Hoy veía tiras cómicas de Maitena, con las que me cago de la risa a menudo, volví a escuchar el audio de la 'Edecan Urbana' sobre las quimeras estúpidas y rematé con dos películas, una de Kieslowski chigonería de cineasta y otra sobre la muerte de Kennedy, que en realidad trata sobre la vida de los huéspedes del hotel Embajador en California...
La segunda peli que vi, me hizo recordar algo, incluso me hizo preguntarme algo seriamente. Razón de mi llanto intempestivo, que resumido fueron 3 lagrimitas que salieron con el pretexto de un bostezo. Resulta que en el hotel Embajador una parejita se va a casar, sin siquiera tener una relación previa, la razón es que el chico tiene que ir a la guerra y si comprueba que es casado lo mandarán a Alemania, en vez de ir al frente como carne al matadero. La chica (Linsay Lohan) le dice que a su novio (Elijah Wood) que desde siempre soñó con una gran fiesta para su boda, pero dadas las circunstancias eso no será posible.
Luego me pongo a escuchar a la Pato Monge sobre los 'Príncipes Azules' y me he puesto a recordar cuándo comenzaron mis pensamientos acerca de eso... si no mal recuerdo la última vez que pensé en casarme lindamente con un vestido de manta y descalza (sí, ríanse de mí, era mi época hippie), fue justamente cuando entraba al bachillerato, todo porque tuve un fugaz enamoramiento, de un no menos inocente muchachito idealista igual que yo.
Todo esto se esfumó cuando le comenté a Chuchis, mi mejor amiguis, sobre mi idea hippie de casamiento, quién a diestra y siniestra lanzó una ilimitada carcajada de 'no seas ridícula, ¿qué mujer desea casarse de la forma más austera en un día tan importante?'
Después de eso, no recuerdo otro pensamiento al respecto de bodas, tampoco me siento incómoda cuándo veo casarse a alguna de mis amigas, siempre me emociono en las fiestas, y en la última fui madrina de fotos y me quedó lindísimo el portafolio de fotos (ajam, cuándo regrese a Oaxaca ya saben, pueden contratarme para fotógrafa de eventos especiales).
Ahora que insisto en esa idea, repaso en mi cabeza si en verdad me emociona el acontecimiento y no encuentro razón para ello, porque para empezar tengo que encontrar a ese hombre dispuesto a soportarme, y creánme no es cosa fácil, porque aquí me he vuelto un poco más inaccesible con el género masculino, lo que me preocupa y a la vez me tranquiliza, porque me evito todo problema, más que emocional, ginecológico. No estoy cerca de mi ginecóloga preferida, y con eso de que los seguros en este país son el diablo, una consultita de ese tipo te la cobran con todo y la risa.
Con mi familia bromeo, ya aprendí a no molestarme y sólo les digo que lo haré con un tipo joven, guapo, rico e inteligente, pero seamos honestos esa posibilidad es demasiado remota y la verdad, uno termina siendo feliz con esa persona que no tiene nada de lo que idealizó en la cabeza plagada de clichés de telenovela.
Sigo con el enigma, me sigo preguntando si desde que soy niñita he pensado en el momento de mi boda como algo crucial y de suma importancia... no lo recuerdo, después de esa idea de pies descalzos, no recuerdo otra idea parecida y estoy casi segura que no la he generado, pero me doy el derecho de la duda... aún así, no tener esos ideales como indispensables en la vida, me sigue pareciendo doblemente preocupante y no porque los desdeñe, sino porque creo que he tomado con poca seriedad el hecho de conservar a un hombre a mi lado, y sólo ahora me doy cuenta, que por años he buscado andar con alguien, que sé de antemano no voy a tener una relación duradera, es decir los elijo porque viven lejos, porque son viajeros, porque están ocupados, o porque de plano sé que tienen el corazón tan vacío y la cabeza tan hueca, que nuestra compatibilidad social es pésima, aunque la kamanóstrica sea excelente.
He metido las cuatro patas, derechito y aceptando mis errores, que después de meterme en esas relaciones termino idiotamente enamorada, pero resulta que el espécimen, cumple con su función, no quiere nada más, que una buena cogida y listo, bye.
¿Quién fue la que inició? Yo, por supuesto y de la manera más irresponsable, porque quieras o no, uno como mujer tiene las de perder.
Sigo pensando a mis 27 años, a unos minutos de ver una película cursi, y me pregunto: ¿Por qué no? ¿Qué tiene de malo asumir cómo lindo lo que los demás también desean?
Sigo siendo irresponsable hasta en mis preguntas-respuestas.
3 comentarios:
Mmmmm no sabes como lo entiendo, pero yo me estoy dando cuenta hasta los 28 ja (bueno, mentalmente, bastantes menos)... Y eso de encontrar a alguien que te aguante, no es la perspectiva correcta, mas bien sería alguien que en verdad te valore (cuena a cliché, pero igual te vas dando cuenta de eso con el tiempo también). Siempre hay alguien (mi 10% de esperanza aun lo cree)...
Saludos!
No tiene nada de malo soñar, en efecto.
Tan solo hay que recordar que uno vale por si mismo, ya sea que tenga a alguien a su lado o no.
Hola Lunera, sí, creo que si, tienes razón, no es la perspectiva correcta.
Alexander yeah así se habla!
Publicar un comentario