martes, septiembre 30, 2008

Soy un higadito

Hoy anduve de buen humor, me encontré a mi admirador favorito (que de hecho es el único que tengo declarado), un maestro sesentón o tal vez setentón, que cada vez que hablo con él, me deja iluminada. Es un señor muy sabio, además de tener buenos gustos en lo femenino, ja, no puedo evitarlo, soy vanidosa.
Su primer frase dirigida hacia mi fue ¿cómo está la reina de la sensualidad?, je, su aseveración fue bastante exagerada, nomás porque hoy llevaba una blusa con breve escote y chamarrita roja, pero no dejan de encantarme sus piropos elegantes. En la mañana le decía que andaba feliz, él preguntó por qué, y comenzó a adivinar,¿ya te vas a casar?, ¿ya vas a mantener a tu marido?, ja, ja, nada de eso, mi respuesta fue: ‘tengo fe en un proyecto’,
Él rebatió: ‘la fe existe sólo en si mismo, cuando uno hace las cosas bien, la fe está ahí, no depende de nadie más’.
El maestro Calleja, es uno de los más preocupados en mi, no sé por qué, pero sus preguntas recurrentes son ¿y ya tienes novio? ¿y ya te vas a casar?, y sus recomendaciones son las mismas, ‘no es bueno estar solo, es necesario que aprendas a compartir’. Su consejo de hoy fue similar, pero con ello me dejó un duro golpe, mientras iba a hacer las compras, pensaba en lo que me decía y llegué a la conclusión de que en efecto, soy tan mezquina, orgullosa, soberbia y me creo la reina de este mundo, como para darme el chance de enamorarme de alguien, porque nadie me merece, ja, ja, ja, ¡qué estupida soy! (de antemano sabemos que esos pensamientos pendejos, no son ciertos, pero si inconscientes).
Cuando le dije que no andaba con alguien porque el amor no me había pegado, él volvió a rebatir con esa sapiencia que lo caracteriza, y dijo: el amor lo tienes, siempre lo has tenido, solo hay que darlo, eso es a lo que no te atreves a compartir.
Cierto, si uno está solo es porque tiene algo o mucho de egoísta. Dejaré de quejarme. Hoy mi flaquito me mandó un mensaje con besos incluidos, de verdad que ha tenido hígado para tolerarme, y admiro su paciencia de mis muchas indiferencias y groserías, comprendo que eso es querer realmente a alguien, aceptarlo como es. Por lo menos uno en este mundo me quiere. Mi flaco, que ya se va haciendo gordo.

domingo, septiembre 28, 2008

Miedo del sueño

Una de las cosas que he olvidado, es la de tener miedo como cuando era niña. Tenía muchos años que no sentía miedo por lo incierto.
La vida adulta me instaura el tener miedo a cosas que sabes cuál es la fatalidad final, como por ejemplo tener miedo a ser despedido de tu trabajo, tener miedo a morir en un accidente, tener miedo a enfermar, tener miedo por un asalto, tener miedo a causa de una adrenalina aventurera; pero no te percatas que has olvidado tener miedo a lo incierto, como por ejemplo, al coco que estará debajo de la cama, lo sin cara de la oscuridad, el miedo al ruido mínimo que irrumpe el silencio en la noche, o el miedo a una imagen no configurada con la realidad, el sueño.
Anoche, antes de dormir, me percaté que una de las tantas acciones que todos los días realizo sin darme cuenta, es la de apagar la luz e ir a tientas a la cama. Cuando apreté el apagador tuve unos cuantos segundos para dedicar algunas reflexiones breves al asunto. Arguyo que ver algunos fragmentos de una película de Schwarzenegger, sobre una esposa del diablo (mamadas de ese tipo), y que minutos antes de dormir, leí un cuento de Bolaño donde un tipo asesina a otro, por entrar a una casa a media noche; me sugestionaron para tener una pesadilla bastante consciente. Digo consciente, porque recuerdo los sucesos nítidamente y también recuerdo que al despertar, mi cuerpo estaba tan rígido y frío, que a penas y lo podía mover, pasó mucho tiempo (tal vez fueron segundos), pero para mi fue mucho tiempo, para que el horror se me quitaba, a diferencia de otras ocasiones en las que despierto de la pesadilla, y el miedo se diluye al primer pensamiento ‘lúcido’ de que estaba soñando.
Por segunda ocasión en una semana, me molesta esta sensación de dormir sola y por segunda ocasión, también se me ha dado la gana ir corriendo al lado de mi mamá para que me abrace y proteja (la primera fue porque casi me muero del dolor de panza).
La atmósfera del sueño, era la de un lugar húmedo y con vegetación, iba manejando a un pueblo donde había una capilla, entraba al recinto, recuerdo que comenzaba a rezar en voz alta, después de mi, aparecía gente, cuando el lugar estaba lleno las puertas se cerraban y por una puerta de lado del altar, salían personas vestidas de monaguillos que comenzaban a matar a la gente con cuchillos sin filo, vi a la gente ensangrentada, fui presa del susto y dispuse que en ese sueño no iba a morir, salí ilesa del lugar, pero como todo sueño, pasaron muchas cosas, que no logro ordenar, corrí a mi coche que por obra divina, arrancaba a la primera, en el camino hice dos escalas en dos casas construidas entre árboles, que estaban abandonadas, eran lugares muy confortables y bellos.
Después estaba caminando en la noche por una carretera, donde mi mamá aparecía en su auto, íbamos rumbo a casa de Lulú, (mamá del hombre que he mitificado por no hablar de él, pero siempre está presente), llegábamos ahí porque queríamos refugiarnos (no sé de qué), Mario, me asignaba la habitación de su hermano, el hombre mito, mientras entraba, veía las paredes amarillas; me enseñaba fotos, pertenencias, prendas de cuando era niño, me regalaba unos zapatos pequeñitos de su hermano y su mamá me ofrecía una pintura que no aceptaba.
Volvían los recuerdos, el rostro, sus gestos, rasgos que ya había olvidado, eran tan claros, tan palpables, tan vivos, tan presentes, que al momento de despertar, la pesadez de mi cuerpo no era sólo del miedo, sino sentía una presencia, una energía omnipresente que horrorizaba mis sentidos.
Algunas veces el miedo pasa, pero esta vez el miedo me congeló. Era un miedo parecido al que tenía cuando era infante, a lo que no tiene razón de explicarse, porque simplemente ocurre de la nada.
Otra de las cosas que descubrí en ese sueño, es que pude conceptualizar, es decir, definir qué ocurría. Recordaba imágenes que tal vez habían pasado en otros sueños, como si los sueños también tuvieran un pasado, sueños que ocurrieron en otra sesión de sueños, que a diferencia de la vida, al recordarse en el futuro, pueden ser alterados o revividos en unos cuantos segundos.
La magia del onirismo puede llevarte hasta ser Dios y revivir muertos, hablar otras lenguas desconocidas y ser presa de las emociones más extrañas, que sólo pueden equiparse mínimamente a cuando estas drogado. El dolor, puede mutar de un momento a otro en placer, lo nunca esperado se vuelve esperado y finalmente, los sueños se entienden como algo traducido en instantes, que no volverás a recordar nunca más.
Ahí radicaba mi horror, en poder recordar nítidamente el sueño, en retenerlo despierta, y sentir las mismas sensaciones con los ojos abiertos en la oscuridad.
El miedo, no era hacia los monaguillos asesinos, ni a la imagen del hombre mito que se había suscitado, sino era a saber que esas emociones provocadas mientras dormía, las seguía teniendo aún despierta y presentes en el ambiente de la noche, eso fue lo que encapsuló en terror.
Los rezos, los fragmentos de recuerdos, las oraciones religiosas pronunciadas entre vocecitas inconscientes, no me fueron suficientes, seguía teniendo miedo, la razón me dijo: ‘no pasa nada’, pero podría jurar que en ese momento si ocurría algo. Un algo que no podría definir, un algo que no me dejaba moverme de la cama.
Fui cobarde, porque no pude pararme a encender la luz, acto contrario al que hacía todas las noches, mis ganas de cerrar los ojos y poder dormir no estaban presentes, quería despertar, pero ya estaba despierta, y el miedo onírico no se iba. Cerré lo ojos y la oscuridad me tranquilizó, el sueño sin imágenes me llevó por unos minutos a la paz.
Volví a despertar, esta vez tenía ganas de orinar, ya no sentía miedo, con decisión me destapé del cobertor y fui directamente al baño. Mi corazón ya no estaba agitado, nunca estuvo agitado. No pude volver a la cama.

lunes, septiembre 22, 2008

Imbécil

Todos los días tengo que dedicarle algún pensamiento, así sea para maldecirlo o para extrañarlo vehementemente. Son casi dos meses, que a él, le ha crecido la barba, se la ha vuelto a cortar, casi lo meten al bote, casi renuncia a su trabajo, yo casi me muero por la gastritis, y ambos seguimos sin mover un dedo para volver a vernos, porque nos quedamos de nuevo en el ‘casi’ NO nos queremos.
Pero ustedes lo saben, lo extraño. Cada momento de ocio, me dedico a construir imágenes prediseñadas a mi antojo, revelando recuerdos, y añadiéndoles fantasías de más que no llegué a complacerme. Me quedé con las ganas de darle unas cachetadas chingonas, en los dos sentidos: por puro sadismo en la cama, y del otro lado, porque muy bien merecidas se las tenía: por culero.
Ayer, gracias a que estaba enferma y no podía salir, me quedé todo el santo día en el msn, ahí estaba él, esperaba que yo tomara la iniciativa, no lo hice, insistió con su pregunta a medias: ‘¿se arma, o no se arma?´, me hice la tonta, quería palabras claras, implorando, declarando, aceptando que me extraña y por supuesto que también me necesita.
Ese ‘se arma’, traía dos propuestas, la primera era la sexual. No dio palabras claras porque hacía dos meses, él me había mandado a la fregada, y su misma propuesta era razonablemente incongruente, pero de haberla hecho explicita, no hubiera tenido inconveniente de aceptar, siempre y cuando hubiera hecho una labor ardua de ruego. Digo, tenía que cotizarme, de algo tenían que haber servido estos dos meses de lucha contra mis bajas pasiones, mi resistencia a la necesidad de buscarle. Mi lucha interna tenía la esperanza de ganar una batalla; hacerlo doblegar era la victoria. No lo hizo, porque cuando pregunté ¿armar qué?, respondió: olvídalo.
La otra connotación de ese ‘se arma’, traía también una propuesta económica, ‘hacer la vaca’, es decir, cooperarle para irnos a meter al motelucho de siempre, ¡qué huevos!
El primer mes que anduvimos, hizo un tango porque entramos a una habitación que no tenía televisión, y dijo sentirse apenado por haberme llevado a ese lugar, pero su glamour duró poco.
Cuando el dinero que traía ahorrado del gabacho se le fue acabando, nos tuvimos que acomodar en un lugar de cuarta, con el colchón duro, sin tele, dos toallas pequeñas, un jabón para manos, y sábanas viejas. El silencio de la tele fue suplido por nuestros gemidos, sustituimos al emtivi para contarnos nuestras preocupaciones; conocí a su adorable novia ‘Lilí’ por sus pláticas, y la odié cuando me habló de ella. No tenía nada contra la tipa, porque al parecer era el típico estereotipo de mujer, que el hombre busca para novia fiel, posesiva, mocha y pendeja a la vez.
No extraño ese motel, pero si extraño su deseo sobre mi, no extraño sus idioteces, pero si extraño lo mucho que yo reía con él, o mejor dicho, de él, porque lo gracioso no era lo que decía, sino cómo lo decía, su esforzado esfuerzo, su inocencia ante el chiste mal contado del que me reía.
Él, ha sido el perfecto hombre de mierda al que he recurrido en mis relatos. En alguna ocasión llevé un escrito a un taller de narrativa, donde hablaba de él. Los escritores no se fijaron en el cuento, porque el personaje masculino era satíricamente más ruidoso, que el texto mismo; un perfecto imbécil diseñado para la verosimilitud de las letras femeninas.
Sé que sueno soberbia al decirle imbécil, pero mi insulto es menor y mínimo, al que él ha de adjudicarme a mi, por el simple hecho de haberme enamorado de la situación (insisto con mi soberbia, ¡vaaa!, tampoco quiero aceptar que lo quiero, no puedo evitar sentirme superior a él por algún lado ), y solaparle muchas cosas.
Creo que ya lo extraño menos. Sigue siendo un imbécil, no más que yo por quererle.

sábado, septiembre 20, 2008

Títere

No sé cuanto tiempo duró el delirio. Entre sueños repetía la frase: ‘¡hombres y mujeres! Atenciooooón’. Una y otra vez, los textos de la obra venían a mi mente. Hasta que un pensamiento consciente, me dijo: ‘¡basta, deja de pensar en Lorca!... Realmente nunca supe si lo que trataba de estructurar en el sueño eran los diálogos exactos de la obra, porque supongo sólo se representan.
‘Niño, cierra esa boquita’. Las caras de Dolores, Maleno y Saúl (mis compañeros del teatro), entraban en mis sueños, la presión de repetir una y otra vez el ensayo, hasta que saliera perfecto, como el maestro lo quería, me hicieron despertar de golpe. La respiración apenas sana, el calor de las cobijas, el sudor frío, el pecho constipado en flemas, un pequeño dolor en el estómago, me hicieron caer por momentos en la desesperación, en la que por segundos sientes que te vas a morir. Pasaron unos cuantos minutos para que intentara volver a dormir, resultó imposible cuando mi cuerpo se movía de un lugar a otro, cambiaba de postura, me quitaba la cobija y me la volvía a poner.
Salí de la cama para ir directo al baño, lo último que salió fue gran vómito apestado a las pastillas que había tomado para aliviarme la infección de la garganta. Fue ahí cuando comenzó el dolor en el estómago. Me olvidé de mi defectuosa respiración, para instaurar mi atención en el nuevo inconveniente: La panza.
Increíble pero cierto, en el primero que pensé, fue en él, en mi supuesto novio. Fueron esos momentos cuando me dí cuenta de algo espantoso: estaba sola, quería estar con alguien me auxiliara en esos momentos. Esa sensación me la había provocado el que después de vomitar 3 veces, nadie en mi casa se había dado cuenta. Fue hasta que azoté la puerta del cuarto de mi mamá y le dije: ‘Me siento mal’.
‘Callad, para que el silencio quede más clarito’. ¿Qué haría si viviera sola?, mi progenitora me hizo un té, que minutos después estaba vomitando de nuevo, hasta que de tanto esforzar al estómago, me quedé dormida por breves instantes de gloria, postergados por infiernos anunciados de gritos, parecidos a los de una parturienta. Ya amanecía cuando subí al coche, el camino se hacía eterno, cerraba y abría los ojos, para ver si ya habíamos llegado al hospital. Unas cuadras antes desalojé las últimas salivadas de antibióticos que me quedaban.
El medico de guardia apareció, me llevó a su consultorio y después de un chequeo de rutina, preparó una jeringa, me bajé los pantalones, ya sin el menor complejo; porque apuesto ese doctor había visto miles de cuerpos desnudos, miles de nalgas imperfectas, miles de atrocidades humanas, que apenas hubieran sido comparables con mi nalgas escurridas. El escándalo no fue menor, porque al momento de sentir la aguja, grité de nuevo, y quedé dopada en instantes. Boca abajo, me sentí ponchada, como después de muchos rounds, sin límite de tiempo, que me habían desgastado todo el cuerpo. Supongo que mi mamá volvió a subirme los pantalones, porque cuando desperté ella platicaba con el doctor y yo estaba con los pantalones arriba.
Cuándo el doctor me preguntó si tenía estrés en mi trabajo, yo respondí ‘no’, porque ahora que reflexiono, disfruto más mi trabajo que nunca, me dijo si tenía alguna preocupación con el novio; tampoco la tengo, digo, llevo dos meses de abstinencia, un novio que es de palabra y nada más... hasta que me acordé... ‘Los títeres de cachiporra’ obra de teatro escrita por Federico García Lorca, dirigida por Rolando Beattie.
‘Bajo la luna verde de las montañas, bajo la luna rosa de las playas...’ El diagnóstico fue el siguiente, después de haber tomado dos pastillas para mi garganta, mi estomago había reaccionado con una gastritis nerviosa, motivo por el cual intentaba desecharlas en el vómito.
La maldita presión de estar bien de salud, para hablar a viva voz, me llevaron a un crisis de plena tortura, y delirios entre sueños con la obra. Caía en cuenta de ello, en el hospital.
Como es típico de mi mamá contar mis vergonzosas hazañas a los doctores, que mi hija esto y lo otro, que trabajaba aquí y allá, que no tenía seguro medico, etcétera, eso ayudó para que de los 350 pesos , que íbamos a pagar, el doctor no se manchara y fueran solo 300. Además, yo debería haberle cobrado, por el hecho de verme las nalgas. Después de la inyección, llegué a casa, comí lo que pude, porque nada me sabía y me tendí cual muerta en la cama.
Cosa curiosa, después de muchos meses de no tener contacto con un tipo con el anduve, me ha marcado justamente hoy, para ver como he estado. ¿Y mi ‘novio’? ni sus luces.
Creo que dejaré de ser un títere de cachiporra, y mejor me pondré a buscar un buen marido como don Cristobita, o de perdis que me ame como Cocoliche, ash, me choco, yaaaa, dejaré de pensar en el teatro!, casi me muero y sigo con mis mamadas.

viernes, septiembre 19, 2008

Humo

Muero de fatiga. Por fin me llegó lo que menos quiero. Me he enfermado de la garganta, todo por andar grite y grite en el ensayo. Resulta que estamos haciendo una obra de Federico García Lorca, pero como es teatro callejero, el entrenamiento tiene que ser a viva voz. Así que todos los días tenemos que entrenar nuestro ronco pecho (todo el aparato fonador), cual viles malos cantantes de ópera. Lo que no les he mencionado, es que el maestro Rolando (el mero mero de la escuela) y la maestra Lupita Villa (la segunda mera, mera y mejor actríz de todo Oaxaca) fuman como chimeneas.
Cuando hacemos ejercicio, o estamos respirando para emitir la voz desde el diafragma, no tienen la mínima benevolencia para apagar su chingado humo, eso me ha venido a joder; y si a ellos no le sale un carcinoma, nosotros que aspiramos todo su smock, probablemente cobremos la factura de sus pulmones.
Por el momento es todo lo que tengo que contarles, ando con el cuerpo cortado y con ganas de acostarme. Luego subiré algún videín del ensayo.

miércoles, septiembre 17, 2008

¡Cuánta sapiencia!

La mujer, siempre defendiendo las estupideces que hacen los hombres.

Detrás de toda gran mujer, hay siempre, un hombre de mierda.

martes, septiembre 16, 2008

Reto concluído

Por fin termino con este encierro de letras. A pesar que concluí con mi reto de publicar 30 días seguidos, salieron cosas interesantes, pero descubrí algo, lo interesante de tener blog, es dejar que ciertos post cuajen por algunos días, porque publicar diario, es también dejar que su tiempo de vida se acorte, para que sean leídos y comentados.
La segunda cosa que descubrí, es que no todos lo días tengo los alientos creativos para escribir, o no tengo el tiempo suficiente; pues estoy inmersa entre las preocupaciones diarias del adulto, trabajar, descansar, medio vivir.
Por otra parte, en estos días en todo momento andaba casando pensamientos, ideas, que combinadas con situaciones ficticias pueden hacerse cuentos simples, pero con un valor significativo bastante alto. Me sentí bien, porque hacía tiempo que no salía del género de la bitácora personal, creo que salieron dos post con algunos tintes de narrativa, ya que tenía un rezago creativo que me estaba haciendo escribir lo mismo, y eso comenzaba a preocuparme y peor aún: hartarme. El esfuerzo, tuvo algunos frutos imaginatorios decentes.
Ayer me encontré a Guille en el IAGO, fue curioso, porque me encontró cuchicheando con un libro de Roberto Bolaño, autor que había leído en otras ocasiones pero de manera muy rápida, a él le gusta ese tipo de narrativa.
Redescubrí que el escritor chileno, tiene una prosa, breve, puntual y creativa, de las pocas hojas que leí de un libro, me hicieron tener ganas de escribir sobre cosas con las que me sentía identificada al leerlo. Cualidad que entre los escritores que he leído, pocos han logrado en mi.
Guille, es el chavito que conocí en el taller con Fadanelli, es un moco de 18 años, me cae re bien, hay personas con las que me es muy fácil tratar y él es una de esas personas, tiene una vibra chingona, no es el típico puberto, es decir es un puberto en toda la extensión de la palabra, pero ¿cómo describirlo? Sui generis. En otro post, me dedicaré a escribir de él. Por el momento, simbólicamente doy por concluido este periodo de publicación diaria, retomo mis publicaciones del ‘cuando se me dé la gana’. Porque desafortunadamente, descubrí, que el escribir a la fuerza, algunas veces, saca cosas que me desagrada escribirlas. El objetivo está concluido, aunque no he salido de mi atolladero creativo, creo por el momento, comienzo a querer salir de él.
Un gran saludo, gracias por leerme y regreso cuando tenga algo que contarles (que de hecho tengo mucho que contarles, como mi fracaso en el teatro, Rolando lleva puteandome 4 días, porque no puedo decir correctamente: ‘callad, para que el silencio quede más clarito’, es una verdadera lata sentir que uno no tiene control sobre sí mismo en el lado artístico, de verdad es bastante frustrante). Me voy porque tengo que estudiar, e ir a clase. Chau.

lunes, septiembre 15, 2008

Oh, si ¡cómo odio levantarme temprano! mañana trabajo en una escuela. Hoy tengo ganas de irme al grito, ni modo, no dormiré.

domingo, septiembre 14, 2008

Guayabas

Día raro, mi hermana y mi mamá me han dejado como el perro: sola. Me he quedado en la casa, con mi cuñado que vive al lado.
No sé, por qué obra magnánima, hoy me levanté a hacer de desayunar para mi y para Otoniel. Digo que es raro, porque la verdad soy una persona MUY poco amable, regularmente me valen pito todos los demás, si no está mi mamá, he optado por no hacer nada de comer, bueno, cuando ella está tampoco lo hago, ella lo hace.
Hacía mucho que no cocinaba, jo, desde que tengo 6 años, sé encender una estufa y cocinarme, y aunque mi repertorio gourment no es muy amplio, lo poco que sé cocinar, no me sale mal.
Después de terminar el libro de Fernando Lobo, ‘No lo tomes personal’, me dispuse a hacer una de esas actividades raras, fui a cortar guayabas, porque dejen les digo, nosotros vivimos en pleno campo, por lo que tenemos un huerto improvisado que consta de un aguacatal, un guayabal, un limonal, plantas como: hierbasanta, chaya, bugambilia, albaca, hierbabuena, chiles, tomates, y sin contar con los rosales de mi mamá. Desde que iba a la secundaria, una de mis practicas fue acatada por mi mamá, al ver que daban frutos; regamos la basura inorgánica en el patio, gracias a eso, hasta hemos cosechado melones, sandías y piñas.
Este año, me ha admirado la cosecha, los árboles están cargados de frutas, llevamos casi 3 meses con el montón de guayabas regadas, por eso hoy, me subí a la escalera, con un canasto (cual vil pueblerina que soy), corté guayabas y limones. Tenía intenciones de ir a regalarlas con los vecinos, pero Otoniel me ahorró la tarea, le di todas para que las llevase a su mamá.
Cada vez que salgo de la casa y llego, el aroma de guayabas es delicioso, algunas veces hacemos agua de guayaba, pero lo que se me hace un placer inusual es llegar a casa y ser recibida por el olor a la fruta, aunque estén podridas huelen bien.
Lo que en definitiva se me hace maravilloso es que este año, las plantas de tomate dieron, realmente tomates grandes y rojos. Otros años, supongo que las semillas transgénicas han producido tomates de apenas medio centímetro, si, unos tomatitos burlescos, que ni siquiera alcanzan para la salsa.
Sin duda, lo mejores frutos, han sido los del aguacatal, no nos hartamos de comer guacamole, cuanto es temporada de cosecha, a todo aquel al que le regalamos aguacates, queda fascinado porque además de ser caros en el mercado, nuestros frutos verdes son magníficos, tienen la cáscara delgadita y el hueso no es tan grande, además, que las hojas del árbol son magníficos sazonadores para los guisados en barbacoa y los frijoles refritos.
Por cierto, me tengo que ir, ya que aprovechando que estoy sola en la casa haré cosas que regularme no hago, porque siempre hay gente (cosa rara me he abstenido de llamar a cualquier hombre que perturbe mi estado de alto virtuosismo, ja, ja).
Mi listado de cosas que haré y las diré para que se burlen de mi :

1. Bailar frente al espejo, las rolas de la sonora Margarita (ah huevo, ‘y yo que te deseo a moriiiiirrr...)
2. Cantar en el Karaoke, si, descubrí que en el you tube también hay Karaoke, ja, ja, ja, ya me eché tres rolas y de verdad ¡qué feo canto! ¡ay, pero cuánto me divierto!
3. Ver pelis, tengo dos pelis, una de Capra, la primer versión de Nosferatu...
4. Iniciaré el libro de Hubert Selby ‘La última salida a Brooklyn.
5. Esto dudo hacerlo, pero creo que me pondré a limpiar la casa, lavar el baño y tirar todos los papeles que no sirven.
6. Creo que me dormiré temprano, cosa que no hago entre semana...

Creo que soy muy aburrida, por eso pocas personas me aguantan, jo, insoportablemente decente.

sábado, septiembre 13, 2008

Caldo de verduras

Laura llegó a la fiesta con su hijo, su novio y su mamá. No tuvo más remedio que sentarse en la mesa donde tenían a la única persona que les incomoda en toda la fiesta: yo.
La llegué a conocer tanto, que parte de su personalidad y humor, se reflejaban en el carácter de su mamá. Las veces que ella era amable conmigo indicaban que Laura estaba enojada. Los gestos sonrientes de la madre, eran seña legítima, del coraje incontrolable de su hija contra mi. No sé si guardaba algo de el ahora. Porque su madre nuevamente era amable conmigo. Lo dudo, aunque yo tratara de negar esa deuda contra mi, se había revertido la consigna, era yo quien evitaba tener que tratarla.
Por palabras de más, lo único que quedó entre ella y yo, fueron algunos breves insultos que se tradujeron en ‘espero nunca volver a tratar contigo’. Rompimos como un matrimonio civilizado, con definidos insultos, dolores y odios. Mi aparente infidelidad, me había costado cara.
Ya sabía que su novio le había pedido casarse con ella. Cuando lo miré, no encontré en ese hombre, las cualidades que suplieran sus exigencias. Exigencias que yo conocía muy bien. ¿De donde había sacado a es barbaján que no le gustaba comer verduras? No es por ofender, bueno, si es por ofender dietéticamente, pero ¿cómo es que ella, siendo una persona tan saludable, eligiera alguien con gustos tan distantes al buen comer?
El platillo, fue un caldo de res con verduras. Cosa rara, una fiesta en pleno lunes, con alcohol de sobra, y un platillo saludablemente insultante a las chatarras ricas de las pachangas de pueblo. No digo que el caldo no fuera rico, pero junto a las cervezas se me apetecía un gran trozo de carne en barbacoa, pasta de frijoles, espaguetti con harta mantequilla, tortillas calientes y por supuesto un chorrito de mezcal.
Su novio era un barbaján para la comida chatarra seguramente, se le notaba en la panza, pero a leguas se le veía lo buena persona. Abrazaba al hijo de ella, como propio, su lentes y su voz, no mentían, no cumplían con las antiguas exigencias de Laura, pero si cumplían con lo socialmente correcto. Un hombre que pudiera ofrecerle algo bueno: ‘una familia’.
Después de haberla visto, me llegó la nostalgia. Ella notó mis kilos de menos. Laura, era igual de bonita, saludó a todos efusivamente, nosotros sólo nos dimos un ‘hola’, y evitamos palabra, porque su mamá, se interpuso entre nuestros lugares en la mesa. La señora queriendo compartir, más que provocarme disgusto (porque realmente me daba gusto), me dijo que el sábado, el novio, al que tenía enfrente de mi, la había ido a pedir para que se casaran; siempre lo quiso así, ‘casarse’.
Yo no me hubiera podido casar con ella, la sociedad no es tan abierta en estos tiempos, como para romper esquemas. Ni siquiera me hubiera atrevido a proponérselo. Era mejor que termináramos de la peor manera, porque de no hacerlo así, nunca hubiera podido dejarla y ella se hubiera dado cuenta de cuanto la quería, cuanto llegué a amarla, cuanto sus insultos me habían herido, y cuanto se me hacía insoportable verle, como para querer evitarla en esos momentos.
En menos de una hora me levanté, no me terminé el caldo de verduras, ni tampoco la cerveza, tiré el chorrito de mezcal, me despedí de los comensales de la mesa, entre ellos de Laura, tenía que ir a trabajar, pude no haber ido, pero no me era humanamente soportable estar ahí. Luz, la cumpleañera, anfitriona de la fiesta, se despidió de mi, supongo que por ser amable, dijo: ¡qué piernón!, ¡se te ve muy bien esa minifalda, amiguis!

viernes, septiembre 12, 2008

Entrenamiento

No hay necesidad de pensar, porque los años me han enseñado a actuar en automático. Detengo el coche, bajo para abrir el portón. Comienza a hacer frío, pero la putiza me ha dejado algo estúpida y no siento la brisa. Alma es despiadada, estirarme durante una hora y hacer intentos de abdominales y lagartijas, me han dejado desconchinflada. No sólo tuve tortura física, Rolando, ha comenzado a trabajar con la obra 'Los títeres de cachiporra' de Federico García Lorca. Si hay alguien a quien le tengo miedo, es a él.
No pude leer un fragmento con la emoción que él me pedía. 'Callad, para que el silencio se quede más clarito'. Actuar no es lo mío, he dicho. ¿Pero por qué sigo somentiendomente a un entrenamiento demasiado rígido, contemplando mis posibilidades y limitantes?
Ir a clases, es como si me hubieran picado el orgullo, 'lo puedes hacer ¿por qué no?'. He ganado lo que en años no he podido encontrar: Disciplina y compromiso. Paradójico entender que ni siquiera el compromiso en una de esas relaciones, me haya comprometido con alguien.
En automático abro la puerta, entro con mezcal(mi carro). Dentro de la casa, me quito la ropa, primero la playera del trabajo, abajo tengo el leotardo, el pantalón de mezclilla. Me deshago del braciere, busco la pijama. Entro al baño, me lavo la cara. El ritual de belleza y limpieza me agobia unos cuantos minutos, cremas y toallas. Mi panza está llena de hambre, dijera Julito. Comida, trabajo, disciplina, arte, silencio, escritura. ¿Algo me falta? probablemnte si y aún no quiero darme cuenta.

jueves, septiembre 11, 2008

Mal video



La última sesión que estuvo Fadanelli con nosotros, llevé mi camarita y grabé a toda la fauna juvenil de literatos oaxaqueños. Me tardé como unas cinco horas para editar, más otros dos días en intentar subirlo al you tube, tuve que bajarle la calidad, para hacer más chico el archivo, motivo por el que se ve bastante pixeleado.
Ayer leí el comentario de uno de mis compañeros que dejó en el otro blog:

"Olaf: Con pena he visto el video de Viridiana. Me parece más bien la presentación de un triste espectáculo, lo que no existe sino un mal video"

En definitiva, le doy la razón, es un mal video, iniciando porque se ve feo, mi edición no es perfecta, y mis imágenes están bastante mal grabadas y para lograr algo de calidad aceptable, tendría que haberme llevado más tiempo en producirlo.
Pero ¿qué tiene de espectáculo? a ver, yo que llevo estudiando teatro por más de un año, que concluí la carrera de ciencias de la incomunicación, y que me declaro una cinéfila y una amateur del video, me he puesto a reflexionar y repensar si soy YO la estúpida que NO entiende QUÉ es E S P E C T Á C U L O.
Digo, en mi devaluado razonamiento entiendo que espectáculo sería, si les hubiera dicho como vestirse a cada compañero y les señalara qué tendrían que decir y hacer, pero no, me remití a grabar lo que pude y lo que me pareció interesante en cuestión de imagen; por supuesto no les pedí que posaran.
Daré algunas referencias para aclarar esto del 'triste espectáculo', iniciaré con dos personajes que son clave en la historia del cine. Louis Lumiere y George Melies. El primero, inventor del cinematógrafo, filma a obreros saliendo de las fabricas, con ello se instaura el género documental. El segundo, que por su vena teatrera y titiritera, usa al nuevo invento como un recurso para contar historias de fantasía, bautizando al género de la ficción.
Obviamente, mis grabaciones son de tipo documental. En la posproducción, incluí música e hice una edición de lo que consideré innecesario. Ahora me sigo preguntando ¿dónde está el espectáculo? Puede que la música, y el trabajo de edición le quiten el realismo, igual que a toda imagen que vemos en la tele, en el cine o el internet, finalmente eso deja de ser, para convertirse en otra cosa que representa, pero esos son rollos muy densos de semiótica.
No creo que sea cuestión de percepciones. Tal vez de conocer un poco más la historia del cine.
Por otra parte, ¿qué tiene de triste?, la verdad yo me la pasé a toda madre en el taller, conocí gente y hasta el mismo Olaf, me invitó las chelas alguna ocasión. Ja, ja, ja. Paradojas de este mundo que no terminaré de entender. Pero quién me manda, a ponerme trabajo de a gratis. La verdad seguiré haciendo mis pininos, los mejores presagios para la imagen es cuando la gente reacciona. Me agrada que esta vez me dijeran que mi video, es un MAL video, lo acepto, buscaré la perfección para la próxima, aunque no garantizo dejar de hacer ‘tristes espectáculos’, ya vi que eso funciona, contaré cuantos adjetivos recibo la siguiente ocasión. Ja, ja, ja.

Recomendaciones de pelis:

Ciudadano Kane de Orson Welles
Nosferatu de Murnau
Mr. Deeds Goes to Town de Frank Capra

(Apuesto que ni las ha visto)

miércoles, septiembre 10, 2008

Espinas

Traigo una espinita. Antes de irme a trabajar mi mamá me confesó lo que ya he sabido desde muchos años, vivimos endeudadas hasta el cuello. Lo que trabajamos es para llevar las cosas al día, no más.
Curioso, pero las tres mujeres que vivimos en la casa, mi mamá, mi hermana y yo, tenemos nuestro propio carro. No somos una familia ostentosa, pero tener tres automóviles en una casa de Oaxaca, hace parecerlo, con poco fundamento, porque en mi caso y el de mi progenitora, cada vez nos las vemos más negras para medio vivir, y tener un auto no es un lujo, sino una herramienta que nos permite seguir trabajando como negras obreras.
Me falta un año para terminar de pagar el bendito carro, que se encargó de exprimir cada centavo de mi sueldo en los primeros meses.
Supongo que no solamente en Oaxaca se ha infestado de una plaga maldita, que debería exterminarse pronto, las famosas cajas de ahorro. Cada año se incrementan todas esas empresas demoníacas que se encargan de sacarnos de ‘apuros’, extorsionando al obrero con altos réditos y teniéndonos eternamente endeudados.
Las casas de empeño, las cajas populares, las empresas financieras, los prestamistas, son el infierno. De verdad lo son. No solo se encargan de cobrarte, sino de someterte a una seria crisis psicológica si no pagas, porque no se tentaran la mano para chingarte la vida.
Por buena persona, cometí el error de ser aval de un compañero, me joden por teléfono si se retrasa un mes, ayer fueron a mi trabajo, y lo peor, no suelo ser grosera, pero los cobradores me han sacado mi lado altanero. Tienen cada tonito de voz, que de poder hacerlo, ya les hubiera sacado los ojos.
Por otra parte, lamento decirlo, pero en lo que llevo del ciclo escolar, uno de mis alumnos llegó golpeado, lo asaltaron, a otro casi lo secuestran, otros dos apenas salieron de crisis familiares, porque sus familiares o fueron secuestrados o tuvieron amenazas de serlo. ¿Qué pasa en este mundo? Es desafortunado pensar que eso no sólo ocurre en el lugar donde vivo, sino que esta ola se vuelve más palpable, vehementemente más cotidiana, en cada rincón de este país.
Me pegó más el coraje, porque hoy me chuté dos pelis de Elia Kazan, ‘On the Waterfront’, es inevitable no sentirse conmovido por una crisis silenciosa, donde uno no tiene más remedio que solo ver cuantas cosas pasan, sin poder hacer algo. No me pregunten si fui a las marchas por la paz, ¡por Dios!, yo no creo en esas cosas, ni tampoco creo que en las fallidas campañas de lucha contra la delincuencia organizada ¿a quién quieren engañar señores? Ahora más que nunca vemos más matanzas, más secuestros, más asaltos, más desempleo, ¿es necesario citar fuentes?, son cosas que se hacen más evidentes, ningún economista cuerdo, me va a decir lo contrario.
Mi hipótesis es que la principal causa de este ciclo vicioso, es que la desigual repartición de la riqueza provoca delincuencia. ¿Cuántos de nosotros no trabajamos de la forma más honrada posible, pero nomás no nos alcanza?
Constatar cuanto se roban los políticos (sin contar cuanto les paga el erario público), cuanto se explota al obrero, cuan desigual es la vida, crea seres que les valga muy poco chingar a quien más tiene. Finalmente, no es una espinita la que traigo, sino un árbol lleno de espinas. No puedo evitarlo. Cada día, cada cosa que pasa, cada deuda, cada día de trabajo, cada vez que soy espectadora y parte de este país que tanto amo, me siento con menos ganas de serlo.

martes, septiembre 09, 2008

Rendida

Hoy di 6 clases diferentes (por supuesto dije puras mentiras, a ver qué día me sale un alumno lo suficientemente inteligente, que me diga: 'maestra, con el debido respeto, usted está bien pendeja', ja, ja, ja (espero que eso nunca ocurra).
Tuve que regresar a teatro, y mi maestra de danza me puso a hacer abdominales, así que por hoy he terminado rendida y sin ganas de escribir.
¡quién me manda! ¡quién me manda!

lunes, septiembre 08, 2008

¿Es broma?

¿Es broma o es un correo en cadena?, Me llegó el informe en un e-mail, de que mi amiguis Bety, ya compró su vestido, para su bodorrio. Me da gusto por ella. Pero por otra parte, no tolero la tortura psicológica.
Seré madrina de fotos (no, por eso no tengo tortura), tendré que ahorrar para pagarle al fotógrafo, porque por supuesto no estaré en plena fiesta con flashazo a la orden de la noche, mientras me pierdo la pachanga.
¿Por qué tienen que casarse? Supongo que tengo envidia por ver cuanto se aman. Si el objetivo del correo era propagar felicidad anticipada (que en tono macabro es mentarnos la madre a las solteras) lo ha logrado, a menos que Bety me éche la mano con uno de sus hermanos, que siempre me ha gustado, jo. Mis intenciones no tienen remedio, ja, ja, ja.

domingo, septiembre 07, 2008

Nuevo

Dura chamba esta que me aventé de editar, proximamente nuevo video.

sábado, septiembre 06, 2008

Tesis marital

Lo admito soy una mujer muy fácil de convencer, sólo basta que me manden flores, dijera Shakira. Yo quejandome por no querer salir anoche, y vieran que hasta rosas me trajo, ja.
Sobrio hizo hipótesis que no debía hacer, 'si funciona te pediré que te cases conmigo en este año'.
Salté y salté, grité y grité, bailé y bailé en el bar, para sacudir todo pensamiento de temor.
Bajo el influjo del alcohol, casi termino peleándome de nuevo con él, yo quería irme temprano y el quería seguir la juerga, comenzó con sus panchitos, pues me quedo, puse mi cara de pocos amigos, le dije 'ven', mis ojos esta vez se tornaron agrios, me contuve unos cuantos insultos, y vi a un niño berrinchudo, como a los tantos con los que trato en la escuela. Dudo que las hipótesis puedan convertirse en tesis.

viernes, septiembre 05, 2008

A veces

Hoy que no quiero salir. Juan pregunta: ¿vamos a bailar?
Si, güey, pero luego te tengo que pasar a dejar y regresar sola a mi casa. Ash, a veces no es tan buena idea que una mujer tenga carro y el novio no.

miércoles, septiembre 03, 2008

Preguntas del nene

Mi pequeño me ha hecho una pregunta ¿tía, qué vale más, el oro o el diamante?, pensé que me haría un cuestionamiento propio de un niño, en el que él mismo pudiese responderse. Realmente no veo mucha complicación en lo que a veces me pregunta, porque él es lo suficientemente inteligente, como para responderse solo, cuando le invierto la pregunta con el: ¿y tú que crees?
Esta vez su cuestionamiento es coherente. La respuesta es difícil hasta para mi. No tengo idea. Pero lo que se me ocurre responder es: Tal vez dependa del peso del diamante y la cantidad de oro.

Nene: ¿Qué es google tía?
Lila: Pues google, es lo que te pones en los ojos para nadar.
Nene: No, pero google, el que está ahí en la pantalla.
Lila: Es eso, los lentes que usas para nadar, a eso se refiere, que utilizas el google para nadar, navegar, es una herramienta, un buscador.
Nene: ¿Y qué es yahoo?
Lila: Es una onomatopeya. Como el ¡ay! ¡yahooo!
Nene: ah

Nene: (ve la pantalla de la compu) ¡tía que haces! ¿Por qué escribes lo que te dije?, van a decir que soy un tonto.
Lila: Soy escritora, ¿qué quieres que haga?
Nene: (vuelve a ver la pantalla) ¡tía estas repitiendo lo que yo dije! Mejor ya no voy a decir nada.
Lila: Ja, ja, ja. Los escritores no perdonan, así que vete acostumbrando.

lunes, septiembre 01, 2008

post soez desesperado

‘Deberíamos crear un club de solteros’, le dije a Rebeca, una comadre que hoy conocí en el cumple de mi amiguis Luz, si, hoy fue su pachanga porque ella no perdona ni entre semana.
¡Ando con unas malditas ganas de saciar mis necesidades de pareja!