domingo, diciembre 31, 2006

Pérdida

Mi alma borracha de cerveza es más triste que todos los árboles de navidad muertos en todo el mundo.
H. Chinaski


¡Hoy se acaba el año! ¡Chingaos, esta última madrugada del 2006 me robaron el celulófono!
Ahora si quiero que se acabe, y eso que sólo fueron cuatro cervezas y siete tabacos.


Geisha

jueves, diciembre 28, 2006

Teibol

¿A poco Tino se te declaró?, con la cara de putito que tenía, ¡quien lo dijera que estuviera enamorado de ti!
Me acuerdo que cuando era una niña, él, vendía avón y sus modales se me hacían chistosos...

Estaba escribiendo esto de aqui arriba, pero se me vino a la mente otra idea y obviamente cambié de tema... así que salió lo de aca abajo.

Siempre he creído que cada quien tiene su forma de erotizarse y en lugares específicos, como por ejemplo un teibol (table pues), donde cuerpos desnudos cobran caricias por la ficha que vale una cerveza. En mi caso, mi teibol preferido es la sala de narrativa de la biblioteca del IAGO, hoy como muchas veces me han asaltado pensamientos recurrentes que ocasionan ‘escritores indecentes’ y vergas duras, palabras sabrosas que calientan fácilmente la entrepierna del deseo.
Desde hace algunos días, mi ansiedad se ha transformado en una tortura de pezones adoloridos, y cada vez que me encuentro sola en mi lugarcito, que no cambio por nada en la biblioteca, no puedo evitar esa imagen: tendida sobre las mesas con las piernas en forma de triángulo sin un lado completo.
Pero se preguntaran ¿por qué esta jodida mocosa hace una comparación de un teibol con una biblioteca?, pues para mi aunque parezca sencillo de explicar, me produce un desden impotente por no poder hacerlo cuando se me antoja, claro, nunca deja de ser agradable salivar y congelar la mirada para visualizarte haciéndolo; pero sigamos con eso de la autosugestión… los libros provocan (claro, algunos), por ende que las bibliotecas sean los teibols del erotismo ‘elitista’, (digo, suena feo y marginal, pero no cualquiera se cachondea con letritas), las palabras provocan a los sentidos y que decir del sexo que es tan mimoso y chacotero y tan fácil de provocar, si bien a los hombres a una linda erección debajo del pantalón, o a las mujeres con una diminuta fuente acuosa más allá del monte de Venus….¡otra vez me salí del tema para abundar en mis intentos de descripciones erotómanas! Pero sigamos…. Las palabras se convierten en metáforas de sexo, y con ello podemos obtener un gran gran resultado: el erotismo y la poesía, pero no crean que soy tan brillante para descubrir eso, no, esto lo dijo el Nobel de nuestra gloria mexicana en literatura: Octavio Paz en la ‘La llama doble’.
Si alguien se le ocurriera revisar mi computadora apuesto que se llevaría una gran decepción de no encontrar muchas cosas comprometedoras como videos porno, hombres desnudos, copulas magistrales, manual sobre posiciones, o cosas así, bueno, ahora que lo pienso, si tengo mis leves perversiones escondiditas como esas sabrosas erecciones dedicadas en mi nombre… jo, jo, jo, esta bien, esta bien, lo acepto: si tengo cosas comprometedoras ¡pero uno es humano! ¿Qué se le puede hacer a eso?
Hoy la turbación plus fue desquiciante, se me ocurrió pasearme un rato por algunos librillos de Rubem Fonseca; cual fue mi sorpresa que la píldora iracunda y animal me tuvo por muchas horas perturbada, buscando un lugar privado para presionar esos botones erógenos que a una le hacen parecer incendio sin poder apagar.
Con las letritas en su justa medida de perversión, indecencia, animal, sexosa, o como quieran llamarle, la imaginación te da el grado pornográfico adecuado, ilimitado, cada vez que uno quiera; y lo mejor de todo, es que es de uso personal y sin que nadie se entere, además te pueden ver tranquilamente degustando de la lectura de un libro, que te hace ver inteligentoso, pero muy adentro sabes que te esta chaqueteando bien sabroso la calentura del cuerpo.
Realmente quería escribir algo acorde a las fechas navideñas, pero nada interesante salió, además que hoy me anduve cocinando las habas por escribir alguna chaquetita mental que deliberadamente descargara ese deseo contenido.
También desde hacía tiempo no escribía algo sexoso, dado que le di la dirección a gente que me conocía y me daba penita que me leyeran así, pero ya se me irá quitando, mejor dicho, ya me irán conociendo.

Geisha

lunes, diciembre 25, 2006

¡Hoy es navidad y vivo!

Pensaba dejar algunas palabras de agradecimiento en la cajita de comentarios del post anterior, pero mejor le hago un post, con un mensaje para todas aquellas personas amables que dejan comentarios y leen este humilde blog que por poco se queda abandonado.

Aquí vamos:

Don Sator, aunque sean fechas de calendario, a veces tienen algo de especial y sabe, ayer me acordé mucho de usted y su relato que tiene en el perfil.
Nunca había disfrutado tanto todo el 24 de diciembre, desde que inició en la madrugada bailando con mis viejos amigos, y haciendo cosas que no acostumbro, como casi estamparme con un auto de gas, fue donde supe que fue obra divina el que siga respirando y cuan bella es la vida. Este 24, fue sumamente especial, no puedo dejar de agradecer al Ser Supremo que me dejo contarla.
Con esto creo, que he comprendido el mejor regalo que he recibido, 'seguir viva' y si, Don Bob, créame que conocí la felicidad después de ese momento que me inundó del horror más estrepitoso pero también la conciencia para valorar ese gran regalo de casi volver a nacer.
Don Venezolano, a mi también me alegra que le alegre, espero que vos también tenga unas fechas agradables.
Mi siempre amable Clandestina, sabe que se le va a extrañar con sus relatos clandestinos, y espero que no se desaparezca; vamos a retar al azar y nos encontramos un día de estos, incluso cuando me rete a mi para aparecer en Durango.
Don Xoco, esas fotos, ¡jo! Ya estan en el fotoblog, ahí traigo puesto el bikini. ¡jo, jo, jo!
Don Smoth, como siempre con tan florido lenguaje que siempre me hace carcajear.
Hoy 25, pues lo más seguro es que estén crudos, echados en su camita, sin ganas de salir y como es clásico de las fechas decembrinas, recalentar la cena para comer el resto del día, porque les apuesto hicieron mucho.
Yo, les dejo un mensaje a todos mis amigos, lectores, que hagan lo que hagan, se la pasen bien y no hagan sufrir gente.
Gracias, gracias, gracias, a todos que aunque no mencioné permanecen, por dejar sus huellas con letritas que alimentan mi cabeza y mi gran afecto a este lugar que ustedes han construido.
Un beso, un abrazo fuerte fuerte, y el apapacho, pues lo reservan pa’ mi.

Geisha

PD: Por cierto ¿quién me invita a festejar el año nuevo? Aún no tengo planes para esa fecha. ¡ah por cierto!, no se molesten por el ‘Don’ muchachos, es que en estas fechas me puse sentimental.

miércoles, diciembre 20, 2006

Fiesta navideña

Hoy ando de buen humor, y es que además de salir de vacaciones, nuestro jefe organizó la última fiesta del año. Todos pensamos que nos iba a agasajar con un rico banquete, pero nuestra sorpresa fue tal, cuando su hija nos sirvió una sopa de frijoles charros y nos señaló que en el patio estaban las parrillas para asar nuestra carne y prepararnos nuestras tlayudas, ¡ops! Todos nos quedamos con el ojo cuadro, pues pensamos que nos atenderían…pero ahí nos ven con cara de ¡no mamen! Para eso mejor en mi casa, pero ni modos de repelar, el jefe es el jefe, y es mejor no hacerle caras feas ya que otros ni siquiera se tomaría la molestia de organizar algo.

Esa no fue la sorpresa, con anterioridad nos comentaron que habría regalos, nosotros después del chasco, teníamos la esperanza de arcones, despensas, aparatos, ya de perdis unos vasos de cristal, y todas esas cosas que se regalan en estas fechas, pero no, iniciaron con los regalos, la primera fue la recepcionista, que obviamente es la más ajetreada y enojona, le regalaron unas pastillas para el estrés, la siguiente fue la maestra de artística y música, que le tocó una barita con luces de colores para dirigir a las flautas, a otra maestra que a su vez trabaja en el magisterio gubernamental le dieron un retrato de Flavio Sosa, a la coordinadora que ya es mujer mayor y soltera le dieron un silbato con forma de pene, que terminó reclamando porque lo quería más grande, ja, ja, ja, a Lolis, por ser la más culona, le dieron un calzón rojo del tamaño de un paracaídas.

A la más chaparrita le dieron unas pastillas de agrandolina, para que todavía “tenga esperanzas de crecer”, a la más chichona un bra rojo en la talla más grande y bueno, otros más que no vale la pena mencionar… pero adivinen que me regalaron a mi… nada más y una menos que un conjunto de bikini, quezque según en las encuestas los alumnos dicen que soy “la maestra más septsi” ja, ja, ja, definitivamente eso me alegró el día, y a pesar que nos reímos como poseídos, aún así no se nos quitó la desazón que ni un juego de vasos de vidrio nos tocó de regalo, nomás una buena bailada, unos cuantos tequilas y unas carnes asadas de la chingada, pero me divertí lo suficiente como para perdonar la sorpresa de la comida, lo chido es que este va a ser el primero en toda mi vida de proletaria explotada, que me dieron aguinaldo ¡Gracias jefe! ¡Gracias jefe!, bueno que es su obligación de acuerdo a la ley, pero los empresarios aquí son tan, pero tan culeros que recibir un dinerito extra parece cosa divina ¡de verdad!

Bueno después les subo las fotos porque no las quiere subir ¡caramba!

Geisha

lunes, diciembre 18, 2006

20 centímetros

Gran parte de la adolescencia tuve el complejo que suele traumarnos a las mujeres en esa edad, no ser poseedora de una belleza estrepitosa. Y te empiezas a dar cuenta de eso, porque ningún muchacho te pela; es ahí donde iniciamos nuestra fallida vida sentimental. Yo era de las que escribía cartitas, pintaba dibujos, aromatizaba las hojas con café para que mis epístolas fueran bonitas y le gustaran al chico en cuestión, pero comprobé que no dan resultado cuando tu pecho es plano, tu cara está sin depilar, tus piernas son flacas y tu rostro de niña grosera muestran una sonrisa fingida con dientes chuecos.
Nunca fui de las que tuvieran pretendientes a morir, que en comparación a mi hermana y hasta mi mamá, nunca he superado, o quizá, ni siquiera llegue a la cuarta parte de lo que ellas tienen de admiradores. Extrañamente ellas son de tez blanca comparada con la mía, que es parecida al color de café cargado con leche, y un cabello tan negro como el color artificial que reflejan los tintes; y sinceramente algo que me cala hasta los huesos es que cuando voy al mercado, o paso junto a vendedores callejeros, me digan ‘¡hey güerita lleve cuatro pilas por cinco pesos!’, ni tampoco se los perdono a las tehuanas que indistintamente repiten ‘¡totopo* güera!’, ¡joder! ¿Qué no están viendo que soy morena, de color más parecido al chocolate que al pan crudo?
Cada vez que encuentro comentarios sobre que les gustaría conocer mi rostro, una sonrisa benevolente suspira, y prefiero que me mantengan en la imagen que gusten tener de mi en su cabecita, sinceramente no tengo intenciones de desilusionarlos.
Hasta hace unos años empecé a cambiar, cuando comencé a trabajar (hace dos años), lo primero que hice fue ahorrar para arreglarme los dientes, durante ocho meses, fui un mounstro con alambres en la boca, después de ese doloroso proceso los sigo viendo igual de chuecos, aunque claro, me costó unos cuantos miles la nueva sonrisita, porque antes ni de loca sonría con boca abierta.
Mis rasgos son absolutamente indistintos al modelo de belleza occidental, mi cara quedó marcada por unos cuantos hoyitos de varicela infantil, conozco el delicioso placer de reventar espinillas, mis cejas son tan pobladas que hasta me siento pariente de Frida Kahlo, o incluso entro al comentario del Tiziano Ferro, quesque las mexicanas somos bigotonas, pos si, no lo niego, aunque claro, de unos años para acá soy de las que tiene cerca un espejito y unas pinzas para depilar; puede que también sea pariente de Dolores del Río, dando que son tan frentona como ella y mi nariz sea tan curiosa como la bolita que se ponen los payasos en el olfato, de mis ojos no hablo, esos los conocen, y de mis labios puede que sólo sean visibles cuando los traigo de color carmín, dado que son tan delgados como mis palabras.
Durante cinco años, dejé crecer mi cabello hasta la cintura, hice algunas fotos en vestido de Eva y con la cabellera solapando la imaginación del desnudo. Hasta que el viernes pasado, después de comer mariscos y una cerveza encima, le dije a Dénis que quería cortarlo, ella se encargó de llevarme a la estética saliendo del bar. Fue lamentable ver como más de veinte centímetros de mi vida en ese pelo se iban vilmente a la basura, pero no me arrepiento, era una decisión que había sido tomada desde tiempo atrás, hasta que tuve la inconciencia necesaria para hacerlo.
Puedo decir que no soy una belleza, pero tampoco me siento fea, tengo caderas no muy escandalosas, piernas flacas para mi gusto, unos senos en copa B, una espalda ancha, unos pies que me he encargado de exhibirles; soy una chaparra que no llega al 1.60 de estatura, una mujer con manos de sirvienta, y con 20 centímetros menos de pelo que quiero dejar morir.
A pesar de no tener la “estética” de un cuerpo flaco de supermodelo, me complace saber que tengo un prometido de siete años, uno de setenta, un alumno de 15 que me escribe cartitas y que ha menudo me pregunta si tendría relaciones con él y me ataco de la risa, o el de 17 en prepa que me dice “Liliana mi amor”, en vez de maestra, o el chiflido diario que se hizo costumbre cuando paso frente a una fábrica de muebles, o la erotización de besos indelebles en pasillos de hotel con focos fundidos.

Geisha

lunes, diciembre 11, 2006

La miserable

A Diana le aterraban las vacaciones, la época navideña era la peor. Iba a ser el tercer año consecutivo que añoraba estar en la escuela.
Ver como todas las familias se reunían, cómo es que la ola consumista alborotaba los centros comerciales, y como es que regresando de enero todos hablaban de lo divertidas que eran sus fechas invernales, le provocaban cierto malestar aunado a la envidia que provoca el “no tener”. Para ella era catastrófico volver la mirada a su casa, ni una visita, ni una llamada, ni un banquete, ni un solo abrazo, ni un regalo, con desaliento rechazaba las invitaciones de la cena del 24, para encerrarse en su casa junto con el sentimiento de culpabilidad que le causaría dejar sola a su madre en casa esa fecha precisamente.
Las vacaciones, fueran las que fueran, eran sinónimo de buscar empleo, unas veces de mesera, otras de vendedora de juguetes, otra más de recepcionista, y a veces de tiende camas. Los últimos 25 de diciembre y aún los 24, eran días de trabajo.
Pero a pesar de lo que asqueroso que resultara, tender camas era divertido, conocer los residuos de intimidad en un motel eran cosas que no cualquiera conocía, desde ver pornografía, imaginar como coge la gente, escuchar los muchos gritos de mujeres, incitaba a pensar el tamaño de la verga del varón, saludar a uno que otro funcionario público, ver a muchos tantos putitos con cara de machos, despampanantes rubias o decrépitas putas, eran el pan de cada día de las habitaciones que se vendían.
Una empleada de esos lugares o aprende a controlarse o aprende a persignarse recatadamente y tachar de inmorales a los que entran, indudablemente lo último, era mejor visto por los patrones negreros, que le intentaban dar clases de moral a la Diana universitaria mala hija.
El segundo diciembre que trabajó ahí, le regalaron una despensa que recibió gustosa, jamás en ningún trabajo le habían regalado algo y está vez por mínimo que fuera el detalle, provocó que su decrépito invierno no fuera tan miserable, y no miserable porque no tuviera que comer, sino porque se sentía pobre de alma, pobre de espíritu, pobre de ser humana, pobre de ser una miserable empleada.

Geisha

sábado, diciembre 09, 2006

Que...

Que prefiero masturbarme que ver pornografía
Que mi vida sexual se limita a una cama con sábanas solitarias
Que podría erotizarme solo con leer el nombre de ‘Bukowski’
Que me rindo con un sólo beso en el cuello
Que me gusta sentir la nariz cuando la boca hace su trabajo
Que todavía chillo con las canciones de Shakira
Que desde hace algún tiempo que no escribo algo erótico…

Son cosas que ya no me da vergüenza decir.

Geisha

martes, diciembre 05, 2006

Araña

Viri es especialista en aquilatar los detalles. Le gusta fumar en penumbras y escuchar en silencio los pasos de esa araña que habita en la esquina superior de su recámara. Cuando escucha trova canta quedito, como si musitara, y goza cada frase y se siente enamorada. Hubo un tiempo en que no encontraba cobijo, no se hallaba a gusto y su rostro era una escultura de concreto. Hasta pensó en dormir para nunca despertar e incluso escribió su epitafio en un trozo de papel mojado por sus propias lágrimas... pronto tendra razones para soñar, para imaginar que sus días grises no volverán, para encontrar certezas en cada canción y seguridad en cada beso que da porque se siente enamorada. Una mañana amanecera radiante, sonreira para sí misma y entendera que su corazón ya no es aquel escarabajo que siempre esta patas arriba. Viri es mágica y destella seguridad. Sus dedos son largos, su cabellera larga y negra. Sus curvas son hermosamente discretas y sus piernas largas prometen felicidad. Su sonrisa es nítida, cristalina. A sus 23 años es más madura de lo que aparenta.

Yo la recuerdo así, y nada me gustaria mas que saber que sus noches ya no son desvaríos, que se reconcilio con sus defectos y saco brillo a sus aciertos, recibir algun día una carta donde me diga que se siente más que alejada del infortunio. Leerla optimista contandome que ha encontrado su estrella, esa que la guiará en la oscuridad de sus temores, durante las madrugadas en silencio. No es que sea un caso perdido, pero esta más cerca de la locura que del bando de los técnicos. Esa es su magia. Tiene un corazón maltrecho, quizá hasta oxidado, pero encontrara su par...
"Ah, haa ha, ah, haa ha.
Dulce como el vino, salada como el mar,
princesa y vagabunda, garganta profunda”
Este tampoco es mío, me llegó a mi correo como de esos regalos fantásticos que no se esperan.

domingo, diciembre 03, 2006

Espejo retrovisor

No tengo nada contra la gente obesa, ¡de verdad! (puesto que yo no puedo jactarme de esbelta), pero mi tranquilidad se alteró ayer gracias a una de ellas. Después de una larga ausencia en el medio nocturno de este estado enfermo de PFPos y conflictos (de los que he venido hablando), resulta que hace unos días me encontré a dos de mis ex alumnos que son de lo más creativos, y me invitaron a una fiesta que estaban organizando entre sus amigos, para presentar sus composiciones de música electrónica.
Así que me dispuse a ir con mi guardaespaldas oficial, designado obligadamente a la fuerza por mi señora madre, que es mi tío de 19 años, un mastodonte de altura y peso completo, pero con cara y vocecilla de moquete de 15.
Llegamos a la fiesta, mi Tío Moquete era un espécimen bañado hasta el último pelo de loción y con atuendo para impresionar muchachas, ya que le advertí que estarían algunas de mis ex alumnas guapas, obviamente olvidé mencionarle que los organizadores de la fiesta son gays, y lógico, iba a ver más invitados varones.
Las mujeres éramos muy contadas. Pasado un rato, a todos se les dio por desvariar bajo el influjo del alcohol, y se les ocurrió salir a la calle, cuando los seguí mi sorpresa fue tal porque MI coche (bueno, seamos realistas, el de mi mamá, que tomé prestado), estaba convertido en una mini barra portadora de vasos y donde estaban recargados algunos muchachos. Me dije que no me preocupara, que no era para tanto, así que aun con la preocupación me quedé vigilando, pero cuando me arrepentí de no haberme portado mamona y que les pidiese amablemente que no recargaran, fue demasiado tarde, porque una gran, asquerosa, e inmunda gorda, se recargó de uno de los espejos retrovisores y lo despegó, ¡¡faoquiuuuuu!!
Ni siquiera me molesté en discutir, porque la inmunda en cuanto se percató que me había dado cuenta se escondió, además que yo tuve algo de culpa al no advertir el peligro del espejo. Después de mi coraje contenido, no tardé mucho tiempo para que prefiriera irme del lugar, pero esta vez no salí como había llegado, sino con cinco pegostres que imploraban ray, ya que la casa estaba en las afueras de la ciudad. Así que ahí nos ven con el auto sardina, el espejo roto y yo con mi geta enfurecida y escupiendo algunas mentadas al ritmo de “bitter sweet symphony” de Verve …¡pinche gorda!, ¡malnacida, pero tenía que recargarse la pendeja, que no esta viendo cuanto pesa! “Cause it's a bittersweet symphony this life”, ¡suo pooota madre!
Disculpen, no suelo escribir demasiadas groserías, pero andaba enojada. Por lo menos ahora ya estoy más tranquila; lo curioso es que me tiene que pasar esto precisamente después de meses de no salir a bailar en la noche… de todos modos, la velada fue agradable, me divertí lo suficiente como para ya estar más serena, perdonarle y perdonarme la falta de cuidado con el espejo, ni modo, ahora a ahorrar pa’comprar otro nuevo, bueno, si no, por lo menos para la cola loca y pegarlo ¡ja!

Geisha

sábado, diciembre 02, 2006

Vivo en...


Vivo en una casa de campo, con las comodidades básicas que el cuerpo exige, unas paredes para los cambios climáticos, unas bardas y unas puertas para evitar a los extraños, y darles entrada a los conocidos, una cama para soñar que vivo, un baño para deshacerme de lo que no necesito, una cocina para alimentar las esperanzas, un pedazo de tierra, para regar a los árboles frutales que constantemente me dan lecciones de filosofía, a las flores que me dan cátedras sobre belleza, al polvo de la calle no pavimentada, sobre limpieza, al agua de pozo, sobre ahorro, a la tierra, sobre transformación, y al magistral silencio, quien me ha hecho hablar un lenguaje mudo: mis letras.

Geisha

miércoles, noviembre 29, 2006

Porque me gusta

Las propuestas matrimoniales que me he tomado más en serio en estos últimos días, son dos. La primera es de Jeremi, lo conocí hace unos meses, y yo no me di por enterada, pero él ya había avisado a sus papás que se casaría conmigo y que fueran ahorrando para el casorio. Cuando se corrió la voz por toda la familia, e incluso cuando le avisó a mi mamá antes que a mi, me duró la emoción por mucho tiempo y hasta recordarlo me provoca mucha gracia y ternura, ya que Jeremi tiene siete años, y según él, acordó con sus papás que cuando sea grande se casará conmigo.
Cuando lo conocí, mi mamá lo cuidaba y recuerdo que las primeras veces que nos vimos, era en extremo atento, hasta casi me regala unas joyas de su mamá que sacó del ropero de su casa, obviamente ella estaba presente, así no pude hacerme de alguna maña para quedármelas, je, je, je, naah, no se crean, las hubiera devuelto de todos modos.
Cuando le preguntaron el porqué quería casarse conmigo, su respuesta fue simple y llana “porque me gusta”. Indudablemente uno de los mejores, o el mejor de los piropos que he recibido.
La segunda se dio en mi trabajo, donde debo aclarar, soy la maestra más joven y la única soltera, desde que empecé a trabajar ahí, un maestro siempre me piropea de acuerdo al color que vaya vestida, cada vez que voy de amarillo dice que soy una sinvergüenza, (me lo dice en una forma de rima, pero sinceramente no me acuerdo), cuando voy de rojo, dice que despierto pasiones, o cuando simplemente me ve sentada, me saca una frasecilla de algún verso bonitoso de Quevedo, entre nuestros breves diálogos, abre una invitación para ir a tomar unas cervecitas, que por cierto, nunca cumple, porque yo siempre estoy puestísima para eso, y más con gente que suele ser muy inteligente y sabía, como lo es este señor de casi setenta años.
Este señor con el que disfruto los cortos momentos en que puedo hablar con él, en los que sin preguntarlo confiesa su corriente de pensamiento, de la escuela crítica de Frankfurt, Habermas, Adorno, y a la única persona (aparte de mi maestra de sociología) a quien le he escuchado considerarse un “anómico”. Palabra que conocí en los cuatro tipos de suicidio de Durkheim, y que desde ahí arrastro con cierto encanto. Indudablemente resulta una monada de señor, hace unos días discutíamos con la recepcionista el consumo de la marihuana, y como es el maestro más respetado de la escuela, pues nada se le discute, ni alega, cuando hace confesiones como “¡claro que he fumado!”… obviamente una maestra novel, insigne, y decrépita como yo, no puede abrir la boca más que para reírse.
Cierta ocasión estaba platicando con la Lolis y llegó Don Maestro Respetable, y como siempre en sus discursos misóginos que hace a propósito con nosotras, nos dijo:

Don Respetable: ¿Qué hacen aquí?, ustedes deben estar en su casa, haciendo el quehacer.
Soltera Maestra Decrépita (ósease yo): No, pos yo no tengo quien me mantenga, por eso trabajo.
Don Respetable: ¡Quédese en su casa! ¿a qué viene a perder el tiempo aquí? Deje que la eduque la televisión para que consiga marido y la mantenga.
Soltera Maestra Decrépita: Por eso no veo televisión y cada vez se me acercan menos por eso…
Don Respetable extendió su mano y la dirigió hacia a mi: ¡Vamos al registro civil!
La Lolis, Don Respetable y yo, nos atacamos de la risa, el señor caminó y se alejó. Cuando volvió a pasar junto a nosotras preguntó: “¿Qué? ¿Esa risa fue un si?”, y volvió el ataque de risas.

Geisha

domingo, noviembre 26, 2006

El conflicto está resuelto


Me han preguntado hasta el cansancio ¿qué pasa en Oaxaca?, y está vez no pretendo hacer un ensayo para justificar lo que me a llevado a conclusiones que no son del todo gratas ni siquiera para mi. Distanciarme de mis amistades que en su mayoría desaprueban a la Asamblea Popular, ha sido el primer efecto secundario de mi fallida imparcialidad que traté de mantener meses anteriores. No daré razones que justifiquen el destrozo del centro histórico, tampoco el retraso de clases en los centros educativos, ni las muchas perdidas de empleos, de ingresos, y demás causas de lo que mucha gente se queja, porque no tengo, ni hay argumentos para sustentarlas.
Los medios dan datos inexactos de los desaparecidos, detenidos, muertos y los rumores parecen proporcionar más tintes de verdad que la prensa. Cada vez los enfrentamientos son más atroces, cada vez tenemos a más gente muerta.
Ayer sábado, me uní a la protesta en una de las tantas megamarchas realizadas durante estos meses, esta vez se inició en San Bartolo Coyotepec (pueblito conocido mundialmente por producir el barro negro), en dicho municipio es donde se encuentra la secretaría de seguridad publica y la casa de gobierno, recientemente trasladada a dicha comunidad. Hace unas semanas las autoridades y nativos del lugar, balearon a un grupo de maestros, por tal motivo se decretó que en San Bartolo ningún centro educativo de carácter público abriría sus puertas, de ahí que la marcha saliera de ese punto como medida de protesta por los asesinatos.
La indignación creció cuando nuestro gobernador declaró hace unos días, en los medios “que el conflicto magisterial había sido superado”. A mi madre y a mi, nos caló hasta los huesos presenciar la muestra de cinismo más vil del teatro político.
Ayer caminamos por casi cuatro horas, cerca 19 kilómetros, gritando consignas, viendo a la gente cansada de no ser escuchada, pocos jóvenes y los que llegaron venían de fuera, Michoacán, Chiapas…
Terminé agotada, mi mamá llevaba, por si las moscas, unas cocas por si nos tocaba algún gas, creo que en esos momentos me siento más cerca de ella, Chelito aún levemente enferma de la garganta gritaba junto conmigo.
Esas horas parecen tan largas, pero tan cortas para pensar que simplemente eres una voz minúscula que pretende contribuir a detener esto, a seguir impidiendo que haya más muertos, más barbarie condenada por causar daños materiales, ¡carajo! eso se reconstruye, las vidas no.
Todavía no se me quita ese nudo de impotencia, no sé quienes murieron, pero aún así no puedes dejar de voltear la vista y pensar: pude haber sido yo, o puedo ser yo la próxima a la que vayan a botar al mar, para que nadie haga nada.
Nos fuimos temprano del centro, no nos tocaron los gases afortunadamente, pero vimos como se preparaban las bombas molotov, tal vez muchos de los que vimos ya se fueron al hoyo. En los medios se condenan los actos vandálicos, pero es la simple y atroz respuesta de que "el conflicto magisterial esta resuelto"... no lo hubiera dicho ese cínico que no se va.
Carmen se apasiona, llora y en su voz me quiero encontrar. Ella no necesita ser una estadista para entender las cosas por las que se manifiesta con cualquier persona que le da la palabra, puede convencer hasta al más apasionado, pero no a su hija burócrata que apenas voltea a ver lo que pasa, y que critica a los "sappos" como la escoria más vil, que esta siendo masacrada.
Si me muero un día de estos, espero que también sea por inconforme.

Geisha

jueves, noviembre 23, 2006

Señora Toy

Carmen Maria es la vendedora ambulante de una secundaria, las secretarias y los intendentes le compran a crédito, licuadoras, sábanas, cobertores, vajillas, electrodomésticos, cidis y dvdes piratas, su automóvil siempre es el mercado del “después me lo pagas en cómodos paguitos, manita”.
A Carmen la conocen por la señora “Toy”, su apellido de origen chino, le hizo heredar su sangre comerciante. Lleva más de siete años en el negocio de medio vivir, con un lujo por año, se esmera en apagar las luces cuando nadie las ocupa, ahorra hasta la última gota de agua y compra ropa usada de sus amigas que visten bien.
Años atrás, pertenecía al sector de confianza de petróleos mexicanos, sus muchos años de escalar peldaño por peldaño, desde lavar baños, manejar pipas, hacerla de vigilante, nominista, secretaria, hasta la “honorable” contadora, se fueron al carajo, gracias a uno de esos recortes de personal que las reformas laborales y gubernamentales, hacen para reducir presupuestos, injustos para los que la necesidad les hace doblegar el orgullo tras años de humillaciones, diez de mayos no festejados en las escuelas de sus hijos, vacaciones no disfrutadas, y tardes sin ver televisión en compañía de sus críos.
A sus cincuenta años, conserva una cintura que no cualquier señora de su edad tiene, las nalgas redonditas de sus pantalones pegados todavía hacen voltear a las miradas masculinas que disfrutan la estética de las caderas istmeñas.
Por ser la primera letrada de la familia, se le ha otorgado la autoridad moral de ser la “mamá grande de sus hermanos”, la prestamista a la que nunca le devuelven el dinero, la que ayuda a denunciar a los golpeadores maridos de sus hermanas, la que regaña los vicios de los alcohólicos drogadictos de la familia, y también la bella viuda amante.

Diálogos moralistas parte I

- Me encabrona que mi papá sea un mediocre, todavía esta bueno para irse a trabajar, y deje de andar pidiendo dinero a la gente.


Liliana la abrazó para contenerle las lágrimas a punto de escaparse de sus ojos.
- Algo he aprendido en los últimos años Carmen, así tus padres sean los peores, así te regañen sin razón, así te hayan hecho daño, así sus argumentos para reprenderte sean retrogadas… “Los papás siempre tienen la razón, y no hay que juzgarlos”, eso es algo que no voy a discutir, entiéndelo, y ya párale de reprochar eso a tu padre.
Después de unos minutos, Carmen alzó la cara y perpleja preguntó.
- ¿Por qué me dices Carmen?
- Así te llamas ¿no?
- Pues soy tu madre.
Liliana rió descaradamente.

Geisha

miércoles, noviembre 22, 2006

Luego, luego

Disculpen, lo sé, lo sé, trato de publicar seguido, pero ando con pocas ganas de escribir.

Me fui de pinta a Puebla, regresé con ese feo sentimiento de ¡otra vez en casa!, suena feo, bastante, hasta a mi no me agradó.

Perro me ha dicho que deje madurar el post que iba a publicar y no me gustó, así que le haré caso luego lo subo.

Geisha

miércoles, noviembre 15, 2006

Jacksu

Los conocí en el autobús, iban para el mismo destino que yo, sin unas reservaciones previas y con la aventura del alcohol y el tabaco en sus maletas. En el transcurso ni siquiera nos dirigimos la palabra, sólo uno de ellos se apresuró ha avisarme que mi almohada en forma de salchicha, se había caído mientras acomodaba mi mochila.
Bajé del autobús con el terror de pensar que en esa ciudad nadie me esperaba, que si perdía de vista a esos tres chicos estaría rotundamente sola.
Destino, casualidad o causalidad, encontramos el momento de socializar mientras un tipo de turismo nos daba la bienvenida e informes, me uní con ellos a la mancuerna en busca de un hotel. A esas horas no era posible encontrar una habitación desocupada, pero al paso de la mañana era seguro encontrar una posibilidad para descansar.
Rompí mi regla de no fumar en la mañana y dado el cansancio, acepté los cigarros que fraternalmente me ofrecieron.
Jacksu, fue la primera en admirarse de mi origen, yo, una oaxaqueña, maestra, mujer, y para colmo viajando sola sin plan fijo. Al paso de nuestros breves diálogos, comprendí que eso no era casualidad, que mis atinadas ganas de viajar a la aventura y encontrarme con ellos en la terminal, en el autobús y ahora en la odisea de alojarnos en un hotel, era como una situación que encajaba en un plan mágicamente trazado. Indudablemente Jacksu, fue la persona que me inspiró confianza para unirme a su grupo, pues sin ella, aunque Héctor y Luis tuvieran las intenciones más angelicales, dudo que les hubiera proporcionado la confianza que aprendí a tenerles en unas horas.
Entre nuestra plática, encontramos un punto de convergencia que nos hizo estrechar un lazo de amistad, de esos raros que se construyen en un dos por tres. Me enteré que Jacksu, también era maestra, integrante de un frente anarco-feminista, y que el día siguiente sería su cumpleaños, nacida un mes de octubre, una mujer del signo libra. En su voz encontré una seguridad aunada de una convicción que me recordaban a mi madre, de esas que sin pizca de amenaza cobarde, actúan con firmeza.

A mi no me molesta que ese tal Tiziano Ferro nos haya dicho bigotonas, lo de menos es comprarme un pinche rastrillo y quitármelos, pero a él, dudo que se le quite lo pendejo; a mi, lo que realmente me ofende, me molesta, es que siga habiendo mujeres asesinadas, desaparecidas, violadas, y que nadie haga nada, eso si me ofende.

Desde ese momento supe que Jacksu tenía que ser mi amiga, aunque en un principio sentía que se mostraba un tanto mamona conmigo (posteriormente confesó, que en el autobús ella me había sonreído, acto que nunca ví, y por tanto pensó que le había dado el cortón, supongo que por eso ella se comportaba levemente molesta) pero era del tipo de viejas cojonudas que me gustaba conocer, o que casi nunca había conocido.
Entre nuestras primeras palabras y al enterarse de mi oficio y ciudad natal, ella mostró su simpatía y hasta pregonó ¡viva la APPO!, confesó que se había involucrado en la manifestación que estaba en el DF, y conocía a oaxaqueños admirables por su capacidad discursiva e intelectual, en ese momento me sentí avergonzada, ni yo era un espécimen brillante, ni oradora, ni activista de algún bando, ¡como era posible, que personas de fueran de mi Estado, estuvieran más atentas de lo que pasaba en mis narices!, fue ahí cuando realmente me sentí rotundamente avergonzada.

Nos conocimos a las 5 de la mañana, a las 10, los cuatro nos hospedábamos en un hotel, a las 3 comíamos en un restaurante, mientras juntos hicimos coro al trovador que entonaba a Silvio, Aute, Filio, Sabina, Milanés…, a las 6 metíamos nuestra cuchara a la viennetta de capuchino que terminó siendo un cenicero de colillas cigarreras, a las 9 nos paramos al único evento del cervantino que pude ver, un grupo de ingleses de opera pop, o algo así.
Buscamos un bar con cerveza barata del que terminamos saliendo, porque la cerveza estaba adulterada con agua, caminamos por las callejonadas y túneles que nos hacía eco, al son de nuestras afinadas voces que imitaban a Alex Lora, una que otra ranchera, o populacha; finalmente la lluvia nos hizo regresar al cuarto, donde cuatro botellas de tequila, junto con 13 cajetillas de cigarros nos aguardaban. Cuando llegó la hora de dormir, conocimos las sinfónicas melodías de instrumentos de viento que nuestras nalgas emitían, no paré de reírme mientras Héctor y Luis se echaban la culpa de bochornosos perfumes gástricos, mientras sacudían las cobijas para esparcir su fragancia. Jacksu no dejó de disculparse por ellos y quejarse con el clásico e infantil ¡wacala!
Justo veinticuatro horas después, gemía en una habitación del siguiente piso, supongo que mi satisfacción era tal que hasta oídos de mis nuevos amigos llegó, eso me lo dijo Jacksu mucho después de aquel incidente, yo estaba confiada de que las paredes y la cama, eran lo suficientemente fuertes para soportar la fricción y mis gemidos… ¿o gritos?... sinceramente no me acuerdo que tan escandalosa fui.

La última vez que la vi, me dio una hojita que constantemente leo, y donde me bautiza como una Cuauhtcihuatl (mujer águila, en nahuatl); eso fue hace un mes, un recuerdo tan grande, tan sublime que todavía no cabe en mi consciencia de lo maravilloso y grato que ha sido haberles conocido.

Geisha

domingo, noviembre 12, 2006

Un 12 de noviembre de 2003

Pensé que hoy tendría palabras de sobra, a cambio tengo silencios. No puedo ofrecer más.
Por ser un fecha conmemorativa (para mi), comparto algo que no es mío.


Se la pasa en su cuarto, encerrado y solo, a veces escucha música toda la mañana y la tarde, a veces abría la ventana para que entrara un poco del aire que tanto le gusta por esta fechas, "promesas”.
Además de todo esto, sentía enorme tristeza y nostalgia, cuando veía el sol ponerse a las cinco cuarenta de la tarde, un aire calido rodeaba su cuerpo; cuando esto pasaba, no importaba si él estuviera en un café o en la calle, lo llenaba de enorme soledad, no podía creer que ante increíble espectáculo, que ante maravilloso fenómeno natural, de ver y sentir el ocaso, él estuviera solo, no pensaba en si alguien más lo vería, quería tener a alguien a su lado, alguien a quien pudiera tocar, y pasarle ese calor que tanto le gustaba sentir.
Las noches en su cuarto eran igual que las tardes, de encierro, con música y mucha oscuridad, no dormía, no se lo permitía su conciencia, sus recuerdos; que sé yo, pasaba las noches pensando, mirando hacia el techo, llorando, impotente de actuar cuando saliera el sol, cuando lograba dormir, se perdía completamente en el mundo de los sueños, aun así , sentía exactamente lo mismo que si estuviera despierto o pensando en cualquier otra cosa, aun así en los sueños, no tenía esperanza, no veía salida, aun en los sueños él estaba solo, sin nadie, por más que se concentrara, por más que dejara de respirar o gritar con todas sus fuerzas, él seguía solo.... aún en los sueños... él lloraba.
Pensaba: el mundo y la vida no son eternos, son cosas pasajeras, prestadas para un segundo sobre este universo... aun así, en ese segundo he tenido tanto dolor y soledad, tanta hipocresía y soberbia que cualquiera que la hubiera sentido, hacia ya mucho se hubiera dado un tiro y volarse lo sesos.
Quería que alguien más cobrara consciencia de todo, del dolor, de la soledad, del amor, de confiar; él quería tanto volver a confiar, amar, sentir, dejar de llorar, pero no podía, no lo dejaba en paz, el mundo, las cosas, el humano al que tanto había admirado hasta llegarlo a odiar.
Un día llegó a su cuarto... se acostó sobre su cama, miró hacia el techo, buscó alguna forma de animalito entre los ladrillos que formaban su techo, el sonrió, no importaba la edad que tuviera o dejara de tener, el sexo, hombre o mujer habría sentido lo mismo, él sonrió, una lagrima se le escapaba de entre su rostro hasta llegar a su cama, él sonrió, el aire era tan cálido e hiriente, cierra los ojos, se duerme, sueña… él se ríe.

Esta vez no firmo yo, sino una memoria de requiem.

miércoles, noviembre 08, 2006

Búscate a otro

Búscate a otro, yo no te convengo.

Le dijo del otro lado de la bocina, mientras ella no objetó, ni se contuvo algún tipo de réplica.

Pensó que tenía la experiencia suficiente para notarlo, no era así, después de dos años de llamadas constantes, nunca se dio cuenta que las muchas veces que le repetía que la quería de manera burda, eran producto de algunas líneas blancas aplastadas en un espejo. Ella pensó que sólo era el desvarío de unas cervezas.
Cuando le confesó sus sobredosis, aunque no lo imaginaba de él, no dejó de admirarse, no porque fuera cosa del otro mundo, sino porque nunca lo notó. Era un clásico de ella enamorarse de alcohólicos, drogadictos, anómicos, suicidas, que encajaran con el papel de su mutua soledad.
Esas llamadas eran sólo una búsqueda de esperanza, eran sus dosis de juicio y una que otra luz que le devolvieran un poco de los recuerdos de su país a él.
Ella, aunque progenitora de fantasmas, sabía en el fondo que sólo representaba un sustento emocional del cual él dependía, nunca creyó prudente romper con las propuestas matrimoniales, con las que ella no soñaba. No tuvo que hacerlo, él daba su última palabra. Búscate a otro.
Ella pensó que ya no era necesario buscar, ya no quería buscar.

Geisha

martes, noviembre 07, 2006

Requiem

Instrucciones no seguidas
Favor de no resucitar, los cuerpos se pudren después de tres días bajo tierra, donde poco a poco los gusanos invaden el cuerpo podrido para empezar una nueva vida en el mundo subterráneo de los muertos e insectos.

Favor de callarse la boca cuando un hombre abre las piernas de una mujer y rompe con cuatro gotas de sangre el umbral, mientras no soporta el dolor y rocía semillas blancas en su cuerpo.

Favor de tocar las puertas antes de entrar, para evitar situaciones embarazosas y de embarazo también.

Favor de lavar las sábanas, manchadas de leche y salsa roja, para no dejar pruebas del delito.

Favor de tomar pastillas, para aniquilar la indeseable esperanza de vida.

Favor de lavarse los dientes después de besar al de las anginas inflamadas.

Juguemos a hacernos las fuertes, mamá.
Geisha

domingo, noviembre 05, 2006

Marcha

Como han leído mis estimados lectores he pasado por diversas etapas en las de este conflicto que vivo en mi ciudad, empecé quejandome, y hoy me uno a la causa. Me quité la apatía, dejé de ser espectadora y me uní a la mega marcha de hoy, a la voz del pueblo, a las consignas de lenguaje popular con las que grité bajo el sol, ¡maravillosoo de verdad! ver gente de lo más humilde, jóvenes, niños, incluso personas discapacitadas que alzabamos los gritos ¡somos mayoría!

Esta vez Chelito y yo, quedamos de acuerdo que si iríamos, mi madre se sacó un poco los nervios ante mis culeras consignas, de "nada, nada que, si no vamos es por pinches cobardes huevonas"; ante la mala cara de su marido, que fue mas de miedo y colapso, no le quedó de otra que acompañarnos.

La bandera anarquista no pudo faltar, y recordé a mi amiga la Jacque, otro culisimo de vieja… de la que hablaré más adelante, claro, si ella me lo permite.

¡¡Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó!!

Después que la PFP intentase este dos de noviembre, el desalojo de los brigadistas en ciudad universitaria, la gente reaccionó, ahora más que nunca las voces se unieron a una mega marcha, realizada hoy domingo.
El principal foco de reacción ha sido la estación de radio universidad, tomada desde el 14 de junio, donde podría decir es el motor primario de este movimiento; como estudiante de comunicación debo admitir que ha sido la influencia de este medio el que ha movilizado, conscientizado a una la gran mayoría del pueblo oaxaqueño, en las que me incluyo.

Dentro de los locutores improvisados que tiene radio universidad, hay una mujer en especial, cuya voz nos ha terminado convenciendo, es la de una vieja cojonuda, hasta apenas hoy conocí quien era, una mujer de cabello blanco, con una convicción que contagia hasta el más apático, esta señora es La Doctora, nunca dice su nombre, pero su tono de voz inconfundible, le ha dado una autoridad impresionante con la gente que la escucha casi diez horas en la radio.
¡De estos culos de viejas debería haber más!


¡No somos dos, no somos cien, pinche gobierno cuéntanos bien!

Hasta hace unos días nuestro ex gober, decía que era una minoría la inconforme, pero les aseguro que una marcha que rebasó los 7 kilómetros de gente, no representa una minoría. Las voces que gritaban la destitución del cargo, ya no hablaban por una asamblea, por un magisterio, por unos estudiantes, sino por la salud de un pueblo cada vez más atento de lo que pasa en su entorno.

Geisha

viernes, noviembre 03, 2006

Lecturas


Soy de las que creen, que hay lecturas que tienen su momento para leerse, es decir tienen su momento preciso para entenderse, es como la clásica pregunta que hacen los no lectores, a los escritores que promocionan un libro en esas conferencias donde se nos critica hasta el hartazgo que somos un país de soquetes que apenas leemos un libro al año; ¿Con qué empezar a leer?, mientras el escritor le recomienda algún título que para su gusto cree es el adecuado, puede que aquel no lector, de acuerdo a sus gustos le agrade, o que lo termine odiando u opinando que no le encontró nada de interesante puesto que no lo encuentra compatible con su entorno individual, y dado nuestra naturaleza de desprestigiar lo que no nos gusta, digan “es una porquería”.
Yo soy de las personas con cierto retraso mental, que se le dificultan las cuestiones que no puedan hacerse reconocibles con el mundo social, gnóstico, ideal, etc, que vivo; recuerdo que siendo una morra tomé un libro de Nietzsche y por más que lo leía y releía no entendía ni pio, esa vez me lo recomendó un tipo que según le había hecho cambiar su visión, y yo, curiosa, quería experimentar lo mismo; mi edad, mi experiencia me lo impedía. Otro caso fue cuando una amiga, muy inteligentosa, me dijo que el libro más maravilloso para ella era Demian, de Hesse, vagabundeé por él dos o tres veces y no le encontré nada extraordinario; o puedo hablar de mis pendientes con Borges, que lo he dejado reposar en mi librero, para retomarlo cuando me sienta lista. Algo parecido me ocurrió con Rulfo, fueron años de conflictuarme con él, hasta que encontré la manera adecuada de comprenderlo, mirar al campo, o conocerlo a través del cine.
Pero realmente inicio con un tema del que no iba a hablar… hace tiempo escuchaba una discusión, de esas en las que no opino y me dedico a escuchar o ser espectadora, sobre ¿qué tan dueño es el escritor de su texto cuando se lee por otros?, el lector se vuelve dueño también de esas palabras cuando las comprende, asimila, y lo hacen pensar, pero yo añadiría algo más, se adueña de ellas cuando cree que hay algo de si mismo en estas, por eso que el acto de leer sea un acto muy sugestivo, individual, donde incluso pareciera que se discute o dialoga, entre el lector y el escritor.
Por otra parte, llegué a esta reflexión cuando en cierto blog, un sartal de mujeres se adjudicaban un escrito, una elegante prosa con tintes de enamoramiento, me hubiera encantado entrar en la controversia y ser una de esas tantas defensoras de “es mío y punto”, pero por más que lo deseaba, no había pruebas de que estuviese en esas letras, ningún rastro, ninguna sombra de mi empatía ahí, no tenía caso defender lo que ni siquiera podía hacer mío.
Posteriormente, regresé y vi otro texto, largo, de esos a los que dedico tiempo , mucho tiempo, mucha saliva, y le doy filo a los dientes de mis neuronas para masticarlo, no era un prosa romanticosa, no tenía las palabras bonitas como el anterior, pero ahí si pude encontrar residuos de mí, y aclaro, no porque diga que quien lo escribió, lo hizo pensando en mi, sino porque pude apropiarme de lo que decía, pude traducir esas palabras con lo que vivo, de ahí que sea creyente que hay lecturas que comprendemos más que otras, de acuerdo por el momento que pasamos.
El texto habla, o por lo menos lo que comprendí, sobre el valor del hombre de acuerdo a su capacidad productiva, las situaciones que el capitalismo ha ocasionado gracias a su laissez faire, donde el exceso de libertad se convierte en algo tal letal, como no tenerla, un mundo donde hay muchos más trabajos, pero mucha más gente que se abarata, para conseguir subemplearse y para ir medio viviendo, ya no vivir cómodamente, sino sobrevivir con un sueldo de hambre, en Oaxaca eso no es novedad, mientras a los empresarios les formas una gran riqueza, te pagan mil veces menos de lo que vale tu trabajo (creo que me traumé con Marx y su plusvalía).
Desigualdades como esas, provoca reacciones, movimientos populares, gente armada, manifestantes en calles, lucha, protesta, represión (hablando del conflicto de Oaxaca), gente y más gente inconforme.
La situación del desempleo en gente mayor, es una de las tantas marginaciones, exclusiones que frustran a muchas personas, refiriéndome a un caso que se me vino a la mente, mi madre, una ex contadora desempleada por un recorte de personal, muchos años estuvo consagrada a su trabajo, al que puedo decir amaba tanto como a sus propios hijos. Tras salir de una rutina con diez horas días de laborar, tardó o tal vez nunca ha aceptado que le despidiesen, era feliz haciendo lo que hacía, ella me ha confesado que todo lo que luchó por terminar una carrera, se había ido a la basura con su trabajo; creo que desde ahí empezó a enfermarse más, adelgazó y le puso más aumento a sus lentes.
Pero no todo fue catastrófico, recuperé a mi madre cuando tenía quince años, hizo lo que nunca pudo cuando trabajaba, me fue a dejar a la escuela, fue a los diez de mayo, y hasta hizo la comida entre semana y tendió su cama, cosa inédita en años anteriores.
Encontré una tarea muy larga, Hobsbawn de lo que recuerdo, fue con quien aprendí a odiar a los judíos, ¡ah como duele la historia con él!, recordé que no me gusta la economía, y tengo una cita pendiente con El capital, con Giddens, incluso le pediré un nuevo paseo a Dieterich para que me ayude con ese lingüista al que le traigo ganas, o podría suprimir todo esto y ¿poner barricadas en las calles?, creo que ya las puse en mi cabeza.
Supongo que por eso nos gusta leer tanto cosas de sexo, definitivamente nos encontramos ahí salivando, gimiendo, chaqueteando la cabeza con letritas, desestresando el estrés.
Todo el texto es tuyo, si llegaron hasta aquí, tal vez pudieron apropiarse de algo, tal vez encontraron una negativa para mis afirmativas, pero ciertamente como ocurre con los textos largos, pocos llegan a adueñarse de él. Me dará mucho gusto haber dialogado contigo, si es que te masticaste algunas palabras de esta humilde y copiona servidora, que piensa con motivo que otros piensen.

Geisha

miércoles, noviembre 01, 2006

Nunca

-¿Fuiste al panteón?
-Has dado en el clavo. Si, fui a ver la tumba de mi abuelo.

Días después me morí.

---

-Mamá, te presento a la novia de Rodrigo.- Dijo Fausto, mientras incrédula, la señora abría la boca sin darse cuenta de lo letal de sus palabras.
-Dejé a Brenda llorando en su tumba, casi se desmaya.
La abuelita, prosiguió, tal vez justificando, tal vez disculpando, tal vez metiéndole una daga en el corazón de puta.
-Los hombres siempre tiene muchas mujeres.
Nunca olvidó las palabras de las señoras, hubiera preferido que le dijeran puta sin tantos rodeos, no guardó rencor, pero nunca olvidó, nunca lo olvidó.

---

Magdalena siguió siendo la primera en llegar a las misas mensuales, a los aniversarios, a los cumpleaños, a las reuniones sin ser invitada y le siguió encendiendo una vela en su altar de muertos.
Nunca le dijo que lo amaba, pero mayor prueba no hubo para corroborarlo.

Geisha

División

Las calles fueron abiertas, mi admiración fue tal cuando pasamos sin tomar el clásico atajo para llegar al centro, la ciudad aun tiene poco transito, y casi nada de transporte público.
Desde la madrugada los operativos de limpia son evidentes, gentes con brochas, rodillos, tapan las pintas en contra de Ulises.
Los limpiadores se quejan, están hartos, “la APPO tiene la culpa de este caos”.
Un centro de acopio se organiza para premiar a los de la PFP. Otro más se establece para brindar atención medica a los manifestantes en el IAGO, donde también se ha instalado una mesa para levantar actas por la violación de los derechos humanos.
Altares, tapetes de arena, en tributo a los nuevos muertos, aglomerados en Santo Domingo, maestros que se unen en una sola voz, “¡el pueblo, unido, jamás será vencido!”, ese es el problema, el pueblo está divido.

Geisha

sábado, octubre 28, 2006

Ceguera

Para Jacquelin.

Hace tiempo prefería hablar de trivialidades, tenía mil razones para justificar mi ceguera voluntaria, cada vez que emitía juicios del ambiente que se vive aquí en mi Estado, las voces eran más débiles.
¿Cómo empezó todo? Empezó desde las cadenas de pobreza, marginación, desempleo, y miles de cosas, de las que podría hacer una larga lista, siguieron reproduciéndose de manera más acentuada aquí en Oaxaca. La versión oficial dataría en que hace cinco meses, en mayo, fecha en la que cada año el sindicato magisterial se planta en el zócalo, para hacer su mítico paro con demandas de rezonificación, que en términos más claros es el aumento salarial y de prestaciones, el gobierno estatal sólo ofreció unos cuantos millones, pero la bolita de la rezonificación se la echaron al gobierno federal que se hizo de la vista gorda y ni siquiera metió las manos. La oferta fue rechazada por el magisterio y el paro se prolongó hasta que cumplido el mes, el 14 de junio, las fuerzas policíacas iniciaron un desalojo, sin la utilización de armas de fuego, pero si de gas lacrimógeno y unas cuantas golpizas a quienes se resistiesen.
Las demandas laborales del magisterio pasaron a segundo plano, al conflicto se sumaron nuevas organizaciones entre las que destaca la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca, (pleonasmo según Carlos Marín) y la causa ya no fue la rezonificación sino, la destitución del gobernador Ulises Ruiz Ortiz. Desde esa fecha la ciudad ha estado bloqueada, como reacción y medida de seguridad para impedir que las fuerzas paramilitares entraran en cualquier momento.
Esta situación provocó el descontento de la sociedad oaxaqueña, la ola mediática de desprestigio hacia el conflicto ha sido impresionante, y no sólo de una, sino de ambas partes, del gobernador se le cataloga como un fascista, incapaz de gobernar (hasta llegaría pensar, que adjetivo le queda grande), a la APPO, como un grupo de vándalos que han hecho de la ciudad un caos. Gran parte de la sociedad civil (clase mediera, hablando que aquí la clase media es la que tiene pan y trabajo), aún después de haber matado, desaparecido, encarcelado, a maestros, dirigentes; creen que es necesario que el conflicto se solucione por medio de la fuerza, a los maestros los ven como a personas que carecen de autoridad para educar a los niños, y me pregunto ¿Necesitamos que nos cacheteen más?
Prefieren la paz impuesta del tirano, hasta hace tiempo yo también pensaba que era mejor la tranquilidad, después de vivir este conflicto, de haber sido explotada en trabajos en los que ofrendas la vida por una bicoca de dinero, de ver como la gente se humilla por un empresario déspota, de ver como la educación se enfoca a hacernos obreros obedientes, de ver como esa cultura occidental nos hace discriminar al hermano indígena, de ver como a nuestras madres, padres, han sido despedidos de sus empleos porque se niegan a corromperse, de ver como a mis propios alumnos bajo su visión justifican la irracionalidad del intolerante.
Todos se quejan, que si sus negocios, que si su trabajo, que si la seguridad; la auto conmiseración los hace ver el camino fácil de la violencia. Hasta hace tiempo protestaba por todo aquello que nos ha causado estragos en nuestra salud, en nuestra economía, en nuestra familia, trabajo, pero ya era de esperarse que un conflicto de este tipo explotara en cualquier parte de este país, ahora me siento orgullosa de vivirlo, de ser parte, y aunque no soy militante, ni pongo barricadas, después de un proceso largo de reflexión encontré la dosis perfecta para intoxicarme de la causa y decir ¡ya basta!, somos muchos los inconformes.
Los del sur tenemos una gran escuela, vivimos la pobreza, el desempleo, la desigualdad, la violencia contra las mujeres, la marginación, en casa ni siquiera contamos con los servicios básicos, la represión política, la represión de los universitarios, el desprestigio de ser los que en educación tengamos el nivel más bajo de conocimientos del país, pero les aseguro que de consciencia y de coraje no. Tenemos una gran escuela, aprendimos en cinco meses, que si podemos protestar y ser escuchados, que todavía hay gente capaz de luchar por una causa, de esa gente aprendemos más que en clases de cívica y ética, que nos enseñan valores en papel.
Esta ha sido una prueba de resistencia de ver como dos malos contrincantes se defienden con los dientes, y como la incapacidad de uno, lucha por hacernos creer que seguimos siendo estúpidos.
Tal vez nuestra estupidez se mantuvo maquillada, por pensar que no hubiese otros muchos oprimidos capaces de alzar la voz y manifestarse, como lo hacen ahora.
Si eres de los que se ríen porque haya maestros muertos, porque un reportero haya sido asesinado por una bala represora, y ahora quieran argumentar que ese mismo comunicador era un guerrillero proAPPO; no es secreto que URO desde que inició su gobierno tiene un serio problema con los medios; si eres de esos, duda de tus capacidades sensitivas e intelectuales, y de tu condición humana también.
Somos más a los que nos duele ver matanzas que siendo del bando que sean nos afectan, porque tengo un hermano militar, porque tengo una hermana burócrata priísta, que siendo incapaz de levantar un arma, es un persona que sus ideas radicales en pro de la intervención de la fuerza, es capaz de preservar este estado de desigualdad siendo más letal que la violencia misma, porque tengo una madre acobardada por la edad, y con los frenos necesarios para no meterse en el movimiento, y porque soy maestra y mi deber es despertar dudas, abrir posibilidades en las ideas y pensamiento de jóvenes, porque lacera el hecho de que mis maestros, mis ahora colegas sean asesinados por una causa que yo también defiendo.
No alabo las medidas que ha sido tomadas, ni la radicalización de un grupo como otro, pues han ocasionado grandes costos a toda la población, la complejidad de la organización se ha desgastado, los comentarista hablan de Oaxaca, hablan de las posibilidades de solución ¡carajo! Podrán opinar misas, pero sus palabras no sirven de nada si no escuchan lo que nosotros, los ciudadanos, los maestros, los alumnos, pedimos. Representamos el semillero de inconformes en este tiempo que ya no sólo exigimos pan, sino un poco de respeto a nuestra ideas y a nuestra condición de humanos y no de animales que nos pueden matar cuando se les antoje.
No solo lacera ver muertos, sino la confusión en que la sociedad se ha visto inmersa, quienes no entienden que las causas van más allá de la destitución de un gobernador, atacan a los militantes como viles vándalos ¿qué no ven que al igual que nosotros, quienes militan son padres, madres de familia, estudiantes, civiles que se unen por una causa?, ahora si me encabrona tanta ceguera. El conflicto se torna aun más difícil, cuando la guerrilla interna se vuelve más peligrosa, cuando la misma ciudadanía se pelea entre ella.
Oaxaca permanece silente, no podemos salir de casa, la información en la televisión como siempre es inexistente, los únicos medios de comunicación, solo son dos estaciones; radio universidad, operada por la APPO, tiroteada ayer y cuyos teléfonos de línea local han sido bloqueados, la otra radiodifusora clandestina se dedica a desprestigiar al magisterio y a la asamblea, es obvio que está dirigida por el ex gobierno estatal y al escucharla se me enjuta la garganta de no poder hacer nada y escuchar argumentos tan irracionales.
Sigamos hablando de trivialidades, para estresar a la razón, para cachetear la apatía, para promover las acciones en nuestra vida cotidiana, para insultar a la pereza, para creer que la felicidad existe y engañarnos que somos los mejores en coger.

¿Lloverá hoy?, ayer un chubasco limpió las gotas de sangre en el asfalto. El sol salió, pero ambiente tiene frío y yo tengo coraje.

Qué triste se oye la lluvia en las casas de cartón...

Geisha

viernes, octubre 27, 2006

Ahora si...

Siempre he tenido ganas de conocer y hacer amistad con algún personaje cuyas capacidades intelectuales, artísticas o creativas, sean mounstrosas. Sólo he conocido a un tipo de esos, del que me puedo considerar amiga, y cuya admiración me ha remitido a estatus de mala alumna.
Curiosamente cuando el buen “Mantecado”, como le solía decir a sus espaldas, porque obviamente me hubiera dado una gran cachetada si se enteraba que le decía así; corregía nuestros mediocres escritos adolescentes y uno que otro se le ocurría decir una estupidez, como era común en mi (Liliana y su gran bocota que mejor ya no la hago hablar), el debate se tornaba, agresivo, humillante para quienes argumentábamos cosas poco defendibles, y por lo menos esa idiotez me ayudó a aprender mucho de aquel buen maestro, que a ciencia cierta nunca lo fue, pero que yo lo consideraba como tal.
Cómo olvidar que él fue el primero que me llevó a un teybol, según para que conociera el mundo, y muchas otras cosas de las que puedo hacer una larga lista, solo menciono la primera porque me produce cierta gracia… pero no iba a hablar del Mantecado, realmente quería hablar de un personaje al que admiro, y al que le debo mucho, tanto como a mi primer cuate mounstroso, con la diferencia que este ni siquiera me conoce, el gran diálogo que he podido entablar con él se remite al “buenos días, buenas tardes, buenas noches señor”; se me ocurrió hablar de él porque hace unos días en la calle donde esta ubicada su casa, le fueron a tirotear en la madrugada, y me llegó el horror de pensar “¿qué será de nosotros cuando se muera?”.
Si, Francisco Toledo, el pintor juchiteco, que ha menudo sale en la jornada para protestar por cuanta cosa sea protestable (osease todo) en mi Estado. Independientemente del escándalo por evitar que pusieran un mc donal´s, en el centro histórico, por ser el primero en alzar la voz por el destrozo que hubo a la remodelación del zócalo, el mediador en muchos de los conflictos en los que vivimos, al que a menudo se le pregunta su opinión, por tal o cual matanza, por tal o cuál asunto político, por tal o cuál elección, por tal o cuál trabajo artístico, más allá de su labor de líder de opinión, yo le debo muchas visitas a las letras, a las exposiciones fotográficas, a las proyecciones cinematográficas, a la música… y todo esto gracias a las fundaciones que ha creado, el Instituto de Artes Gráficas, cuya biblioteca es una de las importantes colecciones de arte en América latina, dentro de esta fundación tenemos un centro fotográfico, una fonoteca, un cine club, una biblioteca para ciegos, muchos eventos literarios y conferencias, de los que me declaro usuaria.
Aunque nunca haya cruzado palabra con este personaje, puesto que le guardo cierta reverencia, realmente lo estimo, supongo que nunca me atreveré a hablarle, mucho menos entablar una platica amistosa o personal, pero me considero producto de la labor que ha hecho en Oaxaca, por él he conocido libros, amigos, he ido a conferencias, he visto pelis maravillosas, he comido riquísimo en el mercado orgánico que hace un año fundó, y espero que siempre tengamos IAGO, Pochote (cine), Álvarez Bravo (centro fotográfico), y demás lugares.
La gente que no conoce la importancia de su trabajo, ya no artístico, sino educativo cultural, lo mira como un greñudo con huaraches, haraposo de manta, o el ermitaño al que le chocan las fotos, creen que para ser alguien famoso o de éxito, debe ser un fufurufo de carrazos, bien vestido, viviendo en el extranjero; señores, pues he de confesarles, que yo me siento orgullosa de conocer aunque sea de vista a este maravilloso señor, al que veo leyendo el periódico “el país” sentado en las escaleras, al que veo caminar en las calles y me responde el saludo, al que a veces invita a Carlos Monsivais para repetirnos lo pendejos que somos al no poderle preguntar cosas más interesantes en sus conferencias, al que siempre tengo ganas de conocer y no me atrevo a hablarle, y le tomo fotos mientras camino detrás de él para que no se dé cuenta… ese es mi cuate el Toledo (ja, hasta sonó como Chavelo).

Geisha

jueves, octubre 26, 2006

Toledo

Escribí un post sobre Toledo, no lo he podido subir porque primero blogger no estaba funcionando, luego mi maquina no quería cargar la página, y ahora me doy cuenta que no traigo el archivo en mi memoria, ¡aahggg qué coraje me da!
Bueno, bueno, curiosamente el día que le tomé esta foto lo fueron a tirotear afuera de su casa (nada grave pasó)... lo subo luego.

Geisha

domingo, octubre 22, 2006

23 cigarros, 23 razones

Mañana cumplo 23 años, y aunque he advertido a algunas amistades de cierta fecha, me he puesto pensar que no debí hacerlo, finalmente de todos modos se les va a olvidar y ya no tendría pretexto para sentirme.
No espero que me llamen, ni tampoco que me regalen algo, es clásico que hasta a mi familia se le olvide, años anteriores era tal mi necesidad de atención que hasta hacía fiesta. Mi mamá para advertir mi aniversario de haberme traído al mundo a sufrir, hizo lasagña.
Cuando se supone que desearía festejar por mi vida, la verdad festejo por mi muerte, de un año para acá, creo que en estos últimos 365 días, me han mandado a la chingada más veces, he tenido más sexo, he experimentado el miedo más vertiginoso, he aprendido a llorar por cosas con menos importancia, he escrito más, tengo una amiga menos, tengo la mejor carta de desaire y repulsión que alguien haya podido escribirme, tengo a dos que tres personas que odiar con justa razón o injusta, pero me da gusto, tengo a cerca de 100 alumnos para que me odien, supongo que tengo una depresión restringida al silencio, una que otra razón menos para no alimentar mis antiguos sueños de secundaria, unos pares de zapatillas más para joderme la espalda, unas cuantas faldas cortas para alimentarme del morbo masculino, centenares de cigarros consumados en mis pulmones, muchas copas del alcohol que me arrepiento de no haber tomado, en fin, tengo muchas cosas de las que puedo sentirme decrépitamente decepcionada.
Y sigo marchita, sigo con el peso que no pude dejar en un bote de basura de aquella ciudad, sigo preocupada también.
Los años no me pesan, lo que me pesa es no poder haber hecho mucho de lo que me pueda sentir satisfecha.

De no poder llenarte ese vacío, de ser impotente, incapaz de ser tu Diosa, y sigo siendo estupida, animalito de diversión, vehemente silenciosa.

Hoy quiero fumar y embriagarme a toda hora para no sentir la carga del tiempo. De vino, de poesía, pero ya no de virtud.
Geisha

105, las respuestas

Lo confieso he sido una aficionada bloguera que no deja mucho tiempo sin postear algo, y supongo que esta es la segunda larga ausencia que he tenido desde que vengo escribiendo por este medio.
Por algunas circunstancias platicaba con la Lolis, que desde hace algún tiempo hemos dejado de tener vida social, yo me concreté a escribir en una maquina y a ella depender de su hijo de dos años. Ante nuestra deprimente situación, decidí gastarme mis ahorros con un buen pretexto para huir de casa unos días, motivo por el que a últimas fechas he conocido gente, vuelto a reencontrarme con mi familia y tener nuevos amigos, lo que me hizo ocuparme más de mi lado social, y vaya que lo necesitaba.
Pero pasemos a cosas que conciernen a mi compromiso que hice en el post número cien. Hemos llegado al post 105 y es hora de publicar resultados. Por tal motivo antes de dar a conocer el ganador doy las respuestas del cuestionario.

¿Cuál es el verdadero nombre de Geisha?
******** (por cuestiones de privacidad me reservo el derecho)2. ¿Cómo se hace llamar Geisha en los post donde hace referencia a su parte irresponsable y a su parte responsable? Liliana3. ¿En qué post se revela el nombre de Geisha o hace referencia a él? Muerte, un deseo ambicioso 4. ¿A qué genero literario pertenece el escritor mexicano del que se han escrito algunas memorias?
Realismo mágico5. ¿Cuál fue la primera foto de Geisha publicada en un post de este blog y cómo se llama? ”Los chelistas”, aunque la primer fotografía sin efecto, fue Virgulilla, por tanto quienes respondieron con la segunda tienen el acierto.

Como nadie se atrevió a pasar a la fase dos, el cuestionario de las cinco preguntas fue el que decidió el puntaje. Quien obtuvo el mayor acierto, confesó no ser fetichista y no estar interesado en el premio, por tal motivo la segunda persona en puntos acumulados, fue... nada más y nada menos que... le será notificado en su mail. ¡Jo, jo, jo!

Geisha

jueves, octubre 12, 2006

Rebanada de sandía

Virginia tiene cuerpo de lagartija. Su menudez, le dibuja una breve silueta de caderas y una cinturita de modelo. Su color prieto, su humor infantil, su chillante voz, su sonrisa con dientes de plata, fueron las cosas que me hicieron configurarla distinto al resto de mis tías.
Después de años de verla como llegaba a mi casa con los ojos morados, llorosa, siempre flaca, y cargando a sus hijos pequeños, me doy cuenta, que sus bromas infantiles, a las que nunca les encontré gracia, se esfumaron con sus primeras canas de abuela.
Mamá me cuenta que una vez la tía Viki, intentó suicidarse con insecticida, y que la fue a regañar en pleno hospital porque terminantemente le dijo que si se moría, mandaría a sus cuatro hijos a un orfanato.
Supongo que eso era un llamado de atención para que dejara de deprimirse por las infidelidades de su marido y se preocupara por sus hijos. Si ella hubiera tenido éxito en su empresa de morirse, tendría cuatro hermanos más en casa. Gracias al cielo, nunca volvió a intentarlo pero se repitieron las veces que la vi con moretones en la cara.
Por más que incontables ocasiones mi madre la acompañó para denunciar sus golpes, nunca pudo separarse de su mastodonte.
Tomás, Juan, René y Lucía, aprendieron a verla tirada en el suelo, mientras se escondían debajo de la cama, nunca faltaron las amenazas infantiles, que un mocoso impotente puede sentir para defender a su madre,“¡cuando sea grande te voy a matar!”.
Los años pasaron, y el cáncer familiar que se desarrolló por la violencia y el alcoholismo del polecia ministerial que tenía por marido, fueron los pretextos perfectos, para justificar que dos de sus hijos ya tengan antecedentes penales.
Mientras tanto, yo no dejo de verlos como mis hermanitos, con los que me peleaba, a los que les prestaba mi bici, a los que les regalaba mis tenis usados, un suéter, un juguete, o una rebana de sandía para dibujarles una sonrisa momentánea.

Geisha

lunes, octubre 09, 2006

Fichas

Como lo he mencionado en post anteriores, tengo cierta fascinación por la fichada, por la imagen tan exuberantemente grotesca de las trabajadoras del buen oficio.
Para ellas la vida es, y punto.
Nuestra deshumanización ha sido tal, que no faltan los comentarios que se refieren a estas mujeres tan respetables, como de la “vida fácil”, y me pregunto ¿dónde caramba está su vida fácil?, abrir las piernas por unos billetes, es rentar el placer, tener la función de provocar lo insaciablemente animal, y eso no creo que sea cosa fácil cuando no se hace por gusto, sino por necesidad.
Mi influencia directa del cine, el western, las mexicanísimas de blanco y negro, los dramas tan sabrosos en los que se abate la moral de la mujer, donde se habla mucho de ella, donde se especulan los sentimientos, donde se maquilla su estupidez, pero verlas hablar a viva voz, es casi una esperanza nula. ¿Cuándo hemos visto a una puta que haya triunfado en la historia?, las páginas de los libros es la voz de varones, nuestro poderío acabó cuando le dimos el derecho paterno a nuestras grandes vergas (según Engels, quede claro que yo no lo digo).
A las genios se les ha especulado de homosexuales, las dos últimas musas, poetizas pa acabarla, doña Safo de Lesbos, y doña Sor Juana.
Después de una sarta de filmes donde he visto las muy buenas actuaciones de señoras actrices que ofrecen sus grandes caderas a la cámara, ¿me he preguntado si realmente así de bonitoso es ese mundo? Aunque la versión más aceptable (fuera de juicios) es la de aquellas movies, donde se les confiere a las prostitutas una función de desfogue social, una necesidad tan racional como beber agua, comer, evacuar, o trabajar; un ejemplo al que podría referirme en el mundo cinematográfico, es “Sexo por compasión”, donde una seño abandonada por su marido, le hace favorcitos a la población masculina, motivo por el cual la comunidad florece y progresa.
La imagen que feamente se les ha dado de mal habladas, ignorantes, mal vestidas, exuberantes al manto de la noche, apuesto que tras esos rasgos distintivos encontramos una nueva forma de lenguaje, con el que han renombrado al mundo.
Tras los escotes donde esconden sus carnes, remodelan el vestido del pan que han de comer, con el que han de abrigar y mandar a la escuela a sus hijos. Con el que la tragedia de las castas, de la inferioridad que la misma sociedad les ha conferido, las hace más grandes, capaces de conquistar al rey de los cielos con solo mostrar su infinito amor al lavarle los pies, ellas son realmente las Diosas, las grandes triunfadoras, cuyo secreto seguirá siendo silente ante los prejuicios que las condenan.
Creo que en alguna otra vida fui puta, cortesana, prostituta, ramera, o…

Geisha

jueves, octubre 05, 2006

El orgasmógrafo del abuso

Algunas veces cuando me atacan esas dudas extrañas que no son fáciles plantear a cualquiera, me pregunto ¿habrá en este mundo alguna mujer que no haya sufrido ninguna agresión sexual?, y me asusta el planteamiento de mi pregunta porque si antes la pregunta era inversa sobre ¿Quién ha sido la desgraciada de sufrir una agresión?, ahora es “a quien no”.
Ciertamente ese tipo de casos siempre han existido, pero hoy, gracias a la ola mediática, y todas esas cosas de derechos humanos, de fundaciones por la protección de la mujer, que han difundido la denuncia se conocen nuevas formas de protección y ayuda.
Pero ¿hay formas de prevención?, ¿es necesario que las mujeres dejemos de utilizar faldas cortas, escotes, para que no nos violan el respeto?
Hasta hace algunos años descubrí la mejor forma en la que puedo repudiar al mundo y al pasado, y fue a través de los relatos que mi madre me hacía sobre su infancia y su demás primas, hermanas, tías y abuelas. Y aunque siempre me dejó con frases a la imaginación, hubiera preferido no tener que imaginarlas.
Toda esa telebasura a la que estuve expuesta, me enfermaron las esperanzas de pensar que toda la gente era buena en este mundo. Los casos donde el tema más vendido en la cajita parlante, era el abuso sexual de niñas, mujeres, niños, fueron chatarras venenosas que me hicieron crecer con miedos a las calles solas, a caminar por un terreno baldío, a tener que compartir tiempo a solas con una persona extraña, hasta tenía miedo de no poder gritar del terror.
Entre esas preguntas que no me atrevo a hacer están esas de ¿existirá alguna mujer que haya disfrutado de su abuso sexual?, y aunque mi pregunta suene incomoda ante lo socialmente correcto, donde se cree que las mujeres violadas, quedan traumadas para toda la vida y que se vuelven medias locas, muchas dudas acerca de esos nuevos mitos me pasan por la cabeza. Tal vez lo que menos necesitemos sean loqueros o psicólogos para curar el trauma, tal vez lo que se necesite sea no satanizar el acto mismo, que le da cierto sabor de exotismo a quienes gustan de ese tipo de prácticas proxenetas por el repudio o la condena de un acto ilícito.
Debo aclarar que estas dudas me han surgido de mucho tiempo atrás, incluso antes de leer al rabo verde de García Márquez, en el “Amor en los tiempos del cólera”, donde para mi gusto, refleja en su literatura una pedofília elegante y hasta bella; incluso el personaje que más recuerdo es una mujer que en sus tiempos de adolescente es violada y en su vida adulta se la pasa buscando a su agresor, pero no para vengarse, sino para ofrecerle su gratitud y amor.
Si el valor tan exacerbado que la cultura humana le ha dado a la virginidad femenina no existiera, otra gallina cacarearía, pero no, mis dogmas, mis tradiciones, mis costumbres y toda la sarta de cosas que mi medio social se encargó de clavarme hasta el día de hoy, fueron cómplices de esa teoría de sobrevaluar mi virginidad y supongo que ha sido el modelo que muchas mujeres hemos tenido que seguir. ¡Oh desilusión! ¡Oh tortura cruel!
Ya no es el pene agresivo, la cópula, el himen roto, las gotas de sangre, sino la condena social a la que se está sometida, al juicio humano tan desagradable de hacerte o convertirte en una aborrecible “victima”, esa imagen comienza a darme asco, y más asco me da por haberla sentido no alguna, sino muchas veces, cuando vuelvo la mirada a mi pasada autoconmiseración, me repudio.
El humor negro de Enrique Serna, me dio muchas puntadas, me hizo satirizar mentiras realizadas, abusos sin verlos como tales, inventar una que otra mentira a personajes reales en historias, que terminaron reclamándome “¿y tú que sabes de mi? ¡No tienes derecho a hablar así de mi vida!”, y ahora mi respuesta fríamente sería: sinceramente nunca me interesó saber lo que sentiste realmente, todo lo inventé, solo dejé de cierto, cosas evidentes.
Cuando leí “El Orgasmógrafo” de Serna, lo hice en un motel. Coincidencia o consecuencia de mi curiosidad, pensé que terminaría masturbándome con el libro pero no, realmente me dejó más pensativa que extasiada, el cuento central de este texto es homónimo, donde se narra una sociedad ficticia cuyo sustento es la cuota de orgasmos de todos los ciudadanos, un mundo donde se promueve la sexualidad en todas su formas de perversión condenadas en nuestro mundo real, pero alterada por una mujer cuyo delito es su virginidad y es encarcelada por ello, finalmente la terminan corrompiendo por el lado emocional.
Más molestia me causó José Agustín, en “Vida con mi Viuda”, donde no pude soportar sus breves descripciones de la secta a la que Kaprinski pertenecía y sus videos snob, lo que más susto me puede dar, es mi condición animal de salivar.
El tema de los abusos sexuales (y no sólo de mujeres), no lo he encontrado o visto desde otro panorama que no sea el de la condena jurídica, moral, religiosa, supongo que hay puntos no tocados, hay un abismo de dudas, de consecuencias no necesariamente traumatizantes que no se han estudiado, existe un mundo de secretos, de mitos, de temas incómodos, que ya no concuerdan con el exotismo de la “sexualidad abierta”, de esa sexualidad que tanto nos fascina leer o ver, aun se resisten a tocar por cuestiones culturales de temor, o salud mental, sin duda es un tema complicado, poco sencillo de abordar sin ser agredido con moralinas de cuello alto, o unas lágrima intermedias producto de la moral implantada, o del cinismo kitsch, o la incomprensible irracionalidad de “pasó y ya se me olvidó”.

Geisha

martes, octubre 03, 2006

Zapatitos


Hoy se me ocurrió llevar zapatos altos al trabajo, y como nunca me cansé más de lo normal. Si, la verdad es que no me acostumbro a los tacones, apenas este fin la Lolis y yo fuimos al cumple del jefazo, y se me ocurrió llevar las azules, para colmo no habíamos comprado el regalo, como somos prole y obviamente no tenemos coche, pues ahí nos tienen caminando más de 2 ó 3 kilómetros para una chingada pluma con foquito laser, lamaparita, y cajita de madera, que después terminé arrepintiéndome de comprarla porque me costó un ojo de la cara, ¡oh si, pero yo queriendo quedar bien!
Creo que le hubiera justado igual el llavero que valía 4 veces menos. ¡carajo!
Yo súper linda, ahí voy con los taconazos, casi al borde del colapso, me preocupé en serio cuando empezaron a pasar lo helicópteros (ya que la comida fue en la casa del jefazo que vive en pleno centro), y me dije “¡no vaya a ser que empiece el desalojo y yo como corro!”




¡Pues yo también tengo unos tenis rojos! ¡sucios también!
Desde hace tiempo quería hablar de mis zapatos, que sinceramente dicen mucho de mi, y no es canción de Gloria Trevi; aunque me fascinan las zapatillas, soy muy bruta para usarlas, y termino con mis zapatitos de piso, ciertamente desde que fui a Tlahui y me llevé los choclos rosas, me dije que necesitaba urgentemente unas botitas para caminar a gusto.
Así que hoy me fui a buscar unas, aprovechando una feria de piel de los leoneses que se les a dado por venir muy seguido. Después de buscar y rebuscar, modelos, precios, (soy quisquillosa para comprar) y cansada de no encontrar nada que me gustara, vi unos que parecen zapatos ortopédicos, pero que cómodos son ¡verda de Dios! Así que nuevamente el principio de la comodidad triunfó en mis zapatos nuevos, que aunque nada tienen de femeninos les apuesto que los usaré más que las azules.
Aquí se los presento... (¡nada que ver con los demás verdad!)

Geisha

sábado, septiembre 30, 2006

Post 100 Convocatoria

Hemos llegado al post número cien. Celebramos con algarabía la primera centena de vida de este blog, por tal motivo, y a petición de los lectores que siempre dejan comentarios, se convoca a todos y todas aquellas que quieran participar en el primer concurso de bragas.
El ó la ganadora, será premiada simbólicamente con la braga de este blog.
Después de un tiempo ideando el reto al que algunos se han declarado dispuestos a lo que sea, corrieron por mi cabeza una serie de ideas usureras, aprovechadas, impuras etc., pero apelando a mi honorable calidad moral, (toda ella negociable) se presentan las formas de acumular la mayor cantidad de puntos y convertirse en el ganador de este primer concurso de bragas del blog “Escribiendo a calzón quitado”.


Reglas del reto

Podrán participar todos (as) aquellos lectores que manden sus participaciones antes del post 105 (aproximadamente diez días después de la publicación de esta convocatoria), y tendrán que enviar su solución al siguiente correo:

En la fase I cada respuesta acertada equivale a 3 puntos, lo que dan un total de 15.
Al ser enviadas las soluciones pasan a ser propiedad del blog y podrán ser publicadas.

Fase I

Contestar correctamente a las siguientes preguntas sobre termodinámica y física cuántica, nah, no es cierto.

1. ¿Cuál es el verdadero nombre de Geisha?

Pista: Cineasta surrealista, mejor película.

2. ¿Cómo se hace llamar Geisha en los post donde hace referencia a su parte irresponsable y a su parte responsable?

Pista: De Diosa a Demonio

3. ¿En qué post se revela el nombre de Geisha o hace referencia a él?

Pista: Agosto

4. ¿A qué genero literario pertenece el escritor mexicano del que se han escrito algunas memorias?

Sin pista

5. ¿Cuál fue la primera foto de Geisha publicada en un post de este blog y cómo se llama?

Sin pista.

Fase II


El reto es el siguiente:
Enviar una foto libre (del participante), donde se incluya la siguiente frase “¡Quiero la braga de Geisha!” (sin montajes, ni texto superpuesto), se calificará originalidad e ingenio.

Valor: 20 puntos


¡Corre tiempo! A todos aquellos que idearon este concurso, aquí tienen las bases y ahora les toca cumplir su participación. Los retos no tienen la mayor dificultad, por si tienen alguna duda déjenla en la cajita de cometarios.
Atentamente

Jurado calificador

Geisha

miércoles, septiembre 27, 2006

Detrás de la puerta

Monse detrás de la puerta.


Gusano horripiloso


Deditos duelen...

Geisha

Recuento

Desalojo, ¡sangre, sangre! Eso dicen desde hace unos meses.

Por otro lado una viejita dice…

-¡Ya estuvo suave que nos traten como indios pendejos! ¡ya estuvo suave que el pinocho ese haga lo que se le de la gana! Y si me van a matar que me maten, yo le ando ayudando a los maestros para hacer las bombas molotov para mañana.

¡Qué entre el ejercito! Dicen los que tienen auto, trabajo seguro y pan caliente en la mañana.

Ya no mi susto, ver una peli diaria donde la sangre le da sabor al caldo, es ahora mi conclusión, hasta que no se derrame la suficiente y sea ofrendada a los Dioses, no terminará. ¿Regresamos a épocas prehispánicas donde es necesario hacer nuestra ofrenda humana?

Nunca nos fuimos de esas épocas.

Las guerras, guerrillas solo son representaciones de la muerte en memoria de una causa (que muchas veces encuentro estúpida), una razón simbólica en busca de poder, de un nuevo orden, una reacción como las leyes naturales, que a través de terremotos, tornados, erupciones volcánicas, huracanes, etc., se reorganizan.

Creo que seguiré viendo películas y no diré estupideces.

Cambiando radicalmente, el tema, lectores queridos haciendo un recuento de los post este es el número 98, pero ya pronto, pronto, llegaremos al cien y la convocatoria estará publicada.

Geisha

martes, septiembre 26, 2006

Monche

Monserrat, tendrá cerca de dos años, su carita de infante es tan comparable con el mundo que la rodea, campo, aire, plantas, frío, pies de barro, belleza pura de un reino natural en medio de la sierra.

Cuando me vio en casa de su abuelita, se escondió detrás de la puerta de lámina de la cocina; mientras intentaba saludarla y hacer esas payasadas que los adultos creemos que les van a gustar a los niños, ella ponía su mirada por los orificios de la puerta para verme.

Siempre he creído que los niños son una maravilla de la naturaleza, empezando por lo increíble de su cuerpecito diminuto de unos setenta centímetros de altura.

De todo lo que conocí en Tlahui, Monche fue de lo más fenomenal, cada vez que pasaba cerca de mi, corría, se escondía detrás de la puerta o cerca de su mamá, como si fuera a robarla, y vaya que tenía razón en hacerlo, pues uno tiene esa manía de tocar o apropiarse (cuando se puede) de las cosas que le gustan.

Posó más de dos veces para la cámara, todo de ella me provocaba cierta fascinación, su forma de correr saltarín con huarachitos, sus dos colitas de cabello que se movían al ritmo de sus pies, su carita diáfana, sus ojos desvergonzados que miran sin restricción alguna y sobre todo su vocecita inocentona de habla mixe.

La tragedia infantil no pudo faltar, recargó su manita en el tronco de un árbol y un gusano horripiloso le picó en la palma que se le inflamó al instante, ella sin el berrinche común de los consentidos, se quejó con una carita fruncida por la molestia, pero no lloró y mostró su bracito con el asombro de algo increíble, de una mutación extraña que sufría su manita al no poder mover sus dedos curiosos de fetito.

Después del desayuno, Monche ya no me sintió tan ajena, cuando fue hora de despedirse, Zenaida, su tía, le pidió besito, ella sin objeción se lo dio encantada; abusando de su buena venia le pidió que me diera uno a mi también, por una extraña razón tampoco repeló, puso sus labiecitos salvadores en mi mejilla y como la redentora de besos en el lugar me sonrió, y creí haber conocído a la ternura en persona.

Geisha

lunes, septiembre 25, 2006

Notita

Contextualizo este fin me fui a la sierra mixe, me autoinvité a la casa de Zenaida, jo, jo, jo, que está en un pueblito casi en la punta del cerro, llamado Tlahuitoltepec, mi amiguis trabaja en la radio comunitaria y la labor que se hace ahí es impresionante.

Tomé muchas fotos, que ya subí al fotoblog.

Por otra parte, estimados lectores y amigos, les informo que por cuestiones personales, anímicas, y apelando a la salud histórica de este blog, borré tres post, no con la intensión de aplazar el concurso de bragas, no, sino porque se me dio la gana de quitar las cosas que ya no son útiles aquí. Así que me comprometo a que cada vez que suba un post, subiré otro más, para llegar a la cien esta semana. Por su comprensión mil gracias.

Geisha

Zeni

Zenaida y yo, nos conocimos en el curso previo al iniciar las clases en la universidad, su acento mixe en el español la caracterizaba, y en su discurso noté algo que muchos no teníamos en ese momento: una forma de pensar radicalmente diferente.

En el transcurso de los cuatro años en los que estudiamos juntas, no fuimos las mejores amigas, ni nos fuimos de parranda, ni siquiera tomamos una gota de alcohol juntas, ni tuvimos una plática profunda de nuestros problemas existenciales. Pero de alguna manera me sentía con mucha empatía hacia ella.

Ambas hijas de madres viudas luchonas, esos seres increíbles que nos han enseñado que tenernos no ha sido fácil, ambas rasgando cada décima de promedio para mantener el descuento en la colegiatura, de vestimenta sencilla, cabello largo, y pies bonitos.

Después de cinco años de habernos conocido, puedo decir que representa el orgullo de la generación y lograr lo que ella ha logrado me da una satisfacción tan grande como si yo lo hubiera hecho, ni siquiera la envidio porque sé que ella lo merece.

La volví a encontrar en el IAGO, ahí me enteré que el video que hizo sobre la radio comunitaria de Tlahuitoltepec (su comunidad), había sido enviado a una muestra de videos indígenas a Morelia, y que esperando que le den la visa a tiempo, se vaya a Nueva York donde será proyectado en la Muestra de Videos del Indio Americano.

Aquí en Oaxaca presentó su video en el epicentro de creación y proyección audiovisual, el cine club “El Pochote”, (institución también fundada por el pintor Francisco Toledo).

Cuando la volví a ver no perdí la oportunidad para decirle que quería hacerle una entrevista, cosa que ha ciencia cierta no hice porque nos la pasamos platicando de las cosas que empezamos a experimentar después de la escuela.

Le hablé de mi blog, de mi lucha existencial con Rulfo, de mi enamoramiento, de mis experiencias como maestra y ella me comentó de lo que hacía en su radio comunitaria, de los programas que conducía en mixe y del impacto que tenían con la gente de Tlahui y a las poblaciones a las que llegaba la señal, además que un día el cabildo (las autoridades municipales del pueblo) la habían ido a buscar a su casa para invitarla a que ella fuera la secretaria o algo así del municipio, y que esa acción por parte del gobierno costumbrista, era lo más honroso que un ciudadano y más una mujer podría recibir en el lugar.

Ella no aceptó, prudencia que admiro enormemente, al preferir seguir dedicándose de lleno a su producción radiofónica.

Aquí les presento a Zenaida Pérez Gutiérrez (el primer nombre verdadero que escribo en este blog), a la Zeni como le decíamos de cariño, la chaparrita de facciones bonitas, la india corajuda y terca como una mula, la que se defiende hasta con los dientes, la que habló en mixe cuando hicimos nuestro altar en noviembre, con la que he podido tener esas pláticas que lo hacen sentir a uno revolucionario, a la Zenaida curiosa que aun hablando en dialecto se le salen expresiones como “Asuu máquina” o “Chido”.

¡Zeni cabrona! De verdad que eres mi ¡ídolo!

Geisha

(Por cierto Zeni, cuando se haya proyectado tu video esperamos verlo en línea, saludote)
A mis paisanos, le informo que el video se proyectará el 12 de octubre a las 8:00 pm, en el Pochote ¡no falten!