Si has visto mis calzones por la transparencia de mi falda, mientras plancho la ropa, no ha sido casualidad, bien sabes que soy una culera que me gusta hacerte sufrir.
Adrede también, han sido las ocasiones en que mi cara desaliñada te ha abierto la puerta. O que francamente te diga que tardaba en contestarte la llamada, porque lavaba los trastes.
Nunca dejaré de repetirte, que a la mujer del blog no debes creerle mucho (ya deja de sentirte celoso chingada madre; es más, creo que ya lo estás superando).
Bien lo has aprendido (pero a veces se te olvida), cuando te sorprendes por algún bonito detalle que casi nunca tengo contigo. Sabes que no me ando con joterias, que no soy Nancy para hacerte tortas, y que si alguna vez te hice de desayunar, fue porque yo también tenía hambre. Así que cuando te ofrezca café o agua, acepta, porque será muy raro que te los vuelva a ofrecer.
¡Ya deja de decirme con tus sarcasmos que soy un higadito! Eso ya lo sé. Además tú no te quedas atrás. Nunca te lo dije, pero cuando te conocí lo eras, y muchas veces me hiciste sentir mal por lo que decías con todo tu afán ‘crítico’.
En definitiva no eras lo que yo imaginé. Me admiro de tu inteligencia, pues crees que yo soy superior a tí, en eso te doy la razón (naaaah, yo soy la que opina que tú eres más inteligente que yo... deseguro me lo dijiste para sacarme algo, pero no lograste nada, ja, así que sí soy superior a ti). Puedo escucharte como estúpida horas y horas y no aburrirme. Afortunadamente este año que no te vi, te hizo bien.
Te agradezco que seas amable conmigo, que me quieras (no sé cómo, ni con qué fin), y sólo te recomiendo que nunca dejes de decírmelo como disco rayado, ya sabes que a pesar de todo, muy dentro de mi hay una niña cursi a la que le encantan los poemas melosos, las flores y las palabras lindas.
Nadie lo sabe, pero tú eres una de las pocas personas con las que puedo ser yo misma, me has visto gritarte, maldecirte, llorar, estar alegre o ser un bloque de hielo; debes sentirte afortunado, pues todas esas torturas que conspiro contra ti (como por ejemplo lo notorio de mis pezones erectos en las blusas pegadas) son parte de un lado oscuro que no con cualquiera demuestro. Debes agradecer que NO sea linda contigo, bueno, si lo soy, si no, no estuviera escribiéndote este post.
No olvides rezar todos los días por mi, por mi alma y por mi suerte.
Yo también te quiero
7 comentarios:
Ups!...sin palabras...
que agradezca el susodicho este su post. jeje
Besos hermosa!
Si, que lo agradezca. Nah, realmente no quiero que lo agradezca, todo lo que dije, él ya lo sabe.
Y no pongo su nombre porque mis admiradores terminarían golpeandolo, ja, ja, ja, naaaaaah, :( no tengo admiradores locos aún.
He llegado a la conclusión de que aquel a quien destruyes lentamente para despues decirle cúanto lo quieres soy yo.
Y no, estoy seguro que si y solo si fue casualidad que te viera los calzones a traves de la falda.
Ya sabes que tengo algunas costumbres con todo el afán de ser destructivas.
Una de ellas es molestarte, es un deporte bastante sano y divertido. Por cierto se me olvidó decirte que ya dejes de reclamarme que solo te hablo cuando te necesito, eso ¡no es cierto!
Ja, ja, ja.
o te pierdas la presentacion de la revista cultural en tierra de todos en el bar el tamarindo a las 7:00pm habra mezcal de bienvenida. saludos.
Si ahí voy a estar ya me invitaron. Saludos y gracias.
Arghhh! Contundente, tal vez en demasía....
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