Hoy Mirna y yo, fuimos a ver a Tania al hotel donde se hospeda, un lugar algo ostentoso pues está cerca del paseo de la Reforma, cuando ella iba a preguntar sobre el número de habitación, a mí se me ocurrió hacer una broma, je, je, je, la abracé y le dije al recepcionista: ‘queremos una habitación’, Mirna me vio con cara de susto y de pronto azotamos la carcajada.
De regreso, pasamos por el monumento a la revolución y mientras caminábamos rumbo al metro, vimos una sex-shop, atrás de nosotras venía un chico (de buen ver, por cierto).
Cuando cruzamos la calle, el tipo empezó a decirnos algo con un tonito cubano ‘¡ay lindas, ustedes son justo como me gustan!’, mientras nos perreaba entramos a la sex shop y el tipo no pudo contener su decepción, admiración, horror o burla, o todo revuelto con un: ¡ay Dios!, pero eso no fue todo, nosotras inocentes entramos con objeto de pleno esparcimiento cultural, digo, uno nunca sabe cuando se pueda necesitar un dildo doble con cinturón, una tanga de presión al clítoris, un tubo succionador, un sillón con dildo vibrador, unos llaveritos de penes y senos, o ya siendo muy modesto el asunto, un lubricante de sabor o una película porno.
Mientras subíamos al segundo piso de la tienda, yo estaba atacada de la risa por el cubano, pero nos quedaron viendo, dos tipos con cara de guardias de seguridad de un antro, que atendían la tienda, yo y mi escándalo risotesco, sin darme cuenta fui a dar a la sexxxión de películas, y vi por un rinconcito oscuro había un letrero ‘cabinas’, nos admiramos porque había pocos aparatejos para ser una ‘tienda’, entonces llegó una pareja, la que parecía mujer con bolas mal esparcidas por el cuerpo, pagó y pasó con un tipo a ‘cabinas’, ¡ups! Ese lugar no era ni una tienda, ni un inocente y decente motel ¡caramba! Treinta segundos después salimos corriendo del lugar, ja, ja, ja, ja, ja. El cubano no se había admirado porque fuéramos unas femes curiosas, en pro de enriquecer su cultura kamanóstica, sino porque éramos dos niñas entrando a una sex-shop donde no se venden aparatejos, sino donde se rentan cabinas oscuras, ja, ja, ja, nosotras todavía somos inocentes provincianas... ja, ja, ja!!
Todos los días aprendemos algo nuevo sobre la ciudad.
3 comentarios:
"Kamanóstico" es nuevo para mi... ¿algúna definición?, mi estimada "provincianita" =D
saluos!
me encantaron estas aventuras... super geniales!
Kamanóstrico es una término que utilizo frecuentemente para indicar algo sexoso= kamasutra.
Gracias Javier!!
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