lunes, noviembre 30, 2009

La basura que tires...

La basura que se tira no se vuelve a re-coger. La basura que se tira NO se vuelve a recoger. La basura que se tira NOoo se vuelve a RE-Coger… debo hacer muchas planas, para no olvidarlo.
La ansiedad y las crisis, me han hecho presa fácil. Tengo problemas con la autoridad, el mes pasado una vieja nefasta de tránsito, me infraccionó por no llevar cinturón de seguridad, minutos más tarde me agarró un bloqueo de regreso a mi casa, y me topé con un policía pendejo, que no me dejó pasar para ir en dirección a mi pueblo.
Tengo problemas con la autoridad.
Enrique apareció, con la mínima provocación llegó a mi casa, sacó la pipa que hace más de un año le regalé. Hablamos, él sigue igual, con su prolongado síndrome peter pan, su típica playera futbolera, inflado por el alcohol y estúpido por naturaleza ¡ah pero que bien cogía! (y hablo en tiempo pasado).
¡No sé qué me pasó, lo jurooooo! Bueno, si sé que me pasó, pero no sé que le pasó a mi voluntad inquebrantable de estos meses, cuando vi, ya estaba encima de él, sus manos estaban en el lugar que tantas veces me hizo gritar, y su boca jugaba con mi blusa, mis senos y el sostén a medio puesto.
Hubo una primera advertencia, la tira pasó, pudimos percatarnos a tiempo, no pasó a mayores, cinco minutos después, con mi estúpida ansiedad animal, inconsciente, incoherente, con un orgullo innecesario, le preguntaba si me había extrañado, me movía cálida, deseosa, encima de él, contrariada.
Interrupción, salvación, o sorpresa, una maldita moto apareció de la nada, la tira de nuevo, bajamos del auto, ambos teníamos el cierre abajo ¡malditos! Puto susto que me pusieron, puede que ahora me cause gracia, porque argumentaron ¡faltas a la moral! Ja, ja, ja ¿qué pedo con su vida? Si supieran que la moral me vale. En este país se coge y cachondea libremente, ¿por qué tienen que chingar la madre? Foquuiiuuuu!!
Teníamos doble problema, Enrique traía la pipa… para nuestra suerte colectiva, en este país todos somos empleados mal pagados, que tarde o temprano el hambre nos hará doblegar la dignidad laboral. Como siempre, me exalté, con la mirada les eché odio, Enrique concilió, era obvio que si tuviéramos varo, hubiera sido fácil meternos a un motel… aguante jefe, si estábamos cachondeando, pero comprenda…
Resolví el problema con mi dinero. Entendí el mensaje, no era onda de la tira, no eran las ‘faltas a la moral’, no era coger en la vía pública; el mensaje era: NIÑA aprende la lección, TÚ no eres para Enrique, ese wey, sigue valiendo lo mismo o menos que antes.
El universo fue sabio, y vaya que aprendí la lección.
Ya sé que no faltarán los comentarios al rato de ‘ya leí tú blog’, como si entrelíneas afirmaran: ‘eres mía, así que deja de andar con tus calenturas con otros’, me encanta que me celen, admiradores queridos, ¡quédense tranquilos!
Aprendí la lección con doscientos pesos, unos cuantos minutos de calentura y un nefasto que sigue siendo eso, un nefasto en toda la extensión de la palabra (aah pero que bien cogía… ajam, ajam, ¡ah, sí! ¿en qué estábamos?, en que era un nefasto, nefasto, nefasto… ¡vete aléjate de mí!)
La basura que tires, NO la vuelvas a recoger. La basura que tires, NOO la vuelvas a ReCOGER… seguiré con mis planas.

viernes, noviembre 27, 2009

Decir 'Te amo'

En poco tiempo he aprendido que decir ‘te amo’ es algo liberador, pero a la vez algo sumamente peligroso. Lo he dicho sinceramente unas cuantas veces, a mi mamá, a mi sobrino, a Carlos (aunque muy tarde), a dos que tres personas más, y por supuesto al Gordo, en más de una ocasión en este blog.

Las palabras por muy bonitas que suenen, son sólo eso, pura representación gráfica, algunas veces metáforas irreales y muchas veces mentirosas.

Durante años he optado por no decir las cosas que siento, por el temor a equivocarme, por temor a no ser sincera y dejarme llevar por está retórica envenenante. Ante mi silencio, prefiero hablar con hechos, cosa que he olvidado últimamente.

Cierto hecho, hizo que me pusiera a pensar al respecto, y en efecto me acordé que de las personas de las que me he enamorado se lo han ganado, con esfuerzo, dedicación y mucha paciencia.

A pesar de que me considero una persona muy facilota (cuando algo me gusta de momento, lo quiero ¡ya, ya, ya!), pero cuando algo o alguien no me convence, soy tan terca como una mula, egocéntrica como la última coca del desierto, socarrona, cruel y culera por gusto y sadismo (claro, si es que hay hombre que se deje), condiciones que no me parecen muy mías, sino aplicables a todos los seres humanos que están conscientes del poder que pueden ejercer sobre otro, y lo utilizamos de la manera que más se nos antoje.

Decirle a alguien que lo amas, implica una responsabilidad seria, se ama cuando se está en las peores condiciones (eso de amar en las buenas es placer), se ama cuando hay presencia, cuando hay acciones de sacrificio que hacen valer ese amor.

El amor se engolosina de retórica, pero se alimenta de acciones; crece, evoluciona y perdura si hay praxis, no sólo de episteme y doxa.

A mi ego le encanta que me digan 'te amo'. He preferido no fiarme de palabras tan encantadoras, he decidio amar así tenga que demostrar, intuir, sentir y sufrir.

Hasta algunos males son necesarios e innevitables.



domingo, noviembre 22, 2009

El respaldo, del respaldo, del respaldo.


Ayer Da Jandra me dijo: 'niña tienes una mancha'. Aunque suene incoherente, después de 26 años con un lunar que parece una mancha de chocolate al lado de la boca, sigo cayendo en la broma permanente que me ha ocasionado mi rostro triste, siempre, siempre, siempre, caigo en la trampa, pasé mi mano por mi rostro y después de comprobar que en efecto no tenía ninguna mancha, como siempre afirmé: 'ah, es mi lunar'. Y cómo es típico, todos empezaron a reir. A veces después de mucho toparme con la gente y verla, pasan años sin darse cuenta de mi famoso lunar juntitooo a la boca, que no se lo doy a nadie.
Hoy mientras acomodaba mis archivos, pues todos estan en la carpeta, del respaldo, del respaldo encontré esta ¡ternuriiitaaaa!!!

miércoles, noviembre 18, 2009

Guillermo Rimbaud



Ayer en la feria del libro, se presentó ‘Después del derrumbe’, libro de mis cuates, nacidos en los ochentas. Algo de lo que me reí, porque justamente me recordó a alguien, fue que una de las escritoras jóvenes, dijo que a ella la había marcado la poesía de Rimbaud, me acordé de ‘La temporada en el infierno’ que me regaló Gabino, uno de mis ex, la vez en que lo leí, me parecieron poemas sumamente deshabitables, y en efecto, a mí también me marcó Rimbaud, pero porque a Gabino ya nunca más lo volví a ver, después de que me regalase ese libro.
La banda estaba presente, y como yo soy la mejor portada, la menos inquieta… digo, ser la más grande del grupi, me dota de cierta madura-inmadurez para decirles: ‘¡yaaa calmensEN!’, no faltó que Guillermo empezara a chingar la madre, con un comentario al respecto de Rimbaud (ya lo estoy oyendo ‘no pongas eso en tu blog’), pero es que se me hizo tan gracioso, y tan, tan, tan pero tan personal, que por fin encontré algo que tengo en común con él, pues dijo: ‘yo no entiendo como es que les gusta la poesía de Rimbaud, a mí no me gusta’.
Conozco a tantas personas, bueno, a más de tres personas que les fascina Rimbaud, que a veces, me admiro de mi falta de perspicacia poética para poder apreciar al genio francés. También en más de una ocasión justo a esas personas, les he oído decir que les agrada más la vida de Rimbaud, que su obra.
¿A quién le puede agradar la vida de un tipo que tuvo una bruja como madre?, ¿A quién le puede gustar la vida de alguien que terminó medio matándose con el pito de su vida? digo, hay cosas comprensibles que pueden sonar cómodas, como ser originario de una familia burguesa, tener por amante a otro de los poetas de la época (Verlaine), y ser capaz no sólo de ejercer su don en la palabra, sino hacer de su obra un acto poético por excelencia, dejar obras póstumas antes de los 19 años de edad, ¿qué chiquillo en estas épocas puede hacer eso? Ahora la mayoría se emborracha a diestra y siniestra, se mete cuanta droga puede y se vuelve de izquierda, pero ni siquiera saben cómo hacer un soneto. Esos son los nuevos poetas.
La guerra actual, es erradicar a los poetas que simulan ser malditos, pero que en fondo son genios que no pueden escribir más allá de las flores, el color rosa del alcohol y el sexo, lamentablemente comienzan a ser los nuevos lugares comunes de la ‘transgresión’.
Debo confesar, que en alguna ocasión de mi adolescencia e inmadurez, intenté ser poeta, pero por fortuna pude darme cuenta a tiempo, que esos avatares, son demasiado profundos y demasiado bellos, para profanarlos con palabras simplistas y comunes como las mías. La poesía es el lenguaje del mundo. Amén.
Espero que no lean esto mis muchos amigos poetas, digo, no tengo nada contra ellos, ni tampoco tengo nada en contra de que un hombre me escriba cosas cursis solamente a mí, es sólo que no me gusta la megalomanía y los malabarismos pretenciosos, y más si son públicos.
Anoche, los escritores-narradores, presentaron su libro, por lo que vi en sus fechas de nacimiento, la mayoría tienen más de 20, es su primer libro, y no son Rimbaud.
Su acto poético por excelencia de la noche, fue no asistir a la cena, porque había demasiados colados, entre ellos yo, terminamos comiendo en la calle, porque según ellos afirmaron, no se iban a arriesgar a llevar a toda la banda al restaurant y tuviera que ser corrida, porque sólo había acceso para los escritores derrumbistas.
Insistí para que ellos fueran, nosotros, los no invitados comeríamos en la calle, eso no es pedo para nosotros la familia guarra, pero ¿para qué fragmentarnos si estar juntos es lo importante?
Guillermo no es poeta, pero a veces su poesía es delicada, anoche tenía hambre (típico en él), no quiso exponer a sus amigos a una mala cara, comimos empañadas, tlayudas y tacos. Yo valoro esa poesía.

lunes, noviembre 16, 2009

Dos minutos

Él se hospedaba en un hostal. Me desilusionó cuando me pidió que subiéramos al asiento trasero de MI auto, no sólo eso, agregó que en dos minutos lo haríamos. ¡Maldito francés!, desde ese momento todos los franceses del mundo me han desilusionado.
Cada vez que me llama, sigo pensando que será la última que lo hará, un deseo contradictorio me invade, deseo que deje de hacerlo, pero me gusta saber que tiene guardando mi número en alguna parte y por algún deseo meramente carnal, algo lo hace regresar a mí.
Trato que nuestros encuentros sean breves, me escabullo a toda insinuación de ‘hacer amor’, pronunciado según su mal español afrancesado.
Ha dicho que tengo el carácter ‘duro’. Tal vez llegó a esa conclusión, porque le desespera que no le siga el paso cuando camino con tacones, pues no me importa quedarme atrás, también que me le pierda de vista en el bar y escape de él sin siquiera despedirme, o que lo mire con indiferencia cuando en un tono discretamente molesto, me reclame más atención, que a mis amigas. Es algo que me da risa.
Es una lástima me haya conocido hasta estas fechas, hace unos cuantos meses, me pude haber acostado con él sin mucho problema, pude incluso llevarlo a vivir conmigo, pude haber aceptado caminar a su misma velocidad, pero algo pasó, no lo sé, ni me lo pregunten.
Me emborrachó con dos copas de vino cuando nos conocimos, se ofreció a darme un masaje con aceite de jazmín, yo a cambio le di una buena jalada que lo hizo venirse en menos de dos minutos, me lavé las manos y no volví a su cuarto.
Dije que no lo volvería a ver, que no me interesaba caer en su cama de turista. Después de esos dos minutos, el no acceso a mi sexo, ha provocado que me haya llamado por teléfono más que cualquier otro hombre este año.

viernes, noviembre 13, 2009

Salón de belleza

A algunas cosas no les encuentro mucho chiste, como el twitter, la falta de uso y supongo mi desinterés en escribir a toda hora alguna tontería, me ha ocasionado esa reacción. He intentado cientos de veces borrar fotos del feisbuk y nada que puedo. Bien dicen mis amigos que el feisbuk es el diablo. Antier encontré el perfil de un güey que me gusta harto, tan bueno está y supongo, es taaaan mamón, que no cualquiera puede añadirlo, así que le mandé un discreto ‘Hola’, ja, ja, ja, digo, hice mi lucha, lo único que puede hacer es ignorarme o darme un deseado ‘aceptar’.

¡No lo van a creeer! Pero justo cuando escribía esto, recibí respuesta del susodicho, ja, ja, ja, ja.

Por otra parte, en el Facebook, he encontrado algunas personas a las que admiro, como cantantes y escritores. A quien le he mandado varias invitaciones, y supongo me ha ignorado, es Mario Bellatin. El primer libro que leí de él, ‘Salón de belleza’, se me ha venido mucho a la cabeza ahora, que a mi padrastro le detectaron cáncer, una de mis nuevas amigas la han desahuciado desde hace años, a una de mis tías la operaron por amenaza de cáncer, y otra de mis tías más queridas, ha estado grave por diabetes.
Las imágenes que se me vinieron a la mente del libro, fueron las del pez invadido por el mal en la pecera, por supervivencia, todos los demás peces se alejaban del pez enfermo. Salón de belleza, es un salón donde se va a morir.
Hace también unas semanas, tomé un curso de Reiki, que consiste en curación con las manos, la experiencia fue increíble. Aprendí que toda enfermedad también es ocasionada por cuestiones anímicas-emocionales, en mi caso, me dijeron dos de mis nudos emocionales que hasta la fecha me siguen afectando, la solución más pertinente fue: cerrar ciclos a través de perdón a uno mismo, y a los demás.
Poner en el ‘pre’ a la bandeja metálica, a candidatos dentro de la familia, no es cosa fácil. A mi padrastro le he dicho que le eche ganas que no se deprima, no soy buena para los discursos.
Cada vez que veo a Mary, mi nueva amiga, me nace abrazarla, me nace quererla mucho, tal vez porque en ella veo un reflejo muy parecido al de mi madre. De mis tías qué puedo decir, no mucho. Cuando menos lo esperas, la gente se muere, joven, pequeña, adulta, anciana, uno nunca sabe cuando y cómo, a veces creo que es mejor morirse sin la premeditación de una enfermedad. ¿Para qué sufrir la tortura psicológica de los doctores?, que a últimas fechas sólo han servido para dar malas noticias. Tampoco entiendo cómo es que ahora con tanto avance con el genoma humano, con las miles de operaciones estéticas y demás cirugías inútiles, no se haya encontrado una cura para enfermedades como el cáncer que año con año, se lleva a tantas personas.
Entre mi especulación y desconfianza no dudo que las curas existan, pero por amenaza a perder el poderío económico de los grandes laboratorios, su gama de medicinas sólo ha mantenido a la gente moribunda y en efecto, en lugar de encontrar curas, el mundo se ha hecho un gran salón de belleza, donde se mantienen con paliativos a las personas a punto de morir, sin morirse.

miércoles, noviembre 11, 2009

Punto de origen


Sí, me pasa algo muy severo, muy anómico-anímico. Suicida, de venas cortadas con una zanahoria.

Traigo algo trabado en la garganta, la laringe es mi punto débil. No poder compartir eso que por egoísmo es sólo mío, por derecho lingüístico no lo digo, por razonamiento se ha vuelto ciencia de lo estúpido.

Cientos de letras, decenas de oraciones que ya no quieren decir mucho. Me niego a ver fantasmas. Me niego, y me asusto de sólo imaginarlo. La puerta se ha abierto sola, he pensado que eres tú, con el repentino latido de mi corazón, el escalofrío y mis manos temblorinas, te he dicho que no quiero más miedo. ¿Podrías perdonarme el nunca haberte dicho lo mucho que te amaba? ¿Podrías perdonarme el nunca haber insistido, por orgullo? ¿Podrías perdonarme las muchas veces que no quise tener sexo contigo porque me dolías?

¿Podré perdonarme todo lo que hice por ti? Quisiera perdonarme y perdonarte por lo que no pudimos hacer juntos, por dejarme así, con el sexo adolorido, con la sábana sucia, con tú desdén ante mi corrupción, con el quiebre de mis ideales en añicos cristalinos.

Dejaré que sigan pasando esas cosas raras que sólo yo percibo, dejaré de tener miedo.

Seguiré escribiendo esos relatos de lo que no hicimos, de mi boca en tu sexo, de tus labios en todos mis laberintos, de mis silencios en tu saliva, de tus palabras en mis senos.

Tú eres el autor en mis dedos, tú eres el travieso de mi moral retorcida, tú eres el personaje latente que nunca está presente, pero siempre estas.

Amor mío, te perdono por haberme convertido en la que soy, te perdono porque he vuelto al origen, al mismo punto donde me dejaste.