domingo, junio 28, 2009

Tlayudas de quesillo con champiñones



Hicimos tlayudas con quesillo, y la Karis cocinó unos champiñones riquísimos. Nos atascamos mesuradamente porque éramos siete cabrones hambrientos y sólo diez tlayudas.
El buen ‘mezcal’, como bauticé a mi carro, se ha convertido en el transportador oficial de la banda. Por lo menos ya cooperan para la gas y eso porque desde hace dos semanas ando oficialmente sin un peso, y me vi en la necesidad de ‘hacer la vaquita’ (pedir cooperación).
Desde hace tiempo he querido hacer un enlistado de los oficios que obviamente nunca pondré en mi currículum y esto sale a colación, porque los tipos que se me hacen excepcionales lectores, son justamente los que tienen una cantidad considerable de ocio y una disciplina lectora, que en mis tiempos de estudiante no tenía.
En los últimos semestres de la carrera ya trabajaba, sin contar por lo que cobraba por hacerle los trabajos a mis compañeros, ¡demonios!, necesitaba ropa, zapatos y pagar mi diversión.
Mi primera chambita fue de una semana lavando trastes en el restaurant de mi tía, la segunda atendiendo una juguetería, luego estuve de mesera en una marisquería, la siguiente fue atendiendo una fotocopiadora y en la que sigue fui recepcionista de un motel, este oficio fue el más jodido, más difícil, más injusto, más arriesgado y más mal pagado que tuve, y en el que curiosamente casi duré dos años, hasta que los mismos directivos de la uni, me mandaron a una escuela para dar clases.
Entre asistir a la universidad, trabajar algunas temporadas y al final, gran parte de mi ocio, fue suplido por lecturas académicas y actividades banales, como aprender a enamorarme de algunos patanes, aprender a fumar y tomar, como vínculos sociales indispensables en los círculos de borrachos que nunca faltan. De las otras fumadas no diré más, porque estamos destinados a madurar y a volvernos personas respetables, ja, ja, gran patraña.
Les decía, después de las magistrales tlayudas de quesillo con champiñones, salsa y nopales. Los escritores con un nivel más amplio de lectura, comenzaron a hablar de los primeros libros con los que tuvieron contacto, curioso, pero estos eminentes lectores, geniales platicadores y críticos, son los que menos escriben.
En esas conversaciones literarias, como en las incansables discusiones políticas, prefiero hablar poco, muy poco, porque en verdad no tengo mucho que decir, mejor me pongo a leer y a escribir, a estar en constante trabajo personal, a cometer mis errores, a tener lectores y a pagar mis impuestos.
La semana pasada me comentaban que habían leído algo mío en el periódico, curioso porque no estaba enterada del asunto –oye Colibrí Zurdo, ya te voy a enviar cosas decentes para el suplemento, nomás avísame-, aunque a eso te da cierto ‘renombre’ a mí, no se me hace la gran cosa porque nunca me han pagado por ello, publico desde que tengo quince años en suplementos juveniles, revistas y lo que salga, inicié con algunas patrañas dulces y propias de niñas sin mucho talento, pero lo hice, hoy puedo afirmar que muchas de esas letras perdidas en esos periódicos, me avergüenzan, pero corrí el riesgo y lo intento hacer mejor.
Este sábado, los hijosdeputa de mis cuates escribanos, compraron el periódico para ver si había salido, ja, ja, ja. Esta vez el Colibrí Zurdo (editor del suplemento) no eligió nada de blog, con esto tuve una buena lección y me dije: ‘ya güey ponte al tiro, porque justamente tus mejores amigos, son los que más se van burlar y a echar mierda, si no escribes algo decente’. Nada de condescendencias y clemencia con ellos.
Aunque no sea reportera, o haya trabajado seriamente en un periódico, mi estilo se ha vertido más por el periodismo, que por ‘lo literario’, desde mis primeras publicaciones en el segundo suplemento donde colaboré, me incliné por la crónica. Últimamente ando con cámara en mano, haciendo un registro de lo que hago. Por esa misma corriente, he descubierto que la ficción es una de mis grandes dificultades y debilidades. Crear mundos, fantasías, jugar con lo onírico rayando en lo filosófico, me cuesta un ovario y la mitad de otro, al contrario de eso, me encanta el ‘realismo sucio’. De ahí mi tendencia a insistirle a Karis a que escriba, pero ayer fue muy puntual en decirme ‘hay cosas que preferiría no recordar, de las que ni a tu peor enemigo le deseas’, con esto bastó para que cerrara el pico, y también para aceptar que mi vena periodística, algunas veces me hace violar la privacidad de otros, que aprovecho de manera literaria con relatos chuscos, pero realmente son parodias crueles de sucesos reales.
No sé por qué no me ha nacido escribir sobre mi temporada de obrera mal pagada. Supongo por la misma razón de no querer recordar, dijera Elizondo existe algo más tenaz: el olvido.
La tarde terminó, estaba cansada, no había dormido el día anterior, fumé algunos cigarros, tenía demasiada hambre, la tlayuda me supo a gloria, juré nunca olvidarla, no tengo un peso en la bolsa aún.

viernes, junio 26, 2009

Del porqué entré al feisbuk

Durante algunos años, me he resistido al feisbuk, al jaifay, al metroflog y toda forma similar que divulgue mi vida real. Ciertamente todo el tiempo lo hago en este blog, mis índices de necesidad de atención los he proyectado en este espacio con suficiente éxito y bueno, no me quejo. Trato de ser lo más cuidadosa posible en no revelar que es Viridiana, la que crea a Liliana y que a su vez ella, utiliza como seudomino a Geisha, tan cuidadosa, que lo acabo de hacer.
Todo esto cada vez es más difícil de mantener, y ya muchas veces he revelado mi rostro en este lugar, incluso ya hasta tengo más amiguis en el Messenger por el blog, como necesidad de salir de closet, sé que suena ridículo, pero es cierto, necesito salir de closet (aunque no me agrade del todo la idea), ya lo hablé con Pato desde hace unos meses y concluí que tenía razón en eso de arriesgarme.
La onda es que hace unas semanas entré al twiter, me di de alta el Facebook y desde hace algunos meses estaba en el hi5. En dichas páginas de divulgación personal, me di cuenta que la generación de la universidad tenía su espacio y bueno, obviamente yo aparecía en algunas de sus fotos, así que me he dado el lujo de chismorrear silenciosamente en los espacios de mis excompañeros, de las cinco fotos en las que aparezco, en tres de ellas aparezco con una horrenda cara de borracha. Por otro lado me ha dado algo de gusto verlas, porque en ese entonces tenía casi un metro de cabellera negra y supongo unos kilos de más. Ahora no estoy flaca, pero si con grasita de menos, con el cabello corto y pintado a la ‘emo’ dijera el Perro.
Hace unas semanas vino una de mis tías y me preguntó si estaba enferma porque antes ‘tenía más carnita’, ja, ja, ja. Hoy me di cuenta del porqué he perdido peso, pues andaba, es decir ando sin un peso, y tuve que ir en la mañana a un curso a otra escuela, de pura suerte me encontré a un maestro que trabaja en mi escuela y con el que jamás he hablado, salimos al receso y el profe me dijo que fuéramos a desayunar, así que con mi cara de perro desnutrido dije que no tenía dinero, el señor bien amable, me invitó los tres tacos que me atraganté, un jugo de mango, una empanada de lechesilla, y de paso la botella de agua de a litro para llevar. Digo, algunas veces puedo abusar de ser jovencita y linda, entre la bola de seños horrendas con las que trabajo, je.
Hace unas semanas, un tipo con el que jamás había hablado, pero es un constante en las noches de ‘antro’ y es amigo, del amigo de mi amigo, consiguió mi correo y me invitó al cine, yo le dije que prefería ir entre semana y bueno, ese día justamente tampoco había comido, ja, ja, ja, entonces bien amable el tipo, me invitó a comer y al salir todavía nos fuimos al café.
Chale, debería tener más pretendientes. Esa vez que salí al cine, se me salió comentarle al tipo, que en otra ocasión había salido al cine con un ñor (un maestro sesentón) hacía tiempo, y que también había invitado la cena y de paso me había llevado un ramo de rosas :S, basta decir que al día siguiente tuve que apagar el teléfono porque no dejaba de marcarme, entonces no paré de carcajearme y de paso él sentirse burlado, ja, ja, ja. No creo que me vuelva a invitar, aunque se pierde de una excelente compañía, de una cinéfila declarada y de paso tallerista de historia del cine y documental.




Me tengo que ir al taller!!!

lunes, junio 22, 2009

Segundo viaje filosófico

Abrí el vino, lo serví en una taza, mi madre me vio beberlo, por ridículo que les parezca, el ya no esconder los cigarros y que ella no me sermonee, indica un avance.
Ayer llegué tarde a la casa de Karis, tomé su camioneta (nunca había manejado una camioneta, mucho menos un carro automático), partimos con la banda de escritores a un pueblo, nuestro segundo viaje filosófico juntos, ¿para qué necesito escuela de literatura, si me basta con mis amigos?
Beteta consiguió los conejos para asar, Memo organizó y Pipe consiguió una cabaña en un pueblito adelante de Teotitlán del Valle, Karis llevó los tomates y las tortillas, yo el vino.
Da Jandra cumplió años la semana pasada, hoy reafirmo con toda seguridad que lo respeto mucho más que antes. Nos reunimos para celebrar al Maestro y de paso para que nos diera una santa rastriza emocional. El niño genio fue el flanco perfecto.
Me di cuenta que he gastado muchos años de mi vida leyendo letras innecesarias, textos académicos que ya he olvidado, fechas huecas que no dicen nada; años gastados en escribir cosas de las que ahora me arrepiento, he perdido el tiempo trabajando para medio vivir, haciendo actividades que no me gustan y haciendo muchas más que si me importan pero que son efímeras.
Si no hubiera tenido el compromiso con mi madre de estudiar una carrera, probablemente ya hubiera leído a Berhard, Joyce, Murakami, Sabato, Cervantes… y ya hubiera escrito unas cuantas novelas. En cambio, me decidí a vivir una vida tranquila, siendo niña buena, sin mucho conflicto, complaciendo a la jefa, no contestándole, no hiriéndola con algunas palabras sinceras, haciendo a escondidas lo que ella no querría saber de su hija.
Llegamos a una cabaña y descubrí algo que no hubiera entendido en otro lugar, mi cordón umbilical se está pudriendo, y aún no he encontrado a alguien que me ame tanto como mi madre lo ha hecho.
Ayer fue día del padre, le hablé a tata Luis (mi abuelo), ya había salido al mercado, supongo que se fue al panteón y huyó de su casa pensando que tal vez nadie le hablaría. Felicité a mi madre, tomé mis cosas y me fui a casa de la Karis.
Llegamos tarde, me daba gusto verlos, Perge, el escritor más respetable de todos, Perlita la musa onírica de Fadanelli y su mamá guardiana, el trío gay: Memo, niño genio, Beteta, ladrillero intelectual, y Pipe el aboganster (ja, no son gays, pero siempre están juntos), Fredy, con maravillosos dotes para abrir cabañas y botellas de vino sin sacacorchos, Ale el intelectual ácido-vende libros, yo, no hacen falta descripciones mías.
Kafka tenía un vocabulario de 6 mil palabras, Cervantes de 25 mil, ambos han sido genios en la historia. Da Jandra recitó como un padre nuestro, la necesidad de un método, la diferencia entre genio y voluntad. La búsqueda de métodos personales para ser disciplinados en escribir, en evitar echar mierda a los demás por envidia y someternos a una revisión personal del motivo de ésta.
Cuando se tiene el genio, pero se es un huevón, el genio valió madres. Me sentí con más voluntad que con genio.
Llevo alrededor de 366 páginas en este blog, tengo lectores amables que invierten tiempo aquí, mucha catarsis a la que ya no quiero recurrir porque me ha mermado el genio creativo.
El Maestro nos regaló libros de escritores jóvenes, sabía que el azar me llevaría a un texto estratégico, abrí la portada, la escritora tenía 25 años, había estudiado Comunicación, había sido periodista y AU pair. Curiosidades no tan curiosas en las que me vi reflejada, excepto por dos detalles, ella había salido y ya tenía su primer libro publicado.
He sido buena hija, una mujer discreta, decente, viviendo una medianía aterradoramente cómoda, consciente de las carencias de la casa, con múltiples trabajos que no podré incluir en mi curriculum, con las manos de sirvienta antes que de princesa.
Tomé el vino, comí las sobras de unos canapés.
Mi madre ya tiene mi título pegado en la pared, no sirve de mucho, porque en cualquier otro oficio sin necesidad del papel ganaría lo mismo, ella sabe qué seguirá cuando el cordón umbilical, entre ella y yo, se haya podrido y esté deshecho totalmente.





Conejo asado, puré de papa, salsa (que yo hice), tortillas calientes, café, vino blanco y tinto, el cachito de un puro que el maestro compartió.

miércoles, junio 17, 2009

Basta de primeras veces

Existe una costumbre aberrante de la que no he podido desprenderme: el recuerdo de las primeras veces.
Ese eterno recordar de momentos irrepetibles, inconscientemente me han llevado a revivir situaciones que se asemejen al pasado.
No he borrado aún la primera vez que sentí vergüenza en sexto de primaria porque llevaba una blusa pegada que mostraba mis pezones sin cubrir por un corpiño; la ocasión en que un niño desconocido me sacó a bailar en una tardeada de la secundaria y me dio el primer beso, sentí que flotaba ¡lo juro!; cuando decidida, consciente, con toda la plena seguridad de mi cuerpo, con todo el amor que una vez pude sentir por alguien, abrí las piernas y unas gotitas de sangre dieron testimonio del primer coito; la vez cuando la muerte de alguien muy cercano a mí, me dolió hasta el tejido roto de mi virginidad.
De ahí en fuera las otras primeras veces, han pasado desapercibidas. Si recordamos estos momentos, que son las situaciones más kitchs que toda mujer vive (porque somos seres que congénitamente traemos la carga de clichés y condenas morales, mucho antes de nacer), es porque… realmente no sé por qué, pero la fémina que haya olvidado sus primeras veces sin culpa, ni deseos, ni añoranzas de haberlas vivido, probablemente tenga cierto grado de superioridad a los parámetros de toda mujer promedio, como lo soy yo.
Me he propuesto dejar de quejarme, si estoy sola, bien me lo he ganado, pero también gracias a ello, he podido escribir, he podido hacer algunos otros pininos que les apuesto no hubiera hecho si tuviera una pareja a la mano, con quien perder mi tiempo en la cama. Esto del reconocimiento de las primeras veces, ha servido para perdonarme algunas cosas, debo decir que soy demasiado soberbia, incluso algo cruel conmigo, pero en este proceso de enmiendo es difícil, demasiado difícil.
Encontrar esos hilos sueltos, las cosas inconclusas que dejé, me han retornado a los caminos que ya no quiero repetir.
Esa constante de entregarme totalmente a alguien que no me quiere, se vino reproduciendo desde que aclaré que amaba al chico de cabello rizado, al que nunca se lo dije con palabras, pero le escribí una serie de poemas que jamás le di, y lo que es más importante, al que le abrí las piernas decidida, consciente, contenta, segura de que nunca habría de arrepentirme. No me arrepentí, pero nunca más volví a escribir poemas con tantas vísceras, con tanta sinceridad y creo que no volveré a hacerlo.
Hace unas semanas Oskarito me preguntaba si realmente me había enamorado hasta los huesos de alguien, en el entendido de que ese amor fuera recíproco. Me fue vergonzoso confesar que nunca, siempre he dado de más yo y regularmente se van sin dejar rastro, o soy la culera que manda al diablo sin tentarse el corazón.
Busco amoríos que no dejen rastro, por ejemplo las cosas se tornaron distintas con Enrique, porque al inicio de nuestra relación, yo estaba muy consciente de que él se iría de vuelta a Estados Unidos, pero todo chafeó cuando no se fue.
Cuando muere alguien muy querido, me es inevitable una catarsis horrenda que me puede durar años. La primera vez así fue, el autismo, las decisiones extremas, el reniego de todo, el pesimismo, mi devaluación como mujer, la mirada caída, la gran dificultad para encontrar un equilibrio mayor a un par de horas, la urgente necesidad de que alguien sólo te escuche y no te de consejos de nada, resultaron grandes problemas. Gracias a Lulú, conocí la mayor parte de las iglesias del centro histórico de Oaxaca, esperando que esas visitas pudieran liberarnos de algo, con ella reafirmé una necesidad de tener fe en algo, que probablemente nunca hubiera logrado de no ser por hundirme en el más profundo fango espiritual.
Hace unos meses, cuando dejé de ir al teatro, cuando Maleno murió, cuando el Maestro Calleja también se fue, volví a recordar todo eso. Arguyo que gran parte de todos estos escritos paulatinos de malestar, se deben a círculos que no se han cerrado y que debo concluír.
La última vez que fui al istmo vi a Jasci, mi amiga de la primaria, esta ocasión guardamos silencio, cosa increíble porque siempre había algo que contarnos, siempre había algo que vomitar, siempre había que terminar con algunas chilladeras, siempre habría que abrazarnos, siempre había que reírnos de todo, esta ocasión ambas estábamos templadas, sin novedad alguna, sin los relatos permanentes de las primeras veces, ahora ambas escorpionas estábamos pasando por un proceso de reencuentro, de rectificación, de cerrar círculos, de poner en la mesa ‘esto fui’ y ya no lo seré más, como si esas primeras veces se fueran acabando y se hundieran dignamente en la desmemoria, donde incluso, ya no tengamos que contarlas como ‘la primera vez así fue’ sino como la última que ya no será más.

domingo, junio 14, 2009

Peor que el anterior

No fui a la marcha que conmemora los tres años, desde que la policía intentó desalojar a los maestros de su tradicional plantón en el centro histórico de Oaxaca.
Declaro que mi voto será nulo. Todos los días en los periódicos nacionales, tiene que salir una nota con un nuevo golpe al narco. Existirán traficantes, mientras haya quienes consuman químicos.
Si el país no produce empleos que nos permitan la repartición de la riqueza más equitativa, a todos los que somos proletarios, seguiremos siendo el país donde se alaban a personajes ‘orgullosamente mexicanos’ que figuran entre los más ricos del planeta, a costa de ahorcarnos económica e ideológicamente con sus monopolios. A mí no me da orgullo que esa gente sea mexicana.
Hoy, el periódico que hace años fue objeto de censura por el gobernador de Oaxaca, publica las fotos de hace tres años en una sección aparte y en primera plana, al señor vacunando a una niña, el kitch adorna la politiquería del periodismo.
La cabeza del diario dice: ‘Provocan bloqueos molestia ciudadana’, eso quien no lo sabe, desde hace muchos años Oaxaca tiene por lo menos 3 ó más bloqueos, marchas y tomas de oficinas a la semana, incluso al día.
Si hoy fueran las elecciones, el PRI ganaría. Las plurinominales otorgarán el lugar a los personajes que nunca habrían ganado una elección popular, porque la ciudadanía NO los quiere. Obviamente para ganar un hueso de ese tipo, tienes que haber militado por años en el partido, saber hablar y convencer a la gente, conocer todos los procesos, y ganarte la simpatía de los ‘personajes’ de la polaca. Por ese filtro, ningún ciudadano apartidista, podrá ascender a un puesto público.
La dialéctica hegeliana y materialista, nos augura un futuro muy previsible. La anarquía se ha desatado en las calles, los mexicanos no entendemos que merecemos los gobernantes que tenemos, porque somos incapaces de evolucionar como sociedad, porque el cuidado de nuestros semejantes, los acuerdos en bien de la comunidad asumiendo sus riegos y perdidas, son la base para que los gobernantes sean eficientes.
Ese futuro que se augura, prevé a un dictador que use la fuerza para controlar a las agrupaciones descontentas. Probablemente ya lo tengamos. Es deprimente ver como cada presidente que llega, es peor aún que el anterior.
Si nos quejabamos de 70 años de un partido, 6 años de un presidente analfabeto, hoy veo a un est… (por el que no voté) que ha endeudado más al país, lo ha volcado en una ola de violencia que no arregla nada, porque si el país no genera los medios para producir riqueza de manera legal, otro sector de la población se vuelve delincuente. Calderas mostró su gran eficiencia, desbancando al turismo, alimentando una paranoia exagerada por una enfermedad curable y ¿qué? ¿ahora nos seguirá alimentando con la segunda paranoia?
Me siento encabronada. Quisiera decir lo contrario, pero cada vez me da dolor ver a mi país más jodido, ver que mis compañeros de trabajo son unos mezquinos, que los lugares donde trabajo pareciera estuviera pidiendo limosna, que los grandes comercios extorsionan con sus precios inflados, que no puedo pagar a un especialista porque no tengo servicio médico y me conformo con un doctor simi, que ayer intentaron abrir mi auto, que nos han extorsionado por teléfono, que por nada puedo estar en el buró de crédito, que cuando camino por la calle ya me es indiferente ver a alguien armado, somos una sociedad de mierda, que engendra gobernantes diarreicos.
También es muy probable, que por decir esto en público me fichen, porque vivimos en una sociedad incapaz de asumir la crítica, hablamos mucho de lo mismo, pero no pasa nada, muchos reporteros mueren, muchos son amenazados, dos días después de unas letras insignes en un periódico que denuncian anomalías, nadie recuerda nada. ¿A esto se le llama democracia? ¿esto es libertad de expresión? ¿dónde incluso los lectores olvidan y los gobernantes asesinan por unas palabras que no tuvieron fuerza?
¿Qué hacer? Haga bien su trabajo, ayude a sus semejantes, no hable de los problemas, busque soluciones, edúquese en lo que quiera, apague su televisión, lea periódicos, le prevengo de una crisis depresiva, pero sólo si la afrontamos podremos dejar ser impotentes y quejarnos, sólo arreglando al sistema desde abajo, podremos mandar a las cañerías a las mierdas que nos gobiernan, vote por PRI, PAN, PRD, o anule su voto, esté muy consciente que eso no resolverá nada, mientras no se empiece desde abajo.
Creo en la revolución, a pesar de mi odio irrefrenable, que se han ganado a pulso, quienes me explotan, quienes me violan, quienes me reprimen, quienes me roban.
No dudo que hay muchos igual que yo, que estamos dispuestos a una revolución de acciones, de trabajo, de protesta, de propuestas, de sangre nueva, nos costará unas cuantas décadas hacerlo, si no, ya vendrán quienes a punta de machetazos, de armas, bombas y fuerza, nos impondrán a nuevo dictador peor que el anterior.

jueves, junio 11, 2009

Enlazadas

Quisiera robarme algunas promesas de alguien. Cumplirlas o no cumplirlas será cosa del destino. Creo demasiado en el destino, como en un croquis de laberintos complicados. Arriesgarme o quedarme atrincherada en una comodidad infernal. Palabras más, palabras menos, ya no las creo.
¿Tirarme al barranco? ¿Arrancarme el cabello? ¿Sentir el chasquido de mis dientes flojos y su dolor en los sueños?
Dejé de tener esperanza en lo onírico, cuando pude reproducir con calidad fidedigna los sabores, el olor, el tacto, el placer, todo aquello almacenado en mi cabeza dura. Registros en pulsaciones eléctricas que se repiten con sólo desearlo.
Silencio, mi otro nombre es la muda. Ruido, mi nombre escucha. Decisión igual a miedo. Mundo proporcional a aventura. No más violaciones. Mierda para liberar a la suciedad del alma y del cuerpo, aunque me arriesgue a una diarrea permanente.
¿Te creo o no te creo? No te creo. Ya no te tengo miedo, me preocupa más lo que no ocurrirá.
Direcciones, nombres falsos, ideas ilusas, palabras rudas, sexo fácil, placer disfrazado, protecciones inútiles, retórica vacía, gimnasia dancística, razón animal, instinto métrico, poesía basura, literatura realista, todo es suciedad.
Muertos con eco en mi mente, panteones de vivas penas, elegías llenas de plegarías absurdas. ¡Déjame vivir! No pido más, vivir, vivir, vivir, cuál vil ignorante, indiferente, independiente.
Densidad en el aire, ambiente caliente, ideas de actos contenidos. Saludos amables: la hipocresía de la armonía. Paz, guerra, no da igual. Una hermanita de la otra, eternas amigas, amantes baratas, vapores, un volcán a punto de la erupción para fecundar al cielo.
No hay más. Escribo porque ya no lloro, ya no espero nada más ni a nadie más. Viento soy partícula tuya.

miércoles, junio 10, 2009

¡Por fin el podcast!

¡Por fin el primer podcast del blog! Espero que no me avienten tomatazos.
Digo, después de cuatro años en la carrera de comunicación, tuve que aprender a hacer algo de radio... no se fijen en la calidad, tengo un micro pésimo, prometo ir mejorando, por el momento hice un refrito, ya pensaré en hacer algo más novedoso.


¿cuánto es 37 menos 15?

Ja, ja, ja, lo he observado extasiada, yo quiero que me pregunteeeen!!! ja, ja,ja, ¿cuanto es 27 menos 12?






Saludos Patito

lunes, junio 08, 2009

Loxicha

Cuatro horas de curvas, pueblos, aire, calor, selva, cerros, gente de habla zapoteca, amarillo de carne de venado, chicatanas, café, mezcal, arroz con leche y gelatinas de la mamá de Pergentino, José Alfredo en voz de Lucha Villa a todo volumen, cervezas, libros, chistes gays, noche con ruido de duranguence.

Memo, Pipe, Beteta, Carina, Yo en casa de Pergentino: Loxicha.

Armé mi mochila, dos sueteres, el cepillo dental, un calzón, la ilusión de ver un lugar nuevo, nada más, para olvidar mi vida en un lugar que cada día se alimenta por el odio de mi descontento.

Cuatro horas de camino con mis nuevos amigos los aspirantes, al igual que yo, de escritores. Con ellos no hay competencia, somos humildes, somos ignorantes, somos chamacos inexpertos, nos burlamos de algunos escritores viejos. Nuestro poco compromiso nos da la libertad de tomar las cosas a la ligera. Botar piedras, burlarnos de la megalomanía, de la soberbia, de algún escritorzucho fresa, algún intelectual que no ha sufrido, porque eso necesitan para escribir bien, sufrir, morirse de hambre.

Memo, como siempre, comenzó a revisar el librero, encontró el libro de Tryno publicado en anagrama, ‘Temporada de caza para el león negro’. Ser publicado en Anagrama, es el sueño de todo escritor. Todos concluimos que al leerlo, nos daban esperanzas para seguir intentando.

En medio de las cervezas, unos bromeaban otros más revisábamos los libros, Calvino, Sabato, la obra reunida de Bellatin autografiada, el mismo libro de Perge con un tiraje de 164, 854 (no miento, hasta me aprendí el número) copias de su cuento, editado para las escuelas primarias.

La cena con café, una noche con dificultad para dormir, porque los anfitriones se encargaron de seguir la juerga y con música toda la noche.

Caminamos una hora al río. Selva, árboles, veredas, plantas silvestres.
Una víbora rodeó a Daniel, un niño al que no le oí decir una palabra, afortunadamente no le mordió, le sacó la lengua y lo inmovilizó por unos minutos, como reprimenda por ir al frente de los adultos. Perge cortó unas plantas y las pasó por su espalda para que el espantó se quedara en la hierba.

Llegué con mucho sacrificio al río. Nuestro anfitrión nos dijo que cuando una persona muere, los familiares van siete días después al río a bañarse, a lavar la ropa, para que la corriente se lleve el dolor. Me costó subir las veredas, bajar con cuidado, caminar, caminar, algo tenía que costarme para llevar al río a mis muertos y dejarlos ir.

Aún las penas siguen, pero tengo esperanzas de que lo que me estorba se haya ido con la corriente.

Regresé con la neblina de las montañas. Con miedo, con un poco de esperanza, con el deseo que algo bueno pase.

Me lavé el cabello con shampoo dos veces, bañarse con la corriente para dejar ir las penas, debe de ser en números pares.




Cominos chicatanas. Se parecen al sabor de cacahute pulverizado.

Flores, de belleza extraorindaria.


Niños santos en el camino al río. Les gusta crecer al lado de casas abandonadas.


Memo, el niño genio pensativo.


Beteta, el Berhard ladrillero.

El tanquecito de agua.


Caminata dificil con tenis viejos.


La noche en la cabaña de Perge.

El huajolote que me correteó.

Nunca he estado en una reunión donde entre platica estemos leyendo. No somos intelectuales, pero no nos resulta una ofensa quedarnos callados, tomar cerveza y leer. No somos de los que echamos mierda (como todos los escritores de Oaxaca lo hacen).

Maravilla natural de la humedad.

Después de harta comida, un mezcal no cae mal.

Los caminos de Buena Vista.

Nuestra llegada.

Un pueblito pintoresco, con camionetas, olor a mierda de animales, campanas. Gente que saluda en zapoteco el buenos días, buenas tardes, buenas noches.



Después de cuatro horas, una media de hora de terracería, sin duda, fue mágico estar en Buena Vista Loxicha.




miércoles, junio 03, 2009

Fiodor

Le fascinó tanto mi cuerpo, que se fue y contestó a mi mensaje a los tres días para avisarme que estaba en otro lugar del país.
Mijail no había conocido a mujer mexicana que se prestara a pasarle la lengua por el culo y meterle los dedos.
Pensé que al tirármelo o mejor dicho, acceder a que hiciera conmigo lo que quisiera, haría a mi sexo cada vez más internacional.
Acostarte con un ruso en Oaxaca, a pesar de la afluencia de europeos y norteamericanos, resulta cosa rara. Me gusta todo aquel hombre que no tenga nada que ver con Estados Unidos, o tenga algún lazo sanguíneo judío.
Tengo un imán bárbaro para encontrar a tipos que no tengan motivo alguno para recordarme, o bien, para que yo no tenga rastro de ellos, aún cuando quiera verlos de nuevo. Se hace una regla que todo aquel espécimen víctima o verdugo de un encuentro ocasional, está destinado a la lista negra de los que no serán ‘el hombre de mi vida’.
Dejé de fantasear con Mijail, la misma noche en que después de mamarle cuanto pude, no tuvo la intención de pasar por asombro o juguetear, su lengua y su nariz en mi sexo.
Por falta de confianza, no pude darle unas cachetadas sabrosas y decirle mi típico ‘ora güey, bájate cabrón’. ‘El cabrón’, me confiere algo de violencia masculina, que a algunos les gusta, pero la barrera del lenguaje con el ruso me dio miedo, la cachetada -pensé-, se hubiera entendido como una muestra de sadismo que probablemente él me hubiera devuelto. Paranoias mías, porque resultó un ser adorable, que se encargó de abrigarme el resto de la madrugada con la sábana y tenerme prendada a su cuerpo.
Parecía no disfrutar como yo, el que me columpiara en su pelvis, porque la maldita cama amenazaba con romperse en cualquier momento.
En verdad que me molestan los hombres que no cooperan. A parte de exigirnos la entrepierna y las nalgas, gozan de nuestra boca y la suya ¿qué?
Mijail no cooperó. Insistió en venirse en mi rostro; en modo de protesta, cerré los labios y giré la cara, cuando en su rostro de medio morir y sus gemidos denotaron su escurrida, sentí su chorro caliente recorrer mi cuello, y sus manos para apropiarse de mis senos, lo esparcieron en todo mi pecho como crema humectante.
Cuando hubo luz, hablamos de películas, de libros, de música, y volvió a preguntar mi nombre, Ana, dije. Era lo de menos inventarme uno nuevo, porque era muy probable que no volviéramos a vernos.
-Pensé que te llamabas Lilean, algo así dijiste anoche.
- ¿Entonces por qué lo vuelves a preguntar?
Llámame Ana, además no sabes pronunciar mi verdadero nombre. Tiene más sentido que me recuerdes así. Yo te pondré Fiodor para que no se me olvide.
- ¿Has leído a Dostoievski?
- ¿Me ves con cara de analfabeta?
- No, no, no, pero es raro.
- Mientras dormía contigo tuve un sueño ridículo.
- ¿Qué?
- Que me llevabas a Moscú.
Me despedí con varios besos, con muchas recomendaciones de su parte, con su semen en mi pecho, con el mail al que respondió tres días después.
Él ya no volvió, y mi sueño siguió siendo ridículo.

lunes, junio 01, 2009

Da Jandra

En más de una ocasión he escuchado muy malos comentarios sobre la conducta déspota, áspera, poco amable de Leonardo Da Jandra, eso es cierto. Yo lo he visto. Pero ¡Qué hombre tan lúcido!
Soy una aprendíz con influencias de escritores contemporáneos, Merino, Lobo, Yépez, Fadanelli y Da Jandra. Actualmente de Martín Solares. No tengo un peso, mi existencia no valdrá nada, puedo ser la persona más gris en este mundo, pero el gran placer que me queda es haber aprendido grandes cosas de estas gentessss (me vale, sé que gente es plural, pero me vale, son GENTES).

No se fijen en las fallas de audio, el contenido es lo importante.



Si les llega un correo en apoyo a este escritor, por su expulsión de Huatulco, no duden en reenviarlo.