¡Hoy se acaba el año! ¡Chingaos, esta última madrugada del 2006 me robaron el celulófono!
Ahora si quiero que se acabe, y eso que sólo fueron cuatro cervezas y siete tabacos.
La poesía y el erotismo, no se crean ni se destruyen, sólo se hacen metáfora del sexo.
Liliana la abrazó para contenerle las lágrimas a punto de escaparse de sus ojos.
- Algo he aprendido en los últimos años Carmen, así tus padres sean los peores, así te regañen sin razón, así te hayan hecho daño, así sus argumentos para reprenderte sean retrogadas… “Los papás siempre tienen la razón, y no hay que juzgarlos”, eso es algo que no voy a discutir, entiéndelo, y ya párale de reprochar eso a tu padre.
Después de unos minutos, Carmen alzó la cara y perpleja preguntó.
- ¿Por qué me dices Carmen?
- Así te llamas ¿no?
- Pues soy tu madre.
Liliana rió descaradamente.
Geisha
Como han leído mis estimados lectores he pasado por diversas etapas en las de este conflicto que vivo en mi ciudad, empecé quejandome, y hoy me uno a la causa. Me quité la apatía, dejé de ser espectadora y me uní a la mega marcha de hoy, a la voz del pueblo, a las consignas de lenguaje popular con las que grité bajo el sol, ¡maravillosoo de verdad! ver gente de lo más humilde, jóvenes, niños, incluso personas discapacitadas que alzabamos los gritos ¡somos mayoría!
Esta vez Chelito y yo, quedamos de acuerdo que si iríamos, mi madre se sacó un poco los nervios ante mis culeras consignas, de "nada, nada que, si no vamos es por pinches cobardes huevonas"; ante la mala cara de su marido, que fue mas de miedo y colapso, no le quedó de otra que acompañarnos.¡¡Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó!!
Después que la PFP intentase este dos de noviembre, el desalojo de los brigadistas en ciudad universitaria, la gente reaccionó, ahora más que nunca las voces se unieron a una mega marcha, realizada hoy domingo.
El principal foco de reacción ha sido la estación de radio universidad, tomada desde el 14 de junio, donde podría decir es el motor primario de este movimiento; como estudiante de comunicación debo admitir que ha sido la influencia de este medio el que ha movilizado, conscientizado a una la gran mayoría del pueblo oaxaqueño, en las que me incluyo.
Dentro de los locutores improvisados que tiene radio universidad, hay una mujer en especial, cuya voz nos ha terminado convenciendo, es la de una vieja cojonuda, hasta apenas hoy conocí quien era, una mujer de cabello blanco, con una convicción que contagia hasta el más apático, esta señora es La Doctora, nunca dice su nombre, pero su tono de voz inconfundible, le ha dado una autoridad impresionante con la gente que la escucha casi diez horas en la radio.
¡De estos culos de viejas debería haber más!
¡No somos dos, no somos cien, pinche gobierno cuéntanos bien!
Hasta hace unos días nuestro ex gober, decía que era una minoría la inconforme, pero les aseguro que una marcha que rebasó los 7 kilómetros de gente, no representa una minoría. Las voces que gritaban la destitución del cargo, ya no hablaban por una asamblea, por un magisterio, por unos estudiantes, sino por la salud de un pueblo cada vez más atento de lo que pasa en su entorno.
Geisha
Geisha
Monserrat, tendrá cerca de dos años, su carita de infante es tan comparable con el mundo que la rodea, campo, aire, plantas, frío, pies de barro, belleza pura de un reino natural en medio de la sierra.
Cuando me vio en casa de su abuelita, se escondió detrás de la puerta de lámina de la cocina; mientras intentaba saludarla y hacer esas payasadas que los adultos creemos que les van a gustar a los niños, ella ponía su mirada por los orificios de la puerta para verme.
Siempre he creído que los niños son una maravilla de la naturaleza, empezando por lo increíble de su cuerpecito diminuto de unos setenta centímetros de altura.
De todo lo que conocí en Tlahui, Monche fue de lo más fenomenal, cada vez que pasaba cerca de mi, corría, se escondía detrás de la puerta o cerca de su mamá, como si fuera a robarla, y vaya que tenía razón en hacerlo, pues uno tiene esa manía de tocar o apropiarse (cuando se puede) de las cosas que le gustan.
Posó más de dos veces para la cámara, todo de ella me provocaba cierta fascinación, su forma de correr saltarín con huarachitos, sus dos colitas de cabello que se movían al ritmo de sus pies, su carita diáfana, sus ojos desvergonzados que miran sin restricción alguna y sobre todo su vocecita inocentona de habla mixe.
La tragedia infantil no pudo faltar, recargó su manita en el tronco de un árbol y un gusano horripiloso le picó en la palma que se le inflamó al instante, ella sin el berrinche común de los consentidos, se quejó con una carita fruncida por la molestia, pero no lloró y mostró su bracito con el asombro de algo increíble, de una mutación extraña que sufría su manita al no poder mover sus dedos curiosos de fetito.
Después del desayuno, Monche ya no me sintió tan ajena, cuando fue hora de despedirse, Zenaida, su tía, le pidió besito, ella sin objeción se lo dio encantada; abusando de su buena venia le pidió que me diera uno a mi también, por una extraña razón tampoco repeló, puso sus labiecitos salvadores en mi mejilla y como la redentora de besos en el lugar me sonrió, y creí haber conocído a la ternura en persona.
Geisha
Tomé muchas fotos, que ya subí al fotoblog.
Por otra parte, estimados lectores y amigos, les informo que por cuestiones personales, anímicas, y apelando a la salud histórica de este blog, borré tres post, no con la intensión de aplazar el concurso de bragas, no, sino porque se me dio la gana de quitar las cosas que ya no son útiles aquí. Así que me comprometo a que cada vez que suba un post, subiré otro más, para llegar a la cien esta semana. Por su comprensión mil gracias.
Geisha
Zenaida y yo, nos conocimos en el curso previo al iniciar las clases en la universidad, su acento mixe en el español la caracterizaba, y en su discurso noté algo que muchos no teníamos en ese momento: una forma de pensar radicalmente diferente.
En el transcurso de los cuatro años en los que estudiamos juntas, no fuimos las mejores amigas, ni nos fuimos de parranda, ni siquiera tomamos una gota de alcohol juntas, ni tuvimos una plática profunda de nuestros problemas existenciales. Pero de alguna manera me sentía con mucha empatía hacia ella.
Ambas hijas de madres viudas luchonas, esos seres increíbles que nos han enseñado que tenernos no ha sido fácil, ambas rasgando cada décima de promedio para mantener el descuento en la colegiatura, de vestimenta sencilla, cabello largo, y pies bonitos.
Después de cinco años de habernos conocido, puedo decir que representa el orgullo de la generación y lograr lo que ella ha logrado me da una satisfacción tan grande como si yo lo hubiera hecho, ni siquiera la envidio porque sé que ella lo merece.
La volví a encontrar en el IAGO, ahí me enteré que el video que hizo sobre la radio comunitaria de Tlahuitoltepec (su comunidad), había sido enviado a una muestra de videos indígenas a Morelia, y que esperando que le den la visa a tiempo, se vaya a Nueva York donde será proyectado en
Aquí en Oaxaca presentó su video en el epicentro de creación y proyección audiovisual, el cine club “El Pochote”, (institución también fundada por el pintor Francisco Toledo).
Cuando la volví a ver no perdí la oportunidad para decirle que quería hacerle una entrevista, cosa que ha ciencia cierta no hice porque nos la pasamos platicando de las cosas que empezamos a experimentar después de la escuela.
Le hablé de mi blog, de mi lucha existencial con Rulfo, de mi enamoramiento, de mis experiencias como maestra y ella me comentó de lo que hacía en su radio comunitaria, de los programas que conducía en mixe y del impacto que tenían con la gente de Tlahui y a las poblaciones a las que llegaba la señal, además que un día el cabildo (las autoridades municipales del pueblo) la habían ido a buscar a su casa para invitarla a que ella fuera la secretaria o algo así del municipio, y que esa acción por parte del gobierno costumbrista, era lo más honroso que un ciudadano y más una mujer podría recibir en el lugar.
Ella no aceptó, prudencia que admiro enormemente, al preferir seguir dedicándose de lleno a su producción radiofónica.
Aquí les presento a Zenaida Pérez Gutiérrez (el primer nombre verdadero que escribo en este blog), a
¡Zeni cabrona! De verdad que eres mi ¡ídolo!
Geisha