viernes, febrero 19, 2010

¿a quién le importa?

Cuando mi prima Naty llegó a vivir a mi casa, sufrió demasiado el ataque de todos. Ella estudiaba criminalística, para que al final se saliera de la uni y terminara llendo a un casting en medio de la lluvia a televisa. Nadie aprobó su idea descabellada. Yo le dije que si realmente quería ser actriz, no fuera a esos lugares donde seguramente te pedirán las nalgas por darle un papel de chacha, en el menor de lo casos. Ser actriz es mucho más que salir en la tele.
Hoy la don nadie soy yo. Es estupido estudiar letras ¿a quién le importa? Eso nunca te va dejar nada, ni dinero, ni porque vendas fotos, ni porque tengas un libro editado en el lugar que sea, incluso, ni porque tengas blog.
No he demostrado, y creo no me he esmerado en apantallar a mi familia, nunca, ni tampoco he dejado de hacer lo que me gusta, así la única persona que en mi vida puede opinar y ponerme como chancla (mi mamá), esté en desacuerdo con ello.
Es extraño, pero de las personas que menos esperas apoyo, ahí están.

El clima ha estado de la chingada. De la vil chingada. Hace unos meses mientras meditaba, mis pies se paralizaron del frío, nunca pude concentrarme en la meditación y lo único que vi fue que iba caminando en una montaña nevada, cuando terminamos de meditar, mis demás compañeros tuvieron sus viajesotototes, el mío fue sólo esa imagen. Me dijeron que tal vez en mi vida pasada yo morí congelada, esa imagen fue sólo una regresión y por ello mi intolerancia al frío.
En efecto, soy una mujer de sol, de tierra caliente, entre menos ropa porte mejor, pero en esta ciudad no puedo hacerlo, ayer sentí mucho frío, más de lo que haya tenido alguna vez en mi vida. Odio el frío.

2 comentarios:

bOZdhI rASeC dijo...

El frio de la nostalgia es mas fuerte me parece, pero siempre sale el sol.

Silvana dijo...

Yo igual odio el frio!

Me ha gustado tu blog