miércoles, junio 14, 2006

Magisterio

Por hoy compartiré con ustedes un post que escribí para el otro blog donde escribo, dada la magnitud de las cosas.

Oaxaca de Juárez Oaxaca, México.

10. 02 am

Dada la situación que estamos viviendo en mi lugar de origen me atrevo a revelarlo, hoy miércoles, el gobierno del Estado está llevando a cabo el desalojo de los maestros de la escuelas públicas, después de un plantón indefinido que tiene hasta la fecha una duración de tres semanas.
¿Saben lo que son tres semanas? En Oaxaca significan el cierre primeramente de los centros educativos, el mega campamento instalado en el centro histórico, abarcando decenas de cuadras, el cierre de empresas de carácter público y privado, estos últimos días han bloqueado carreteras, han tomado las instalaciones de PEMEX, el viernes pasado explotó una llanta de las pipas de gasolina, incidente que no pasó a mayores, pero alertando del riesgo de las escasas medidas de seguridad.
El intento de desalojo por parte de los cuerpos policíacos fracasó, por lo que informan hasta ahora los noticieros de radio, único medio con mayor inmediatez, se dice también que fueron encontrados explosivos y armas de fuego entre las pertenencias de los profesores plantados, hasta el momento hay un herido y tres azules secuestrados.

Hoy, Chelo (la niña que vive en mi casa), fue a la escuela para su curso de computación, ubicada en pleno centro, ella entra una hora antes que yo, media hora antes de que me fuera ella me llamó por teléfono, alertándome que no se me ocurriera salir de casa, pues a ella le había tocado una ráfaga de gas, y se encontraba resguarda en un restaurant, dijo que le ardía la cara y que en cuanto pudiera salir regresaría a casa.
Por lo que parece en las próximas horas salir al centro de la ciudad, puede representar un acto suicida. Debo mencionar que yo soy maestra de una escuela privada, a nosotros nos pagan menos que un maestro del menor nivel, no tenemos ni siquiera un seguro medico, día que faltamos por causas de salud, día que se nos descuenta. En Oaxaca las instituciones privadas son empresas fructíferas, dada los problemas magisteriales de los centros de educación pública. Tengo un sobrino que estudia tercero de primaria y después de tres semanas de no ir a la escuela, ha olvidado cuantas unidades tiene una decena, y cuantas decenas tiene una centena, cada fin de semana que regresa a casa y entre mis intentos por tratar de que comprenda unos cuantos números, resulta una batalla campal, para que nuevamente reanude el ejercicio de su cabecita, sin contar con los múltiples gritos desesperados que recibe de sus progenitores, ante si incomprensión a la incomprensión de su hijo.
Es cierto la educación también viene de casa, pero muchas veces es bastante inapropiada, mi sobrino ha pasado estas tres semanas con su abuela paterna, dudo que repace sus apuntes por lo menos una hora, por tanto esta expuesto a la televisión toda la mañana y a su aparato de video juegos, contando con la remesa de telenovelas de su abuela, lo único rescatable que espero y ruego suplan estas actividades, es que pueda ejercitar sus flacas piernas, corriendo, saltando y jugando con sus vecinitos.
El lunes mi madre, fue al registro público de la propiedad y con todo el dolor de su prisa, se tuvo que aguantar el coraje, dado que dicha oficina estaba tomada por los maestros.
Pasar por el zócalo capitalino es encontrarse con un panorama parecido al de una gran caravana gitana, ropa tendida, cocinas improvisadas, gente recostada en colchonetas, mujeres tejiendo, letrinas apestosas, miles de mecates sosteniendo plásticos para cubrirse del sol, todas la unidades poseen cartelones con caricaturas del gober, satirizándolo en el esplendor de lo grotesco, líderes con su altavoz pidiendo la recolección de basura, en pocas palabras una gran comunidad, a la que mejor me abstengo de poner calificativo.
El miércoles pasado, se realizó una mega marcha por lo que bloquearon mi camino de regreso a casa, caminé cerca de 4 ó 3 kilómetros para llegar a mi destino, y eso no me molesta tanto, sino que llevaba una bolsa repleta de libros, la garganta seca después de mis cinco horas de proletaria magisterial, de paso en el último autobús había gastado mis últimos 3.50 pesos, así que si hubiera habido transporte ni siquiera podría pagarlo.
Después del noticiero radiofónico nacional, las demás estaciones no anuncian nada y ponen música como para tranquilizar los nervios, después de que Alejandro Cacho (locutor de panorama informativo) comentara que los maestros dijeron que “tomarían las armas”.
Sumamente paradójico el asunto, si alguien debería estar ahí serian los miles de proletarios que ganamos muchísimo menos de lo que gana un burócrata.

10:30 am.
Chelo acaba de regresar, dice que todo el centro permanece cerrado, los autobuses atiborrados de gente la regresan a casa, y ella con su breve crónica del gran susto, me ha contado que mientras caminaba para dirigirse a la escuela sin percatar nada malo, vio como la gente corría para alejarse del centro, los helicópteros votaban bombas de gas lacrimógeno, “me asusté mucho, porque pensé que estaban echando balazos”, dice mientras yo burlona suelo una sonrisita, por como lo cuenta y asevero con mi comentario que me instala en la preocupación, “no… pos si que esta feo el asunto”, sólo espero que mi señora madre no ande metida por ahí.
El plantón, ya no solamente representa intereses para el mejoramiento de las condiciones de infraestructura y salarios, sino un fuerte golpe político al voto este dos de julio, Oaxaca es un foco eminentemente priista y dada la magnitud del gremio magisterial, representan una gran amenaza al gobierno, que de manera poco prudente utiliza la fuerza para el desalojo, sin contar que esto trae consigo un miedo generalizado por el resto de la población.
Por lo menos estas últimas fechas se congelan laboralmente hablando, el turismo a recaído en su mínimo nivel, hoy cerraron todos los comercios, suspendieron clases en mi escuela, la televisora local no transmite nada al respecto, los programas de radio hablan del próximo día del padre, como bien aprendí en mi carrera, los medios de comunicación sólo desinforman.
Esto me hace plantear muchas contradicciones de mi deber como maestra, proletaria, ciudadana, y estudiante. Los centros educativos, están en pésimas condiciones, el nivel es bajísimo, hay pocas oportunidades de educación universitaria, las becas son insuficientes, las demandas parecen necesarias, pero la violencia y el paro indefinido, aún no se ha legitimado como la mejor vía para cambiar los problemas, ¡basta ya! Mejor me abstengo de hacer más juicios, que el corazón se me calienta… eso se los dejo a su criterio, esperando que no pase a mayores, y que mamá regrese con bien a casa.


Geisha



3 comentarios:

Indigente Iletrado dijo...

Las movilizaciones del magisterio sin el apoyo de la sociedad, con la coerción entre los grupúsculos de docentes, con el magoneo de parte de las asambleas generales, con agendas ocultas de intereses turbios simplemente no irá hacia ningún lado.

Lamentablemente movimientos como éste deslegitimizan ante la condicionable percepción de la opinión pública los movimientos sociales.

Venezolano1975 dijo...

A pesar que no estoy dentro de tu país, pero siento igual todos los días, ya que parecen ser comunes estos problemas por toda latinoamerica unida. Aqui las colas son cosas de todos los días ya que las personas bloquean las vías como forma de protesta por los problemas en sus comunidades, la inseguridad es tan grande que encerramos a nuestros hijos en las casas y la unica diversión posible como que es el telvisor, donde hay novelas, sexo o violencia. Pudiera seguir pero este es tu blog y esto es solo un comentario
Saludos desde Venezuela
José

DR dijo...

Hola Geisha...
Tu post me impactó, la forma como relatas la situación es mas real que los noticieros que nos llegan.

A veces es conveniente hacer un espacio en nuestras pasiones y desvarios personales para compartir la asquerosa realidad que nos toca vivir.
Afortunadamente siento que vivo en un lugar privilegiado: La Comarca Lagunera...!! No tenemos inundaciones, huelgas, marchas, huracanes, sismos, terroristas, guerrilleros, y esas calamidades que azotan a algunas poblaciones...No es un paraiso, pero es mucho mejor soportar un calor de mas de 40° y otro tipo de calamidades menores (ya les contaré..) Ahora recuerdo una calamidad mayor que estamos por sufrir el dia de mañana; MALO (lopez obrador) cierra campaña en el rio (seco) que une a Torreón, Coah con Gómez Palacio, Dgo. guac..!

Saludos!!

Diana