viernes, septiembre 19, 2008

Humo

Muero de fatiga. Por fin me llegó lo que menos quiero. Me he enfermado de la garganta, todo por andar grite y grite en el ensayo. Resulta que estamos haciendo una obra de Federico García Lorca, pero como es teatro callejero, el entrenamiento tiene que ser a viva voz. Así que todos los días tenemos que entrenar nuestro ronco pecho (todo el aparato fonador), cual viles malos cantantes de ópera. Lo que no les he mencionado, es que el maestro Rolando (el mero mero de la escuela) y la maestra Lupita Villa (la segunda mera, mera y mejor actríz de todo Oaxaca) fuman como chimeneas.
Cuando hacemos ejercicio, o estamos respirando para emitir la voz desde el diafragma, no tienen la mínima benevolencia para apagar su chingado humo, eso me ha venido a joder; y si a ellos no le sale un carcinoma, nosotros que aspiramos todo su smock, probablemente cobremos la factura de sus pulmones.
Por el momento es todo lo que tengo que contarles, ando con el cuerpo cortado y con ganas de acostarme. Luego subiré algún videín del ensayo.

2 comentarios:

Mar dijo...

Chale. A mí sí me choca tragarme el humo de los demás.
Sería el colmo morir de cáncer pulmonar cuando en vida he fumado dos cigarros.

En fin.
Que te mejores.

Geisha dijo...

Chale, ahora si parezco chilanga, corregiré después este horrendo escrito, que no me di cuenta de cuantos 'chingás' puse, ja, ja,ja.
Andaba corajuda y sin tiempo para revisar.

Me disculpo por tan fea prosa.