lunes, abril 27, 2009

Yo propongo una campaña antimuerte contra la influenza

Sigo soñando barcos. Ahora soy rehén en un barco secuestrado. Pienso, pienso, pienso. Mi única salida es ofrecer las nalgas al líder. ¡Grandiosa idea! Acepta. Nos enamoramos. Despierto con el ruido de la televisión: Influenza. ¡Puta madre!, hubiera preferido seguir soñando, aunque sea una pesadilla que puedo solucionar a mi antojo.

Pues bien, las catástrofes hollywoodenses llegaron a México. Demasiado cine nos está causando esta parafernalia, y lo peor es que no veo que el doctor House este investigando el asunto, para descubrir una vacuna.
Si hablo de mi sueño, es porque me parece una mamada onírica reflejo de un miedo extremo, con esas imágenes me enfrento a poner en la mesa mis prejuicios, que espero sean absolutas estupideces y me equivoque totalmente en lo que digo.
Vivimos una ola de violencia por el narcotráfico.
Vivimos una ola de miedo e impotencia, por los secuestros, asaltos, corrupción y demás fenómenos que cada vez se nos hacen más comunes.
Las fronteras se arman supuestamente contra los cárteles.
La crisis económica reduce nuestros ingresos y gastos en cosas innecesarias.
El calentamiento global y la contaminación, apuesta a convertir este mundo en un basurero.
Y de paso en México llega la influenza.
Hay que tomar precauciones. Cierto. Pero después de este panorama tan, tan, tan, pero taaaann, optimista ¿No deberían darnos el premio Nobel de la desgracia psíquica?
Demasiada gente en este mundo. Las leyes naturales nos enfrentan a una crisis de mortalidad. Si una revolución, si una guerrilla mata a tantos ¿por qué no morir por una enfermedad tan fácil de transmitir? Ya no hablamos de sida, de cáncer, de diabetes, de asesinatos, hablamos de Influenza señores, si creemos en lo que dice la tele estaremos exterminados en unos días. Si sobrevivimos, somos grandes para soportar todo lo que sigue. Ley natural, sobrevive el más fuerte.
Conclusión: no me quiero morir aún.
Desde pequeña me quedó claro que si de algo no quería morir, era de la gripe que me ha causado tantos días de molestia en mi cuerpo a lo largo de mi vida. Señores juguemos a ser dotores y hagamos una campaña ‘Antimuerte’ que instaure una preparación psicológica conductista ardua y bastante efectiva. Sólo requiere de unas cuantas medidas vitales... repita conmigo:
¡No me voy a enfermar!
Tenga mucho sexo para que esté de buen humor y tenga más defensas.
Apague su televisión.

11 comentarios:

iL Hell Dogma dijo...

Yo comparto eso de la perpetuacion del mas apto, la sabia naturaleza necesita que seamos menos para que alcancen los recursos.

Somos un chingo y queremos vivir bien eso ni en las utopias griegas.

¿y si nos morimos?. estamos en el rango de edad de los que SI se mueren. ya ni modo. todo sea porque vengan mejores personas que nosotros.

La Guera Rodríguez dijo...

Cuando te toca, te toca aunque no te pongas...y cuando no te toca, no te toca aunque te pongas...jajaja

He decidido no sufrir mas con la sicosis desatada, ya me tiene harta!..asi que si no vuelvo a escribir ya saben porqué. Porque me tocó!.

Nemheim dijo...

Si creo y espero ke esto lo estemos viendo mas grande de lo ke en verdad es, por el momento hare lo necesario para ser de los mas fuertes....
(Si me referia al setso)

bOZdhI rASeC dijo...

Evoluciòn y ley natural, con algo se tiene que defender la naturaleza ante tanto saqueo que hacemos contra ella.

Lo que no comparto es tomar las cosas a la ligera , creo que la realidad supera la ficciòn en mucho.

Y bienvendio el sexo ,por lo menos moriran felices.

Mar dijo...

"Cuando te toca... Aunque te quites" dicen.

Yo secundo a los defeños que fueron sondeados el fin de semana sobre por qué salían a pasear aun con la amenaza de contagiarse.

"De algo nos tenemos que morir ¿No?".

Eso es todo.

Igual nos atropella un camión. ¿Para qué preocuparnos por la influenza?

Geisha dijo...

He dicho y me he propuesto fervientemente que no me enfermaré y no moriré, por lo menos NO, aún. Vieran que esta catátrofe me ha hecho pensar en que debo darme prisa con algunas cosas... ¿Alguién puede hacerme el amor en estos días de cuarentena?

Besos con cubreboca, bah, ni siquiera pienso utilizarlo. Se los doy con baba cibernética, entonces. Ja, ja, ja.

Geisha dijo...

¡sabía que todo era una farsa una vil farsa!!

Algo está pasando en el norte del país, el ejercito mexicano está allá. ¡Desgraciados! seremos los más jodidos... y no por influenza

Sllenii Sánchez dijo...

Es cierto, ver la televisión me pone de nervios, y las dudas me acechan terriblemente. escribo solo para decirte que me gusta mucho lo que escribes, eres lúcida y divertida, realmente me agrada leerte. saludos.

Falo dijo...

Espero que estés bien, besos.

Nikos dijo...

Apartar a la persona que tiene gripa, no acercarse, que tipo de control social es ese? Me uno a tu campaña “antimuerte psíquica”. No dejaré de abrazar a mi madre por que tenga gripa, le hablare cerca a mis amantes, saludare a mis amigos de mano.
La industria farmacéutica siempre necesita la invención de una enfermedad, los sociólogos de la escuela de Chicago están atentos a los datos para sus formulas estadísticas, ¿cómo se respira en Latinoamérica? Los medios de comunicación refuerzan la pandemia, la invención de la crisis económica, pobres banqueros. ¿Ley Natural, sobrevive el más fuerte? No seamos ingenuos, la política de la pobreza está creada hace más de cien años.
Este fin de semana cargado de lluvia, y para evitar el vapor de agua con virus y bacterias, quedarnos en casa preparar un salmón tomar vino tinto, tener mucho sexo, sin dejar a un lado la baba cibernética, y ver al doctor House en televisión resolviendo los problemas de somatización de una gripe desde la semiológica, seguir comiendo y no creer lo que dicen los noticieros.

Geisha dijo...

Esto es un juego en el que no hay que caer. Cierto la enfermedad existe, pero si el virus se propagara con tanta facilidad por el viento ya estaríamos muertos.
No estamos en la edad media ¡señores! en ese tiempo no había antibióticos.
He besado más que nunca, he fumado más que nunca, y la verdad no deseo morirme por una paranoia de teve.
Estoy mejor Olaf, pero cada vez que encuentro un estado de paz me topo con una nueva emoción, ahora estoy con un arduo coraje.