domingo, diciembre 03, 2006

Espejo retrovisor

No tengo nada contra la gente obesa, ¡de verdad! (puesto que yo no puedo jactarme de esbelta), pero mi tranquilidad se alteró ayer gracias a una de ellas. Después de una larga ausencia en el medio nocturno de este estado enfermo de PFPos y conflictos (de los que he venido hablando), resulta que hace unos días me encontré a dos de mis ex alumnos que son de lo más creativos, y me invitaron a una fiesta que estaban organizando entre sus amigos, para presentar sus composiciones de música electrónica.
Así que me dispuse a ir con mi guardaespaldas oficial, designado obligadamente a la fuerza por mi señora madre, que es mi tío de 19 años, un mastodonte de altura y peso completo, pero con cara y vocecilla de moquete de 15.
Llegamos a la fiesta, mi Tío Moquete era un espécimen bañado hasta el último pelo de loción y con atuendo para impresionar muchachas, ya que le advertí que estarían algunas de mis ex alumnas guapas, obviamente olvidé mencionarle que los organizadores de la fiesta son gays, y lógico, iba a ver más invitados varones.
Las mujeres éramos muy contadas. Pasado un rato, a todos se les dio por desvariar bajo el influjo del alcohol, y se les ocurrió salir a la calle, cuando los seguí mi sorpresa fue tal porque MI coche (bueno, seamos realistas, el de mi mamá, que tomé prestado), estaba convertido en una mini barra portadora de vasos y donde estaban recargados algunos muchachos. Me dije que no me preocupara, que no era para tanto, así que aun con la preocupación me quedé vigilando, pero cuando me arrepentí de no haberme portado mamona y que les pidiese amablemente que no recargaran, fue demasiado tarde, porque una gran, asquerosa, e inmunda gorda, se recargó de uno de los espejos retrovisores y lo despegó, ¡¡faoquiuuuuu!!
Ni siquiera me molesté en discutir, porque la inmunda en cuanto se percató que me había dado cuenta se escondió, además que yo tuve algo de culpa al no advertir el peligro del espejo. Después de mi coraje contenido, no tardé mucho tiempo para que prefiriera irme del lugar, pero esta vez no salí como había llegado, sino con cinco pegostres que imploraban ray, ya que la casa estaba en las afueras de la ciudad. Así que ahí nos ven con el auto sardina, el espejo roto y yo con mi geta enfurecida y escupiendo algunas mentadas al ritmo de “bitter sweet symphony” de Verve …¡pinche gorda!, ¡malnacida, pero tenía que recargarse la pendeja, que no esta viendo cuanto pesa! “Cause it's a bittersweet symphony this life”, ¡suo pooota madre!
Disculpen, no suelo escribir demasiadas groserías, pero andaba enojada. Por lo menos ahora ya estoy más tranquila; lo curioso es que me tiene que pasar esto precisamente después de meses de no salir a bailar en la noche… de todos modos, la velada fue agradable, me divertí lo suficiente como para ya estar más serena, perdonarle y perdonarme la falta de cuidado con el espejo, ni modo, ahora a ahorrar pa’comprar otro nuevo, bueno, si no, por lo menos para la cola loca y pegarlo ¡ja!

Geisha

9 comentarios:

Sator dijo...

No tenía ganas de reírme, pero está de risa loca la anecdota. Saludos

Geisha dijo...

Si, bastante, tenían que verme, encabronada y sin ganas de pelear con una borracha que ni siquiera disculpas pidió.
La verdad es que yo también me río, porque me siento re chistosa cuando digo groserías.

Franci dijo...

jajaja, por lo menos te desahogaste... y de verdad me hiciste pasar un buen rato. Gracias! Un saludo y un abrazo!
Franci

DR dijo...

Ay que mi Geisha...
ayer domingo le escribi un mega rollo aqui mismo y todo para que el blogger no funcionara y no lo subió..grrr!!!....
Bueno, entre otras cosas queria decirle que me encanta!...ya le habia dicho que me gusta su estilo desenfadado y tan particular de mostrar su entorno..pero sabes...lo que mas me gusta es que eres de las POCAS personas que por mail o msn eres igual o MEJOR que en el blog..!!

Besos Hermosa!!

Diana

Bob dijo...

preciosa anecdota de un día pachanguero.
saludosy sí.... un beso.

Fernandina dijo...

Si es para dar coraje, ese asunto del espejo.

Aunque, es un gusto saber que saliste y te divertiste un rato!

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hay gordas que caen bien. Hay gordas odiosas.

Todas se emborrachan. Tarde o temprano.

Horus dijo...

Son de esas cosas que te seguiran causando risa por los años de los años que recuerdes el incidente

Indigente Iletrado dijo...

Nada bueno deja relacionarse con adolescentes. Debiste dejarlos varados en el camino.

O arrollar a la tipa.