lunes, marzo 30, 2009

Iceberg

Hoy en la tarde mi madre asustada me dijo que el sábado en la noche, había soñado que le decían que yo tenía cáncer. La simple afirmación hipotética me dio miedo.
Las metáforas de los sueños siempre revelan algo inconsciente. No necesariamente fisiológico, pero si anímico.
Es justamente a ella a quien no he podido decirle algo... un ‘algo’ tan simple, tan mío, tan de figura retórica... ‘mami, fíjate que siento que mi existencia se derrite como un iceberg en pleno calentamiento global, y cuando me convierta totalmente en agua, me habré dispersado tanto en los océanos, que nada quedará de mí’.

domingo, marzo 29, 2009

Estadísticas

Me gusta checar las estadísticas del blog de vez en cuando. Hoy me he dado cuenta de un extraño fenómeno, en estos últimas fechas pocos han comentado. Ayer y antier, como es una constante de los fines de semana, son los días en los que menos visitas tengo. Pero entran visitas de países como: España, Colombia, Argentina, Perú, Costa Rica, Nicaragua, E. U., se comprende porque son países que tienen población de habla hispana. Pero ocurren casos que supongo por ‘ciberextravío’, entran visitas de Suiza, Finlandia y hasta ayer de Lisboa y Túnez, e incluso de Irlanda o Alemania en otras ocasiones. ¡Vaya que me estoy haciendo internacional! Bueeh... esto de la palabra ‘bragas’ en el Google, hace que muchos incautos en busca de pornografía, den con el blog.

Por pura curiosidad y bastante morbo, me puse a ver las fuentes de tráfico donde se ve que palabras ponen en Google y por casualidad entran a mi blog, y me encontré con estas sorpresitas:

Aclaro, todas las frases están escritas tal cuál aparecen.

(SIC)

‘SEÑORAS CON NILON BAJO FALDAS’
No mi vida, nylon se escribe con ‘y’, de seguro por eso por eso caíste aquí.

‘mujere mostrando las bragas’
Costeñito, costeñito...

‘videos de madre quitandole las bragas a su sobrina’
Ósea jelouu, aparte de incestuosa ¡hasta lésbica violadora!

‘novela el caso de la actriz que nadie quería’
¿Acaso me conoces? ¡confiesa!

‘cine de ficheras’
Si, si, si, yo sé que soy tooodaaa una fichita, a la que le encanta el cine.

‘mujeres abriendo las piernas’
No, no, no, eso indica una falta de cultura sexual, ¡esto es un blog decente! ¡literario! ¿a quién carajos se le ocurrió un título así?

‘sin darse cuenta enseñan las bragas’
La verdad es que todas las mujeres nos damos cuenta de cuando enseñamos las bragas, es más, lo hacemos a propósito.

‘tipos de braga de seguridad
No mames, no mames, ya estamos en el siglo XXI, la virginidad no se guarda en una braga de seguridad.

Ahora comprendo que yo soy bien linda, mis textos son requete 'decentes', los enfermos son ustedes... los lectores, que quien sabe en cuanta cosa piensan, ja, ja, ja, ja, ja, ja y por qué palabritas llegan hasta acá.

miércoles, marzo 25, 2009

Fuera del arte

Por momentos me agarra la insatisfacción existencial. A veces quisiera mandar todo al diablo. Tomar mis maletas y decirles: ‘¡bye! ¡me largo de aquí! ¡ya me cansé de ver su putas caras! ¡ya estoy harta de sus palabras de mierda!' Pero me esclaviza el ‘¿de qué voy a vivir?’
Trabajo como burro, me esfuerzo, trato de ser lo más responsable posible, pago la renta, pago a tiempo las deudas, limito mis placeres a mis posibilidades. Fuera de ello, no puedo hacer lo que más me gusta: ESCRIBIR. Necesito ocio y no lo tengo.
Hoy me tocó ir al teatro a ensayar, me quedé dormida en las sillas que estaban tras las piernas (cortinas). Me imagino que la imagen era linda, pretendo creer que mi cuerpo agotado, hacía poesía; yo, dormida tras los reflectores mientras los demás actuaban.
No entiendo, hay una cosa que me causa molestia: toda la mañana y parte de la tarde, trabajo, y no puedo ahorrar, lo único que he adquirido este último año es un coche que me ha sacado hasta la última gota de sangre, y todavía lo que falta... con las tenencias y el puto reemplacamiento.
Una de las soluciones que meditaba hoy, para que mi animó no fuera tan pésimo por momentos, era conseguir una ‘pielecita sabrosa’ (dijera Pato).
Comencé a hacer un recuento de algunos especímenes que están a la mano... este si, pero está nene, y luego con esos hay que tener cuidado de su boquita, este otro no porque tiene vieja, mmm, el del bar... pues podría ser, pero para que me lo vuelva a encontrar ¡qué hueva!, además gastar estos meses de abstinencia con cualquier extraño que no haga buenas chambas y sabrá Dios si es alguien cuidado... pues no.
En todo caso me hubiera quedado con Enrique, pero mandarlo al diablo, fue algo simbólico. Dejarlo, era buscar otras cosas en un hombre (vaaaa, todavía tengo esperanzas) que no son precisamente sexo. Amabilidad, atención, sonrisas, un lindo cuento de hadas (erótico por supuesto), una circunstancia agradable que no haga del sexo sólo eso: sexo.
Ya asumí mi papel de princesita azul. Ok, ok, sé que es un cliché eso de esperar al hombre ‘ideal’, ¡no existen!, pero en ese transcurso, lo principal no es llegar a la meta; sino el camino, lo que va ocurriendo, tal vez eso sea lo más divertido que encontrarlo.
Me admira pensar que no hay ni uno, pero ni UN SOLO hombre que me interese, que me mueva el tapetito, que sienta algo raro en el estómago, que me sonroje de sólo verlo... nada, todos me parecen indiferentes, faltos de gracia, faltos de riesgo ¡tan simples! Creo que los años me hacen más exigente.
El sábado me divertí como nunca. Bailé, bailé y bailé. Un muchacho de cabello chino, me daba besos en las mejillas y hacía cuanta payasada le pedía, ese día salió mi instinto mímico dancístico, así que exageré el movimiento de mi cuerpo y me valió madre golpear a los de al lado.
No le pregunté su nombre, lo único que me enteré y que me agradó de él, es que dijo ‘no tenía nada que ver con el ArtE’, era antropólogo y miren que el bar estaba infestado por pintores, escritores, y todos los 'ORES' de Oaxachinton.
¡Ternurita! Fuera de los besitos y los abracitos recatados, el tipo no se lanzó, eso fue lindo, porque me ahorré las negativas.
Acabé mi copa de vino. Me fui. Le dije adiós con la mano. Creo que él no entendió que ya me iba.
¿Alguien podría ayudarme a encontrarlo de nuevo? Eso definitivamente sería mucho más interesante y divertido, que estar pensando en lo aburrida en que se convierte mi rutina y mi descontento económico.

martes, marzo 24, 2009

Geisha y la Edecán urbana se unen

¡NO te a-fe-RREEES! A un imposible, ya no te hagas, ni me hagas más dañoo...






(Alessandra, Patricia y Edgar)

Geisha y La Edecán urbana se juntaron. Se unió al club Doña Carmen (mi mamá). Comenzó a leer el libro de mi amiga. Anoche emocionada me dijo: ‘ya voy en miércoles’. Tal vez porque se siente identificada como buena mujer hermosa, luchona, y cabrona que es. (De tal palo tal astilla, ¿de dónde creen que toda torcida?)



El viernes presenté una pieza escénica en casa de la ciudad, para presentar el libro. Una de mis amigas puso la coreografía. Niñas lindas bailando con faldita azul de organza, mayas rosas, colitas en el cabello y globos. La pieza consta de un tanguito. Las niñas lindas le deshacen el vestido a una novia, le despedazan el vestido blanco, papeles que caen, porque el viento se robó la literatura de una mujer que tiene el valor para hablar de sexo, sin condones de prejuicios.

Me inicié en el arte del perfomance. Motivo por lo cuál no he tenido tiempo para escribir aquí, no me quejo, el 20 de marzo fue uno de los días más chidos que he tenido en mi vida. Invertí algunos desvelos, muchos ensayos, y algo de desesperación en dos cosas. Ese mismo viernes en la mañana, presenté un pasaje de la samaritana en Santo Domingo y en la tarde, el performance para Pato, (en el que ella fue parte junto con Alessandra). Me costó un ovario y la mitad de otro, pero lo hice y me siento contenta por lo que logré en ambas cosas, ¡por fin! mi disciplina y tolerancia al ejercicio del teatro ha dado frutos.




Mi mamá amó a Patricia cuando se enteró que también era fan de JuanGa, justamente por la misma canción que tanto cantan ambas: ¡NOOO te a-fe-RREEESS! ja, ja, ja. Ambas son geniales, las adoro.

domingo, marzo 15, 2009

Llorona

Hoy le hablé a Memo, lo invité al cine y el puto me dijo que ya había quedado con otras amigas. Le colgué diciéndole ‘otra ocasión será’, traducido entre líneas en: ‘chinga tu madre, no te vuelvo a invitar’. El jueves pasado Óskar me invitó al cine, terminó cancelando también, y le dije lo mismo... ‘otra ocasión será’, él, a diferencia de Memo me conoce más, y sabe que tengo un humor de los mil demonios cuando me enojo, trató de ser más dulce y explicó que no podía por la escuela, agregó que quería ver una película conmigo y platicar.
A veces queremos que las cosas se den, pero nomás NO se dan, explicaciones racionales a ello no tengo, pero es mejor no retar a las circunstancias ni al tiempo.
Después del rechazo de Memo, salí de casa a las once am. Llegué al cine a las once treinta, para la función de ‘slumdog millionarie’ al cuarto para las doce. Entré a la sala y me senté a tres asientos vacíos, a un tipo que calzaba unos vans de cuadritos negros.
Cuando Jamal se tira a la mierda para conseguir el autógrafo de un actor, no pude evitar reírme aún con la dificultad de mi tos de perro. Risa, que denotaba mi placer por estar en el cine. Hacía mucho que no iba. Salí de la sala casi a las dos, decidí volver a entrar, pero ahora para ver ‘A la orilla del cielo’.
Después de mucho, extrañé no haber tenido un churro como en los viejos tiempos, cuando entraba a la sala con los ojos rojos junto con Miguel, Emiliano o Enrique. Compré unas crepas y un café, también como en los viejos tiempos. Entré a la sala y sin darme cuenta me senté a dos asientos, del mismo tipo de los vans de cuadritos negros.
Si no mal recuerdo, cuando era niña lloré mucho con ‘Marcelino, pan y vino’, después en mis tiempos de universitaria, lloré con ‘Dancer in the dark’ y por razones del inframundo, inexplicables coincidencias, lloré en mi cuarto con ‘Vanilla sky’, justo por la misma razón por la que mi mamá llora toda ocasión que ve ‘Gosth’.
Esta vez, lloré con ‘A la orilla del cielo’. No puedo evitarlo, soy una llorona.
Me agradecí el haber ido sola al cine, sin duda fue bueno hacerlo, me ahorré avergonzarme de gratis, o dar las explicaciones del porqué lloro con ridiculeces que son mucho más profundas, de lo que puedo explicar.
No hay mejor compañía que uno mismo, porque ver una película es ir a donde no puedes ir, vivir lo que deseas que exista, creerte por otras personas que eres libre. Cuando vi las otras ciudades, me dije que en algún momento de mi vida ahí estaré. Entonces entendí el porqué me gusta tanto el cine.

jueves, marzo 12, 2009

Infracción

Por primera vez en mi vida, me infraccionan. Me estacioné por cinco minutos en un lugar prohibido, no puse las intermitentes. Cuando me disponía a dar la fuga el de tránsito se acercó a informarme que ya estaba copiando los datos de mi placa... rogué y rogué, y mientras ponía mis ojitos llorosos, miré que el poli no estaba tan mal... ajam, ajam, pensé en la posibilidad de sobornarlo, jo, pero ¿habría aceptado un soborno de 40 pesos con beso incluído?
Mi cabeza voló. No pensé en cosas cochinas. Pensé en el sermón patriotico de: 'mexicano es aquel que no soborna a los de tránsito por una falta que cometió, mexicano es aquel que, bla, bla, bla...'
Y llegué a la conclusión de algo, asumí mi falta y saben por qué, porque aún soy lo suficientemente tímida y PENDEJAAA para hacer un soborno a alguien.

En todo el camino, me gritaba ¡eres una PEN-DEEEEE-JAAA!

domingo, marzo 08, 2009

Desnudez

(Aunque hoy es día de la mujer, dejemos los discursos de género para las feministas).

¿Les comenté que ya hasta la armo de fotógrafa? Nah, nada que ver, pero una de mis amigas se casó y me pidió que le tomará las fotos de su pachanga, así que el año pasado, por ella compré una cámara de fotos sencillita, pero lo suficientemente capaz para hacer bien mi chamba.
La semana pasada en un arranque de ocio, saqué la camarita y me tomé algunas fotillos. Retorné a mis andanzas del semidesnudo. Sí señores, aunque ustedes no lo crean soy algo pudorosa como para tomarme fotos totalmente en cueros. Pero de las fotos que les comento, en una de ellas me veía realmente rica, debo confesar que hasta tuve una excitación rara al contemplarme, el cuerpo de la foto era llanamente erótico.
En definitiva y me enorgullece decirlo, no tengo las semejantes bolas de Ninel Conde, mi imperfección es tal, que el ángulo de la foto me daba la impresión que el cuerpo capturado, no era el mío.
Toda esta semana estuve meditando sobre eso, y llegué a la conclusión que no tendría necesidad de andar publicando tales cosas. ¿Para qué? ¿Qué chiste tenía andar presumiendo mi cuerpo? Tan mío, tan imperfecto, tan grandiosamente lindo. Basta decir, que nunca seré modelo, ¿pero a quién le importa eso? Ni a mi, sólo hago la comparación para aclarar que no soy el culo de vieja, que me encantaría ser, pero no me quejo, soy linda y con eso me basta.
Comencé a pensar que no tendría caso querer compararme, con la desnuda prostitución permanente de la mujer en todos los medios, si hay tanta vieja que gana por enseñar las nalgas, ¿qué sentido tiene comparar mis insulsas nalguitas con las de ellas? Batalla perdida evidentemente.
En esa exploración física, en la observación de mi cuerpo, me di cuenta que si tengo cosas por qué enorgullecerme, tengo unas manos de mujer campirana libres de vanidad, unos dedos largos con callos pequeños, que han sido la herramienta permanente de mi escritura. Tengo unas piernas flacas dispuestas a largas caminatas, una boca de pocas palabras, sonrisas difíciles, capaz de recitar poemas; unos ojos orientales algo miopes, de mirada pesada, pero capaces de demostrar coquetería.
No son muchas cualidades, pero a estas alturas creo que no necesito más.

domingo, marzo 01, 2009

Sol en 'a'



No me causa molestia considerarme una mediocre. Nadie me debe favores, ni tampoco tengo deudas con los demás. Puedo caminar por las calles con la esplendorosa facultad de no reconocer a los conocidos. Cegatona por naturaleza, me limito a ver lo que mi vista me permite. Me resisto a utilizar las gafas miopes, que obligan a ver lo que no me interesa. Puedo ser perfectamente olvidada de este mundo, sin gloria y con la pena considerable de todo ser humano.
Mis mejores papeles como actriz, han sido las ocasiones en las que suelo reírme de manera incomprensible, cuando en realidad tenga ganas de botarme al llanto ridículo de la desesperanza.
He intentado justificar esta existencia, poniéndome cadenas amorosas, regalando trocitos de mi sexo, practicando los abortos constantes de una feminidad que aborrezco.
Siendo sinceros, la verdad es que me hubiera gustado ser hombre para partirle la madre, a puño cerrado, a casi la mitad de gente que conozco. Bastaría con decir unas cuantas mentiras a cualquier tipa que me gustase, para llevármela a la cama, sin duda, todas mis amigas serían mis amantes favoritas.
Pero bajo la mirada, miro un hoyo que busca razones para ser cerrado, llenado, o tal vez vaciado.
Me he cansado de quejarme, me he cansado de mirar a las cosas y a las personas, con el afán de buscarles sus desperfectos, ahora sólo me limito a descubrir la belleza de sus errores. Me he detenido múltiples ocasiones, para asesinar el diario de mi idiotez. Lo conservo con la plena certeza, de que en el futuro servirá para reírme de las letras que hoy me parecen trágicas. Estoy segura de que esas faltas retóricas a mi misma, serán buenos chistes, farsas, comedias, o en su último caso melodramas baratos, que me harán evocar la vida pasada como ‘buenos tiempos’, aunque sigo creyendo que todas las edades tienen sus constantes penas, sin distinción de magnitud.
Pocos hombres he conocido, cuya virtud no sea comparada con la medida proporcional a su erección.
He mamado, he gemido, he mordido, he chupado, y siempre el sabor es el mismo: salitre, polvo corporal que no sabe a metáfora amatoria, y me recuerda la mortalidad de cada ser, porque en esos actos eróticos busco la presencia de dioses en carnes pútridas de egoísmo.
Acepto mi autocondena de soledad, porque en ella he aprendido el placer de uno mismo, una masturbación permanente que hasta ahora me ha impedido conocer el placer de la dualidad, no por gusto, sino por necesidad. Estoy sola y no me disgusta, no hay más que hablar.