana, moverme de un trabajo a otro, aguantar la presión del ensayo de teatro y hacer las cosas de la casa, me hacen evitar el desvelo, digo no estoy acostumbrada a tener horarios tan rígidos, motivo también por el casi ya no posteo.
Hace unos días que me encontré a Chuchis me admiró su frescura, ella siempre como una chica ‘cosmo’, con la seguridad de su caminar coqueto, su sonrisa dispuesta. Llevaba en una bolsa dos blusas que había comprado, y agregó un comentario ‘son sencillitas, como para ir al gym, a tomar un café...’, y supongo que parte de mi inconsciente envidioso hizo que dijera: ‘¡qué fresa te has vuelto!, ella dijo ‘Nah’, y prosiguió... ‘Lili tenemos que ir a ver unas zapatillas que están divinas, me vas a acompañar para que las veas’... y seguí sintiendo desazón.
¿Será que la crisis económica nos afecta a unos cuantos en mayor medida? Y replanteo mis obligaciones, quincenales y mensuales, de ley tengo que aportar el dinero de mi comida a la casa, de manera voluntaria compro algunas cosas de la despensa, debo cumplir puntualmente con el pago de una deuda que contraje, porque es tan poca la plusvalía que recibes en el trabajo, que necesitas conseguir las cosas a crédito.
Ver como se va el dinero es una de las cosas más atroces, porque trabajas para medio comer, medio vivir y medio vestirte. Ahora comprendo a mi mamace querida, cuando me dice ‘todo en esta vida es sacrificio’.
En más una ocasión me he puesto a meditar al respecto, parte de este círculo vicioso que te genera odio, descontento con el sistema, hacen que broten problemas de tipo político. Si eres un prole mal pagado, que da su mejor esfuerzo en un trabajo y en pago a eso recibes una patada, a la larga nos convierte en personas susceptibles a la corrupción.
A Chuchita le preocupan sus zapatillas, a mi me preocupa no ir al antro porque voy a gastar, y me provoca frustración el sentir que me estreso fácilmente por mi sobrevivencia.

Bienvenida al mundo