sábado, octubre 28, 2006

Ceguera

Para Jacquelin.

Hace tiempo prefería hablar de trivialidades, tenía mil razones para justificar mi ceguera voluntaria, cada vez que emitía juicios del ambiente que se vive aquí en mi Estado, las voces eran más débiles.
¿Cómo empezó todo? Empezó desde las cadenas de pobreza, marginación, desempleo, y miles de cosas, de las que podría hacer una larga lista, siguieron reproduciéndose de manera más acentuada aquí en Oaxaca. La versión oficial dataría en que hace cinco meses, en mayo, fecha en la que cada año el sindicato magisterial se planta en el zócalo, para hacer su mítico paro con demandas de rezonificación, que en términos más claros es el aumento salarial y de prestaciones, el gobierno estatal sólo ofreció unos cuantos millones, pero la bolita de la rezonificación se la echaron al gobierno federal que se hizo de la vista gorda y ni siquiera metió las manos. La oferta fue rechazada por el magisterio y el paro se prolongó hasta que cumplido el mes, el 14 de junio, las fuerzas policíacas iniciaron un desalojo, sin la utilización de armas de fuego, pero si de gas lacrimógeno y unas cuantas golpizas a quienes se resistiesen.
Las demandas laborales del magisterio pasaron a segundo plano, al conflicto se sumaron nuevas organizaciones entre las que destaca la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca, (pleonasmo según Carlos Marín) y la causa ya no fue la rezonificación sino, la destitución del gobernador Ulises Ruiz Ortiz. Desde esa fecha la ciudad ha estado bloqueada, como reacción y medida de seguridad para impedir que las fuerzas paramilitares entraran en cualquier momento.
Esta situación provocó el descontento de la sociedad oaxaqueña, la ola mediática de desprestigio hacia el conflicto ha sido impresionante, y no sólo de una, sino de ambas partes, del gobernador se le cataloga como un fascista, incapaz de gobernar (hasta llegaría pensar, que adjetivo le queda grande), a la APPO, como un grupo de vándalos que han hecho de la ciudad un caos. Gran parte de la sociedad civil (clase mediera, hablando que aquí la clase media es la que tiene pan y trabajo), aún después de haber matado, desaparecido, encarcelado, a maestros, dirigentes; creen que es necesario que el conflicto se solucione por medio de la fuerza, a los maestros los ven como a personas que carecen de autoridad para educar a los niños, y me pregunto ¿Necesitamos que nos cacheteen más?
Prefieren la paz impuesta del tirano, hasta hace tiempo yo también pensaba que era mejor la tranquilidad, después de vivir este conflicto, de haber sido explotada en trabajos en los que ofrendas la vida por una bicoca de dinero, de ver como la gente se humilla por un empresario déspota, de ver como la educación se enfoca a hacernos obreros obedientes, de ver como esa cultura occidental nos hace discriminar al hermano indígena, de ver como a nuestras madres, padres, han sido despedidos de sus empleos porque se niegan a corromperse, de ver como a mis propios alumnos bajo su visión justifican la irracionalidad del intolerante.
Todos se quejan, que si sus negocios, que si su trabajo, que si la seguridad; la auto conmiseración los hace ver el camino fácil de la violencia. Hasta hace tiempo protestaba por todo aquello que nos ha causado estragos en nuestra salud, en nuestra economía, en nuestra familia, trabajo, pero ya era de esperarse que un conflicto de este tipo explotara en cualquier parte de este país, ahora me siento orgullosa de vivirlo, de ser parte, y aunque no soy militante, ni pongo barricadas, después de un proceso largo de reflexión encontré la dosis perfecta para intoxicarme de la causa y decir ¡ya basta!, somos muchos los inconformes.
Los del sur tenemos una gran escuela, vivimos la pobreza, el desempleo, la desigualdad, la violencia contra las mujeres, la marginación, en casa ni siquiera contamos con los servicios básicos, la represión política, la represión de los universitarios, el desprestigio de ser los que en educación tengamos el nivel más bajo de conocimientos del país, pero les aseguro que de consciencia y de coraje no. Tenemos una gran escuela, aprendimos en cinco meses, que si podemos protestar y ser escuchados, que todavía hay gente capaz de luchar por una causa, de esa gente aprendemos más que en clases de cívica y ética, que nos enseñan valores en papel.
Esta ha sido una prueba de resistencia de ver como dos malos contrincantes se defienden con los dientes, y como la incapacidad de uno, lucha por hacernos creer que seguimos siendo estúpidos.
Tal vez nuestra estupidez se mantuvo maquillada, por pensar que no hubiese otros muchos oprimidos capaces de alzar la voz y manifestarse, como lo hacen ahora.
Si eres de los que se ríen porque haya maestros muertos, porque un reportero haya sido asesinado por una bala represora, y ahora quieran argumentar que ese mismo comunicador era un guerrillero proAPPO; no es secreto que URO desde que inició su gobierno tiene un serio problema con los medios; si eres de esos, duda de tus capacidades sensitivas e intelectuales, y de tu condición humana también.
Somos más a los que nos duele ver matanzas que siendo del bando que sean nos afectan, porque tengo un hermano militar, porque tengo una hermana burócrata priísta, que siendo incapaz de levantar un arma, es un persona que sus ideas radicales en pro de la intervención de la fuerza, es capaz de preservar este estado de desigualdad siendo más letal que la violencia misma, porque tengo una madre acobardada por la edad, y con los frenos necesarios para no meterse en el movimiento, y porque soy maestra y mi deber es despertar dudas, abrir posibilidades en las ideas y pensamiento de jóvenes, porque lacera el hecho de que mis maestros, mis ahora colegas sean asesinados por una causa que yo también defiendo.
No alabo las medidas que ha sido tomadas, ni la radicalización de un grupo como otro, pues han ocasionado grandes costos a toda la población, la complejidad de la organización se ha desgastado, los comentarista hablan de Oaxaca, hablan de las posibilidades de solución ¡carajo! Podrán opinar misas, pero sus palabras no sirven de nada si no escuchan lo que nosotros, los ciudadanos, los maestros, los alumnos, pedimos. Representamos el semillero de inconformes en este tiempo que ya no sólo exigimos pan, sino un poco de respeto a nuestra ideas y a nuestra condición de humanos y no de animales que nos pueden matar cuando se les antoje.
No solo lacera ver muertos, sino la confusión en que la sociedad se ha visto inmersa, quienes no entienden que las causas van más allá de la destitución de un gobernador, atacan a los militantes como viles vándalos ¿qué no ven que al igual que nosotros, quienes militan son padres, madres de familia, estudiantes, civiles que se unen por una causa?, ahora si me encabrona tanta ceguera. El conflicto se torna aun más difícil, cuando la guerrilla interna se vuelve más peligrosa, cuando la misma ciudadanía se pelea entre ella.
Oaxaca permanece silente, no podemos salir de casa, la información en la televisión como siempre es inexistente, los únicos medios de comunicación, solo son dos estaciones; radio universidad, operada por la APPO, tiroteada ayer y cuyos teléfonos de línea local han sido bloqueados, la otra radiodifusora clandestina se dedica a desprestigiar al magisterio y a la asamblea, es obvio que está dirigida por el ex gobierno estatal y al escucharla se me enjuta la garganta de no poder hacer nada y escuchar argumentos tan irracionales.
Sigamos hablando de trivialidades, para estresar a la razón, para cachetear la apatía, para promover las acciones en nuestra vida cotidiana, para insultar a la pereza, para creer que la felicidad existe y engañarnos que somos los mejores en coger.

¿Lloverá hoy?, ayer un chubasco limpió las gotas de sangre en el asfalto. El sol salió, pero ambiente tiene frío y yo tengo coraje.

Qué triste se oye la lluvia en las casas de cartón...

Geisha

viernes, octubre 27, 2006

Ahora si...

Siempre he tenido ganas de conocer y hacer amistad con algún personaje cuyas capacidades intelectuales, artísticas o creativas, sean mounstrosas. Sólo he conocido a un tipo de esos, del que me puedo considerar amiga, y cuya admiración me ha remitido a estatus de mala alumna.
Curiosamente cuando el buen “Mantecado”, como le solía decir a sus espaldas, porque obviamente me hubiera dado una gran cachetada si se enteraba que le decía así; corregía nuestros mediocres escritos adolescentes y uno que otro se le ocurría decir una estupidez, como era común en mi (Liliana y su gran bocota que mejor ya no la hago hablar), el debate se tornaba, agresivo, humillante para quienes argumentábamos cosas poco defendibles, y por lo menos esa idiotez me ayudó a aprender mucho de aquel buen maestro, que a ciencia cierta nunca lo fue, pero que yo lo consideraba como tal.
Cómo olvidar que él fue el primero que me llevó a un teybol, según para que conociera el mundo, y muchas otras cosas de las que puedo hacer una larga lista, solo menciono la primera porque me produce cierta gracia… pero no iba a hablar del Mantecado, realmente quería hablar de un personaje al que admiro, y al que le debo mucho, tanto como a mi primer cuate mounstroso, con la diferencia que este ni siquiera me conoce, el gran diálogo que he podido entablar con él se remite al “buenos días, buenas tardes, buenas noches señor”; se me ocurrió hablar de él porque hace unos días en la calle donde esta ubicada su casa, le fueron a tirotear en la madrugada, y me llegó el horror de pensar “¿qué será de nosotros cuando se muera?”.
Si, Francisco Toledo, el pintor juchiteco, que ha menudo sale en la jornada para protestar por cuanta cosa sea protestable (osease todo) en mi Estado. Independientemente del escándalo por evitar que pusieran un mc donal´s, en el centro histórico, por ser el primero en alzar la voz por el destrozo que hubo a la remodelación del zócalo, el mediador en muchos de los conflictos en los que vivimos, al que a menudo se le pregunta su opinión, por tal o cual matanza, por tal o cuál asunto político, por tal o cuál elección, por tal o cuál trabajo artístico, más allá de su labor de líder de opinión, yo le debo muchas visitas a las letras, a las exposiciones fotográficas, a las proyecciones cinematográficas, a la música… y todo esto gracias a las fundaciones que ha creado, el Instituto de Artes Gráficas, cuya biblioteca es una de las importantes colecciones de arte en América latina, dentro de esta fundación tenemos un centro fotográfico, una fonoteca, un cine club, una biblioteca para ciegos, muchos eventos literarios y conferencias, de los que me declaro usuaria.
Aunque nunca haya cruzado palabra con este personaje, puesto que le guardo cierta reverencia, realmente lo estimo, supongo que nunca me atreveré a hablarle, mucho menos entablar una platica amistosa o personal, pero me considero producto de la labor que ha hecho en Oaxaca, por él he conocido libros, amigos, he ido a conferencias, he visto pelis maravillosas, he comido riquísimo en el mercado orgánico que hace un año fundó, y espero que siempre tengamos IAGO, Pochote (cine), Álvarez Bravo (centro fotográfico), y demás lugares.
La gente que no conoce la importancia de su trabajo, ya no artístico, sino educativo cultural, lo mira como un greñudo con huaraches, haraposo de manta, o el ermitaño al que le chocan las fotos, creen que para ser alguien famoso o de éxito, debe ser un fufurufo de carrazos, bien vestido, viviendo en el extranjero; señores, pues he de confesarles, que yo me siento orgullosa de conocer aunque sea de vista a este maravilloso señor, al que veo leyendo el periódico “el país” sentado en las escaleras, al que veo caminar en las calles y me responde el saludo, al que a veces invita a Carlos Monsivais para repetirnos lo pendejos que somos al no poderle preguntar cosas más interesantes en sus conferencias, al que siempre tengo ganas de conocer y no me atrevo a hablarle, y le tomo fotos mientras camino detrás de él para que no se dé cuenta… ese es mi cuate el Toledo (ja, hasta sonó como Chavelo).

Geisha

jueves, octubre 26, 2006

Toledo

Escribí un post sobre Toledo, no lo he podido subir porque primero blogger no estaba funcionando, luego mi maquina no quería cargar la página, y ahora me doy cuenta que no traigo el archivo en mi memoria, ¡aahggg qué coraje me da!
Bueno, bueno, curiosamente el día que le tomé esta foto lo fueron a tirotear afuera de su casa (nada grave pasó)... lo subo luego.

Geisha

domingo, octubre 22, 2006

23 cigarros, 23 razones

Mañana cumplo 23 años, y aunque he advertido a algunas amistades de cierta fecha, me he puesto pensar que no debí hacerlo, finalmente de todos modos se les va a olvidar y ya no tendría pretexto para sentirme.
No espero que me llamen, ni tampoco que me regalen algo, es clásico que hasta a mi familia se le olvide, años anteriores era tal mi necesidad de atención que hasta hacía fiesta. Mi mamá para advertir mi aniversario de haberme traído al mundo a sufrir, hizo lasagña.
Cuando se supone que desearía festejar por mi vida, la verdad festejo por mi muerte, de un año para acá, creo que en estos últimos 365 días, me han mandado a la chingada más veces, he tenido más sexo, he experimentado el miedo más vertiginoso, he aprendido a llorar por cosas con menos importancia, he escrito más, tengo una amiga menos, tengo la mejor carta de desaire y repulsión que alguien haya podido escribirme, tengo a dos que tres personas que odiar con justa razón o injusta, pero me da gusto, tengo a cerca de 100 alumnos para que me odien, supongo que tengo una depresión restringida al silencio, una que otra razón menos para no alimentar mis antiguos sueños de secundaria, unos pares de zapatillas más para joderme la espalda, unas cuantas faldas cortas para alimentarme del morbo masculino, centenares de cigarros consumados en mis pulmones, muchas copas del alcohol que me arrepiento de no haber tomado, en fin, tengo muchas cosas de las que puedo sentirme decrépitamente decepcionada.
Y sigo marchita, sigo con el peso que no pude dejar en un bote de basura de aquella ciudad, sigo preocupada también.
Los años no me pesan, lo que me pesa es no poder haber hecho mucho de lo que me pueda sentir satisfecha.

De no poder llenarte ese vacío, de ser impotente, incapaz de ser tu Diosa, y sigo siendo estupida, animalito de diversión, vehemente silenciosa.

Hoy quiero fumar y embriagarme a toda hora para no sentir la carga del tiempo. De vino, de poesía, pero ya no de virtud.
Geisha

105, las respuestas

Lo confieso he sido una aficionada bloguera que no deja mucho tiempo sin postear algo, y supongo que esta es la segunda larga ausencia que he tenido desde que vengo escribiendo por este medio.
Por algunas circunstancias platicaba con la Lolis, que desde hace algún tiempo hemos dejado de tener vida social, yo me concreté a escribir en una maquina y a ella depender de su hijo de dos años. Ante nuestra deprimente situación, decidí gastarme mis ahorros con un buen pretexto para huir de casa unos días, motivo por el que a últimas fechas he conocido gente, vuelto a reencontrarme con mi familia y tener nuevos amigos, lo que me hizo ocuparme más de mi lado social, y vaya que lo necesitaba.
Pero pasemos a cosas que conciernen a mi compromiso que hice en el post número cien. Hemos llegado al post 105 y es hora de publicar resultados. Por tal motivo antes de dar a conocer el ganador doy las respuestas del cuestionario.

¿Cuál es el verdadero nombre de Geisha?
******** (por cuestiones de privacidad me reservo el derecho)2. ¿Cómo se hace llamar Geisha en los post donde hace referencia a su parte irresponsable y a su parte responsable? Liliana3. ¿En qué post se revela el nombre de Geisha o hace referencia a él? Muerte, un deseo ambicioso 4. ¿A qué genero literario pertenece el escritor mexicano del que se han escrito algunas memorias?
Realismo mágico5. ¿Cuál fue la primera foto de Geisha publicada en un post de este blog y cómo se llama? ”Los chelistas”, aunque la primer fotografía sin efecto, fue Virgulilla, por tanto quienes respondieron con la segunda tienen el acierto.

Como nadie se atrevió a pasar a la fase dos, el cuestionario de las cinco preguntas fue el que decidió el puntaje. Quien obtuvo el mayor acierto, confesó no ser fetichista y no estar interesado en el premio, por tal motivo la segunda persona en puntos acumulados, fue... nada más y nada menos que... le será notificado en su mail. ¡Jo, jo, jo!

Geisha

jueves, octubre 12, 2006

Rebanada de sandía

Virginia tiene cuerpo de lagartija. Su menudez, le dibuja una breve silueta de caderas y una cinturita de modelo. Su color prieto, su humor infantil, su chillante voz, su sonrisa con dientes de plata, fueron las cosas que me hicieron configurarla distinto al resto de mis tías.
Después de años de verla como llegaba a mi casa con los ojos morados, llorosa, siempre flaca, y cargando a sus hijos pequeños, me doy cuenta, que sus bromas infantiles, a las que nunca les encontré gracia, se esfumaron con sus primeras canas de abuela.
Mamá me cuenta que una vez la tía Viki, intentó suicidarse con insecticida, y que la fue a regañar en pleno hospital porque terminantemente le dijo que si se moría, mandaría a sus cuatro hijos a un orfanato.
Supongo que eso era un llamado de atención para que dejara de deprimirse por las infidelidades de su marido y se preocupara por sus hijos. Si ella hubiera tenido éxito en su empresa de morirse, tendría cuatro hermanos más en casa. Gracias al cielo, nunca volvió a intentarlo pero se repitieron las veces que la vi con moretones en la cara.
Por más que incontables ocasiones mi madre la acompañó para denunciar sus golpes, nunca pudo separarse de su mastodonte.
Tomás, Juan, René y Lucía, aprendieron a verla tirada en el suelo, mientras se escondían debajo de la cama, nunca faltaron las amenazas infantiles, que un mocoso impotente puede sentir para defender a su madre,“¡cuando sea grande te voy a matar!”.
Los años pasaron, y el cáncer familiar que se desarrolló por la violencia y el alcoholismo del polecia ministerial que tenía por marido, fueron los pretextos perfectos, para justificar que dos de sus hijos ya tengan antecedentes penales.
Mientras tanto, yo no dejo de verlos como mis hermanitos, con los que me peleaba, a los que les prestaba mi bici, a los que les regalaba mis tenis usados, un suéter, un juguete, o una rebana de sandía para dibujarles una sonrisa momentánea.

Geisha

lunes, octubre 09, 2006

Fichas

Como lo he mencionado en post anteriores, tengo cierta fascinación por la fichada, por la imagen tan exuberantemente grotesca de las trabajadoras del buen oficio.
Para ellas la vida es, y punto.
Nuestra deshumanización ha sido tal, que no faltan los comentarios que se refieren a estas mujeres tan respetables, como de la “vida fácil”, y me pregunto ¿dónde caramba está su vida fácil?, abrir las piernas por unos billetes, es rentar el placer, tener la función de provocar lo insaciablemente animal, y eso no creo que sea cosa fácil cuando no se hace por gusto, sino por necesidad.
Mi influencia directa del cine, el western, las mexicanísimas de blanco y negro, los dramas tan sabrosos en los que se abate la moral de la mujer, donde se habla mucho de ella, donde se especulan los sentimientos, donde se maquilla su estupidez, pero verlas hablar a viva voz, es casi una esperanza nula. ¿Cuándo hemos visto a una puta que haya triunfado en la historia?, las páginas de los libros es la voz de varones, nuestro poderío acabó cuando le dimos el derecho paterno a nuestras grandes vergas (según Engels, quede claro que yo no lo digo).
A las genios se les ha especulado de homosexuales, las dos últimas musas, poetizas pa acabarla, doña Safo de Lesbos, y doña Sor Juana.
Después de una sarta de filmes donde he visto las muy buenas actuaciones de señoras actrices que ofrecen sus grandes caderas a la cámara, ¿me he preguntado si realmente así de bonitoso es ese mundo? Aunque la versión más aceptable (fuera de juicios) es la de aquellas movies, donde se les confiere a las prostitutas una función de desfogue social, una necesidad tan racional como beber agua, comer, evacuar, o trabajar; un ejemplo al que podría referirme en el mundo cinematográfico, es “Sexo por compasión”, donde una seño abandonada por su marido, le hace favorcitos a la población masculina, motivo por el cual la comunidad florece y progresa.
La imagen que feamente se les ha dado de mal habladas, ignorantes, mal vestidas, exuberantes al manto de la noche, apuesto que tras esos rasgos distintivos encontramos una nueva forma de lenguaje, con el que han renombrado al mundo.
Tras los escotes donde esconden sus carnes, remodelan el vestido del pan que han de comer, con el que han de abrigar y mandar a la escuela a sus hijos. Con el que la tragedia de las castas, de la inferioridad que la misma sociedad les ha conferido, las hace más grandes, capaces de conquistar al rey de los cielos con solo mostrar su infinito amor al lavarle los pies, ellas son realmente las Diosas, las grandes triunfadoras, cuyo secreto seguirá siendo silente ante los prejuicios que las condenan.
Creo que en alguna otra vida fui puta, cortesana, prostituta, ramera, o…

Geisha

jueves, octubre 05, 2006

El orgasmógrafo del abuso

Algunas veces cuando me atacan esas dudas extrañas que no son fáciles plantear a cualquiera, me pregunto ¿habrá en este mundo alguna mujer que no haya sufrido ninguna agresión sexual?, y me asusta el planteamiento de mi pregunta porque si antes la pregunta era inversa sobre ¿Quién ha sido la desgraciada de sufrir una agresión?, ahora es “a quien no”.
Ciertamente ese tipo de casos siempre han existido, pero hoy, gracias a la ola mediática, y todas esas cosas de derechos humanos, de fundaciones por la protección de la mujer, que han difundido la denuncia se conocen nuevas formas de protección y ayuda.
Pero ¿hay formas de prevención?, ¿es necesario que las mujeres dejemos de utilizar faldas cortas, escotes, para que no nos violan el respeto?
Hasta hace algunos años descubrí la mejor forma en la que puedo repudiar al mundo y al pasado, y fue a través de los relatos que mi madre me hacía sobre su infancia y su demás primas, hermanas, tías y abuelas. Y aunque siempre me dejó con frases a la imaginación, hubiera preferido no tener que imaginarlas.
Toda esa telebasura a la que estuve expuesta, me enfermaron las esperanzas de pensar que toda la gente era buena en este mundo. Los casos donde el tema más vendido en la cajita parlante, era el abuso sexual de niñas, mujeres, niños, fueron chatarras venenosas que me hicieron crecer con miedos a las calles solas, a caminar por un terreno baldío, a tener que compartir tiempo a solas con una persona extraña, hasta tenía miedo de no poder gritar del terror.
Entre esas preguntas que no me atrevo a hacer están esas de ¿existirá alguna mujer que haya disfrutado de su abuso sexual?, y aunque mi pregunta suene incomoda ante lo socialmente correcto, donde se cree que las mujeres violadas, quedan traumadas para toda la vida y que se vuelven medias locas, muchas dudas acerca de esos nuevos mitos me pasan por la cabeza. Tal vez lo que menos necesitemos sean loqueros o psicólogos para curar el trauma, tal vez lo que se necesite sea no satanizar el acto mismo, que le da cierto sabor de exotismo a quienes gustan de ese tipo de prácticas proxenetas por el repudio o la condena de un acto ilícito.
Debo aclarar que estas dudas me han surgido de mucho tiempo atrás, incluso antes de leer al rabo verde de García Márquez, en el “Amor en los tiempos del cólera”, donde para mi gusto, refleja en su literatura una pedofília elegante y hasta bella; incluso el personaje que más recuerdo es una mujer que en sus tiempos de adolescente es violada y en su vida adulta se la pasa buscando a su agresor, pero no para vengarse, sino para ofrecerle su gratitud y amor.
Si el valor tan exacerbado que la cultura humana le ha dado a la virginidad femenina no existiera, otra gallina cacarearía, pero no, mis dogmas, mis tradiciones, mis costumbres y toda la sarta de cosas que mi medio social se encargó de clavarme hasta el día de hoy, fueron cómplices de esa teoría de sobrevaluar mi virginidad y supongo que ha sido el modelo que muchas mujeres hemos tenido que seguir. ¡Oh desilusión! ¡Oh tortura cruel!
Ya no es el pene agresivo, la cópula, el himen roto, las gotas de sangre, sino la condena social a la que se está sometida, al juicio humano tan desagradable de hacerte o convertirte en una aborrecible “victima”, esa imagen comienza a darme asco, y más asco me da por haberla sentido no alguna, sino muchas veces, cuando vuelvo la mirada a mi pasada autoconmiseración, me repudio.
El humor negro de Enrique Serna, me dio muchas puntadas, me hizo satirizar mentiras realizadas, abusos sin verlos como tales, inventar una que otra mentira a personajes reales en historias, que terminaron reclamándome “¿y tú que sabes de mi? ¡No tienes derecho a hablar así de mi vida!”, y ahora mi respuesta fríamente sería: sinceramente nunca me interesó saber lo que sentiste realmente, todo lo inventé, solo dejé de cierto, cosas evidentes.
Cuando leí “El Orgasmógrafo” de Serna, lo hice en un motel. Coincidencia o consecuencia de mi curiosidad, pensé que terminaría masturbándome con el libro pero no, realmente me dejó más pensativa que extasiada, el cuento central de este texto es homónimo, donde se narra una sociedad ficticia cuyo sustento es la cuota de orgasmos de todos los ciudadanos, un mundo donde se promueve la sexualidad en todas su formas de perversión condenadas en nuestro mundo real, pero alterada por una mujer cuyo delito es su virginidad y es encarcelada por ello, finalmente la terminan corrompiendo por el lado emocional.
Más molestia me causó José Agustín, en “Vida con mi Viuda”, donde no pude soportar sus breves descripciones de la secta a la que Kaprinski pertenecía y sus videos snob, lo que más susto me puede dar, es mi condición animal de salivar.
El tema de los abusos sexuales (y no sólo de mujeres), no lo he encontrado o visto desde otro panorama que no sea el de la condena jurídica, moral, religiosa, supongo que hay puntos no tocados, hay un abismo de dudas, de consecuencias no necesariamente traumatizantes que no se han estudiado, existe un mundo de secretos, de mitos, de temas incómodos, que ya no concuerdan con el exotismo de la “sexualidad abierta”, de esa sexualidad que tanto nos fascina leer o ver, aun se resisten a tocar por cuestiones culturales de temor, o salud mental, sin duda es un tema complicado, poco sencillo de abordar sin ser agredido con moralinas de cuello alto, o unas lágrima intermedias producto de la moral implantada, o del cinismo kitsch, o la incomprensible irracionalidad de “pasó y ya se me olvidó”.

Geisha

martes, octubre 03, 2006

Zapatitos


Hoy se me ocurrió llevar zapatos altos al trabajo, y como nunca me cansé más de lo normal. Si, la verdad es que no me acostumbro a los tacones, apenas este fin la Lolis y yo fuimos al cumple del jefazo, y se me ocurrió llevar las azules, para colmo no habíamos comprado el regalo, como somos prole y obviamente no tenemos coche, pues ahí nos tienen caminando más de 2 ó 3 kilómetros para una chingada pluma con foquito laser, lamaparita, y cajita de madera, que después terminé arrepintiéndome de comprarla porque me costó un ojo de la cara, ¡oh si, pero yo queriendo quedar bien!
Creo que le hubiera justado igual el llavero que valía 4 veces menos. ¡carajo!
Yo súper linda, ahí voy con los taconazos, casi al borde del colapso, me preocupé en serio cuando empezaron a pasar lo helicópteros (ya que la comida fue en la casa del jefazo que vive en pleno centro), y me dije “¡no vaya a ser que empiece el desalojo y yo como corro!”




¡Pues yo también tengo unos tenis rojos! ¡sucios también!
Desde hace tiempo quería hablar de mis zapatos, que sinceramente dicen mucho de mi, y no es canción de Gloria Trevi; aunque me fascinan las zapatillas, soy muy bruta para usarlas, y termino con mis zapatitos de piso, ciertamente desde que fui a Tlahui y me llevé los choclos rosas, me dije que necesitaba urgentemente unas botitas para caminar a gusto.
Así que hoy me fui a buscar unas, aprovechando una feria de piel de los leoneses que se les a dado por venir muy seguido. Después de buscar y rebuscar, modelos, precios, (soy quisquillosa para comprar) y cansada de no encontrar nada que me gustara, vi unos que parecen zapatos ortopédicos, pero que cómodos son ¡verda de Dios! Así que nuevamente el principio de la comodidad triunfó en mis zapatos nuevos, que aunque nada tienen de femeninos les apuesto que los usaré más que las azules.
Aquí se los presento... (¡nada que ver con los demás verdad!)

Geisha