Yo le pido a Diosito que me envíe un hombre bueno, que me ame, al que le pueda dar unos tres hijos, no lo pido guapo, eso si, que no sea borracho, no lo pido alto, eso si, que la tenga rica, no lo pido de ojos verdes, eso si, que me mire bien a los ojos.
Yo sueño con que el día que me case, me vista con mi traje de tehuana con alcatraces blancos e hilos de oro, mi resplandor y mis joyas. Que la fiesta sea en mi pueblo donde las envidiosas de mis primas me vean, donde la familia se entere que por fin voy a ser feliz.
Roberto, Casimiro, Heriberto, aun regresan en las noches por estas caderas anchas que los exprime y los hace gritar, si todos esos feos que me desprecian, supieran que sé hacer con esta boquita, dejarían de buscar a esas culebritas vírgenes que no saben coger y mamarla bonito.
Pinches virgencitas pendejas, que ni limpiarse el culo pueden hacer bien, contimás un par de huevos rancheros. Ahora que recuerdo Roberto, Casimiro y Heriberto, pretendían a la Maru, pero cuando hice que sus brazos abarcaran mis caderas, prefieren entrar a escondidas a mi cuarto.
Pero mejor dejo ya de soñar, que tengo que lavar la ropa, barrer el patio, poner el café, sentarme cerca de la ventana, para ver si algún buen pretendiente de la Maru llega a mi cama otra vez y a lo mejor este si es el bueno, y se decide a casarse conmigo.
La esperanzada
4 comentarios:
Pero pa´qué busca hombre pues, si la juchiteca se las gasta re chulo y solita.
¿El sexo? Ese en cualkier eskina se encuentra.
Pero no hay que darse entera no vaya uno a romperse la jeta.
¿Ajúa!
Haber chaparrita, si te casas te arrepentirás, y como al parecer, si no te casas también, pos no te aflijas y pasa por las armas a cuanto pelao se subleve, que al fin y al cabo matrimonio y mortaja, del cielo baja… Ya tendrás tu oportunidad de participar en las batallas del matrimonio que es como la vida real y no precisamente un lecho de rosas, practíquele, practíquele.
Cuídese mucho y mantenga sus armas a tono, mil besos.
bien dicen la esperanza muere al ultimo....asi que dile a la esperanzada que no desespere, seguro le llegara el hombre de su vida un dia de estos y cuando me lo espere.
de lo mejor que le he leído, habla de deseos y esperanzas sin caer en lo formal, en esa seriedad de los que hablan de amores, mas bien jovial, con la experiencia que dan no los años sino las experiencias.
Confieso que me identifiqué con el primer párrafo, tengo rebuena mano pa que las plantitas que siembro peguen, verdá de dios.
y que hermoso fué aquello de pedir a alguien que le mire bien a los ojos. sublime.
le dejo mis respetos y mis choninos pa su colección, porque usté, me ha devorado.
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