La universidad es un lugar en el que sinceramente me hubiera gustado permanecer unos años más, pero dada la urgencia de que me pusiera a trabajar y mi madre dejara de pagar mis colegiaturas, no podía darme el lujo ni siquiera de reprobar una materia.
Aun así tenía un pequeño descuento por ser becaria y todas las vacaciones trabajaba, pero como todo, tuve mis rachas, y en una de las materias que menos me gustaba (publicidad) me descuidé y la reprobé, gracias esta materia no pude titularme por promedio y ahora me tengo que chutar el examen profesional ¡ash!
Curiosamente todo comenzó porque en esas unidades me dediqué a hacer un video para un concurso y me la pasé tomando fotos. Al entrar a la carrera de ciencias de la comunicación, sinceramente nunca me interesé por los medios audiovisuales, si entré fue porque en la UNAM no me habían aceptado en filosofía, ni en la UAM a diseño, y una de mis prioridades en esos tiempos era escribir.
Me parecía tan remotas mis expectativas a la radio, la tv, o el cine a mis gustos, que cada vez que escuchaba decir a mis compañeros, que soñaban con salir en la tele, ser reporteros de tv azteca o televisa, o que querían hacer cine; en mis adentros no podía dejar de burlarme de ellos con carcajada obscena.
El tiempo pasó y quedamos menos, yo empecé a agarrarle cariño a la escuela, y todo lo que no me interesaba me empezó a interesar, en especial el cine. Extrañamente los soñadores desertaron.
Precisamente por esos tiempos me hice amiga de mi maestra de foto, una tipa muy respetable, pero también muy loca; una cineasta, traductora de libros y no sé que más, una vez invitó a uno de sus colegas a Oaxaca para que mostrase su primer film, que era la obra seleccionada para representar a Bolivia en un concurso internacional de cine.
Obviamente el tipo traía una de las pocas copias en 35 milímetros que había hecho. Y era increíble, realmente increíble, puedo decir que ha sido una de las mejores películas que he visto en mi vida, lo mejor de esto es que se proyectó de manera gratuita en una sala de cinépolis y el director estaba ahí, un hombre guapísimo, pero gay, y como era de esperarse, su film abarcaba este tema, el título es “Sexual dependency”, la única proyección en mi ciudad y supongo que en todo México en ese año, no tuvo más difusión que unos carteles doble carta en fotocopia, que mi maestra la fotógrafa, había sacado para su difusión.
Fue insultante que una película tan buena tuviera un cartel pegado con diurex en una de esas grandes placas de vidrio y foquitos, donde ofertaban los clásicos churros hollywodenses sin tanto talento como el de Rigo Bellot.
En la brevísima platica que hubo, Rigo comentó que llevaba muchos años planeado y buscando recursos, y tuvo que contraer muchas deudas para realizarlo, incluso los actores ni siquiera les pagó porque fueron amistades que contactó y educó para que actuasen.
Mi asombro ante tal evento alimentó mi necesidad por saber más de cine, curiosidad hasta ahora siempre excitante, como la de una niña que descubre algo que parece insólito.
Imagenes de la peli
Al terminar la carrera dije que aprovechando mi frustrada oportunidad de obtener el título conchundamente, si no fuera por esa materia que reprobé, abordaría para mi examen profesional el tema de cine, si, pero ¿cine sobre qué? ¿Desde qué perspectiva, lugar, época, director... etc.? Ante mi sentimiento nacionalista, me dije que tendría que conocer primero el de mi país, pero también me encontré a una delimitación igual de estratosférica que la primera.
Después de un año, me he propuesto retomar el asunto. Sobre todo para empezar a ver más cine, leer libros, revistas al respecto, y alimentar esa curiosidad infantil y placentera de aprender algo que te gusta demasiado, pero con la primaria leit motiv: sacar ese maldito título que me da licencia para ofertar todo lo que no aprendí, ni recuerdo de la universidad ¡ja!
Según yo, y mi ego escribidor, dije que lo terminaría en dos semanas, pero me topé con muchas trabas, empezando porque mi maquina se desconchinfló, la tipa encargada del cine club donde me prestan las pelis ha sido tan grosera y tan difícil de localizar para que me autorice el préstamo de las pelis, que apenas y he podido ver ocho, en el IAGO no me quieren prestar los libros quesque la gente los lee y son difíciles de conseguir en otros lugares ¡carajo! Si la única que los utiliza ¡soy yo!, y obviamente el más horroroso de los motivos: el bloqueo y la pereza mental en la que me he visto inmersa estas dos semanas.
Clases en la mañana, lidiar con fieras groseras y tortuosas (mis alumnos) todos los días no es nada fácil, y miren que hasta hace unas semanas tenía el carácter más increíblemente gentilicio que haya conocido en una persona... bueno no exageremos, mi tía Bety me supera.
Curiosamente hoy, que fui a entregar las pelis para que me prestaran más, por enésima vez la encarga que empiezo a odiar seriamente, no estaba. Decidí esperar en la biblioteca, y cuando iba saliendo ahí se encontraba mi exmaestra la cineasta. Después de más de un largo año de no verla, no pude evitar el interrogatorio ¿qué haces? ¿cómo vas con lo de tu título?, sin cruzar muchas palabras sobre el tema, me dijo “Estas perdida”, lo admito, me molestó su comentario tan prejuicioso, que no dudo tenga algo o mucho de razón, pues prueba de ello es que no haya podido escribir 20 páginas coherentes sobre el tema en un año, pongámosle dos meses desde que quise retomarlo, para que no se escuche tan inmundamente cruel mi retraso mental.
Justo cuando ambas decidimos salir del IAGO llegó la encargada del cine club y saludó a mi maestra, después de que notó que la conocía, su actitud cambió a toda amabilidad, quise reprocharle sus la múltiples malcaras que le he tenido que soportar todos estos días y para colmo sus muchas tantas ausencias que he lidiado en corajes entripados y mentadas.
Definitivamente el ensayo no es mi género, pues creo que he escrito más en este post que en el avance de estas semanas, ¡ja, ja, ja! soy un reverenda estúpida, prefiero escribir trivialidades que cosas en serio... pero esto ya empieza a calarme los nervios, y no el tema, porque realmente lo amo, pero si me empieza a hartar de este mundo de peripecias, los comentarios de mi señora madre de su “¿Cómo vas? Mira que tiempo llevas”, o que en mi escuela me anden apurando, como si sacar ideas fuera temer diarrea.
Y lloro de la maldita desesperación ¡bua!, los bloqueos mentales son una verdadera tortura ¡y como los sufro! ¡quiero sexo! ¡bua! ¿qué tiene que ver el sexo? ¡ah, pues que una vida sin sexo es también una verdadera tortura! Ahora si necesito más que una chaquetita mental, me despido porque me voy a lo burdo de lo manual, ¡que quieren que haga, yo también tengo mis dependencias sexuales! Ja, ja, ja.
8 comentarios:
Maldita sea la abstinencia
Geisha, el que sea manual no significa que deba ser "burdo". Puedes tomarte todo el tiempo que quieras en acariciar tus senos, remojar tus dedos con saliva, rozas con las llemas los pezones mientras imaginas la lengua de Él, recorrer ese valle central entre ellos e ir bajando poco a poco hasta tu ombligo... Detenerte... y seguir bajando... acariciar tus vellos, girar tus dedos sobre esa superficie tan íntima y quizás después abrir ese otro par de labios. Seguramente estará muy húmedo... encontrar tu clítoris será fácil.
El resto queda en tu imaginación.
Mmmmm...La abstinencia ha de ser fea....pero no me consta, ja, ja, ja.
Lo bueno es que no tienes problema en aceptar auto-ayuda, o mejor dicho "una mano".
Saludos
Algunos se toman demasiado en serio aquello de relajarse masturbándose.
Una ocasión en exámenes un tipo salió del centro de cómputo porque estaba hasta la madre con los ensayos.
Fue al baño.
Ajá.
La verdad es que para esas situaciones soy muy rápida, mala costumbre, mala costumbre.
Creo que este post no me gustó prometo escribir cosas más interesantes. Por cierto creo que quitaré las fotos de las bragas... ya no me gustaron pero el concurso sigue en pie. Además que en los lugares publicos donde reviso el blog es molesto que la gente las vea, si supieran que son mías...ay!
Saludo
Pues voltié con quien vea sus panties en el monitor...y con voz sensual dígales mientras guiña un ojo: "Esa soy yo"
Pinches extraordinarios!
Huy que pesado, yo eh estado tan relax y sin problemas que leer todo esto me recordo que o me consigo problemas que me gusten o llegan los que nadie invito. Que padre que te guste el cine, creo te gustaria ser guionista, posiblemente te divertirias mucho, si tu quieres podria presentarte a mi profesor de guionismo, que es alguien con muchisima experiencia y a trabajado bastante en este medio, tanto para tele como para cine y creo podria al menos mostrarte la direccion correcta si es que te quieres dedicar a algo así. Ahi tu dices.
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