lunes, julio 31, 2006

El retorno

Una de la mañana, comienzo a preparar mi entrada triunfal después de que el taxista baja la maleta de la cajuela, y yo busco las llaves. Pensé que no era prudente que pidiese a mi señora progenitora fuera por mí a la terminal, como toda hija conozco sus reacciones que suelen ser más predecibles que las mías, sé que habrá sermón y busco a toda costa evitarlo.
Entro sin molestarle el sueño, y su silencio significa que está molesta.

Día…

Todo parece más gris, despierto en la cama que no es mía, cubierta con la cobija amarilla vieja, evidencia simbólica de recuerdos sepultados que mi madre repite sin dejar morir su pasado “Esa la compró tu papá”.
Respiro el mismo aire, mi ausencia parece tan corta como incoherente a ésta rutina que no concuerda con mi anterior autismo de felicidad temporal.
Día de incertidumbre, los chismes carcomen en el trabajo, que si nos van a quitar horas, que si vamos a ganar menos, que si el jefe está de mal humor, que dos compañeros de trabajo renunciaron, que acaban de echar balazos en el llano, quesque el Gober quiso espantar a los maistros con polecías, que Lolis anda triste porque su ex marido la fue a asustar a su casa todo drogado, que un tipo fue a amenazar a mi jefa porque fue aval de una tipa que no pagó sus abonos chiquitos en “banco azteca”, y digo entre dientes -¡bola de usureros!…

En la tarde…

¿No merezco que me avises que estas bien en cuanto llegues?
Si, perdón, lo siento. –La noto violentada, más de lo normal y pienso que lo más probable es que haya descubierto mi engaño, preparo mi explicación si comienza con el discurso obligado de madre preocupada, preparo mi única justificación: “Probé la felicidad que jamás imaginé, no tengo más que decir”, mi hipótesis es refutada cuando pregunta:
¿Fuiste a ver a tu abuela?
No. -Respondo con ganas de que mamá no siga abundando en el tema, ella sabe de antemano que no me gusta dar explicaciones, y no es raro que no quiera hablar de ello, me siento más tranquila, pero insiste.
¿Y Luci, está trabajando?
Si. –Esta vez me digo que detesto las mentiras, que no sirvo para mentir y comienzo a ponerme nerviosa, mientras retaco mi boca de comida para evitar hablar.

No todo es tan horripiloso…

Mi cabello no está maltratado, Lolis dice que luzco ligeramente más delgada, que la cara me delata, y por eso digo que prefiero recordar cosas más gratas.
Iré a echarme unos mezcales o el alcohol que encuentre para ahuyentar el mal sabor de las noticias, ahora que recuerdo, tengo vino en el juguetero, Ana dice ¡ah qué proletaria! Y Lili justifica ¡por fin es quincena y día del orgasmo! ¡ay que celebrar!


Geisha

3 comentarios:

DR dijo...

Hola Bella Geisha!

Eso del dia del Orgasmo, donde fue anunciado?? yo me enteré por el blog del Indigente...no me dieron tiempo de celebrarlo!!, pero bueno, nunca es tarde...

Besos!

p.d. como que no se habia enterado de la confesión de Soldier?...no le digo, a una siempre le falta alguna noticia... ;=)
Diana

Unknown Soldier dijo...

Hey!...¿porqué nadie me avisó del Día del Orgasmo???

A falta de planeación no creo poder celebrarlo ni un día después ..¿O alguien se apunta?

Geisha: creo que los paparazzis nos descubrieron en nuestra escapada y la noticia se filtró a la prensa...No queda más que aceptarlo


Besos a ambas (en forma simultánea)


Pd. Cuidado con los balazos!

Horus dijo...

Excelente estilo para escribir, excelente foto de tu perfil... Lei un comentario tuyo en Clandestina; dices que perdiste una amiga, ojalá quieras ganar uno nuevo.

¿Pasas por mi blog?