lunes, abril 21, 2008

¡Qué te repruebe la VIDA!

Tengo veinticuatro años, de los cuales los últimos seis años los he dedicado a alimentar una experiencia vasta de muchos trabajos mal pagados, desde lavar trastes, tender camas, limpiar pisos, sacar copias, servir comida, cocinar, contestar teléfonos, vender chucherías, entre muchos tantos oficios que no recuerdo y realicé para ganarme la vida o más bien, para comprar las cosas que en un momento necesitaba. No me da pena decir que tuve todos estos oficios antes de llegar a ser ‘maestra’, bueno... ‘profesora’, porque no tengo maestría.
Me he aventurado en la docencia desde hace dos años, con chamacos de secundaria, prepa y hasta últimas fechas universidad, este último nivel, si me da un tanto de vergüenza mencionar... no suele emocionarme mucho pregonar mi prostitución intelectual a la cuál he llegado, más por hambre (y también por comodidad, debo admitirlo) que por gusto.
La proliferación en los últimos años de ‘Universidades’ privadas en mi entidad, ha sido consecuencia de la falta de lugares en la escuela pública de nivel superior, además del escaso nivel que los egresados podemos ofrecer, originarios de cualquier escuela de nivel básico, y hablo con mucho conocimiento de causa, con plena admisión de que yo también formo parte de esa estadística horrorosa de precario nivel académico.
Algunas veces he caído en el vicio de ya no tener ganas de preparar clase o esforzarme por llevar cosas interesantes al salón, a muy pocos les interesan las letras, y suelen odiarme porque sigo implantando viejas didácticas propias de primaria, por errores ortográficos en alumnos de prepa. Mi escasa experiencia no ayuda mucho a mi capacidad discursiva, todavía me asustan los abismos obscenos de mi ignorancia y las muchas lagunas temáticas que siguen cayendo en prejuicios adolescentes.
Por ahora la leit motiv de escribir esto, cosa que verdaderamente me avergüenza, se desarrolla por una razón, mis evaluaciones por parte de mis ‘alumnos’ han sido muy bajas, lo que opinen no me preocupa tanto, bueno, si, debe preocuparme porque de eso vivo... dirán que soy media pendeja con asuntos filosóficos, sobre política o incluso que tengo problemas con la semiótica, pero lo que más me trae en ascuas es que gracias a eso, ya no tenga otro ingreso extra.
Digo, tienen razón en criticar y exigir, pagan por un servicio y lo menos que se les puede ofrecer es tener a personas con la capacidad para enseñarles, pero no toman en cuenta que los buenos maestros, no dan clase en escuelas patito por menos de cien pesos la hora.
Hoy tuve otro problema, cosa que sigue tambaleando mi situación, una alumnita (típica mujercita, disculpen ustedes por sonar un tanto misógina) de esas con espejo en la mano la falda muy corta y la lengua muy larga (dijera Sabina), fue a quejarse de que no estaba conforme con un seis benevolente que le puse en una unidad, a consecuencia de un examen con respuestas de dos líneas, fue tan brillante en mi clase, que ni siquiera recuerdo haberla oído decir algo trascendente, creo que la ubico más porque las zapatillas que llevaba puestas me gustaron mucho y lamentaba que su insulso pie fuera demasiado pequeño para llenarlas.
Para evadir más controversias, y mañosamente para evitar que siguiera molestando, le regalé el punto que alegaba merecer, puede que si lo mereciera, no soy quien para negárselo, y más cuando ellos exigen tener un buen catedrático que no soy. Ya el tiempo y la vida habrá de reprobarla, como en esta ocasión me está tronando a mi.
Estoy consciente de mis carencias, y mucho más preocupada a ocuparme en mitigarlas, me es necesario un proceso mucho más intenso de aprendizaje, empezando por detectar mis debilidades y trabajar en reforzarlas.
Entre otras cosas, estos últimos días también me he planteado otra cosa, me he preguntado ¿qué es lo que más deseas hacer en estos momentos?, y supongo, que parte del agotamiento físico de estos meses me han respondido: una semana entera en San José, con un lugar donde dormir bien, en el día estar dopada de hachis, comida extraña y hablando con desconocidos, si se pudiera ver muchas películas y leer lo que se me antoje, sin pensar que tengo que estudiar para prepara clase.
Otra de las cosas que deseo es prescindir del sexo, por lo menos una semana, no tener que estar pensado en querer cogerme a cada rato a Quique, ahora si que necesito un gran paliativo para curarme el alma, e intoxicarme de pensamientos diáfanos, para reconfortarme el ánimo maniaco-depresivo que me viene arrastrando en los últimos años.
Ni modo, tengo tarea en replantear que no se puede vivir de la indigencia, pero tampoco en la esclavitud mental de dejarse llevar por un sistema que no contribuyo a cambiar.

Ustedes disculpen, el discurso barato posmoderno.

8 comentarios:

Geisha dijo...

Vale, ¡qué poco raiting tengo cuando escribo cosas que me gustan!

Creo que recibí más comentarios en el milenio, buuuu.

Geisha dijo...

Vale, ¡qué poco raiting tengo cuando escribo cosas que me gustan!

Creo que recibí más comentarios en el milenio, buuuu.

Unknown Soldier dijo...

Hola, vine a subir el "raiting".


No se crea, vine a leerla, como lo hago cada vez que puedo.

Yo siempre hubiera querido dar clases de Historia (no se ría, es en serio)... me tengo que conformar con dárselas a mis sobrinos o a quien esté dispuesto a escuchar.

¿Y cuál materia imparte usted my dear Geisha? Digo, si se puede saber.

Le mando un beso desde la feria en donde UD. debería estar representando al hermoso estado de Guajaca.

Pd. Qué suertudo es ese Quique!

Jj dijo...

Coincido con la post data de unknown soldier.

Beto.. dijo...

mmm no hagas mucho caso a lo de las evaluaciones, cuando uno esta en la escuela lo que quiere es chingar al maestro jojojo....recuerdo que alguna vez hicimos llorar a alguno jeje :P yo di clases como 6 meses y no fue tan mala experiencia......mmmm y creo que no es buena idea quedarse sin sexo.......pero bueno siempre es buena la autocritica y si hay algo que podemos mejorar, no se pierde nada con intentarlo....un beso para ud. hermosa.

Geisha dijo...

Gracias querido Soldier, estaría allá con gusto, pero tengo que trabajar.
Redacción, esa es la materia que imparto a nivel superior. Ayer por cierto presentaron su libro.

Quique es un pendejo, he dicho.

Jo dijo...

Yo he dado Historia del Arte, Diseño y Dibujo, ironicamente a los de dibujo que eran chicos menores de 14 eran mas prestos a ocuparse y hacer con gusto las cosas, no se cual sea tu caso, yo trabaje en escuelas particulares y se da mucho eso de "evaluar" y a veces honestamente no eran tan confiables... es frustrante y se desgasta uno por tratar de esforzar a que interese o quieran ser mejores.. no en tu materia sino en todas... pero el sistema como bien lo haz dicho nos ha dado a todo mundo en la madre.

aun asi con esas dolencias de docente no me parecio la experiencia tan mala al contrario. tambien tuvo sus buenos sabores

creo que un cambio te viene bien pero no es solopensarlo, no estoy para juzgarte pero si eso de tener sexo por el gusto de tener metido algo (y perdon si ruda soy) no te place o no te agrada tanto... digo es buen momento para replantearse que se quiere.

es valido. y mas si son unos imbeciles, digo.. mejor agua y ajo (aguantarse y a joderse) yo con imbeciles... ni fumar un cigarro
a menos que necesites entretenerte.

Anónimo dijo...

Hola, muy bueno tu blog, y más el tema que tocas.
En cuanto a dar clases, muchos caemos en eso por necesidad, aunque conlos años yo desarrollé el gusto y la pasión por ello.
Ahora que, en cuanto a las "evaluaciones" (venganzas de niños malcriados, diría yo), esas no son solamene en escuelas privadas, también en escuelas públicas las hay, y alguna vez a mi me llevaron a una depresión marca perro. Sin embargo, toma en cuenta que muchas veces son la venganza de los que van a "calentar" la silla, como la niñita que describes. A mi me dijo mi director académico: "mira, esto es necesario, para que tomes lo que te sirva, y lo que no, no dejes que te haga ruido, porque se evalúan muchas cosas, no solamente la "opinión" de los alumnos".
Sigue adelante, y ojalá logres que esto sea para mejorar. Un saludo desde el sureste mexicano.