La poesía y el erotismo, no se crean ni se destruyen, sólo se hacen metáfora del sexo.
miércoles, octubre 26, 2011
Flor de maracuyá
Dicen que cada 7 años, las personas concluyen e inician ciclos vitales. No lo sé de cierto, hoy por fin legalmente tengo 28 años.
He tenido tanto trabajo, que apenas me ha dado tiempo de acordarme que hoy 26 de octubre el feisbuk es un buen lugar para leer todas la felicitaciones de viejos amigos y nuevos amigos que se acuerdan de ti.
En fin, lamento decirles que no hay muchas cosas que tenga que contarles (este blog se ha alimentado de mi catarsis durante algunos años) y ahora me siento contenta.
No tengo crisis, tengo chamba, hay un hombre que me ama, hago lo que me gusta, vivo en un país con sol, buena comida, con muchas cosas que hacer, gente bonita, buenos amigos y creo en Dios.
Sólo hace algunas semanas dos conductores imprudentes casi me matan, pero nada pasó, así que ahora extremo precauciones.
Bueno creo que en unas cuantas semanas, justo cuando se termine la feria del libro en Oaxaca, daré a conocer uno de los proyectos en los que vengo trabajando con otros amigos y carnales desde hace unos meses, además haré invitación a una mesa que modero sobre Cine y Literatura en la FIL esten pendientes... ¡yupi!
domingo, octubre 16, 2011
Días, días...
Esto de volver a empezar me ha parecido hasta cierto punto humillante. Extraño mi carro y ahora debo ahorrar y para comprar otro. Me concentro en pensar que es mejor fracasar ahora que se puede. Este volver a empezar es como si en un punto de mi vida tuviera que rehacer ese camino que torcí.
Ayer por enésima vez me han dicho que soy una histérica, que mis gestos y expresiones son demasiado obvias para mostrar intolerancia, cuando no estoy de acuerdo con algo. Estudié teatro por un rato, siempre me ha gustado y siempre me ha parecido exagerada esa apreciación que tienen de mi histeria.
Me es insoportable el dolor de otros. Hay uno de mis amigos que le tengo cierto respeto por lo que hace, dice y la violencia con la que se trata a sí mismo y a los demás. Cometí el error de acariciarlo como a un gato, de abrazarlo y besarlo más allá de mis límites. En cuanto él me dijo que se sentía como un animal, por mis palmaditas en la espalda y que prefería que mi tacto fuera de otra manera, comprendí la estupidez de tal acción.
He vuelto a tomar autobuses para transportarme a todos lados, mi agotamiento se acentúa antes de terminar la semana, regalo algunos pesos a los cantantes que no me dan lástima. Evito ver a los ojos de quienes sólo piden. Compro chocolates y discos a personas que hablan con convicción de su producto.
El momento más bizarro en los camiones ocurrió ayer. Odio la música de banda plagada de resentimientos, infidelidad y hombres desvirginando, el chofer escuchaba una canción de un tipo que cantaba estar orgulloso de engañar a su mujer con otra, era demasiada la tortura, hasta que dos vendedores se subieron para ofrecer un librillo de yoga y música, eran dos extranjeros procedentes de Bosnia, que hablaban un español claro, vestían a la usanza india y se decían monjes. Les compré dos paquetitos, seña divina de que debo hacer ejercicio.
miércoles, septiembre 21, 2011
Insulto
Ese fin de semana, pensé en los hombres por los cuales he cambiado profundamente, hombres con los que ni siquiera he tenído un lazo emocional o sexual.
Anoche en un sueño tormentoso, soñé justamente con el último que hasta la fecha sigo reservando un sentimiento de gratitud, pero también de un fuerte rencor. En el sueño, había una pelea, era le enésima vez que me gritaba le contestaba a pesar de un miedo absurdo. Hacía un esfuerzo gigante en decirle todo lo que tenía reservado como un escupitajo de veneno.
Regresé al invierno de Nueva York y de un tiro me levanté de la cama, mi ropa estaba ensangretada y ese fue el pretexto para no volver a dormir. Tenía miedo incluso de retomar el sueño y sentir de nuevo el frío y ver la nieve en mis botas.
Hace un par de años Mariana nos recibió en su casa, haría cena especial, invitaría a unas cuantas personalidades, cineastas, escritores y bufones profesionales. Con aceptación volví a guardar silencio, remití mi discurso a la basura y tragué con placer pendejo un paté de higado de pato.
Cuando el vino se acabó y comenzó la mezcla de cerveza, las líneas de cocaína eran caminitos blancos en el cristal de la mesa que horas antes habían albergado la cena comprada en un restaurant por Mariana, mis dos acompañantes Lidia y Rosa, terminaron tiradas en el piso. Yo sólo me dediqué a observar y hacer una pregunta estúpida que me recordó a mi primer maestro.
Hacía diez años. Sobre un un espejo y con una tarjeta telefónica, Rolando aplastaba polvo blanco, después de bajarse el pedo, comenzó a llorar, habló de Atenco, platicaba que semanas antes de tanto aspirar como una hoobert, sintió cómo un pedazo extraño había salido de su nariz, ese mismo día revisó algunos libros de medicina y llegó a la conclusión de que se trataba de un pedazo de cartílago, ocasionado por cocaína combinada con veneno para ratas.
El esposo de Mariana, no dejó de percibir mi declarada inmutabilidad, mi insoportable abstinencia, mi insolente amabilidad al cuidar a mis amigas y de tajo me pasó un popote. No gracias, respondí. Tengo miedo a que se me caiga un cartilago, agregué.
Gonzalo rió grotescamente. Afirmaba era la mejor broma que había escuchaba en mucho tiempo. Arremetí contra mi estupidéz, no había abierto la boca en toda la noche más que para comer, y ahora que decía algo era para ridiculizarme.
Rechacé un ofrecimiento generoso. No volví a ser invitada.
Hace unas cuantas noches, busqué en qué entretenerme mientras todos se emborrachaban. La única idea inteligente que se me ocurrió era levantarme de mi silla y largarme a dormir.
Hice enojar a algunos melómanos de la música electrónica con Coldplay y Beirut. Reservé mis discursos basura del porqué me gustaban esas bandas, también reservé el discurso basura a Gonzálo sobre el cartílago de mi primer maestro, Rolando.
Hoy en la mañana Rolando en mi facebook, escribió: "Gonzálo es un escritor muerto de hambre, asociado con la mierda más fétida de la política oaxaqueña".
El sueño fue revelador, me sentía ofendida gratuitamente porque Rolando había insultado a Gonzálo. Mediocremente, acepté mi derrota, con falta de palabras y explicaciones, borré el comentario.
No dije más.
miércoles, agosto 31, 2011
Bolígrafos de colores
Eliges tres plumas de cada color, tres rojas, tres azules, tres negras. Cuatro distintos colores de marcatextos y puñito de post-it, añades un par de tijeras, un portalápices, tres portaminas, dos borradores, un prit, un bote coqueto con clips de colores e imán para sostenerlos y una libreta de cuadros.
Ves con encanto el primer escritorio negro empolvado de carácter laboral, que has tenido en tu vida. Te sientas en una silla sucia, tal vez manchada de yogurt por el anterior empleado, debajo de la mesa está el cpu de tu computadora de escritorio, hace ruido y tiene un teclado al que no le funciona la barra espaciadora.
No pasan ni quince minutos para que el encargado de arreglar los desperfectos se lleva el cpu ruidoso, lo arregla para que no haga más escándalo. Cuando intentas escribir, te es insoportable que la barra espaciadora no funcione con un toque suave. Lo reportas. Quince minutos después te traen un teclado nuevo. Lo que antes era insoportable ahora se vuelve funcional.
Te planteas la posibilidad de traer algunas pertenencias para adornar el escritorio, tal vez una maceta, tal vez unas flores de papel, tal vez una fotografía. ¡Patrañas! Eres incapaz siquiera de poner algo que ridículamente te haga exhibir tu ñoñez. Si deporsí eres ñoña, no aceptarás enseñarle al mundo tu desagradable desfachatez cursilezca.
Acercas el monitor, te acomodas en la silla, ordenas a tus buenos amigos los bolígrafos en un lugar estratégico.
Llega la hora de salir, no conoces a nadie más que a tu jefe, a las tres muchachas que te dicen qué debes hacer y el tipo de mercadotecnia, que no has visto antes.
Acomodas tus primeros instrumentos de trabajo y los papeles en los que tendrás que trabajar en los siguientes días. Papeles preciosos que requieren de una actividad placentera, doblemente placentera, tal vez tríplemente placentera, leer, escribir y hablar de cine.
Los bolígrafos de colores son los únicos que iluminan tu lugar de trabajo, tu escritorio negro de palabras blancas y sanas.
jueves, agosto 25, 2011
domingo, agosto 14, 2011
lunes, agosto 08, 2011
miércoles, agosto 03, 2011
domingo, julio 24, 2011
lunes, julio 18, 2011
Mi máscara de Felipe Calderón
lunes, julio 11, 2011
viernes, julio 01, 2011
La necesidad tiene cara de perro
Sarita me sacó del fango, porque antes de conocerla el porvenir de la Humanidad me tenía sin cuidado. Ella me mostró el camino del espíritu, me hizo enten der que todos los hombres somos iguales, que el único ideal digno es la lucha de clases y la victoria del pro letariado; me hizo leer a Marx, a Engels y a Carlos Fuentes, ¿y todo para qué? Para destruirme después con su indiscreción.
No quiero discutir otra vez por qué acepté una beca de la Fundación Katz para ir a estudiar en los Estados Unidos. La acepté y ya. No me importa que los Estados Unidos sean un país en donde existe la explotación del hombre por el hombre, ni tam poco que la Fundación Katz sea el ardid de un capitalista (Katz) para eludir impuestos. Solicité la beca, y cuando me la concedieron la acepté; y es más, Sarita también la solicitó v también la aceptó. ¿Y qué?
Todo iba muy bien hasta que llegamos al examen médico... No me atrevería a continuar si no fuera porque quiero que se me haga justicia. Necesito jus ticia. La exijo. Así que adelante...
La Fundación Katz sólo da becas a personas fuertes como un caballo y el examen médico es muy riguroso.
No discutamos este punto. Ya sé que este examen médico es otra de tantas argucias de que se vale el FBI para investigar la vida privada de los mexica nos. Pero adelante. El examen lo hace el doctor Philbrick, que es un yanqui que vive en las Lomas (por supuesto), en una casa cerrada a piedra y cal y que cobra... no importa cuánto cobra, porque lo pagó la Fundación. La enfermera, que con seguridad traicionó la Causa, puesto que su acento y rasgos faciales la delatan como evadida de la Europa Libre, nos dijo a Sarita y a mí, que a tal hora tomáramos tantos más cuantos gramos de sulfato de magnesia y que nos presentáramos a las nueve de la mañana si guiente con las “muestras obtenidas” de nuestras dos funciones.?
¡Ah, qué humillación) ¡Recuerdo aquella noche en mi casa, buscando entre los frascos vacíos dos adecuados para guardar aquello! ¡Y luego, la noche en vela esperando el momento oportuno! ¡Y cuando llegó, Dios mío, qué violencia! (Cuando exclamo Dios mío en la frase anterior, lo hago usando de un recurso literario muy lícito, que nada tiene que ver con mis creen cias personales.)?
Cuando estuvo guardada la primer muestra, volví a la cama y dormí hasta las siete, hora en que me levanté para recoger la segunda. Quiero hacer no tar que la orina propia en un frasco se contempla con incredulidad; es un líquido turbio (por el sul fato de magnesia) de color amarillo, que al cerrar el frasco se deposita en pequeñas gotas en las pa redes de cristal. Guardé ambos frascos en sucesivas bolsas de papel para evitar que alguna mirada penetrante adivinara su contenido.?
Salí a la calle en la mañana húmeda, y caminé sin atreverme a tomar un camión, apretando con tra mi corazón, como San Tarsicio Moderno, no la Sagrada Eucaristía, sino mi propia mierda. (Esta me táfora que acabo de usar es un tropo al que llegué arrastrado por mi elocuencia natural y es independiente de mi concepto del hombre moderno.) Por la Reforma llegué hasta la fuente de Diana, en donde esperé a Sarita más de la cuenta, pues habla tenido cierta dificultad en obtener una de las nuestras. Llegó como yo, con el rostro desencajado y su envoltorio contra el pecho. Nos miramos fijamente, sin decirnos nada, conscientes como nunca de que nuestra dignidad humana había sido pisoteada por las exigencias arbitrarias de una organización típicamente capitalista. Por si fuera poco lo anterior, cuando llegamos a nuestro destino, la mujer que había traicionado la Causa nos condujo al laboratorio y allí desenvolvió los frascos ¡delante de los dos! y les puso etiquetas. Luego, yo entré en el despacho del doctor Philbrick y Sarita fue a la sala de espera.?
Desde el primer momento comprendí que la intención del doctor Philbrick era humillarme.
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Me he dado cuenta que sí me equivoqué ¡pero carajos! ¿cómo voy a recordar que 'ardit' no es con t, sino con 'd'! ¿Quién chingaos utiliza esa palabra?
jueves, junio 30, 2011
él-- gol
¿Qué habríamos de decirnos? ¿Seguiríamos sintiendo lo mismo de hace años?
Fuí a tomar café, salí de la cafetería y a media cuadra mientras caminaba con un él, me encontré a otro él, que dormía medio desnudo en la calle, toda su piel sucia y su cabellera enrerada daban señas inequívocas de una locura que no sé clasificación.
Me senté en la silla de madera en un bar para tomar cerveza y botana barata, que por supuesto no pagaría.
Un borracho bailaba moviendo el trasero con señas de ser puto. Minutos después, el borracho bailarín intentó meterle la mano a los huevos de un tipo que vendía dulces.
El de los dulces intentó alejarse del borracho; típico de los putos doble cara, que bajo el influjo del alcohol, sólo tienen huevos para agarrar los huevos a otro 'él' que se deje.
Un él que desconocía tocó mi hombró, reaccioné con susto por una caricia que no quería y fue más mi susto cuando lo vi, el que me había tocado el hombro, ya de lejos vi que era un cojo con cara de idiota, mis acompañantes conocedores del ambiente me dijeron que era un cojo fingido, y luego frente a mí a un par de metros, empezó a mandarme besos con su mano buena, mientras la otra la torcía y mantenía pegada a su pecho.
Me puse los lentes al tercer gol, todo porque al segundo gol de EE.UU. grité 'goool', pensando erróneamente que era un gol mexicano, me avergoncé en demasía, porque todos pensaron que mi devoción futbolera se había vuelto gringa.
Conocí a otro él, en otro bar fresamente bonito donde tomé con un poco de susto y gusto un mezcal reposado, mi primer mezcal después de año y medio.
domingo, junio 26, 2011
Oración a la serenidad
martes, junio 21, 2011
Monocromático
Monocromático, todo sigue igual como si nada hubiera cambiado, las mismas palabras y las mismas caras, nada muestra cambios escenciales y no sé discernir si esto es funcional, o una cualidad excelente de la conservación.
No me importa que nada haya cambiado, lo que me preocupa es que no quiero regresar a vivir en el pasado, ni hacer lo mismo con los mismos resultados.
lunes, junio 13, 2011
Antes de irme
Existe una atracción mediática por retratar las odiseas, aventuras y los sucesos que los inmigrantes ilegales (latinoamericanos en su mayoría), pasan al cruzar la frontera para EE.UU, en películas vemos con gracia esas historias y por otro lado, en las noticias vemos con tristeza cuando reportan cuerpos de personas que han muerto en tan peligrosa empresa.
Hoy volví a ver a mi tía Carmen que es como mi abuela, la última vez que nos vimos ya tiene cerca de diez años, ella cruzó la frontera cuando tenía casi setenta años y hoy me ha dicho que caminó por el desierto casi 12 días, su experiencia fue una de las tantas que he escuchado con una admiración al riesgo y a la supervivencia, y mi admiración es doble hacia ella por arriesgarse a hacerlo a su edad.
Ella es una mujer con un aguante admirable, desde que soy muy pequeña la recuerdo siempre buscando qué hacer, iba a cursos de cocina, cursos para estilista para aprender a cortar el cabello, aprendió a coser casi a los cincuenta y siempre he admirado su inteligencia y terquedad para hacer las cosas, sin duda tiene muchos defectos el más característico es hablar y gritar demasiado, pero creo que sus virtudes son más grandes y una de ellas es la capacidad que tiene para ser una mujer productiva.
Mi tía-abuela tiene 76 años, y aún así añora regresar a su casa en Minatitlán Veracruz, vive en Carolina del Norte y odia no tener la independencia que tenía en México, Estados Unidos no es un país de peatones, poseer un carro y saber manejarlo es tan indispensable como tener agua, comida, electricidad y calefacción en este país; ella por supuesto no sabe manejar, ni tiene carro y depende de otros para ir a hacer compras, porque el lugar donde vive el transporte público e incluso el servicio de taxis, es inexistente.
Yo sé que ella no va a regresar a México, su único hijo y su familia estan de este lado y aunque ella lo desee, es una posibilidad remota que pone en riesgo su salud y la compañía de su familia.
Ayer la acompañé a trabajar, ella va dos veces por semana al campo a cortar blueberries, por cada dos galones de estas frutitas diminutas se pagan 5 dólares, ayer sólo hicimos 8 cubetas en dos horas, ganamos 20 dólares, ella me dio los diez dólares que correspondían y yo no fui capaz siquiera de tocar ese dinero, me hubiera gustado ser yo la que pudiera darle más recursos para hacerle la vida más cómoda y comprarle la televisión de pantalla plana que quiere.
Gran parte de mi familia materna ha emigrado a este lado, todos ilegales y aunque son gente muy trabajadora y se han hecho con mucho sacrificio una vida más cómoda en EE.UU, no dejan de ser un sector desprotegido, y digo desprotegido porque al no tener papeles los riesgo son altos, el simple hecho de manejar sin traer licencia de conducir puede ser motivo de ir a la corte, además de que te quiten el carro y pagar muchos dólares de multa.
Es fácil creer que todas las personas que deciden cruzar la frontera y obtienen un trabajo, tienen más posibilidades económicas, pero nadie sabe del sacrificio puesto tal odisea, hasta que lo vives como migrante, hablo de ello porque soy inmigrante, llegar a un país donde no dominas el lenguaje, dónde no conoces la cultura y dónde desafortunadamente desconoces muchas de las leyes y regulaciones (sin contar con las leyes anti-inmigrantes en algunos estados), te hace estar una total desventaja.
He disfrutado mis últimos 28 días de vacaciones en EE.UU haciendo lo que no hice en doce meses de trabajo ¿cuál era mi trabajo?: vendí mi atención y di amor gratuitamente a dos seres hermosos.
jueves, junio 02, 2011
Universo juguetón
Siento que todas las direcciones me dirigen a un mismo fin, todas las voces me dicen lo mismo, si no es hoy, será un infinito después de 'no tengo prisa'.
Los efectos ya los conozco. Algunos no me agradan, pero en su mayoría las ventajas son mucho más grandes.
No sé cuál sea mi papel mañana, sólo puedo responder por lo que soy y siento ahora.
Muñequita valiente, en medio de un universo infinito. Una fuerza superior me arrastra a lo inevitable.
miércoles, junio 01, 2011
Piñata
Estoy saliendo con una nueva chica llamada Piñata. Ella es de México.
miércoles, mayo 25, 2011
Means
domingo, mayo 15, 2011
Preparativos
Me preparo para el regreso, he comenzado a ver videos, me instruyo en lo que hay que saber, como por ejemplo ¿quién chingaos es Lady Gaga?, ustedes no lo van a creer, pero hace apenas unas semanas vi un video de dicha cantante.
Hace un mes que pasé a la ciudad de México, mientras esperaba en el aeropuerto me metí a una librería, compré unas cuantas revistas de 'Etcetera', que a mi parecer es una de las fuentes más confliables que conozco para explicarme qué pasa en el país y el mundo.
Me gasté un barote en unos cuantos libros sobre cine, uno sobre guionismo, un tomo de colección de la revista Algarabía, otra chingonería de revista para enterarse de los datos más absurdos e inecesarios, sobre arte y uso del lenguaje.
En año y medio, me pregunto ¿Cuántas marchas me he perdido en Oaxaca? ¿Cuántas bailadas en el central? ¿Cuántos desiluciones amorosas hubiera tenido ahí? ¿Cuántas personas conocidas se murieron? ¿Cuántos pleitos de la generala y su marido me perdí? ¿Cuántas peleas me ahorré con mi hermana? ¿Cuántos miles de exámenes mal contestados me ahorré en calificar? ¿Cuántas películas dejé de ver en Pochote (un cineclub ahora extinto)? ¿Cuántas memelitas, tlayudas, nieves, y tortillas recién hechas me perdí?
Hay un sin número de cosas que me perdí, en definitiva. No lo niego, extraño horrores a mi gente, a mis maestros, incluso mi trabajo, a mis amigas... ash todo. ¿Lo volvería a hacer? Sí, lo volvería a hacer. Empecé a empacar hace unas semanas, comenzando por las cosas de las que me tengo que deshacer, todos los papeles que he coleccionado, folletos de museos, planos, mapas, boletos y el sin fin de basuritas que uno guarda porque son pruebas de nuestros momentos más caros.
Entre mis cosas encontré una varita que increíblemente sobrevivió y me regaló Guille, quezque para acordarme del lugar de dónde me iba. Cuando la encontré reconocí mi fracaso, lo acepté ¿qué fracaso? El de haber limitado mi visión a objetivos mal enfocados. Justo de eso hablaba con mi amiga la colombiana, cuya historia es parecida a la mía, dejamos todo por una ciudad luminosa, por gente esclavista, por un lenguaje que mascamos con un poco desdén, pero saben algo, después de todo, amamos esta ciudad de sueños, de miradas indiferentes, de aparadores de moda, de arte, del show humano de arrogancia gringa, de un multiculturalismo rudo y absurdo.
Ni yo misma lo creo, pero debo aceptarlo: Estados Unidos como país me trató bien, logré algo importante, algo que no es dinero, ni fama, ni éxito.
Aprendí a fracasar, a aceptar, a decir no, a decir 'me he equivocado muchas veces y no quiero volver a equivocarme'.
En mi desesperada soledad, creí enamorarme de algunos hombres. Pareciera que me he vuelto mujer de bien, las cosas sencillas las valoro más que antes, como cocinar y sentarme a comer con mi novio. Me he vuelto monógama, y aúnque sigo siendo la misma, en este país he aprendido a cumplir con los deberes religiosos como nunca antes, empezando porque las prácticas y las instituicones religiosas son totalmente distintas a las latinoamericanas.
He aprendido a decir 'te amo', siendo sincera, a perder, a ya no recordar de lo que me causa daño, a llenarme de esperanzas, a tener la seguridad que este momento es el mejor que me ha tocado vivir, ligera, libre, con mucha simpleza, con pocas palabras, hablando otro idioma y creando mi medio para expresarme sin sentirme estúpida, ni arrogante, ni insegura.
Nada aún parece definitivo, me emociona y me entristece hacer maletas, no sé qué siga y ya no me importa, por qué sé que hay un camino que quiero.
Curioso, pero en una revista de Etcétera hablaban de Lady Gaga, estudiaba arte en una escuela de NY, hizo hasta lo imposible porque alguien la escuchara, aprendió de los errores de las otras reinas del pop.
miércoles, mayo 11, 2011
Disputa por comida
-what? what do you mean honey?
Jeny no pudo contener sus palabras en español reclamando a su esposo que apenas entendía unas cuantas palabras del idioma de su mujer.
-I mean culero, you already ate whole food ¡No chingues! No me dejaste nada.
- Sorry Jen, I'm so sorry, but I love potato chips and cookies.
- ¡Puta madre güey! Amas más a las putas papas y a las galletas que a mí, porque no me dejaste ninguna.
John, sabía entender los dramas de su mujer, sabía que cuándo ella hablaba en español y algo sonaba como 'pu-ta', era porque ella estaba gravemente enojada.
El punto que la mujer reclamaba no era el que John se hubiese comido todo, la gente latina se caracteriza por siempre compartir su comida, Jeny reclamaba la engorrosa tarea de tomar el carro, manejar veinte minutos, estacionar el carro en el walmart, entrar al supermercado, buscar las papas en la sección de papas fritas, buscar las galletas en la sección de galletas, hacer fila en los cajeros, pagar y regresar manejando otros veinte minutos.
-John, you don't understand, in Mexico you can find a little store every 100 m, and we call it 'tienditas, miscelaneas, changarros'.
Al día siguiente John compró una gran bolsa de papas fritas, otra de galletas y las puso en el bote de plástico en el que Jeny acostumbraba guardarlas. Cuando Jeny regresó de trabajar John le enseñó a Jeny su gran compra, se disculpó de nuevo, pero ese día Jeny ya no tenía ganas de comer papas fritas porque estaba muy cansada para ver películas, y tampoco quería comer galletas porque tampoco había café en la cafetera, ya que John esa mañana se lo había acabado también.
viernes, mayo 06, 2011
Vuelvo al sur
Vuelvo al sur amor, a comer ilusiones. Vuelvo para añorarte con el sudor de nuestra cama, mientras desnudos en invierno nos calentamos.
Vuelvo al sur, a preparar la comida que te hace falta en el norte.
martes, mayo 03, 2011
Un pre del regreso
Han comenzado las despedidas, ayer vino mi amiga Joyce, quien es mi vecina y tiene 72 años, la amé desde el primer momento que fui a visitarla y no paró de darme de comer, ja, ja, ja, encontrar a una amiga gringa que te invite de comer cosas ricas, no es algo común en este país.
Estuvo conmigo un par de horas y lamentó no haber podido pasar más tiempo conmigo para que le enseñara a hacer comida mexicana, ella es tan linda que me trajo de regalo una mascada y una brazalete, yo le dí un vaso tequilero que traje de mi viaje por San Miguel.
Voy en cuenta regresiva y en este momento puedo decir que no me molesta, hace dos semanas estuve en San Miguel de Allende en una de las casas más paradisiacas en las que haya estado, jaula de oro, porque me la pasé trabajando como nunca, discutiendo la filogénesis de la lechuga y curando con palabras esperanzadoras la depresión de la generala (mi mamá), además de quemarme la piel nadando en la alberca.
Cinco meses de nieve y kilos de ropa, hicieron que me valiera madres andar en vestidito en pleno metro de la ciudad, he de confesar que mis piernas son tan flacas que otro tiempo hubiera sido incapaz de someterme a tanta vergüenza, pero la fiebre de primavera me invadió, mi madre no paró de molestar que se me veían los calzones y que el chicharron se me salía... no saben cómo disfruté todas las miradas en el metro ¡órale cabrones veánlas, disfrútenlas porque por ver no se paga! (mientras no toquen todo está bien, ja, ja, ja, no se crean, también tengo mi lado ojete y por cada mirada lasciva les devolvía la mirada de ¿qué me ves pendejo?).
Es curioso, pero al subirme al avión de new york a chilangolandia, comencé con alergía en la nariz y en los ojos, al pisar suelo mexicano bendije la sonrisa de la persona que sella el pasaporte y te dice con ese hermoso tonito defectuoso ¡qué le vaya bien!, me sentí contenta por la sonrisa sin razón que me dio la señora que limpia los baños en el aeropuerto, todo iba bien hasta que en mi desesperación por comunicarme una maquina cabrona, se tragó cien pesos que le metí para comprar una tarjeta telefónica, todo el tiempo me pasa eso con las máquinas, sean las del defe o las del metro de Manhattan que siempre me roban dinero.
Volví a ver a mis amigas, una de ellas me recibió en su casa con un rico amarillo y un pastel de galletas, además de las deliciosas micheladas en medio de mi gran bocota que no paró de hablar, fuera de eso, entre mis amigos nos dimos cuenta que nuestra reunión fue como una de tantas, sentí como si nunca me hubiera ido, sentí como si hubiera sido ayer que pisaba el defe, andaba por el metro, comía en la calle y vagaba con Mirna hablando de la vida y lo lindo que era no hacer nada, mientras todos a nuestro alrededor se preocupaban más por ello que nosotras mismas, ja, ja, ja.
Siete días después regresé a Nueva York, mi regreso fue tan pesado que juré y perjuré no volver a someterme a esperas tan largas, estuve 4 horas en el aeropuerto de México, 5 en el avión y como mi vuelo estaba retardado, no pude alcanzar el autobús para ir de regreso a casa, toda una joda porque tuve que esperar 6 horas para el siguiente autobús. Esa madrugada di gracias a Dios que exisitieran los Mc Donals en Times Square, estuve hasta las cuatro de la mañana dentro de uno con un café extralargo y mi computadora, escribiendo para que no me corrieran del lugar, juré no volver a hacerlo, porque justo esa noche me invadió una tristeza terrible.
Toda esta odisea se borró cuando a las dos de la tarde del siguiente día, fui recibida con florecitas, una tortita de pollo de los subway (que tanto me gustan) y un refresco muy dulce, además de dos lindas manos para toda una noche de masaje.
Hago una cuenta regresiva, porque regreso en unas semana de nuevo, pero a Oaxaca y eso me hace soñar con comer tortillas calientes, ir a bailar al bar central, vivir en la Biblioteca del IAGO, volver a tener esas largas conversaciones con mis dos vecinos y amigos de vidas anteriores, caminar por el centro histórico y tomar café en el Nuevo Mundo, regreso con la fiebre de primavera, esa que después de un invierno duro nos invade a toda la gente que vivimos un encierro muy largo.
Fuera del invierno, debo aceptar que me la pasé chido, visité muchos museos, vi lo que nunca me esperé ver, tomé miles de fotografías (si son cerca de 10 mil, puede que sean pocas), conocí a gente extraordinaria, entre ellos al de las manos lindas, y aunque sigo teniendo acentote, ya hablo mucho mejor inglés, con un poco más de práctica mejorará considerablemente, sólo debo estar libre de este lugar en el que vivo para que mi lenguaje fluya.
Iré a casa en unas semanas, iré feliz por los pisos sucios de los mercados a comprar flores, a comer elotes con mucho queso y chile, y tomaré muchas fotos de mi país.
Sólo esto se ve en México.
jueves, abril 28, 2011
Flores amarillas
lunes, abril 25, 2011
snake
domingo, abril 17, 2011
miércoles, abril 13, 2011
La mejor noticia del año
sábado, abril 09, 2011
martes, marzo 29, 2011
Espanglish del amor
domingo, marzo 27, 2011
Viáticos
sábado, marzo 19, 2011
Miércoles de escuela
Nadie en Colombia le habría creído que durante casi cuatro años, Tico no visitó un bar, no se emborrachó como lo hacía en Güila, ni siquiera tocó a una mujer, siempre se preguntó si había valido la pena llegar de tan lejos, para vivir en el campo, trabajar de las seis de la mañana hasta las siete, incluso domingos por un poco más de 'plata'.
A veces Tico se pregunta si Hannah llega a comprender, ¿por qué canta las canciones de Juan Gabriel y de Vicente Fernández, y por qué intenta enseñarle a bailar bachata colombiana?
Después de ochos años en los EU, Tico lleva cuatro de ellos en proceso de legalización, un proceso que se hace eterno para conseguir la 'green card', sin esa puta tarjeta, trabajar ilegalmente te relega a que te paguen lo que quieran, a horarios inflexibles, y a un miedo constante a ser despedido por el mínimo error.
Trabajar más de cuarenta horas, días festivos y domingos, serían mejor pagados si Tico tuviera esa puta green card.
Hannah, fue a Colombia dos años después de haberse casado con Tico. Sabe hacer arepas, el alimento básico de los colombianos. Sabe que Tico odia el frío, que le gusta comer en las cazuelas, que se pedorrea cuando come hamburguesas de Wendys, que suele avergorzarla cuando en las fiestas familiares se emborracha, sabe que su ídola es que una abogada cubana que tiene un programa en univisión y resuelve casos de la gente latina en los EU, lo que no sabe es porqué en el último año Tico quiere hacerle el amor cada miércoles a la misma hora.
Luz María llegó a la escuela un miércoles en la noche, siempre es impuntual porque trabaja a dos horas de camino a la escuela de inglés. Ella hace pan en una coffe- Bakery que está en plena carretera a la ciudad; el miércoles es el único día que puede soportar un viaje tan largo para socializar con gente latina.
El Salvador, dejó de ser un lugar seguro desde que en 2001, el colón, la moneda nacional de su país se dolarizó, los maras se incrementaron en su barrio y el negocio de abarrotes de su familia, cerró por no querer pagar la cuota que las comunidades le exigían cada semana.
Todos en la clase de inglés, saben que Luz María cuenta chistes picantes después de la clase, que su voz al contarlos es demasiado gráfica para interpretar gemidos y risas jocosas. Las maestras de inglés no entienden una palabra de español, pero las interpretaciones de Luzma, las hacen entender la explosión de carcajadas.
Tico evita mirarla, evita reírse de sus chistes, incluso evita saludarla cada vez que aparece en clase.
Desde que llegó a Estados Unidos, Luz María sueña con hacer el amor todas las noches, el único momento en que se siente en casa, es en la escuela, su complejo de sentirse inferior es horroroso, nadie lo sabe, pero ella lo siente: latina, sin saber hablar correctamente inglés, sin ojos de color y piel clara, y sus tetas y culo desbordado los siente groseros, ante las cinturas de avispa y las piernas atléticas de las gringas.
Lo que ella no sabe, es que Tico cada miércoles en la noche, mientras le hace el amor a Hannah sueña con penetrarla, por meterse en ese culo grosero, porque esa boca pícara de chistes jocosos le chupen su sexo.
Luz María, piensa que Tico no la soporta, y se pregunta por qué justamente los miércoles, el día en que está más cansada, después de trabajar e ir a la escuela para aprender inglés, ella no puede conciliar el sueño, supone que es el largo viaje, del obligado y feliz miércoles de escuela.
jueves, marzo 17, 2011
Catarinas en la planta de mi pie
Nunca he vivido un invierno como este. Casi cinco meses nevando, encerrada, odiando la nieve, con frío, soñando y soñando.
Me he quejado mucho en el facebook, no sé cómo puedo perder tanto tiempo ahí, pero no tengo nada más que hacer, y comunicarme con el resto de mi pequeño mundo me es más barato, de paso toda mi familia y mis amigos estan atentos a toda la serie de mamadas que escribo en tres líneas. Como 'Hoy hice chiles rellenos', 'Hoy me comí mi última tlayuda', 'lloro a mares con las películas tristes...' etc. Toda una serie de eventos tan comúnes que otros tiempos serían verdaderas chingaderas, pero aquí adquieren un sentido diferente.
Hoy fue un día realmente esplendoroso, estuve más de dos horas al aire libre y eso es lo más sano que he hecho en las últimas semanas.
Aproveché este día para hacer algo importante, liberar un chingo de catarinas. Ver todo blanco por todos lados, meses si ver la tierra o algo verde, es casi sinónimo de muerte. Resulta que en mi apartamento hace unas semanas encontré catarinas y conforme pasaron los días hubo más y más. ¿De dónde salieron? quién sabe.
Mi mejor amiga Yudis, que hace unos días regresó a Colombia, una vez en su apartamento me hizo sacar una mosca viva, según ella porque las moscas tienen tan corta vida y de paso con este invierno que lo mejor era extender su existencia en el mundo. Esa fue una gran lección, porque después de eso fui consciente que es cierto, cualquier persona a unos cuantos grados bajo cero se muere.
Hace unas semanas vi ladybugs por mi apartamento, fui incapaz de matarlas, aunque no puedo negar la incomodidad que me causaron al ver que se iban reproduciendo y cada día había más en las ventanas, pensé en soluciones no tan crueles, como aspirarlas.
Hasta hoy, que el día estuvo realmente bonito y llegamos a los 12 ºC se me ocurrió la gran idea de liberarlas.
Ahí me ven hablandoles a los animalitos, 'entra al vaso, no te voy a hacer daño, te voy a liberar...'
hace unos días puse en mi FB que era incapaz de matarlas y no tienen idea de la cantidad de comentarios que recibí, el más interesante fue que las pusiera en las plantas de mis pies. Así lo hice, y hace unas horas que subí la foto no faltó algún compa que dijera que estaba al borde de la locura. Le dije que en efecto, eso es cierto, estoy a dos pasos de la locura de las películas estúpidas gringas.
Este lugar es tan aburrido que hacer cualquier tontería, resulta una aventura fascinante. Por ejemplo, este sábado, terminé completamente peda con un litro vino, la noche anterior puse a mis amigos a jugar lotería con apuestas de diez centavos (un dime) y no saben las risas que causaron las cartas como 'la sirena' o 'el borracho'.
Ese sábado fui a la iglesia de Cristianos pentecostés y ahí me ven cantando y saltando, yo a diferencia de todos mis amigos que se pregonan ateos, tengo una disposición excelente para ir a misa católica y persignarme, cantar canciones pentecostés o escuchar respetuosamente los discursos de mi familia cuya iglesia es la de los Testigos de Jehová, incluso puedo decirles que sería capaz de cantar canciones judías y ponerme a bailar con la familia de la 'yellow house' (unas personas maravillosas con las que pasé la navidad) ¡shalom, shalom, shalom!
En la escuela son la bufona oficial, por cualquier pretexto estallo en carcajadas o excedo mi disposición dramática para hacer numeritos de teatro.
Me he quejado mucho, pero no les he dicho algunas cosas importantes, porque no tengo palabras para describirlas, cosas que nunca hubiera conseguido si no hubiera llegado a este lugar.
Volví a creer, y digo volver creer en el mundo, en la gente que te rodea es algo hermoso.
Después de una desesperanza muy prolongada, el silencio, la abstinencia, ser monje, ser disciplinada, aprender a respirar, volver a sentir amor por todo pequeño detalle o personita, dieron vida a una parte de mí que creí innecesaria.
Es un proceso que comienzo y que estoy consciente, habrá dificultades pero también sucesos extraordinarios, uno de ellos, liberar a catarinas en uno de los primeros días de la primavera, una primavera muy deseada por mí.
Unas catarinas volaron al instante, otras les costó trabajo salir de vaso, tomaron su tiempo para caminar por el pasto, para volver a sentir el sol desde la tierra.
Así me sabe la libertad, uno medita mucho para emprender un vuelo seguro.
lunes, marzo 14, 2011
Litro y medio de vino
Este fin de semana fui a su casa y cuando llegué había un tipo americano que estaba en la cocina. Ella ya tenía plan con maña, me había invitado a quedarme, porque lo tiene de inquilino desde hace unas semanas.
A mis 27 años, dice que ya es hora de poner a trabajar la fábrica porque si no se descompone. Además del eterno consejo de mis comadres de la escuela y de toooodaa mi familia ¡cásate con un americano! ¡no importa que no sea rico! ¡cásate para que obtengas residencia!
Esa noche, jugamos loteria, Karol compró un galón de vino tinto porque yo quería tomar vino. Cuando a las once todos se fueron a dormir yo me quedé sola y con más de la mitad de la botella, vi 'Presunto Culpable' completamente peda.
No puedo saberlo, pero estoy casi segura que tomé casi litro y medio de vino esa noche. Ocurrió lo que era obvio, toda la madrugada vomité hasta lo que me había desayunado en la mañana anterior.
¡Qué vergüenza! Empedarme sola, apropiarme del excusado toda la madrugada, ¡así voy a conseguir marido! ja, ja, ja.
Hablé con Karol, me dijo que su madre era china, pero él no tiene una sola pizca de parecer mitad chino, sólo sus ojos rasgados. Su cabello rubio y su piel blanca dan otro tono de su raza. Cuándo nos presentaron, me preguntó si era filipina. Ya van varias veces que me preguntan si soy de Vietnam, Tailandia, o Filipinas.
Quedamos de ir al cine a ver una película de dibujos animados.
jueves, marzo 10, 2011
Flores muertas
Hoy es uno de esos días en los que siento que la locura puede invadirme en serio. Detesto confesarlo, pero a pesar de que mi producción literaria es constante, soy una pésima lectora. Suelo aturdirme con una idea por mucho tiempo y repasarla en muchos cuentos, hasta que termino hartándome de ella. Hablo del modo en que mis lecturas son elegidas por mis gustos y mis estados emocionales.
Hace unos días Italo Calvino me devolvía la esperanza de la ficción y lo inverosímil en el mundo, hoy Heinrich Boll me trae al borde del suicidio.
Odio el invierno, lo odio, y declararlo no hace más que ese sentimiento se acrecente en la medida que haya oídos para escuchar estas cansadas quejas.
¿Les he dicho que un poemario diminuto de Sor Juana me trae resitando todas las mañanas, desde agosto del año pasado?
Verde embeleso de la vida humana, loca esperanza... detente sombra de mi bien esquivo imagen del hechizo que más quiero... y no hay razón para nada de haber razón para tanto... rosa divina que en gentil cultura eres magisterio purpúreo en la belleza... Piramidal, funesta de la tierra, nacida sombra al cielo encaminada...
Pareciera que este invierno me ha vaciado, no puedo decir si ha matado casi todo, pero ahora me siento vacía, busco llenarme leyendo de manera voráz, río por malas bromas, veo películas antes vistas y cada vez que las vuelvo a ver busco mínimos pretextos para reír como lo hice la primera vez, como si la alegría fuera algo que debo conseguir pronto, no dejo de hacer ejercicio todos los días y comer estrictamente a mis horas, regular calorías y mucha agua, limpiar toda parte de mi cuerpo meticulosamente, cremas especiales para cada zona, aunque a simple vista soy un desastre para mi vanidad.
Las nimiedades de otros tiempos, ya no son tema que me importe repetir. Veo como la nieve se deshace con la lluvia, y cómo nuevamente al otro día una tormenta vuelve a poner todo blanco otra vez.
Anoche volví a soñar con el sol de Oaxaca, tomaba fotografías, exquisitas fotografías con esa luz única de la 'Tierra del Sol', arquitectura barroca de las iglesias, un niño cuya cara notaba conocida se apoyaba en bastones para caminar, polio en sus piernas.
Lo encontraba en un tren en el que dudaba entrar, pero al fin conseguía permanecer dentro por él y por el amor que emanaba de su rostro, ello me permitía entrar en el vagón.
Hay un miedo muy profundo, una confusión terrible que no me permite decidir. Quiero estar en casa, pero no para vivir mucho tiempo ahí.
Hoy el viento sopla, puedo sentir incluso como la casa vibra. Estoy cansada de escuchar la música de siempre...
Una voz aguda, sútil, canta, ¿es ópera?
Flores muertas en la nieve, esas flores se parecen a los girasoles muertos de la calle polvosa de mi casa.
martes, marzo 08, 2011
impuestos
Realmente al gobierno gringo no le pagué nada, pero por hacer mi declaración la oficina que hace el trámite me cobró esos 95 dólares para que no fueran los doscientos dólares que venían cobrando años atrás. Whatever, es una lana. Lana que la verdad no quería pagar, pero ni modo, aquí la ley y las reglas se cumplen no son letra muerta.
lunes, marzo 07, 2011
Mujeres desnudas en el arte
Nótese también que antes del siglo XIX y XX, los cuerpos desnudos no eran tan delgados y los vientres y las caderas eran más anchos.
Desafortunadamente mi cuerpo no sirve para modelar en un desnudo contemporáneo. Por eso recurro a los significados y a los libros, esconder el rostro es lo de menos, pero hacer que tu cuerpo sea parte de un concepto, no es cosa fácil...
Aquí les dejo algunas fotografías que tomé hace unas semanas, me puse a pensar que los desnudos femeninos son tan comunes en todas las épocas, que habría que invertar algo más provocador para que dejen de ser tan comunes... pero puede que este equivocada, puede que lo de hoy sea el autoretrato, yo lo hago, y apuesto que ustedes también lo han hecho, esta faciliad teconológica de tener una cámara digital a la mano nos da tantas posibilidades que nuestro ojo fotográfico es mucho más potente de cualquier época pasada y puede que fotografíarnos desnudos resulte la cosa más habitual de lo que hayamos pensado en otro tiempo.
Bloguer de cinco años
¡Cinco años de bloguear! Más de ochenta mil visitas, y digo es un número afortunado, ojalá que así venda ochenta mil libros (obvio, primero lo debo escribir).
Yo sé que este lugar ya no es el de antes. Las visitas se han reducido a una media de cincuenta diarias, cuando en años pasados llegamos hasta las doscientas.
Siempre ha existido el dilema de no enseñar el rostro, cosa que no pretendo hacer y no haré.
También han ocurrido dos planteamientos metafísicos, al reconocer que la escritora sigue siendo una creadora de una mujer linda que escribe y vive (lo que me hace doblemente atractiva soy un reality show), y los planteamientos son: uno destruir ese alter ego o dos asumirlo valientemente.
Durante estos cinco años, mi contacto con los amables lectores siempre ha sido muy cordial, con algunas relaciones de amor-odio un poco extrañas y fallidas, y amigos a los que conozco ya de años con quienes incluso ni siquiera he tratado físicamente, y puedo considerar a tres como mis mejores amigos del ciber-espacio, Perro el fotógrafo, Diana la Sabrosa Rodríguez y papá Bob.
Cuando alguna persona amable me encuentra en el Facebook, no me faltan las pláticas divertidas, gente que incluso me cuenta su vida, sus acostones, su inquietudes sexuales o sus problemas existenciales ¡soy toda una doctora corazón! Ja, ja, ja. El último lector con el que hablé fue hace unos días, y supongo que al final, terminó molestándose por lo que le dije, fue un señorito de mi edad que me comentó hizo pruebas en Milenio para trabajar de fotógrafo, y después confesó que aún recibía la mensualidad de su papá, no pude evitar que leer eso me era nuevo, insólito, y lo digo porque yo siempre me he declarado guarra, populi, pueblo, llámenme naca si quieren, pero no perteneciente a una clase alta económicamente, así viva en NY legalmente soy una inmigrante como cualquier otro, hormiguita obrera.
Le dije al señorito fotógrafo que eso me era insólito, nunca había leído a alguien que se declarase un mantenido (y más en un hombre). Por supuesto, a cualquiera le hubiera molestado mi comentario, pero era más mi asombro que se me salió lo impertinente. Yo trabajo desde los 17 años y aunque gran parte de mi vida he vivido con mi mamá, la verdad es que cuando vivía con ella siempre pasaba charola.
Pero regresemos al tema, sé que si he perdido lectores es porque ya no me doy mi paseo por la red para leer otros blogs o tal vez, porque este blog ya recuperó su virginidad literaria y los acostones se redujeron a una pasión desbordada por museos y calles de un nuevo país, cosa que a veces no resulta tan atractiva cuando uno quiere fantasear un poco y divertirse un rato.
Ustedes tampoco lo saben, pero yo también tengo a mi ídolo bloguer, de quien no diré nombre, pero es todo un papito y a huevo lo voy a ir a conocer en cuanto regrese a México.
Yo soy una bloguer muy accesible, he conocido a lectores y a la par excelentes restaurantes, blogueros cuya personalidad y educación me han asombrado, a veces hablamos de revolución, literatura, películas y rematamos con una carcajada de esas escandalosas que sólo yo tengo, por cualquier tontería.
La locura que queda justificada porque soy creadora y una tímida damisela a simple vista.
Cinco años y este invierno en el que he vivido por casi cuatro meses me está matando. Así que imploren porque la primavera llegue y tenga algo más que contarles, porque ya ni yo misma me aguanto de tanto aburrimiento.
En cuanto regrese a casa júrenlo que no dejaré de tomar alcohol hasta que mi cuerpo aguante, compraré muchas cajetillas de cigarros, me empacharé de toda la comida tan rica que venden en la calle, marcharé y gritaré en las calles, me pondré una diminuta minifalda, bailaré toda la noche hasta que me corran de los bares y en cuanto vea a un fulano delicioso no descansaré hasta exprimirle la última gota de sudor, ustedes no saben cuánta energía contenida tengo.
Por lo pronto, sean ustedes los primeros en enterarse, si, si regreso a México en un par de meses, y créanme soy muy feliz por ello.