domingo, junio 24, 2007

Restos de comida en sus dientes

Te acuerdas que hace unos años precisamente él, te mordió los senos cuando sus dientes comenzaban a nacer, tú, entre tono agrio y cómico le dijiste: ‘¡tranquilo cabrón, que estas no sólo son para ti!’, ese pedacito de carne entendía al regaño-chiste, y no lo volvía a hacer.
Ahora que han pasado los años y lo ves crecer, entiendes que este mundo que te parecía nefasto, lleno de hombres mal nacidos, ha cambiado a ser un mundo con tu moquito bien nacido, por haber salido de ti.
¿Qué importa que ahora se coma las uñas, sus dientes sean chuecos y muestren alegremente sus restos de comida, que no le guste bañarse, o que se tire pedos sin problemas de vergüenza?
Ese niño que cuando se duerme te abraza y pone sus manos en tu cuello, o cuando era bebé te metía los dedos en los orificios de la nariz, ese niñito al que amas desmedidamente, o al que quieres matar a golpes por su energúmena curiosidad traviesa, ese, es un hijo de su chingada madre; tú.

La madre

jueves, junio 21, 2007

Te ves

Le has preguntado a algunas personas qué piensan sobre ti, y crees que ellas, por miedo a hacerte sentir mal, te dicen lo que quieres escuchar, pero realmente no te interesa tanto saber cuantas cualidades te encuentran, o que en realidad no tengas ninguna de esas virtudes y seas un escondrijo corrompido de hipocresía, que aparenta ser lo que no es, o que simplemente es, pero no se da cuenta. Por esta ocasión no intentaras meterte en asuntos ontológicos que francamente no dominas.
Si les preguntas a los demás qué eres, solo es la reafirmación de encontrarte en alguien, pero te das cuenta que sus respuestas, confirman que no son ese alguien en el que buscas encontrarte.
Si de alguien te interesa saber que piensa de ti, en todo caso seria de tu madre, empezando por las muchas tantas veces que nunca se fija con quien sales, por las tantas veces que te has ido de viaje sin reportarte en más de dos semanas, por las veces en las que no has llegado a la casa y no te regaña, por las muchas que te ha visto las pastillas anticonceptivas descuidadamente botadas, los óvulos, o las pastillas para la depresión o para dormir, o el papel arroz, o la botella de vino que no has tirado.
Crees que ella intenta no verte, o no te ve con otros ojos que no sean esos con los que te vio crecer.

La hija

martes, junio 19, 2007

Alcohol

Cuando tu madre te dijo ‘así se empieza’; advertiste que ya era demasiado tarde, desde años atrás ya habías empezado, tu aura de niña buena, de virtuosa, cuya moral y buenas costumbres refrendaban las buenas calificaciones en la escuela, no decían nada de ti.
El tomarte unas cervezas acompañada de los albañiles de la casa era un buen pretexto para salir de ‘closet’, el sabor del alcohol se hizo necesario, cuando ni una cerveza quemada podía equiparar el grado de amargura comparada con tu vida.
Pero estar embriagada era más llevadero que la mala cara de tu carácter agrio, de tu cara desganada y sobre todo del autismo en el que vivías.
Te pusiste a la par de los bebedores que ya caían mientras tú no diste muestra de desvarío, solo hablaste más de lo que acostumbras y te mostraste feliz.

La alcoholica

jueves, junio 14, 2007

Ya voy

‘Ya voy’, escuchas en la bocina de tu teléfono que cada vez se vuelve más desesperante. El, en ese tono te ha dicho muchas cosas, empezando porque está con ella. ¿Pero que puedes hacer a tus 35 años, cuando realmente te sientes incapaz de conquistar a alguien?, justificas tu enfermo amor a los tres años de viudez que soportaste, a la mucha desesperación de tener dos hijos sin herencia, más que deudas y arduas depresiones que fuiste adquiriendo, cuando te enteraste que ese hombre que creíste tuyo, dejó a muchas tantas más para que le llorasen igual que tú.
La soledad te ha envejecido un poco, y has dejado de confiar en tus nalgas, que tiempo atrás eran capaces de levantar braguetas, aún son mucho muy capaces de hacerlo, pero ya no te das cuenta, o mejor dicho, no has querido darte cuenta.
Te ocultas en la ropa que tu mamá te ha regalado, aún con tus grasitas de más, el humor no se te ha amargado porque lo esperas a él, a ese hombre que tomaste como tablita de salvación para volver a sentirte mujer, aunque tengas que compartirlo, soportarlo, asediarlo, acosarlo, y te conformas al esperar, sabiendo que no va a llegar porque él, esta en su cama, con su esposa.

La viuda

sábado, junio 09, 2007

Come hombres

Has perdido la cuenta... pero si le cuentas a alguien eso que en verdad pasó, tu cuento sería uno más de los contados en tu lista que no cuentas.
A tus 22 años en el octavo semestre de la carrera de Ciencias de la Comunicación, ya eras jefa de información del municipio. Con tu cuerpecito chiquito, se rumoraba en la oficina tu fama de 'come hombres' o mejor dicho por las secres regordetas casadas y envidiosas, como la 'puta oficial' de los jefes. En tus cumpleaños nunca faltaban los arreglos florales, nobles consecuencias de tus chiquifaldas en días de trabajo.
Haberte echado al plato a unos cuantos de la oficina, más por interés que por placer, te ganaste a pulso ese innoble título que hacía que te asediaran cuanto fulano quisiera llevarte a la cama; hasta que en uno de esos días donde los indios patarrajadas de la región, como los llamabas por testarudos, se les ocurrió agarrarse a machetazos.
El saldo fue de 27 muertos, 14 mutilados y 4 niños heridos, motivo suficiente para que los medios nacionales tuvieran en la mira al lugar donde tú trabajabas. Tu jefe, el de pito chiquito, te ordenó reorganizar los saldos, y en tono amable tu informe de prensa fue: ‘Sólo hubo 3 muertos, 6 heridos, que fueron atendidos a la brevedad posible en el hospital civil de la ciudad capital, hasta el momento las autoridades correspondientes están tomando cartas en el asunto; se especula que el conflicto se debió a una riña de personas que estaban en estado de ebriedad’.
Pero tú sabías perfectamente que el presidente municipal, el de pito mediano, pero de poco aguante, los había mandado a matar para que dejaran de manifestar su descontento por la sacadera de dinero.
Mayor fue tu sorpresa cuando, te enteraste, que el sabroso que da las noticias a nivel nacional venía a la región para cubrir la nota, esta vez no sólo debías parecer bonita, sino parecer una mujer con decisión, con carácter y por supuesto inteligente. Pero nada de eso se dio porque en cuanto lo viste, tus respuestas fueron torpes, pareciste más novata que jefa, más pendeja que puta… hasta que no sabes porqué motivo te pidió tu teléfono, digo, de todas las mujeres que ahí laboraban, tu eras la de mejor ver; y sonreíste con malicia porque sin mover un dedo, había caído del cielo para ti, o mejor dicho tu le habías caído a él.
Pasaron una cuantas horas para que llamara y te invitara un trago en su hotel, lo de más fue lo de menos, nadie en tu lugar se hubiera negado, para meterse en su cama de la suite de lujo.
Te dijo que era casado y que su esposa estaba por aliviarse, su cuerpo lleno de vellos y sus ganas de cogerte por todos los hoyos de tu cuerpo, te hizo darte cuenta que no había tenido sexo desde mucho tiempo atrás, y ese fue el cuento que a nadie cuentas, porque nadie te creerá que ese papito economista, hijo de uno de los ideólogos de tu partido tricolor, dizque comunicador mañanero que sale todos los días en la tele, fue amable huésped de tu sexo. ¡Viva la comunicación!

La comunicóloga

jueves, junio 07, 2007

Esperanza

Nadie en esta casa sabe lavar los trastes mejor que yo, nadie sabe ahorrar el agua, el gas, o reutilizar las cosas que aparentemente ya no sirven, ni tampoco nadie sabe como regar las plantas, hablar con ellas para que crezcan bonitas, además de tallar bien el lavabo del baño para que brille.
Yo le pido a Diosito que me envíe un hombre bueno, que me ame, al que le pueda dar unos tres hijos, no lo pido guapo, eso si, que no sea borracho, no lo pido alto, eso si, que la tenga rica, no lo pido de ojos verdes, eso si, que me mire bien a los ojos.
Yo sueño con que el día que me case, me vista con mi traje de tehuana con alcatraces blancos e hilos de oro, mi resplandor y mis joyas. Que la fiesta sea en mi pueblo donde las envidiosas de mis primas me vean, donde la familia se entere que por fin voy a ser feliz.
Roberto, Casimiro, Heriberto, aun regresan en las noches por estas caderas anchas que los exprime y los hace gritar, si todos esos feos que me desprecian, supieran que sé hacer con esta boquita, dejarían de buscar a esas culebritas vírgenes que no saben coger y mamarla bonito.
Pinches virgencitas pendejas, que ni limpiarse el culo pueden hacer bien, contimás un par de huevos rancheros. Ahora que recuerdo Roberto, Casimiro y Heriberto, pretendían a la Maru, pero cuando hice que sus brazos abarcaran mis caderas, prefieren entrar a escondidas a mi cuarto.
Pero mejor dejo ya de soñar, que tengo que lavar la ropa, barrer el patio, poner el café, sentarme cerca de la ventana, para ver si algún buen pretendiente de la Maru llega a mi cama otra vez y a lo mejor este si es el bueno, y se decide a casarse conmigo.

La esperanzada

miércoles, junio 06, 2007

Cuentito de 15 minutos

Fue en la cocina, no sabes que pasó contigo, no sabes que ocurrió después, pero recuerdas perfectamente el color de su boxer, su mirada perdida y tus manos torpes que no pudieron ponerle el globito.
Ya desde mucho tiempo atrás te etiquetaban, por calzar huaraches, no peinarte, o usar vestidos viejos y cortitos que mostraban tus piernas flacas y peludas.
Con él fumaste justo frente a la zona militar, haciendo más paradójico su asunto, no aguantaste las ganas y cuando entraron a la cocina sus besos en el cuello se hicieron mil labios deseándote succionar la piel.
Ya desde mucho tiempo atrás te etiquetaban, ‘eres una pacheca’. Más de una vez olvidaste el papel arroz a la vista de tu familia, pero eso nunca fue tu preocupación, afortunadamente creciste con una madre puritana, eso nunca le hizo notar tus tantos estados de intoxicación, ni que te preguntaran porque arrancabas las hojas de la Biblia.
Sólo conociste a un hombre que te siguió el paso, para pararse, para ponerte, para putearte. Ese ‘equis’ al que se le paró, aun fumándose tu último tirito, a ese nunca lo olvidas porque te hizo conocer el placer más allá del hedonismo; estas son las sagradas escrituras de tu equis Diosito.

La pacheca

lunes, junio 04, 2007

La arqui

Hija de la chingada como eres, te dijeron ‘no lo hagas’, pero la soledad te hizo caer en una cama de motel, que por supuesto tú pagaste.
La mala vida te gusta, le seguiste el juego, aún sabiendo que era casado.
Muchas veces te lo dijeron, ‘olvídalo’, pero te gustó que el albañil ese del que te enamoraste, te susurrara sus peores palabras de amor.
Tú, arquitecta, soltera, sin hijos, ni compromisos, no pudiste resistirte, a ese nacote graduado.
¿Cómo olvidar ese gran tamaño?
La primera vez que te lo tiraste, te encanto su cuerpezote, sus torpes manos que no pudieron desabrocharte las zapatillas, y más te hizo gozar su frasecita de ‘mamita estas bien buena’.
En definitiva no te valió ver que su mujer, una jovenzuela regordeta con vejez prematura, le fuera a dejar el desayuno todos los días a la construcción donde tú coordinabas la obra.
Te dolió darte cuenta que ese hombre que tanto te gustaba, nunca iba a dejar a esa mujer que en verdad le amaba, bonita arquitectura la que construyes en brazos ajenos pero nunca tuyos, puta amada.

La arquitecta

sábado, junio 02, 2007

Gobierno de la vagina

Desde hace tiempo, se me ocurrió abrir una sección en alguno de esos suplementos de periódicos locales donde colaboraba, que se titulara el ‘Gobierno de la vagina’, por alguna razón no pude continuar con el proyecto, más por hueva y falta de cerebro. Ahora curiosamente, me he vuelto a encontrar a muchas de mis amigas cuyas vidas me hacen ver que la mía es engorrosamente aburrida, o que en definitiva es muchísimo mejor a la de ellas.
Por tanto he decido retomar el proyectito, pero ahora en el blog, dado que me he dedicado a escribir cosas bastante mundanas con respecto a mi; ahora hablaré de esas historias que me han impactado y que me han parecido dignas de contarse, para evitar conflictuarme con ellas serán maquilladas con su respectivo toque de ficción.
Copiona, telenovelesca, chafona, melodramática, como me considero, espero que los siguientes 10 post, de este inicio del ‘Gobierno de la Vagina’, sean de su total desagrado, je, je, je, para que comenten, discutan, voten por su historia favorita o por su mujer predilecta.
Lila