martes, abril 28, 2009

Detesto soñar barcos

Adios Hombrecito, cielo, niño, pajarito, ni triste, ni feliz y sin olor.

Fue un placer ser tu amiga Malenito.



lunes, abril 27, 2009

Yo propongo una campaña antimuerte contra la influenza

Sigo soñando barcos. Ahora soy rehén en un barco secuestrado. Pienso, pienso, pienso. Mi única salida es ofrecer las nalgas al líder. ¡Grandiosa idea! Acepta. Nos enamoramos. Despierto con el ruido de la televisión: Influenza. ¡Puta madre!, hubiera preferido seguir soñando, aunque sea una pesadilla que puedo solucionar a mi antojo.

Pues bien, las catástrofes hollywoodenses llegaron a México. Demasiado cine nos está causando esta parafernalia, y lo peor es que no veo que el doctor House este investigando el asunto, para descubrir una vacuna.
Si hablo de mi sueño, es porque me parece una mamada onírica reflejo de un miedo extremo, con esas imágenes me enfrento a poner en la mesa mis prejuicios, que espero sean absolutas estupideces y me equivoque totalmente en lo que digo.
Vivimos una ola de violencia por el narcotráfico.
Vivimos una ola de miedo e impotencia, por los secuestros, asaltos, corrupción y demás fenómenos que cada vez se nos hacen más comunes.
Las fronteras se arman supuestamente contra los cárteles.
La crisis económica reduce nuestros ingresos y gastos en cosas innecesarias.
El calentamiento global y la contaminación, apuesta a convertir este mundo en un basurero.
Y de paso en México llega la influenza.
Hay que tomar precauciones. Cierto. Pero después de este panorama tan, tan, tan, pero taaaann, optimista ¿No deberían darnos el premio Nobel de la desgracia psíquica?
Demasiada gente en este mundo. Las leyes naturales nos enfrentan a una crisis de mortalidad. Si una revolución, si una guerrilla mata a tantos ¿por qué no morir por una enfermedad tan fácil de transmitir? Ya no hablamos de sida, de cáncer, de diabetes, de asesinatos, hablamos de Influenza señores, si creemos en lo que dice la tele estaremos exterminados en unos días. Si sobrevivimos, somos grandes para soportar todo lo que sigue. Ley natural, sobrevive el más fuerte.
Conclusión: no me quiero morir aún.
Desde pequeña me quedó claro que si de algo no quería morir, era de la gripe que me ha causado tantos días de molestia en mi cuerpo a lo largo de mi vida. Señores juguemos a ser dotores y hagamos una campaña ‘Antimuerte’ que instaure una preparación psicológica conductista ardua y bastante efectiva. Sólo requiere de unas cuantas medidas vitales... repita conmigo:
¡No me voy a enfermar!
Tenga mucho sexo para que esté de buen humor y tenga más defensas.
Apague su televisión.

viernes, abril 24, 2009

Tirar la basura

Alterar el universo instrumental de las cosas, puede provocar grandes tragedias. Soy supersticiosa. Venir de una familia de chinos y brujas, no me hace estar ajena a tener algunas creencias muy arraigadas a la conspiración del universo.
Hoy me levanté tarde, si no es poque pasa el camión de la basura, hubiera prolongado mi siesta, pero tenía que pararme a tirar el chingomadral. Limpié la casa. Tomé la arriesgada decisión de deshacerme de unas cuantos objetos que clasifiqué como innecesarios.
Tirar a la basura papeles y demás chucherías que no sirven, puede representar una alteración irreparable al sistema de cosas y personas que me rodean.
Ayer experimentaba un estado de equilibrio, cinismo, poderío y placidez que no recuerdo haber tenido nunca. Me sentía con la suficiente capacidad de ser un ente individualista e indiferente. Reírme de las cosas que siempre he odiado. Ser capaz incluso, de declararme asexual (cosa ya demasiado extrema para mi, que todo el tiempo pienso en falos, roces, gritos y fluidos), pude sentirme segura por un instante, para poder vivir con la indiferencia de aquellos que me han alimentado de ilusiones inconclusas y que siendo sinceros, nunca he creído, pero reservo una pizca de esperanza para ver cuanto son capaces de arriesgar por mi. Nada ha pasado con esos hombres con poca decisión, pero mucha labia para endulzarme los oídos.
Pero les decía que eso de limpiar la casa, siempre ha sido una actividad de riesgo para mí.
Hace casi cinco años, tiré a la basura años de recuerdos, libros, papeles, juguetes y polvo de antigüedades simbólicas, que mi mamá o mi hermana, no se hubieran atrevido a hacer. El resultado fue: mi primera gran depresión anímica.
Hoy después de levantarme tarde, limpié la casa. Nuevamente me encabroné por la salvaje costumbre o incapacidad de mi madre, por no poder acomodar los cubiertos correctamente en cajón de la alacena vieja (que por cierto no se atreve a tirar, quesque mi papá se la regaló), yo les pregunto ¿es difícil acomodar cucharas en la hilerita de cucharas, tenedores en la hilerita de tenedores, cuchillos en la hilerita de cuchitos? ¿no verdad?, pero está bien, hay que comprender que mi mamá tiene cierta patología con el orden.
Les decía... después de hacer algunas cosas que no acostumbro entre semana, me arreglé para ir al trabajo, me puse el vestido con escote, y disculpen mi narcisismo, pero ¡qué linda me veía! Llegué a la escuela con parte de ese cinismo plácido del día anterior. Saludé, me disponía a firmar cuando de pronto la secretaria me dice: ‘Ah, el maestro Calleja falleció hoy’.
Demasiada tranquilidad siempre es rara. No pude evitarlo pero me desplomé al instante. Lloré y me admiré que todos en la escuela estuvieran tan engreídamente indiferentes. ¡Tan tranquilos! ¡Puta madre! Si había alguien a quien en verdad estimaba en esa escuela era a él. Al viejito que siempre me daba el consejo oportuno sin pedirlo. Al maestro que con sus frases cortas y filosóficas me instruía, por la mirada sin camino que veía en mi. Alguna vez me regaló un poema de Lope de Vega, que transcribió a máquina para mi. Él, mi admirador declarado, el señor de los piropos amables, de los chistes blancos.
En toda la escuela me veían como un bicho raro, porque no dejé de llorar como una niña a la que le duele algo, pero no sabe qué es. Así como ahora se me cierra la garganta y la nariz.
No sé cómo diablos pude dar clase. Reintegrarme a mi papel de autoritaria quebrantada. Creo que si con alguien hablaba más en esa escuela sin afán laboral, era conmigo. Y si alguien en esa escuela le había perdido el temor de ser criticado o regañado, era yo. Nuestras conversaciones no duraban más de quince minutos, tiempo suficiente para dar oxigeno a mi cerebro algo atrofiado.
Mi maestro querido se fue. Yo sé que la gente grande se muere, pero como duele perder a alguien que se lleva tanta sabiduría a una fosa.
Cuando los demás vieron mis ojos rojos, no tardaron en decirme que ‘así es la vida’, pero una mente tan lúcida, tan instruida, tan humilde como la de ese hombre no he conocido muchas. Hoy solo quería que alguien me abrazara, que me tuviera la paciencia necesaria para soportarme en su hombro, para darme un kleenex y que no me dijera nada, ni siquiera un consuelo, ni una frase, nada, sólo que me dejara llorar y llorar como estúpida, como niña que llora y que no sabe por qué le duele.
Ya no quiero volver a tirar las cosas que me parecen inservibles en la casa.

martes, abril 21, 2009

Cotidianidades

Si has visto mis calzones por la transparencia de mi falda, mientras plancho la ropa, no ha sido casualidad, bien sabes que soy una culera que me gusta hacerte sufrir.
Adrede también, han sido las ocasiones en que mi cara desaliñada te ha abierto la puerta. O que francamente te diga que tardaba en contestarte la llamada, porque lavaba los trastes.
Nunca dejaré de repetirte, que a la mujer del blog no debes creerle mucho (ya deja de sentirte celoso chingada madre; es más, creo que ya lo estás superando).
Bien lo has aprendido (pero a veces se te olvida), cuando te sorprendes por algún bonito detalle que casi nunca tengo contigo. Sabes que no me ando con joterias, que no soy Nancy para hacerte tortas, y que si alguna vez te hice de desayunar, fue porque yo también tenía hambre. Así que cuando te ofrezca café o agua, acepta, porque será muy raro que te los vuelva a ofrecer.
¡Ya deja de decirme con tus sarcasmos que soy un higadito! Eso ya lo sé. Además tú no te quedas atrás. Nunca te lo dije, pero cuando te conocí lo eras, y muchas veces me hiciste sentir mal por lo que decías con todo tu afán ‘crítico’.
En definitiva no eras lo que yo imaginé. Me admiro de tu inteligencia, pues crees que yo soy superior a tí, en eso te doy la razón (naaaah, yo soy la que opina que tú eres más inteligente que yo... deseguro me lo dijiste para sacarme algo, pero no lograste nada, ja, así que sí soy superior a ti). Puedo escucharte como estúpida horas y horas y no aburrirme. Afortunadamente este año que no te vi, te hizo bien.
Te agradezco que seas amable conmigo, que me quieras (no sé cómo, ni con qué fin), y sólo te recomiendo que nunca dejes de decírmelo como disco rayado, ya sabes que a pesar de todo, muy dentro de mi hay una niña cursi a la que le encantan los poemas melosos, las flores y las palabras lindas.
Nadie lo sabe, pero tú eres una de las pocas personas con las que puedo ser yo misma, me has visto gritarte, maldecirte, llorar, estar alegre o ser un bloque de hielo; debes sentirte afortunado, pues todas esas torturas que conspiro contra ti (como por ejemplo lo notorio de mis pezones erectos en las blusas pegadas) son parte de un lado oscuro que no con cualquiera demuestro. Debes agradecer que NO sea linda contigo, bueno, si lo soy, si no, no estuviera escribiéndote este post.

No olvides rezar todos los días por mi, por mi alma y por mi suerte.
Yo también te quiero

lunes, abril 20, 2009

Trozos de mi

A veces se extraña lo que se fue y lo que ya no se es...
Soy Teca también.

Ayer me sentí rara, muy rara, sentía como si no estuviera aqui, era como si fuera transparente. Y eso no me asusta ¡no quiero estar aqui! ¡quiero irme a mi casa!

Tul de mis caderas teatreras.

Abuela, regreso al pasado con tu foto y el ropero viejo.

Cuanto calor y yo sola, en la habitación del que no entrará.


Hoy con veinte centímetros de cabello, no entiendo mi costumbre salvaje, de tener una cola de casi un metro.



¿Seremos felices ?


Cuánta soledad para nosotros solos Emiliano.


Desde niña se me caían los calzones

Crecí, crecí.

Y los calzones se convirtieron en tangas tiradas en el suelo de un hotel barato.

sábado, abril 18, 2009

Geishita

Con tres años de vida, la Geisha es conocida. Mediana o escasamente, pero es conocida. Me replanteaba la posibilidad de entrar a un curso de novela y le decía a uno de los organizadores, que para escribir una novela necesito un viaje (esta vez no hablo de drogas, sino de un viaje emocional), y él me respondió: ‘¿cuál viaje?, si ya lo tienes, el sexo es el mejor viaje’.
Me asusté, porque era la primera vez que platicaba con él, y no sabía que había leído algo mío.
Disculpen mi paranoia pero me sigo sorprendiendo de los alcances del Internet, siempre me he creído gris, gris, gris, al menos Lilita se siente gris como escritora. Oaxaca es un pueblo chico, con un paraiso enorme, pero casado con una infernal costumbre.

miércoles, abril 15, 2009

Hagamos los trámites para un romance de ‘pasión desmedida’

¿Quieres tener un romance conmigo? ¡qué bonito suena! ni tan cursi, ni tan de secundaria, en efecto, lenguaje propio de gente adulta que claramente sabe lo que quiere.

En eso de hacer trámites para llevar a cabo una pasión desmedida, donde los implicados hayan tenido una relación social y laboral previa, el tratamiento de la propuesta sexual, es absolutamente distinta (debí de ser abogada).

martes, abril 14, 2009

Las películas suelen dañarme los sueños

Estaba en un barco y teníamos que saltar, porque si nos quedábamos, en cualquier momento iba a ocurrir algo grave. Yo no quería lanzarme al mar, me aterraban las aguas turbulentas y frías. Pero a pocos metros había un barco más pequeño que nos esperaba. Nunca supe cuando y como me lancé al mar, creo que no lo hice porque pensaba mucho en como iba a ser mi caída, el miedo a ahogarme... de pronto ya estaba en un lugar seguro.
Un hombre desconocido me acompañaba, era mi hombre, cambiaba de rostro con caras que podría reconocer en otra realidad.
Aparecí vestida como una oriental, a mi lado estaba un hombre de ojos rasgados, también oriental, con voz sobria me decía que era ‘su favorita’, que nunca podría estar conmigo, que me daría todo, que vendría a verme, pero él tenía que casarse con otra. Entonces entendí que era una Geisha que él había comprado.

jueves, abril 09, 2009

¡Por fin pude subirlo!



Ahora tengo TODO el derecho de publicar algo mio, mio, mio ¡MIOOOOO! Lastima que no pude grabar lo mejor del performance :( se me acabó la pila ¡shit!

miércoles, abril 08, 2009

Huida

Me debato entre buscar o no buscar, el papelito donde su letra de hombre viejo, dejó plasmado su correo electrónico. ¿Será mejor no atesorar despedidas y esperanzas vanas?
Bien pude haber salido de puntitas, en silencio, con pasitos pequeños, cuidando que no se despertara... no, eso no fue posible porque me tenía prendada a su cuerpo y al mínimo movimiento, me hubiera dado besitos en la espalda para que me quedara.
¿Dónde demonios dejé el papel? Recuerda, recuerda, ¡recuerda!

lunes, abril 06, 2009

Dedos

Cuando el destino es un problema irremediable, no hay más que ponerse flojita y cooperando. ¿Para qué sufrir por lo innevitable?
Puso su mano en la mía, él sabía que yo no dormía. Buscó una sábana como pretexto para cobijarme, hacía un calor de mierda. Su mano encontró la respuesta cuando se posó en mi rostro y mis labios chuparon uno de sus dedos.

sábado, abril 04, 2009

La vita è bella

La vida es bella, La vita è bella, la vida es bella, ¡la vida es bella! ¡LA VIDA ES BELLA! Hoy podría cantar todo el día ‘I´m singing in the raiiiinn.... lo sé, lo sé, no estamos en verano, pero es taaan bonita esa canción, que sólo la canto cuando estoy realmente de buen humor.
Se descompuso el coche. Me fui a bailar con Emiliano. Atracamos unas cuantas cervezas a unos compas alemanes. Esta vez nuestras energías estaban tan equilibradas que hubo una reconciliación. No una reconciliación de perdonarnos algo, porque nada hay que perdonar, pero volví a sentir ese cariño chingón por mi cuate.
Fue amable y me decía que me veía ‘hermosa’, aunado a sus besitos que nos daban el aire de ‘pareja’ ¡NO! cero, cero, cero, nada que ver.
No he dormido. Llegué en colectivo a mi casa. Volví a caminar el tramo de terracería, hacía mucho que no caminaba por ahí. Fue poético. La mañana, yo con ganas de vomitar en el camino, el solecito, yo con un apestoso hedor, el aire limpio, el platina descompuesto, ¡Aaah!, pero: ¡La vida es bella! ¡La vida es bella! Toda la adversidad puede ser olvidada por unos cuantos momentos, una persona y unas palabras inesperadas...

miércoles, abril 01, 2009

Ecologista

La frase póstuma de hoy es ‘por primera vez en muchos años no tengo boletas en el Monte de Piedad’. Eso ya es motivo de fiesta en la casa. Carmen ya no es una morosa de los prestamos, es una cliente asidua que les ha generado un capital muy significativo durante varios años. Ella me ha enseñado a pagar las deudas a tiempo (aunque regularmente no lo haga).
A veces pienso que deberíamos tener menos escrúpulos y mandar a chingar a su madre a todos esos lugares, como cajas populares y prestamista usureros a los que bien les caería un sinvergüenza malapaga, para entender que la situación no está para pagar tantos intereses. Pero somos mujeres decentes. Vale más nuestra consciencia limpia y nuestra moralidad económica.
La verdad es que no tengo ganas de pagar los impuestos del coche. Preferiría invertir ese dinero en comprar un refri nuevo, mandar a hacer mi closet o juntar para comprar la loceta, o bien tirar a la basura la tele vieja y suplirla por una más decente, ya ni siquiera de plasma o LCD, pero que funcione para ver películas.
Nosotras hemos aprendido a ser ecologistas por necesidad. Consumimos lo mínimo. No lujos, no cosas innecesarias. ¡No mal gastes el agua! ¡no dejes algún foco o aparato encendido si no lo ocupas!, si tantito se da cuenta mi mamace de una acción de ese tipo, ya me tiene en severa reprimenda, ¡qué Greenpeace ni que ocho cuartos! ¡qué publicidad ecologista ni que nada! Con Carmelita tengo, sin siquiera haberme recitado la importancia de la contaminación y el calentamiento global. Las mamás son magníficas para eso.
Hoy tiré tres colillas de cigarro en el piso, ayer me senté a fumar en una banquetita de un parque, cuando miré a un lado, vi al tipo argentino (el feo pero de una gran vergota), con el que salí una ocasión y supongo me mandó al diablo porque no quise coger con él, creo que se dio cuenta de mi presencia y se fue con una chica arregladita y nalgona a la que trataba de conquistar. Me di cuenta de mi facha, llevo más de dos meses con aspecto terrible, lo sé, lo sé, debo de estar linda todo el tiempo, uno nunca sabe con quien pueda toparse, pero eso de vivir con lo necesario también está asaltando a mi ropero viejo. Levanté mis colillas de cigarro, las tiré al bote de basura. Me retiré, soy ecologista.