Algunas veces pienso que debería de preocuparme más por el calentamiento global, por entender y memorizar algunas teorías sobre globalización, pasar de las primeras páginas del Quijote, o releer algunos libros que ya olvidé en lo absoluto, o de plano terminar los libros de Borges con los que me quedo estancada.
También en otros momentos de excitación, me embarga la idea hacer un propuesta de ley para el cine mexicano, o comenzar a escribir ese aburrido guión para mi futura opera prima, o de plano hacer una marcha y boicotear los cinépolis y los multimax para que destinen más tiempo en pantalla al cine nacional, así mismo andar regañando gente que piense que el cine mexicano es malo, y bueno si, es malo, pero lo que no comprenden es que hay muy poca lana para hacer ‘buen’ cine.
En los momentos más pachecos de mi esperanza desesperanzada, hasta he pensado en tomar una mochila, poner unas cuantas cosas, llevarme los negativos de mis fotos he irme al Defe para venderlas en diez pesos; sacar para comer paella con una gran jarra de clericot para mi solita, después de eso, andar de viajera indigente por todo el país.
También creo firmemente que debería de preocuparme por estudiar más a Sor Juana, Pizarnik, Gioconda Belli, o de plano a la Beatriz Paredes para ser una líder política.
Vargas Llosa fue el principal culpable que me hiciera fantasear con la idea de ir a Francia, y también todos esos escritores que ya no recuerdo, y van a la ciudad Luz para escribir, supongo que esa es otra preocupación a la que debo estar más atenta.
O bien preocuparme por cosas más serias y más palpables, como: conseguir otro trabajo que me retribuya más y mantenga en mejores condiciones a la casa.
A cambio de todas esas preocupaciones en las que supongo yo, “debería estar más atenta”, doy prioridad a que:
1. Debo encontrar urgentemente quien supla esa necesidad del kamanostra.
2. ¡Maldita sea! Tengo que ir al dermatólogo para que me recete algo a estas cicatrices.
3. ¡Mi cabello tiene orcuela!
4. Mi mamace querida, se quiere separar de su marido y soy la que tiene que andar consolándola y diciéndole al fulano que ya no la busque.
5. ¡Güey! ¡Ya déjame en paz, ahora si ya no regreso contigo!
6. No sale agua de la llave de la cocina
7. ¡Quiero unas putas zapatillas de quinientos pesos! Y no las puedo comprar ¡grac!
8. ¡Pinche zancudo de mierda! Ya me dejó un horrible moretón en la pierna
9. Snif, snif, Lola ya no trabaja en la escuela.
10. ¡Agh! Otra marcha y otro bloqueo en la ciudad, ahora tendré que salir de casa una hora antes.
¿Qué? Todas estas preocupaciones se han vuelto mis nuevas prioridades.
6 comentarios:
primero ve por el trabajo!!!
segundo las zapatillas...
3. corte de puntas pal cabello y la orzuela.
4. tienes que matar a ese zancudo.
5. falta un numero donde pides una cerveza o algo asi noo??
jejee
saludos
De todas, la 4 es la más difícil!!!
los primero parrafos sonaron hasta medio esdrujulos, ya te estas ganando una buena regañada otra vez... pero las preocupaciones finales suenan tranquilizadoramente terrenales y humanas. Echale ganas y acuerdate que el zancudo no te dejo moretón, fuiste tu por rascarte... Aplicalo con alegría a los otros incisos.
besos de nosotros doses...
Mucho que leer en este bló!! Yujuuu!!
...a mi me gustan sus cicatrices.
Prioridades, organización, controles, creo que es muy estresante eso, hay veces que uno debe pasar agachado como en el domino y seguir adelante olvidando algunas cosas.
Saludos
José
Si quieres ser feliz, forma tu propia filosofia de la vida y muchas puertas se habriran.
1.-Nada cambia, si tu cambias, todo cambia
2.-No supongas nada (es la maldicion de casi todo ser humano)
3.-No des nada por hecho( el golpe puede ser muy fuerte)
4.-Es feliz el que acepta lo que le toco vivir(no pensar en conformismo)
5.-Todo tiene su momento (o su tiempo)
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