lunes, febrero 28, 2011

en Mayúsculas

Me choca escribir con mayúsculas, es absolutamente difícil para mí escribir de puño y letra con mayúsculas.
Dicen que la gente que escribe con mayúsculas es muy terca y lo que dice eso es. Yo soy todo lo contrario, hoy digo una cosa, mañana, es probable que me haya cambiado al bando contrario.
Resulta que debo decidir. No puedo, tengo tres opciones y las tres por igual no me parecen malas, incluso dos de ellas son muy riesgosas, pero como no tengo mucho o nada que peder, siguen sin molestarme lo que suceda después, no sé por qué pero me encanta la aventura, y dónde me dicen no vayas allá voy.
Soy escritora ¡qué le voy a hacer! Entre más cosas nuevas vea, más cuerda le doy a mi cabeza y más velocidad tienen mis dedos. Por pasiva que parezca mi vida, siempre hay un plan para explotar o expropiar algo. La semana pasada estuve sola, me puse a trabajar en algo importante. Salieron cuarenta páginas que no sé si sirvan, pero ahistán.
¿De dónde saco esperanza? No lo sé. Mi nombre de pila tiene algo que ver con el verdor de la esperanza.
Tengo que tomar una decisión ¡ya! de ello depende seguir en el gabacho, o regresar a casa.
Me he puesto a pensar... nadie me espera, todos tienen sus vidas y aunque si por mi madre fuera, ella ya me habría jalado de los pelos para volverme a casa, pero ella sabe que ya no puede hacerlo.
La persona más importante por la que tendría que regresar es ella, pero ya he vivido mucho tiempo a su lado (desde que nací) ja, ja, ja ¡obvio!
Es decir me emociona el hecho de aprender a ser libre, me ha costado un ovario y la mitad de otro, pero vale la pena. Como todo riesgo tiene sus partes extraordinarias, pero también sus chingaderas ¿qué le vamos a hacer? así es el mundo y entre más se conoce de él, uno se reconoce siendo muy ignorante, menos arrogante y más humilde.
Mi vida es muy sencilla en este país, tan es así que el domingo pasado me moría de la alegría porque recuperé mi teléfono celular, ya que estuvo sepultado en la nieve por dos días.
Odio este puto invierno, cierto, pero sin haberlo vivido cómo ahora lo vivo, no me hubierado dado cuenta de muchas cosas, como la hermosura del clima cálido, la estricta necesidad de planeación, la limpieza profunda del alma, la alegría que uno aprende a infundirse en la añoranza, el reconocimiento de que las cosas tienen en su ciclo y hay que dejarlas ir.
En Oaxaca uno es muy apegado a todo. Tan es así, que heme de ejemplo, hasta mis vergonzosos 26 años pude salirme de la casa de mi mamá, me apegué tanto a un dolor que la depresión me duró casi 5 años (con seguridad digo ya se acabó). Mi adoración al que ya no regresará, me mantuvo cometiendo muchas mamadas. Mamadas que por cierto dieron fruto a este blog y ¡ay qué divertidas fueron! las volvería a hacer creo yo.
Ustedes no saben las densidades con las que me topé y que por un poco de vergüenza y respeto a mi misma, no cuento. Y digo, no son cosas del otro mundo, sino cosas que por su simpleza marcan de manera trascendental, esas simplezas son específicas de cada persona y cada uno las sabe y las guarda en la parte más profunda que puede.
Cuando me fui de México no me despedí de mucha gente, incluso ni siquiera hubo fiesta, cosa que me hubiera agradado, porque es un buen pretexto para emborracharse y pasar un buen rato, pero si no me despedí fue justo porque no quería encontrar razones para ponerme a pensar que marcharme era mala idea.
Amo a mi familia, amo en demasía a mis amigos, pero ellos tienen su vida y yo la mía. Aún no tengo muchas cosas trascendentes de las que pueda sentirme orgullosa y ya no espero nada, porque trabajo en ellas.
Hoy agregué a mi hermana al facebook, llevo muchos años sin hablar con ella, sin tener una plática seria, creo que el último acto amable de su parte fue hace 6 años cuando me vio realmente mal y me regaló dos pantalones, no arregló mi depresión, pero fue la última cosa amable que hizo por mí, no puedo exigir mucho, yo tampoco he hecho muchas cosas amables, al grado de relegarla a la indiferencia total, por eso hoy la agregué al feisbuk, esperando que la culera me acepte.
A veces creo que yo soy más culera y malagradecida de lo que imagino. ¿Qué le voy a hacer? Uno se la pasa pendejeando cuando está gobernado por otras cosas que no son la razón, el espíritu y la actitud.
¿Tienes razón para vivir? Pregunta cursi, kitch, tragi-cómica, de superación personal, pero cuando agarra un plano realmente filosófico ¡pácatelas! ¿Con qué te topas? ¿Hay razones realmente trascendentes? ¿A valido la pena todo lo que has hecho?
Tengo un diario nuevo con pasta de color rosa, con una foto impresa de mis gordas, antes de ese Gustavo me regaló un cuaderno rojo en el que escribí puras quejas de Estado Unidos, todo mi suplicio ahí está registrado, antes de ese cuadernillo, estaba el diario de 600 páginas que dejé en Oaxaca, días antes de partir arranqué muchas hojas, justo en las hojas donde había un dolor insoportable, las quemé y las dejé en una tumba.
Mi cuaderno rosa, está escrito con tinta azul, su contenido es rosa, registra ideas de ese proyecto al que le estoy poniendo mucho amor, y sólo escribo con mayúsculas cuando algo es realmente importante y debe ser realizado al pie de la letra, igual que las mayúsculas que escribe la gente terca.

viernes, febrero 25, 2011

pérdida

Perdí mi teléfono, me lleva la chingada.
El aparato ni siquiera lo compré, es mío, pero no lo es. Aún así, pienso en ese aparatejo como mi ventanita al mundo, con el que hablo con mis primas, mis primos, mis tíos, con mis comadres para contarnos las penas, o para presumir un nuevo acontecimiento.
Ahora se ha ido, con todos mis números, creo que eso es lo más trágico de perder un télefono, los contactos que guardas ahí.
Tal vez no estaría tan dolida por perder dicho aparato, si no fuera porque hoy cayó una tormenta de nieve, y no ha parado, me pone de malas el hecho, porque ayer estábamos planeando ir a ver a Julieta Venegas, por la módica cantidad de 35 dolarucos en un teatro de Broadway, pero cayó la puta tormenta y ni cómo ir.
La última vez que lo usé mandé un mensaje, lo puse en el asiento de a lado del carro, y por más que fui a buscarlo tres veces ahí, revolví todo mi cuarto, no apareció.
Mi hipótesis es cruel, porque si lo dejé en el carro lo más probable es que lo tomé, lo puse en mi chamarra y se me cayó en el tramito del garage a la entrada de la casa, pero ese tramito es inmenso con el casi medio metro de nieve.
Si lo extravié ahí, ya doy por hecho que el aparto ya está destruido, porque ya pasó la barredora.
¡Qué depresión Dios mío!

jueves, febrero 24, 2011

Incompleto

¿Qué hago con esta salvaje afición a las música triste de Yann Tiersen? a dónde voy a parar, con este cuerpo hecho carne de gallina.
Bailo sola en la casa, una cámara me espía. Lo sé y le doy el mejor show. Ella ve mis movimientos, pero las palabras que escribo no. Lo que pienso escasamente se refleja en mi rostro.
¿Y las fantasías mientras te masturbas? Llegan sin rostro, con acciones específicas, con la presión exacta de mi cadera y el cierre de mis piernas.
¿Eres ese rostro vivo en el fantaseo a futuro? En el que planeo con mi cama. Silencio.
Debes saber algunas cosas.
Las manías que escondo a toda costa, porque el secreto y la frivolidad de mi risa, en una mujer latina son cosas vitales.
Una obsesiva costumbre a mantener ordenadas las cucharas, a tocar sin tocar las cosas suaves, a tomar dos vasos de agua en la mañana, a esconder chocolates en el armario, a depilarme los bigotes a escondidas en el baño, a escribir todo detalle indiscreto, a tener secretos sin tenerlos contando esos detalles en historias inventadas.
Me asusta lo que antes no me asustaba.

martes, febrero 22, 2011

Colombia, quiero ir a Colombia

He visto, dos películas colombianas y una mexicana con historia colombiana, la primera Rosario Tijeras, El colombian dream y El coronel no tiene quien le escriba.
Estas pelis las vi porque uno de mis amigos colombianos me las prestó, ya que no son fáciles de conseguir en este país que se cree él único dueño de la industria cinematográfica mundial, cosa que no es. Me da gusto ver películas que sin tanto efectitis tienen una excelente narrativa visual e histrionica.
Hace unos meses en casa de uno de mis paisanos, me quedé a ver una película mexicana de narcos, fue justo esa vez cuando supe que tengo un futuro muy prometedor como guionista.
Si las grandes esferas filmicas no me aceptan, bien puedo pedir chamba en las producciones de narco-cine, con mi experiencia de quinientas páginas en este blog, mis dos años de teatro en la mejor escuela de Oaxaca, ¡ah huevo que me gano el pan honradamente como guionista!
Les decía la película de narcos, se llamaba 'Chrytsler 300', días después vi 'El Búfalo de la noche', está última ¡basura de película!, ni porque le vi el pinino a Diego Luna, tuvo mi aprobación, actuaciones malas, guión chafa, una historia desfasada que no cuajó, para que al final me salieran con una verdadera mamada de: ¿me amas?
La del Chrytsler 300, tenía las actuaciones más jodidas que haya visto, el guión más patético que haya oído incluso en las novelas de televisa, situaciones inverosímiles y hasta ñoñas, pero tenía algo que 'El búfalo de la noche' no, una historia que cuajaba y que me mantuvo atenta durante 90 minutos, si bien es cierto con muchos defectos, pero una historia que bien podría funcionar en manos de un buen guionista, un buen fotógrafo y de un director que realmente supiera dirigir las actuaciones.
Soy cinéfila, y si algo le debo al Pochote es que educó mi apreciación cinematográfica. Así que señores, aquí tienen una experta en Fellini, Allen, Bergman y Buñuel.
Otra de las películas chingonas que he visto ha sido '¡Viva Cuba!', una historia inocente, con una fotografía sencillamente exquisita y aunque raya un poco en lo lamebotas, tienes su lado autocrítico ante el gobierno castrista.
Las películas que vi recientemente, Rosario Tijeras y El colombian dream, me encantaron la calidez de la fotografía, la verosimilitud, el exceso de erotismo, el humor ante la podredumbre, a uno en lugar darle malestar, le da gusto verlas. Cosa que no me pasa ni siquiera con una buena película de Arturo Ripstein, y lo digo porque a este director le beso lo pies, es un chingón y su mujer, es también mi ídola, porque es una guionista chingona, cruda, con humor y dominio del lenguaje en doble sentido muy perspicaz y puntual, sin oirlo vulgar.
El erotismo de las películas colombianas que vi es cabrón, las mujeres son hermosas, tienen una candela tremenda que hasta a mí me gusta. ¡Yo quiero ser como Rosario Tijeras! ja, ja, ja.
¡Qué buena está la vieja que la interpreta! pero ¡qué bueeena!
Mis tres excelentes amigos colombianos, poco a poco me van cambiando la idea ilusa de ir Francia, creo que ahora mi siguiente país para visitar será Colombia.
Hace unos días grababa a Tico para hacerle una entrevista, él se puso justo donde cuelga la bandera de Colombia en su casa, se puso su camisa futbolera y comenzó la entrevista.
Me explicó que el amarillo de la bandera representaba el sol, el azul los mares, y el rojo la sangre de los héroes. Cuándo vi 'El colombian dream' cuyo leitmotiv es el narcotrafico de pepas, que son pastillas de color amarillo, azul y rojo. Uno de los personajes explica el color de la bandera de Colombia haciendo referencia a las pastillas, el amarillo el sol, el azul, los mares, el rojo, la sangre de los mártires. Recordé la explicación de Tico.
Me agrada Colombia, me recuerda que me gustaría regresar a mi estudios exploratorios de alucinógenos.

sábado, febrero 19, 2011

Contemplar



El primer museo que visité en Nueva York, fue el de Historia Natural, por recomendación de una amiga antropóloga, ahí me di cuenta que los animales no son tema que me interese demasiado, aunque está muy chingón el lugar y me tomé cientos de fotos en la sala de dinosaurios, no he contemplado la posibilidad de regresar.
En cambio, he ido tres veces al museo Metropolitano, uno de los lugares más vastos en cuanto a historia del arte y la humanidad, mi primera visita duró cerca de 4 horas, la segunda sólo entré al baño ,y la tercera estuve 5 horas.
He visitado el Museo de Arte Moderno (MoMA) dos veces, en un tiempo que no he medido porque debo aclarar este es mi favorito y ahí no escatimo tiempo.
El Museo del barrio terminó desilucionándome por su estrechéz, en menos de media hora ya había recorrido todas las salas que hablaban de la historia y construcción de Manhattan.
El único lugar al que curiosamente no pude tomar fotos fue en el International Center of Photography, un lugar pequeño en comparación con los tres primeros, pero dado mi interés por la fotografía fue una golosina.
Al museo del que salí con una calentura terrible y un alboroto de hormonas, fue justamente el Museo de Sexo, como enajenada me quedé idiotizada viendo los fragmentos de las escenas famosas de películas eróticas, sitios web con curiosidades sexuales, sexo heterosexual, homosexual, las figuras femeninas porno memorables como la primer porno star latina, fotos de burlesque, las primeras animaciones sexuales, las figuras falicas y los roles sexuales que a simple vista no se ven en las principales casas productoras de dibujos animados, muñecos y juguetes sexuales, instrumentos de onanismo, incluso un cuadro de Picasso, las mangas eróticas japonesas y los animes porno, hasta una sala exclusiva para explicar la sexualidad de algunas especies animales, el tamaño y forma de sus órganos reproductores... nada del otro mundo, ¡pero qué interesante es verlo en un museo!



Al último que he ido fue al de Museo de Brooklyn, esta vez el paseo fue distinto, porque de todos mi recorridos pasados estaba acompañada.
Hablé de arte, cosa que nunca hago, y digo de arte porque se engloba toda apreciación artística, sea una pintura, una escultura, una canción, etc. No puse mucha atención al museo, porque esta vez no me interesó tanto como por quién iba acompañada.
Hoy al ver un fragmento muy chiquito de un documental de una cineasta de quién no he visto toda su filmografía, pero desde que vi parte del documental los Espigadores, me fascinó, recordé esa conversación en torno a la apreciacón del arte.



Agnes Varda habla de Rembrandt y su mano, la simple sutileza de comparar el horror de su edad , su mano y la pintura, me llevó a otro tema, pues comencé a buscar entre mi archivo de fotografías un cuadro de Rembrandt, tal vez ustedes hayan visto sus cuadros, pero el hecho que mi cámara, y mis ojos lo hayan contemplado me pareció genial, se imaginan un cuadro pintado en 1653, con casi 358 años de existencia y ahí sigue, inmortal, Rembrandt y Aristóteles, con el busto de otro más inmortal: Homero.


Mi pasión a veces se desborda en recuerdos literarios, que luego salté a una pieza coreográfica de mi maestro dramaturgo, innumerables veces he visto el video y me sigue provocando algo, me dice tantas cosas, que la apreciación del arte no necesita entender esto y aquello, sino es una actividad simple, como tomar agua, sin tanta ciencia, alivia la sed, el arte es contemplativa y alivia la sed del alma.
La pieza coreográfica es de Rolando Beattie y se llama Breve Filo, tiene una carga muy simbólica porque la música es tan nostálgica, tan sublime y visceral, que me provoca cierto placer mirarla lejos de Oaxaca, también se debe a que cuando los bailarines ensayaban, nosotros en la parte de trasera del teatro memorizabamos la que sería mi primera obra de teatro.

Este es el link:

Breve Filo


Podría hablarles que en el Museo de Brooklyn encontré también una sección feminista, donde en una sala en forma de triángulo equilatero, había un comedor grande, en cada lugar un mantel portaba el nombre bordado de una mujer (escritora, artista, personaje histórico), y la vajilla de cada lugar era un plato decorado simbólicamente con una vagina.


En esa misma sección, encontré una línea del tiempo con la vida de mujeres de importantes, entre ellas Sor Juana. A veces hago cosas ridículas y no me doy cuenta de ellas como para evitar hacerlas, pero creo que se debe a mi sangre teatrera y a mi adicción literaria, el Gordo lo sabe, alguna ocasión comencé a recitarle poemas de Jaime Sabines y de Oliverio Girondo, al grado de que él en plena tortura, me dijera que me callara.
Esta vez con un poco de vergüenza, pero importándome poco ese hecho, recité en español mi soneto favorito de Sor Juana... y digo español, porque mi interloculor sólo habla inglés y francés.

Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho


que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.


No hay motivo para nada, de haber razón para tanto, ni tema central de este post, esta vez no hay lección aprendida, ni siquiera nudo, ni siquiera historia, ni siquiera diré a quién dije el poema, no hay señales incluso de una verdad literaria.
Simplemente el hecho de ser parte de un acto artístico, simplemente contemplativo, que no intenta entender nada.

martes, febrero 15, 2011

Autoestima pisoteada y reivindicada por un susto (aunque hubiera preferido ahorrarme el susto)




¿Les he dicho que en este país me siento con la autoestima pisoteada?

Me di cuenta de ello el día que llegué al bar 'Los amantes' que es la sucursal oaxaqueña, del Bar Central en mi ciudad; fui feliz porque comí tasajo, chorizo, frijoles, salsa y tomé mezcal... pero les decía cuando fui ahí una noche de sábado hace un mes, sentí una profunda vergüenza de mi facha, iba con mis horrendas botas de nieve (calzado que odio), mi sueter gris, mi chamarra morada y mi gorro de lana en varios colores, ustedes NO saben, no llevaba siquiera un labial, ni una pizca de maquillaje en la cara, incluso mi cabello era un desastre por el gorro... sentí mucha vergüenza de mí.
En verano, New York es una pasarela de rostros atléticos y exquisita moda, al grado que yooooo, con todo mi ego de femme fatale, me siento basura ja. Después de sentirme así y tomarme una foto con mi extrema facha, decidí que estando nuevamente en la ciudad no me descuidaría de esa manera.
Este fin que volví a la ciudad, por pura necesidad me hospedé de nuevo en el Hostal donde trabaja el argeliano, les decía evité meterme con ese güey porque uno nunca sabe las mañas de los extraños y mi instinto de supervivencia no ha sido erróneo. Juré y perjuré no volver a ese lugar, pero conseguir hospedaje barato en días cosumistas como el catorce de febrero, no es cosa fácil. Por más que busqué en otros lados, no encontré y caí de nuevo ahí.
No saben las ganas que tengo de tirarme a un hombre delicioso, pero no lo hago porque estoy muy consciente que no estoy en mí país y los códigos culturales y kamanóstricos son otros y no los conozco, así que por tanto me encuentro en desventaja y prefiero infinitamente mi cuidado escencial, el día que lo haga debe ser con un hombre del que esté plenamente convencida que vale la pena y que conozco.
Esta vez en la ciudad, traje todo mi set de vanidad, y compré un lindo vestido rojo y unas botas nuevas. Para mi mala fortuna, este fin la ciudad estaba llena y no tuve otra que quedarme en un dormitario mixto, justo donde el argeliano duerme, su poooota madre, estaba que me llevaba la chingada. Es decir, el coqueteo fue lindo, pero estar en el mismo dormitorio, no me pareció de lo más seguro. La primera noche por fortuna no llegué a dormir, la segunda fui al bar Los amantes y estaba dispuesta a pasar gran parte de la noche-madrugada fuera, para mi suerte nadie de mis comadres estaba disponible, así que me fui sola, tenía tan buen humor que como nunca disfruté de comer mi tlayuda de 14 dólares y me tomé una mezcalazo gratis, no porque me lo hayan regalado, sino porque no me lo cobraron y la verdad no quise rectificarlo todo está muy caro en esta ciudad.
Todo iba bien hasta que un malacopa se sentó al lado mío de la barra. Comenzó a decirme que era de Ucrania, me enseñó su credencial y me dijo que odiaba su trabajo. Yo sólo pensé, ¡grandisimo pendejo! ¡cuántos no quisieran tener ese trabajo que te hace poder pagar los más de cien dólares que has gastando en emborracharte para decirme que odias tu trabajo!
Fui amable, pero ya aprendí que es mejor ser cortante en esos casos, el güey comenzó a molestar al grado de tomarme de los brazos, afortunadamente sus amigos al ver que estaba a punto de meterse en problemas lo sacaron del lugar.
Esa noche regresé al hostal a las tres de la mañana, implorando porque el argeliano, no se le ocurriera tocarme ni un pelo, a cambio de ello, ocurrió la primer cosa patética que he visto, pero que ahora me da mucha risa y bueno, acepto que levanta a mi autoestima pisoteada, entré al dormitorio, en plena roncadera masculina (sólo por eso detesto dormir con hombres), no pegué el ojo casi hasta que amaneció porque ustedes no lo van a creer, pero el argeliano comenzó a decir mi nombre entre susurros... ¡shut up hijo de la chingada no voy a coger contigo!
No fueron figuraciones mías, en verdad que lo hizo, fueron muchas veces, lo digo con la certeza de que mi nombre es tan complicado y largo como para que alguien lo pueda susurrar, incluso memorizar.
Me terminé durmiendo cuando alguien se despertó para ir al baño, eso me tranquilizó al saber que si algo pasaba, comenzaría a gritar heeeeelpppp! Nada pasó afortunadamente.
Al día siguiente, el tipo no me hablo y yo respiré aliviada, porque al fin habría entendido que yo NO quiero nada con él.
Esa mañana me arreglé, divis, divis, perfumada, bien peinada, pero ¡oh cielos tenía que regresar por mi abrigo al dormitorio, en chinga volví a subir, saqué el abrigo entré al baño y justo cuando iba a cerrar la puerta que aparece el tipo ¡no mameeeees!
En ese momento, el lindo y coqueto argeliano, me pareció la cosa más peligrosa del mundo, me sentí la mujer más tiny e indefensa y más pendeja por no decirle antes claramente con mi espanglish y las palabras más cortantes y groseras para alejarlo de mí: I don't wanna fuck with you, grandisimo pendejo!
El güey me agarró de los brazos y comenzó a masturbarse, por más Stop, sTOp, STOP! el güey no me soltaba, fueron dos minutos o menos de pinche susto... cuando vio que la mis palabras en español, que no entendía y que subían de tono y volúmen...suéltame hijo de la chingada, suel-TA-MEEE!, el puto me soltó y dijo:
- you smell so good!
-You are disgusting
pendejo!!
Afortunadamente ese día si había cupo para cambiarme de cuarto. Unas horas después el tipo se disculpó, levanté mis chivas, no creí en sus disculpas, ni en la afirmación de que había estado llorando, por mí, ¿sí, tú y a cuántas más se las pelas? Acepté sus disculpas y me largué a otro piso.
Lección: aunque me agrade y no lo crea tan malo, no es bueno estar sola. Después de todo, mi autoestima pisoteada, mi susto, y mis precauciones de abstinencia no han estado de más.

lunes, febrero 14, 2011

Acabo de regresar de la ciudad, por tanto no escribiré porque estoy muy cansada, pero les deseo que tengan un excelente día, con muchos besos y veeesooos (delicatessen felatio o cunilingüis), abrazos y que esta fecha sólo sea un buen pretexto para tener rico, delicioso y amoroso SEXO.

Desde ahora cambiaré el termino COGER--->por 'Hacer el Amor' ¡hasta con mayúsculas lo escribí!

I'm so glad!

martes, febrero 08, 2011

Tan lejos de ti, y aún así pude sentir tu dolor. Me disculpo por esta grosera distancia. Ya sabes que te quiero Gordo.

domingo, febrero 06, 2011

¿Por qué debo inspirarme con las esperanzas más remotas y desiluiconarme con lo que está en mis naríces y que es mucho mejor?
Hoy me tomé un cerveza, lo digo porque hace mucho que mi ascetismo es extremo, al grado de no ver televisión, ni siquiera youtube, ni periódicos, incluso la carne de cerdo se suprimió por un buen rato, con esta abstinencia, regresé a hacer meditación y cuando se puede voy a la iglesia.
¿De dónde he sacado estas costumbres tan extrañas? En definitiva no soy la misma que llegó de México.

viernes, febrero 04, 2011

Un café a cambio de una ocasión.

Hace unos días volví a ver porno. Todo porque fui al Museo del sexo, acepto que me perturbó un poco, pero también me dio mucho qué pensar; y pensar doctamente, educadamente, sin suciedades, ni excreciones, sino también filosofar un poco en sobre ese acto tan rico y delicioso que nos da tanto placer: sexo.
También pensé en Fernando Lobo, uno de mis maestros, quien está escribiendo una novela sobre pornografía y su industria en California, planeo ir de vacaciones por allá, justo por curiosidad, ahí debe de haber una industria cabrona de fetiches.
Les decía que ir al museo fue insano en mi caso, porque la soledad no es nada sana. Es sencillo conseguir quién te dé placer por un rato, pero... la Geisha ahora le interesa algo que antes estaba de más al placer: amor.
Desde que Oskar, me dijo que el sexo sin amor no 'sabía a lo mismo', me puse a pensar al respecto de ello... es decir, puedes tener un muy buen rato con alguien que apenas conoces, pero en la mayoría de los casos, resultan ser momentos no muy gratos, si placenteros pero luego cae la cruda moral, de ash '¡no valió la pena!'.
Resultan ser experiencias como pañuelos desechables, salen los mocos a presión y los desechas.
Soy mamona lo acepto, y muuuuy fijada. Me molesta en demasia que en un delicatessen felattio, me pongan la mano en la cabeza, me molesta que me ordenen, me molesta que no me desnuden, me molesta que no sepan cómo quitarme las zapatillas o ponerlas de vuelta, me molesta que quieran que se las chupes y ellos no te la quieran chupar, me molesta que se vengan sin avisar, me molesta que no duren más de diez minutos y lo peor no quieran repetir, me molesta que no digan cosas 'lindas' y esos horrendos 'Me MOLESTAN' obviamente se van eliminando con la práctica, la domesticación y la paciencia, únicas que ocurren en: un enculamiento muy cabrón o en el mejor de los casos, una pareja enamorada.
Lo primero ya me ocurrió, lo segundo no concluyó.
Otro de los actos eróticos por excelencia, es bailar, es cierto que no se necesita ser buen bailarín para coger bien, pero es muuuy cierto también que un hombre que sepa bailar y llevar el control de la bailada con una mujer tiene muchas posibilidades de llevársela a la cama fácilmente, y no es necesario ser excelente bailarín, sino tener la disposición de intentarlo, de soltarse, de no negarse a una mujer. Ya me ha pasado también, recuerdo perfectamente la noche en que bailé con un adorable antropólogo con un ritmo un tanto robótico en el cuerpo, pero con una disposición estupenda, el cachondeo fue riquísimo, porque a pesar de su olor (también soy muuuy fijada en el olor) creo que había ido a una expedición antes y llegó al bar, lo pasé por alto de lo buena que estaba la manoseada y el reguetoneo.
Los encuentros ocasionales, también corren el riesgo de ser actos netamente egoístas. El fulano quiere saciarse en breve y punto. Si uno se pone a pensar en estadísticas y por puro sentido común, obviamente los mejores amantes, no andan buscando encuentros ocasionales, porque sencillamente no están solos y yo les apuesto que es muuuuy rara la pareja que se conoce en un encuentro ocasional y repite, nevermind!
Quizá está fue la razón, por la que mi dignidad valía nada ante Enrique, me daba mucha flojera volver a iniciar el camino que recorrí con él por casi tres años, me conocía demasiado bien y yo a él como para dejarnos en serio. Preferí dejar de hablar de él y todo se terminó cuando por fin, no hubo más remedio que la distancia.
Heme aquí del otro lado del hemisferio sin nadie, y sin interés alguno en un affaire de 15 minutos, ya resulta tan aburrido que prefiero evitar todo pretexto que me orille a caer en debilidades. La razón, supongo que me estoy volviendo una adulta responsable, a estas alturas cambiaría esos quince minutos por un café, una charla, un coqueteo con un caballero que me haga reír toda una noche sin necesidad de sexo...

(es metáfora, rayando en eufemismo)

Miren lo que pasó, según yo iba a hablar del museo del sexo, pero salió otra cosa...