------- Ayer...
Día lluvioso, poca gente caminaba por la calle, después de escribir el blog, salí del centro de computo, caminé unas calles, subí a santo (centro de reunión fresa) compré un cigarro, hacía un ligero frío, subí a una de las plazuelas donde te puedes sentar en los grandes macetones, todo solitario, ni un alma; como el humo espanta los bichos voladores, la amenaza de lluvia había desierto las calles, sin pena me recosté y terminé el cigarro, miré el cielo y me pregunté ¿qué pinche loca como tú, se viene a acostar en este parque solitario?
Si, sólo yo soy capaz de soportar esta soledad, caminar con la confianza de que no me pase nada, a altas horas de la noche. Ya deja de decir estupideces, y mejor piensa lo que una niña normal pensaría al mirar el cielo, a ver, a ver ¿que pensaría? Ah! Ya sé, pediría, un deseo a las estrellas… ¿qué diablos? Es que acaso no te das cuenta que hay nubes que amenazan con llover, y tú, muy quitada de la pena acostada en las macetas, lejos de casa y todavía fumando!
¡Bendito ocio! quiero coger y no tengo con quien. Pero ¡ssshhhh! (sonido onomatopéyico que pone dedo índice en los labios), no le digas a nadie.
G e i s h a
3 comentarios:
No eres una 'niña normal', afortunadamente.
Quizá tú como yo al mirar el cielo pienses en la obstinación de éste por aplastarnos, de pavonearse ante nosotros con arrogancia, dejándome con ganas de apedrearlo para sólo ser herido yo.
Malditos los que corren cuando llueve...
pd yo no digo nada, tranquila.
Chale, pero lo bueno es que hoy es viernes y hoy toca.. verdad? :P
Yo ando igual, pero no se lo digas a naiden va?
Eso me reconforta, agradezco su discreción.
Cuando miré al cielo amezante, pensé que era malévolo cuando cumplía los deseos de las personas.
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