miércoles, junio 28, 2006

Virgulilla

¿Existen latitudes verticales?


Cuando iba en secundaria me encantaba la geografía, nunca fui buena alumna, nunca me esmeré en ser la niña bonita y agradable, a todos mis compañeros les caía mal, realmente era odiosa, me repugnaban algunas niñas y lo demostraba con toda la vileza de mi florido lenguaje, que ahora reprimo en largos silencios antes de sacar cualquier comentario imprudente.
Una vez, en la materia de español el maestro pidió que hicieramos una descripción de nosotros mismos, éste leería los textos y los demás adivinarían de quién se trataba; a mi se me ocurrió, entre mis multiples caracaterísticas y atrevimientos adolecentes, escribir que tenía los "pechos pequenos", ¡oh error! olvidé anotar la virgulilla, vírgula, tilde, ápice, o mejor recordado como el "chingado palito de la eñe", por el que pasé uno de los peores ridículos que desataron las carcajadas de mis compañeros.

Pero... no pensaba escribir este suceso que he logrado superar con los años, realmente quería escribir algo cachondón acorde a la foto, supongo que he perdido el hilo, y apuesto a que tienen una sonrisita frente al monitor, así que el erotismo, o el intento de literatura erótica tendrán que inventarla ustedes.


NOTA: Ahora que recuerdo, esta foto tiene candidato a propietario, así que absténganse de ver mi pecho, sólo miren el pedazo de pared del lado izquierdo, será buena opción para crear una prosa poética.
Geisha

COPYRIGHT © 2006 CASA EDITORIAL ENTREPIERNA Y SENOS BONITOS
Este blog (aún) no es pirata, todas las fotos son creadas y recreadas por una tipa que se apoda Geisha y escribe letradas condimentadas con tufos de literata (según ella pues).

domingo, junio 25, 2006

Posibilidades

Anoche fui un mar de posibilidades, me sentí una fuente de éxtasis…
Un nocturno de sabor a caudal inexplorado, fui la píldora de mi propio perfume, fui la imagen de saberme suya, fui el leve límite de lo obsceno, concentré mi cuerpo en un solo punto: mi sexo, en la imagen del lejano ser constituido en unas letras.

(No es epígrafe de algún poeta o filósofo famoso, más que mis sentidos que protestan ante tal arrebato)

Estimados lectores, tengo una alarmante noticia, tenemos un ladrón de letras, de suspiros y todavía tiene el lujo de perpetrar mis fantasías, anoche osó imaginar mi cuerpo, y me derramó como nunca lo había hecho yo misma.

¿De qué diablos estoy hablando?
Después de estar cocinado ese blog que comienzo y no termino, sobre la masturbación, me di a la tarea de hacer una investigación practica y constante con mi cuerpo, así que por obra de la casualidad o la causalidad encontré a una personita que me ayudó.
Esa imagen de hombre, al que condeno como culpable de mis múltiples penurias en la noche, ante este contradictorio asunto de encontrar un gran placer mientras hago mi trabajo solitario, también me deja la ansiedad de desearlo y no tenerlo, así que si alguien conoce al ladrón, díganle que apague este océano de llamas en el que me estoy quemando.

¿Me dejas besarte apurada, acaloradamente en este arrebato antes de que termine el día? (pregunta del ladronzuelo)
No tienes que pedir permiso, para tu boca mi cuerpo no alega ni objeta. (Respuesta de la agraviada).


Geisha


jueves, junio 22, 2006

En mayúsculas

Le Ganaste la batalla a mis piernas, porque no hay mejor sugestión que tus palabras que me incitan.
Abrí mi blusa para que tus labios abarcaran mi penumbra insatisfecha; mi pensamiento se libera para ti, las delineadas ansías de tus dedos en mi cuerpo.
Te Busco dentro de mis fantasías que recorren tus labios impresos en un papel, en unos puntos que representan tu rostro.
Has Iniciado la batalla campal de mis caricias tortuosas, que ayer imploraban tu presencia en mi cama; me inundaste en el mar de mis jugos que me consumían en aguardiente.
Nuevamente te ofrezco mi vientre, mis brazos, mi boca, por la enésima me encuentro en tus letras recurrentes que redundan en tu deseo.
Te Ofrezco mi sexo, mis labios y mi placer a tu boca, no habrá palabras expertas en ellas, no habrá queja alguna, el saber que eres tú, derramará los suspiros de mi satisfacción.

Nos vemos en las fantasías nocturnas, para seguir fornincando en los sueños aun.

Geisha

martes, junio 20, 2006

Indignada

La gente me mira, después de mucho tiempo de no pasar por el zócalo en la noche, está despejado, me siento a fumar en una banca, admiro el panorama, los restaurantes, los hoteles cerrados.

Comerciantes en triciclo se ganan la vida, cada vez hay más, mitigan la obesidad de las golosinas regionales, elotes, esquites, gelatinas, café, atole, tamales… más basura, más vasos y platos de unicel, botes atiborrados de pestilencia, aún las hojas de los árboles denotan suciedad en el corazón de la ciudad, pintas en las paredes de cantera, ¡carajo! Hasta a mi me caga ver eso.

Más gente me mira, pienso ¿tengo algo raro? Hoy me peiné, traigo zapatos, no se me ha roto el pantalón, estoy fumando tranquila… ¿Por qué me ven?

Creo que es raro ver a una mujer sola a estas horas, sentada en una banca fumando ¡chale! creo que piensan que soy fichera. Con razón dos tipos pasaron como si se dirigieran a mí y unos pasos antes de romper mi espacio personal, se arrepienten y toman otra dirección.

Ese delirio de puteria me está envenenando el cerebro, y más viendo a Omar que está frente a mi, un gay que sin la más mínima vergüenza se ha parado a bailar en pleno centro de computo, se ha puesto a brincar cual esbelta libélula coqueta ofreciendo su trasero en un centro nocturno.

¡Ah! Si, pero me quedé en el zócalo… Suficiente humo en mi garganta, regreso a casa con los zapatos atiborrados del lodo en mi calle, voy a ver a mi señora madre que habla por teléfono, me dice que entre a su cuarto y salude a mi tío, mientras espero a que me pase la bocina, ella le dice: “Liliana ya es maestra, la recomendaron es su escuela, no, no, todavía no se casa, ya sabes como es ella, de sus libros no la sacas, ya le he dicho que haga su vida, me preocupa… bla, bla, bla”.

Salgo indignada del cuarto, pienso: si, ya estoy harta de eso malos libros de prepa, ¿casarme? No chingues mamá, tu chiflada familia me dice lo mismo y ahora tú, ¡el colmo! ¿Me quieres amarrar a una chiche materna? ¿No te es suficiente con el flacucho perverso de mi sobrino?

Recuerdo una conversación con uno de mis primos indocumentados en Estados Unidos...

Primo: ¡Qué milagro! Te ves bien en la foto.

Yo: Ay si, ay si, la quieres componer ¡verdad cabrón! Después de que me dijiste “fea”.

Primo: No en serio, te ves bien.

Primo: cásate.

Yo: (No contesto, en ese momento me encuentro indignada)

Primo: (me manda una foto)

Primo: te mandé una foto mía.

Yo: Si, ya la vi. (Yo, con ganas de exaltar su ego y burlona al ver al chaparrin en una Ram)

Yo: Tremendo camionetón que te cargas.

Primo: Si, ya ves, y sin estudiar tanto.

Yo: jajajaja ( río nuevamente indignada).


Geisha

sábado, junio 17, 2006

De esas cosas...

De esas cosas que no me agradan de mi cuerpo...

Que mi cabello tenga orzuela.
Que mi espalda tenga cicatrices.
Que mis labios sean delgados.
Que no tenga el gran trasero y las piernas de mi madre.
Que prefiera el olor del lubricante del latex por unas horas, que el olor que expide mi sexo cuando se deshace del semen muerto.
Que mi vientre no tolere las pastillas anticonceptivas, porque adelantan mi ciclo menstrual.
Que regularmente me maree en los viajes hechos de curvas.
Que las primeras 5 veces que me cogieron, haya gritado como loca porque me dolía.
Que regularmente me enferme del estómago cuando salgo de viaje.
Que en mi casa sea el único lugar donde pueda ir tranquila al baño.
Que mi piel sea delicada.
Que mi piel sea de color indefinido, entre amarilla, entre morena indígena, y entre blanquizca nunca asoleada.

De esas cosas que algunos (muy pocos) se dan cuenta...

Que los colores más recurrentes en mi vestimenta sean el vino, el rojo, amarillo, negro y el azul de la mezclilla.
Que me encanta el clericot, el vino tinto, los cigarros azules y blancos, malboro.
Que nunca fumo y tomo alcohol en la mañana, el límite es después de las 3 de la tarde.
Que la mayor parte de mis sostenes sean blancos.
Que todos mis bikinis sean de algodón y diferente color, ninguno es igual.
Que mis calcetines en su mayoría sean grises o negros.
Que regularmente use los calzoncitos al revés.
Que prefiero cargar la basura hasta mi casa, antes de botarla en la calle.
Que sea una coda hasta con la comida.
Que mis labiales preferidos los compre en el mercado y mis colores sean vino, marrón o cabaret.
Que solo use desodorante en las épocas de calor.
Que detesto las blusas de poliéster.
Que casi no uso pantalones a la cadera.
Que me encantan las enchiladas suizas.
Que me encanta el arroz rojo.
Que en mi dosis musical diaria esta Sigur Ros, Radiohead y Lila Downs.
Que mi canción de peda es “Paloma negra”.
Que adoro besar las mejillas de mi sobrino, y que me encanta que sus brazos flacuchos me abracen.
Que me encanta que peinen mi cabello o me hagan cariñitos.
Que mi blog favorito sea el de una mujer (La Maga).
Que desde hace tres años cuento el tiempo para regresar a tocar el Violoncello.

De esas cosas que nadie sabe de mi...

Que imito la voz de Lila Downs en el baño, cuando estoy sola en casa (obviamente).
Que me masturbo desde que tengo memoria.
Que siempre me masturbo boca abajo.
Que desde que soy sexualmente activa, prefiero el té, que el café.
Que me gusten los hombre más grandes (de estatura) que yo, que sean fuertes para cargarme, recargar mi espalda de la pared, que abra mis piernas y me sostenga con fuerza hacía él, adoro esa sutil sensación de energía violenta y delicada que ejercen sobre mi.
Que agradecería al cielo si los penes fueran como el agua, incoloros, insaboros e inodoros, y no pondría “peros” al sexo oral.
Que nunca he tenido un orgasmo, lo más cercano fue cuando estaba en la sala de mi casa, él estaba sentado y pude moverme con la adrenalina de saber que alguien podría llegar en cualquier momento. (Bueno, esta si la sabe alguien).
Que muchas veces, no puedo explicar qué quise decir con algún texto que escribo.
Que mi canción favorita de Nirvana, es la de “Rape me”.
Que sólo a un hombre le he permitido venirse dentro de mi.
Que no me agraden las expiraciones contaminadas.
Que me guste ir al panteón.
Que regularmente hablo en voz alta cuando estoy frente a una tumba.
Que mi mes favorito es noviembre.
Que me guste ir a misa, por el simple hecho de ver como se comporta la gente, de sentir ese nudo en la garganta y declararme una ignorante, al no saber persignarme.
Que regularmente tenga imán para atraer a mis primos, que a un x.
Que sea una socrática de corazón, al preferir sufrir un mal a hacerlo.
Que me gustaría morir de un tiro, menos en la cabeza, que sea una bala mortal, rápida y precisa.
Que suelo tolerar canalladas, sin prever venganza.
Que en algunas ocasiones suelo ser lo más detestable del cinismo con patas.
Que pocas veces soy orgullosa.
Que me encantaría coger en la biblioteca del IAGO
Que si fuera lesbiana, andaría con una cineasta.
Que si fuera prostituta, me cotizaría alto, además de ser la “Puta mayor”.
Que regularmente haga corajes entripados, cuando leo blogs de hombres culeros.
Que si tuviera cuerpazo de modelo, sería una nudista.
Que si tuviera el valor para operarme alguna parte del cuerpo, sería las pompas.
Que si pudiera golpear hasta morir a una persona, le rompería toda la geta a una dentista que me atendió cuando era niña.
Que soy una burra, para aprender a solfear.

De esas cosas que odio de las personas y de mi:

Odio a las personas que no aceptan sus errores y todavía se excusan, cuando solo es necesaria una disculpa.
Odio que mi mamá no me preste su coche cuando salgo a bailar.
Odio a los hombres poco sutiles para insinuarse.
Odio cuando salgo con un hombre y mira a otras chicas.
Odio ser una celosa empedernida hasta con mis amigas.
Odio querer acaparar la atención de alguien.
Odio ser de efectos retardados.
Odio desplomarme en lágrimas antes de enfrentar la batalla.
Odio tener que dar explicaciones, sea quien sea.
Odio ser grosera cuando alguien me hostiga.
Odio hacer de mala gana las cosas que no quiero hacer.

De esas cosas que aprendí de mis amigas:

Por mis amigas aprendí que en los pueblos el té de ruda, es también un método anticonceptivo, pero también abortivo.
Sé quién es la ginecóloga más confiable, el costo del aborto, el precio psicológico, fisiológico, y los siete mil pesos que todavía hay que pagar.
Que los anuncios en el periódico de “¿Estas embarazada? No te preocupes acude a tal dirección…” son de fundaciones que se encargan de persuadirte a que no abortes, así que no pierdas tiempo.
Que las pruebas de embarazo de orina, no funcionan hasta después de un mes.
Que las píldoras del segundo día, constituyen una medida poco recomendable, si no te las tomas 48 horas antes, que su precio mínimo es de 50 pesos y que se corre el riesgo de una hemorragia mortal.
Que hay que ser cabrona, si no, los hombres te chingan… lo siento, pero hasta la fecha no he podido serlo, así que la mayor de las veces me terminan chingando.

Continuará… (digo si es que les interesa)


Geisha

viernes, junio 16, 2006

Fugas

Tengo una fuga de letras, así es, desde hace unas semanas tengo una fuga de letras, alguien me ha desviado la escritura. Adivinen quien.

Ayer tenía muchas cosas que escribir, pero mi maquina anda dando las últimas y no me dejó hacer nada, ni siquiera entrar al internet, por hoy los invito a que pasen al otro blog donde escribí el post número 100, si lo quieren ver denle click aqui.

Como ayer siguieron las manifestaciones, no trabajamos, así que fui a mi universidad a ver como van los tramites de mi asunto de titulación, y me encontré a una de mis comadres (que por cierto es lectora del espacio), y tiene unos ojotes para darse cuenta de las cosas, que luego, luego y sin que le comentara algo, detectó a mi ladrón de suspiros y de palabras líricas.

Bueno, bueno, bueno, no puedo escribir mucho porque todavía tengo un correo pendiente, y como buena mexicana, iré a ver el partido junto con los maestros de la escuela, ya que parece que van a invitar las caguamas. Jejejeje.

Las cosas por aqui, pintan más tranquilas, el fútbol tendrá la ventaja de acaparar los ánimos consternados. Por tanto, las protestas también tendrán una fuga de emoción.


Geisha
Aqui esta la dirección en html para el botoncito oficial y me puedan poner en su plantilla
Un agradecimiento a Salva por darme la idea.

miércoles, junio 14, 2006

Magisterio

Por hoy compartiré con ustedes un post que escribí para el otro blog donde escribo, dada la magnitud de las cosas.

Oaxaca de Juárez Oaxaca, México.

10. 02 am

Dada la situación que estamos viviendo en mi lugar de origen me atrevo a revelarlo, hoy miércoles, el gobierno del Estado está llevando a cabo el desalojo de los maestros de la escuelas públicas, después de un plantón indefinido que tiene hasta la fecha una duración de tres semanas.
¿Saben lo que son tres semanas? En Oaxaca significan el cierre primeramente de los centros educativos, el mega campamento instalado en el centro histórico, abarcando decenas de cuadras, el cierre de empresas de carácter público y privado, estos últimos días han bloqueado carreteras, han tomado las instalaciones de PEMEX, el viernes pasado explotó una llanta de las pipas de gasolina, incidente que no pasó a mayores, pero alertando del riesgo de las escasas medidas de seguridad.
El intento de desalojo por parte de los cuerpos policíacos fracasó, por lo que informan hasta ahora los noticieros de radio, único medio con mayor inmediatez, se dice también que fueron encontrados explosivos y armas de fuego entre las pertenencias de los profesores plantados, hasta el momento hay un herido y tres azules secuestrados.

Hoy, Chelo (la niña que vive en mi casa), fue a la escuela para su curso de computación, ubicada en pleno centro, ella entra una hora antes que yo, media hora antes de que me fuera ella me llamó por teléfono, alertándome que no se me ocurriera salir de casa, pues a ella le había tocado una ráfaga de gas, y se encontraba resguarda en un restaurant, dijo que le ardía la cara y que en cuanto pudiera salir regresaría a casa.
Por lo que parece en las próximas horas salir al centro de la ciudad, puede representar un acto suicida. Debo mencionar que yo soy maestra de una escuela privada, a nosotros nos pagan menos que un maestro del menor nivel, no tenemos ni siquiera un seguro medico, día que faltamos por causas de salud, día que se nos descuenta. En Oaxaca las instituciones privadas son empresas fructíferas, dada los problemas magisteriales de los centros de educación pública. Tengo un sobrino que estudia tercero de primaria y después de tres semanas de no ir a la escuela, ha olvidado cuantas unidades tiene una decena, y cuantas decenas tiene una centena, cada fin de semana que regresa a casa y entre mis intentos por tratar de que comprenda unos cuantos números, resulta una batalla campal, para que nuevamente reanude el ejercicio de su cabecita, sin contar con los múltiples gritos desesperados que recibe de sus progenitores, ante si incomprensión a la incomprensión de su hijo.
Es cierto la educación también viene de casa, pero muchas veces es bastante inapropiada, mi sobrino ha pasado estas tres semanas con su abuela paterna, dudo que repace sus apuntes por lo menos una hora, por tanto esta expuesto a la televisión toda la mañana y a su aparato de video juegos, contando con la remesa de telenovelas de su abuela, lo único rescatable que espero y ruego suplan estas actividades, es que pueda ejercitar sus flacas piernas, corriendo, saltando y jugando con sus vecinitos.
El lunes mi madre, fue al registro público de la propiedad y con todo el dolor de su prisa, se tuvo que aguantar el coraje, dado que dicha oficina estaba tomada por los maestros.
Pasar por el zócalo capitalino es encontrarse con un panorama parecido al de una gran caravana gitana, ropa tendida, cocinas improvisadas, gente recostada en colchonetas, mujeres tejiendo, letrinas apestosas, miles de mecates sosteniendo plásticos para cubrirse del sol, todas la unidades poseen cartelones con caricaturas del gober, satirizándolo en el esplendor de lo grotesco, líderes con su altavoz pidiendo la recolección de basura, en pocas palabras una gran comunidad, a la que mejor me abstengo de poner calificativo.
El miércoles pasado, se realizó una mega marcha por lo que bloquearon mi camino de regreso a casa, caminé cerca de 4 ó 3 kilómetros para llegar a mi destino, y eso no me molesta tanto, sino que llevaba una bolsa repleta de libros, la garganta seca después de mis cinco horas de proletaria magisterial, de paso en el último autobús había gastado mis últimos 3.50 pesos, así que si hubiera habido transporte ni siquiera podría pagarlo.
Después del noticiero radiofónico nacional, las demás estaciones no anuncian nada y ponen música como para tranquilizar los nervios, después de que Alejandro Cacho (locutor de panorama informativo) comentara que los maestros dijeron que “tomarían las armas”.
Sumamente paradójico el asunto, si alguien debería estar ahí serian los miles de proletarios que ganamos muchísimo menos de lo que gana un burócrata.

10:30 am.
Chelo acaba de regresar, dice que todo el centro permanece cerrado, los autobuses atiborrados de gente la regresan a casa, y ella con su breve crónica del gran susto, me ha contado que mientras caminaba para dirigirse a la escuela sin percatar nada malo, vio como la gente corría para alejarse del centro, los helicópteros votaban bombas de gas lacrimógeno, “me asusté mucho, porque pensé que estaban echando balazos”, dice mientras yo burlona suelo una sonrisita, por como lo cuenta y asevero con mi comentario que me instala en la preocupación, “no… pos si que esta feo el asunto”, sólo espero que mi señora madre no ande metida por ahí.
El plantón, ya no solamente representa intereses para el mejoramiento de las condiciones de infraestructura y salarios, sino un fuerte golpe político al voto este dos de julio, Oaxaca es un foco eminentemente priista y dada la magnitud del gremio magisterial, representan una gran amenaza al gobierno, que de manera poco prudente utiliza la fuerza para el desalojo, sin contar que esto trae consigo un miedo generalizado por el resto de la población.
Por lo menos estas últimas fechas se congelan laboralmente hablando, el turismo a recaído en su mínimo nivel, hoy cerraron todos los comercios, suspendieron clases en mi escuela, la televisora local no transmite nada al respecto, los programas de radio hablan del próximo día del padre, como bien aprendí en mi carrera, los medios de comunicación sólo desinforman.
Esto me hace plantear muchas contradicciones de mi deber como maestra, proletaria, ciudadana, y estudiante. Los centros educativos, están en pésimas condiciones, el nivel es bajísimo, hay pocas oportunidades de educación universitaria, las becas son insuficientes, las demandas parecen necesarias, pero la violencia y el paro indefinido, aún no se ha legitimado como la mejor vía para cambiar los problemas, ¡basta ya! Mejor me abstengo de hacer más juicios, que el corazón se me calienta… eso se los dejo a su criterio, esperando que no pase a mayores, y que mamá regrese con bien a casa.


Geisha



martes, junio 13, 2006

Miradas


Ayer después de mil intentos por entrar al internet, empece a jugar con algunas fotos e intenté hacer mis pininos de diseño en ellas, ciertamente me di cuenta, que las imágenes que no me gustan, pueden ser alteradas sin mucha ciencia y convertirse en algo más agradable.

Les presento la mutación de mis ojos, cuando me río, cuando parece que cierro los ojos, pero estan abiertos (los tengo ligeramente rasgados) este es un breve portafolio de los ojos de Geisha.





Mirada sin punto fijo.





Cuando el iris se contrae, la luz se esparce en mi rostro, mis mejillas se inflan, y gesticulo una sonrisa.

Ojos sonrientes.

Esta es la mirada de la Geisha.
Ella intenta ser yo.
¡Maldita copiona!


Geisha
A V I S O
Ya tenemos botoncito oficial, ésta es la imagen del vínculo (¡uf! como me rompí la cabeza)

Si alguien quiere la dirección en html, para que la incluya en su blog con mucho gusto se las paso.

domingo, junio 11, 2006

Silencios

Fin de semana. Cuando hay oportunidad de salir, mi flojera aún, no acepta negativas. Esta vez, decidí hacer algunas alteraciones a mi atuendo nocturno, pantalón de mezclilla capri, las zapatillas y la blusa vino que solo utilizo para ir al trabajo, y el cinturón de estoperoles de balas “revolucionarias”, y de paso un peinado que nunca me he atrevido a hacer, dos chongos infantiles para acentuar mi rostro de caricatura oriental, al estilo “Puca”.

-¿Qué sientes cuando hacemos el amor?
Guardé silencio. Tres copas de vino y seis tabacos, fueron el pretexto perfecto para echarles la culpa del maldito dolor de cabeza que regresaba, igual al de la semana pasada. Si es que tengo conciencia, supongo que se manifestó con toda su furia. No quería contestar a esa pregunta, no deseaba hablar de eso, no quería destruirlo, no, no, ¡no! Guardé silencio.

Mis pezones son oscuros, capaces de ganarle la batalla a la copa del sostén y traspasar erectos a la vista de cualquiera. Culpables o no, cuando él abarcó mis senos, la punta de su lengua jugueteó con el pezón, mi reacción fue un extraño movimiento de cosquillas mezclado con una insoportable tortura, sin movimientos bruscos, pero si groseros, dignos de una inexperta virgenzuela a la que nunca han tocado, hicieron que se molestara, después de serias muestras repelentes de mi cuerpo hacia él, se apartó y ya no intentó más caricias rechazadas.

-¿Qué pasa? Dime que te pasa, sé que algo te pasa, y nunca lo vas a decir.
Guardé silencio. Esta vez no hallé forma y lenguaje para poder comunicarme, el silencio era lo más prudente que tenía en esos momentos, antes de decir cualquier estupidez.
Efectivamente, nunca te lo voy a decir, es mejor que nunca te lo diga, es mejor que no escuches lo que no quieres escuchar, será mejor escribirlo sin que lo leas…

Pensé que contigo encontraría esa parte que murió, esas cosquillas cuando creía estar enamorada, esos besos de vino derramado, ese deseo desbordado, ese cuarto de espejos, ese pene al que cual vil Dios pagano, rindo tributo.
No, tú no puedes suplirlo, eres la contraparte que me ha conquistado pero no termina de llenarme, eres pensamiento, eres ternura, eres comodidad, eres atención, eres un lindo intento de amor que amenaza con ser abortado.
No necesito que te confieses, sé que compras caricias, sé también que tratas de mantenerme en una sombra discreta, nunca me mencionas como tu pareja, y me siento la misma puta del círculo vicioso en el que no hallo salida.
Por eso no me siento tuya, por eso mi vagina nos es lugar privado para ti, es de quién yo quiero que sea, es de los deseos instintivos que no razono, es de las desmemorias y los desplantes innumerables que constantemente me hieren.
Este es el preámbulo de la despedida, no tenemos la culpa de ser lo que somos, de que las cosas hayan sido como fueron, de que en un desesperado momento nos hayamos visto como las salidas más oportunas a nuestro dolor.



En la cama estábamos distantes a los clásicos amantes melosos, moteleros. No contesté nuevamente a su pregunta, cerré los ojos y el cansancio del día, se transformó en una breve siesta nocturna, desperté cuando él se vestía, sabía que ya no habría más dedos delicados en mi cuerpo, ni besos, ni más dialogo, nuestra batalla había terminado, comprendí su irritación, estaba insatisfecho, sin haberme penetrado, rechazado por mi pezones y mi cuerpo.

Me hallaba desnuda, mi cabeza rodeada como una medusa de largos cabellos que formaban un resplandor, los chongos se habían deshecho, mi ropa estaba tirada en el suelo. Aún recostada, sentí esa sensación tan placentera de verme como alguien a quien jamás había conocido, hermosa, suculenta, con un cuerpo extraño al que veo diariamente en mis espejos, ¡qué drásticas tenían que ser las cosas! Minutos antes pintaba ser una velada agradable, ahora, todo se iba al caño, yo desnuda, acostada, semi dormida; él vestido, sentado, viendo el noticiero local.

Me levanté al baño, me despojé de sus residuos, su saliva, su hedor, su respiración. Abrí la regadera. Mientras me vestía, me miraba en el espejo y sentía ese hedonismo narcisista, de verme como alguien hermoso que nunca conocí en mi.

No abrió la puerta, subí a la camioneta sin la cortesía del caballero de unas horas antes. La conversación de vuelta a casa, fue solo una pregunta “¿te gusta esa canción?” -No.-Respondí. Cambió a la siguiente pista.
Él, cantó a voces bajas algunas frases de coldplay, permanecía algo consternada, el rock europeo era el más oportuno en esos momentos de insultos reprimidos. Llegamos a la puerta de mi casa, me despedí con un beso en la mejilla, dije gracias, y sin la crónica de una ruptura anunciada, o un dialogo que nos confrontara a una discusión, todo había terminado como empezó, sin palabras.


G e i s h a

viernes, junio 09, 2006

Sola en el cine

Después del trabajo decidí ir al cine, no pensaba malgastar mi cortesía para entrar gratis. Llegué y pedí mi boleto, faltaban cerca de 10 minutos para que iniciara la película, cuando me disponía a entrar a la sala, una ligera voz pronunció mi nombre… volví la mirada para ver quien era, ¡oh sorpresa! Ahí estaba el “Aparecido”, me sentí acechada, como si me estuviese siguiendo, cosa poco posible, esta vez tendría que echarle la culpa a la casualidad.

Lo miré con una extraña mezcla de sorpresa y desagrado, “Llegué hace tres días, pero ya sabes la familia, te he estado llamando…” si, te creo -también creo en Santa Claus-.

¿Con quién vienes?

-Sola.

¡Eso! Así me gusta, así debes de andar.

Entré sola a mi función y recordé el porqué me gusta mi libertad, ante claras muestras de considerarme propiedad privada, sin previo aviso.



Geisha

Calificaciones

¿Dónde quieres que te deje?

-En la avenida principal, por la estética London.

Mientras transcurrimos el camino a voces mudas. Él cree que le estoy devolviendo un favor, no es así, en todo caso éste sería el segundo favor, simplemente tengo la posibilidad de irlo a dejar y soy amable.

Casí antes que él baje, la curiosidad lo carcome y pregunta ¿Cuál es mi calificación?

Espera escuchar "Diez" como cumplido. Trato de ocultar mi admiración por hacerme preguntas pendejas.

Me asusta el hecho de tener que dar una calificación al rendimiento de un pene. Me quedo muda de pensamientos, tratando de buscar una forma evitar dar una respuesta, simplemente digo: "No sé, no me gusta dar calificaciones..."

Él dice resignado " Ya tendremos más tiempo", como queriendo conseguir que le dé un número.

Anexo a mi última frase un pensamiento para completar "...porque no me gusta que me califiquen, para mi, el sexo no es una evaluación, ni una colección de trofeos de mejor promedio."


Geisha


(originalmente, este no era el post de hoy, este salió a manos espontaneas, el otro les soy franca no me gustó).

jueves, junio 08, 2006

Indiferencia

Me encanta recibir cartitas... y aunque nunca, nunca, cuando fui en la secundaria me enviaron una, hoy después de mucho tiempo revivo esa satisfacción de sentirme la puberta inmadura que, pa´que negarlo sigo siendo.

Un niño braketudo oji-verde de quince años, me ha declarado su atracción hacía mi, a últimas fechas ya llevo tres cartitas, tres, tres!!! y cual vil puberta, leo y releo, jejejeje! supongo que después de sufrir la indiferencia por mucho tiempo de ser la flacucha sin chiste de secundaria, la relajista grosera en el bachillerato y la rara hippiosa en la universidad, ahora los nuevos aires de cuidar la imagen, peinarme, los tacones, las blusas entalladas, el labial, las faldas y de paso las uñas pintadas, dan resultados; ahora comprendo el porqué tanta pinche indiferencia...

Geisha

miércoles, junio 07, 2006

Chelinski

Chelo es una niña de mi edad que vive en la casa, en las mañanas va a su curso de computación y diferencia de mi, mantiene limpia la casa, le gusta ver “amor en custodia” y cada vez que enciende la televisión la pone a bajo volumen, también escucha música de banda y lee las revistas de mi mamá, lo que ambas tenemos en común es que somos sumamente calladas, podemos estar solas en la casa todo el día y sólo hablar de las cosas necesarias.

Cuando me siento a checar mis libros, ella se sienta en la sala y hojea una revista, nunca he intentado recomendarle alguna lectura, no quiero que me vea como una molona y prefiero, no molestarla u obligarla a hacer algo que no quiere.

Hasta hace apenas unos días me pregunté ¿por qué carambas somos tan parecidas y la vez tan distintas? Ambas no sabemos que pedo con nuestra vida, no imaginamos siquiera que vamos a hacer en el futuro, ni nos preocupa.
Intuyo que al igual que a mi, le preocupa el amor y anhela una pareja, pero no hacemos el mínimo intento por encontrarla, simplemente nos quedamos sentadas viendo pasar el mundo, haciendo las mismas cosas y tratando de no romper la rutina.

Nunca he hablado con ella en plan íntimo, es una persona muy noble, he llegado a pensar que le encanta hacer las labores del hogar, nunca la he visto con un mal gesto, ni molesta, siempre cuando intento ayudarla, me hace sentir que le quito parte de lo que ella es.
Le tengo cierta empatía, pues es de esas personas ligeras, que tienen una energía estable, nunca nos hemos enojado, cuando le regalo ropa la acepta y la usa, sin vergüenza, hasta la fecha me siento en deuda con ella, pues se ha convertido en parte de la familia y aunque suene culero, nunca le hemos dado un peso por todo lo que hace, pues sabemos que si lo hacemos sería apartarla del circulo familiar en el que ha entrado y remitirla a una servidumbre, cuando para mi mamá y a mi, nos parece algo ofensivo.
Chelo es hija del albañil que compone nuestra casa; la única queja que he escuchado de mi mamá sobre ella, es que ronca cuando duerme, de ahí, Consuelo es la persona más querida en la casa, porque ha cambiado la atmósfera caótica, en la hemos vivido durante mucho tiempo, mi mamá y yo.
El único secreto que le he descubierto, fue cuando un sábado, el muchacho que trae el agua de garrafón, entró a la casa para dejarlo en la cocina, ella se apresuró a sacar de su dinero, yo, me dirigí a la cocina y le dije que de una vez trajera otro, cuando volvió a entrar, Chelo le pagó y vi como sus ojos se estremecieron al ver a tan insulso orangután, cuando puso el dinero en su mano, una sonrisita la delató, yo simplemente me hice la mensa para no intimidarla.
Ayer fui a comprar pan para ella, porque sé que le gusta remojarlo en el café con leche, igual que ha mi.
Cuando le pido de favor que me peine, accede amablemente y sus manos parecen tan delicadas al tocar mi cabello, que me resulta un placer cada vez que me trenza, pues ella misma me ha dicho que le gusta hacer detalles en largas cabelleras como la mía.
Esta es Chelo, mi amiguchis, mi hermanuchis, la niña que vive en mi casa.


Geisha

(
Supongo que no dejarán muchos comentarios, dado que hoy se me ha dado la gana de escribir un blog con la simpleza de lo no sexoso, ayer no pude subir el post, pero aqui ando de vuelta, por cierto un saludito a un querido lector que ha curado ciertas asperezas con una gasa de letras dulces ).

lunes, junio 05, 2006

Rosaduras

Dicen que las enfermedades son psicosomáticas, tal fue mi caso, que me enojé lo suficiente y contuve el horrible coraje, que mi cuerpo lo resintió en algo de lo que casi nunca he enfermado. Después de un año y medio de llorar a nariz suelta por cuestiones fúnebres, está vez me tocó llorar por un detalle que me sumió en la pena más denigrante, y el adjetivo más humillante que he podido recibir hasta últimas fechas.

¿Cuál fue la situación? Algo sumamente simple, pero lo suficientemente simbólica como para que mis emociones, mi estima quedara devaluada.
Hace una semana, una de mis amigas me encajó dos boletos para un baile de gala de su escuela, yo con afán de ayudar le dije que iría con alguien, contemplando que ese “alguien” me acompañaría.
A mi supuesta pareja le di el boleto y hasta lo pagó quedando muy formal que el sábado quedaríamos de acuerdo para ver a que hora nos veíamos. El día de la fiesta llegó, le mandé mensajes que nunca contestó, cuando decidí llamarle, su teléfono desviaba mis llamadas; no tuvo la gentileza de avisarme que no podría llegar, o de plano cancelar, contando con su buena educación, tampoco hubo una disculpa al día siguiente.

En ¡que bajo precio vende su ausencia! Cien pesos le costó dejarme plantada, cien pesos vale mi puta compañía, cien pesos le valió mandar al carajo mi confianza, cien pesos le costó mi puta amistad, cien pesos le costó mi enojo.
Ese día me vestí de rojo, zapatillas de tiritas, un leve maquillaje con el temor de ser estropeado por una maldita lágrima que contuve de coraje. Antes de llegar tuve que pedir de favor que alguien pasara por mi, ya que no iría acompañada, cuando llegamos no faltaron las preguntas inoportunas de “¿y con quien ibas a venir?” Con un x, “¿quién? anda dime…” Con un x, -tajante- y no quiero hablar de ello.

Traigo rimel negro, y con lo pinche sentida y llorona que soy, no quiero estropear con mi puta humillación, la satisfacción de volvernos a reunir.

En los primeros momentos me sentía arrepentida de haber ido, el desplante me consumía, me repetía en lo bajo que había caído, me sentí traicionada por alguien en quien nunca debí confiar, me sentí lo más humanamente pendeja que se puede sentir una mujer.

Toleré muchas groserías más, la primera fue cuando me presentó a su novia y me siguió jugando, la segunda cuando me plantó y mientras lo esperaba, vi como pasaba en su auto con alguien más, y lo peor de todo es que nunca, jamás pidió disculpas, siempre daba justificaciones que hubiera preferido se quedaran en silencio (ahora yo te pido disculpas por pensar que tenías un poquito de vergüenza).

Unos rompen los platos y otros los pagan…
Ya estoy harta de escuchar mis juicios de “tú te lo buscaste, ahora te aguantas, tú lo toleraste, ahora te chingas”, odio ese plan mecánico, odio tener que repetirme que soy una estupida, porque todo el mundo tiene que creerlo, porque nadie más que yo, puede pasar por semejantes cosas, todo por querer aplicar el neoliberalismo al sexo, no pendeja, no, esa es una corriente económica que se aplica al “libre comercio”, no al “libre cogimercio”, pinche laissez faire ¡déjame ser! no me dejes hacer.
Quise separar mi placer de mi dignidad, pero ya veo que no pude, es obvio que donde no hay reglas, hay un estricto orden. Las primeras veces lo pasé por alto, porque no quería ni sentía, las ganas suficientes de odiar, de reclamar, porque nunca he sido así, pero ésta vez se acumularon las penas, los desplantes, las groserías; y la gran tolerancia que suponía tener, resultó que nunca había funcionado como creía.

Si estas leyendo esto mi estimado “Alguien” (que por supuesto va a leer), te concedo el placer de burlarte de mi una vez más; conociéndote, sé que ni siquiera te percataste de lo hiciste, no pretendo vengarme, ni hacerte algún mal, ni siquiera lanzar pestes sobre ti, aun no soy una bruja, que por ardor comete estupideces.

Todavía me queda el cinismo necesario, para que cuando me hables te conteste de la manera más educada, soy lo suficientemente agradecida a quienes les debo favores, como para decirte que cuando me necesites ahí estaré, gracias por abrirme los ojos, por hacerme saber lo que ya no quiero de mi, y lo que ya no quiero repetir.
No necesitas bloquearme en el chat, ni tampoco bloquear mis llamadas, ya no pretendo reclamarte como la última vez que lo hice, ya veo que la del problema fui yo, al no querer comprender que nunca entendiste que soy mujer, una como cualquier otra, una que simplemente sueña, que simplemente siente.

Es más, ya no espero tu disculpa, ni siquiera espero que alguna vez me hables de este asunto, que a partir de ahora sepulto. Trataré de deshacerme de tu olor en mi sexo. Entiérrame como una de las tantas que borras después de haberlas usado, estoy dispuesta ha asumir mi destino de la mujer muerta que soy.



Geisha


Se aceptan comentarios con regaños, insultos, adjetivos, y demás juicios que crean necesarios.

sábado, junio 03, 2006

Los chelistas





En la calle quedaron los sueños de chelitas,
en la calle tocábamos los intentos de nuestras melodías,
en la calle se quedaron mis intentos de noviecita fiel,
en la calle jugaron con mis ideas,
en la calle mendingué la cooperación de una migaja de amor,
y me regalaron una insultante bofetada.
Gracias por recordarlo.

Aún recuerdo, cuando en un gorrito pedía dinero para el chelista.


Geisha

viernes, junio 02, 2006

Penas y Penes

¿Si una mujer tuviera el órgano reproductor masculino? ¿Se le llamaría PENA?...

Que pregunta y respuesta tan más estupida, pero me hizo recordar que una vez el novio de una de mis amigas, me enseñó una cadena que le habían enviado, en ella mostraba las fotos de una mujer rubia, en minifalda que pedía un ray en la carretera, el primer día estaba toda vestidita, el segundo se quitaba la blusa, el tercero, se quitaba la falda, el cuarto, solo estaba con un bikini mostrando sus senos, y el último, aparecía desnuda con un escultural cuerpo de mujer y con un pene, cuando vi la imagen se me salió un comentario sumamente embarazoso, que hasta la fecha resulta ser la comidilla de mis amigos, cada vez que lo recuerdan para burlarse de mi, lo que dije era más o menos así: “¡Qué bien se ve esa vieja con pito!”…

Si interpretamos esta frase semióticamente tiene muchos significados, empezando porque en mi inconsciente fue toda una proyección, como lo entendieron los que me escucharon; mi lado racional, trataba de explicar que mi expresión se refería, a que me era increíble como un hombre puede hacerse miles de cosas y pasar por una mujer, pero dejemos ese asunto, que no es precisamente el tema central.

Desde hace tiempo ando cocinando en mi cabecita esta idea de “Penes y penas”, hasta que un e-mail de cierta personita, me dio la gran idea de hacer una encuesta, para ampliar mi escasa experiencia sexual, por eso te pregunto estimado lector, si eres un male, ¿Cuánto mide una de tus erecciones? Y si eres mujer ¿cuál es la medida mínima de un hombre para que te dé placer? No seas PENOSO o PENOSA, y ¡¡¡confiesa!!!
He de suponer que la raíz original de la palabra “pena”, se refiere al intentar ocultar el órgano reproductor masculino, si no, corríjanme, dudo que alguien se atreva a contestar a ambas preguntas…
De todos los penes que he visto en mi vida, el más grande fue, el que en mis ojos de virgen, rompieron mi himen, y no es pura metáfora, no, realmente lo era, grueso, gordo, largo, con unos testículos proporcionales al tamaño, uuff! Uuff! ¡Qué calor! creo que quisiera revivir viejos tiempos (y tampoco es metáfora o metonimia).
Conchita, dada su estrechez, fue el pretexto perfecto para que su amiguito no durara nada; aún en los breves intentos, me dejaron un dolor de una semana, ¡fue casi un crimen!

Wish you were here

Por un lado, me he dicho “que bueno que soy mujer”, no me gustaría tener una cosita, pero tampoco una grosería como para destrozar vaginas.
Cuando iba en la uni, uno de mis compañeros gays, decía que los hombres narizones, regularmente tienen una “cosita”, incluso tal era su ojo, que se percataba, cuándo una de nosotras dejaba de ser virgen y ya le entraba a la gula.
Un día después de haber cogido de lo lindo, con una anterior fase de abstinencia sacra, me dijo que me veía rara, diferente, hasta hizo notarme con los demás de que tenía algo extraño, obviamente soy amante de la discreción y no se lo dije, pero me reí mucho, pues sabía a qué se refería.
Otra de las anécdotas, fue la de una de mis amigas que conoció a un tipo que le fascinó el primer día, nos dijo que si se casaba con él, no sería raro, la bronca se suscitó cuando se dio cuenta de lo narizón que estaba el compa, después de la hermosa nube momentánea, lo mandó a volar, para ver si aprendía a ser un buen pájaro, o para que por lo menos, le aguantara un poquito el vuelo a la hilacha porque ni eso…
Nunca me he dado a la tarea de medir el pene de mis amantes, pero creo que lo haré, para que no ande dando falsas aproximaciones, pues sinceramente la talla, si importa, no me imagino lo deprimente que ha de ser que una mujer le diga a un hombre que lo tiene pequeño y no le satisface, snif, snif, snif, ¿ahora entienden lo de la pena del pene? otro día seguiré hablando de esto, por hoy creo que es suficiente.


Geisha