Hoy fue un día realmente bonito, salió el sol, desde hace unos dos meses que no lo veo tan rebosante y constante para destruir a la nieve que inunda por todos lados.
Hoy fue un día en que bien pude salir a caminar a la montaña, pero en mis condiciones hubiera sido un suicidio, si literalmente un suicido, -2º C.
Seleccioné como refugio mi cama, la cobija de plumas de ganso y un libro.
Evité todo contacto incluso con las personas, bajé a la cocina sólo para comer, pude ni siquiera haberlo hecho, la comida no me sabe a nada y tampoco tenía hambre, pero era necesario hacerlo. Cuidar la salud es una inversión y un ahorro en este país. Nunca me lo había planteado así.
Recordé que el domingo pasado estaba en misa en Saint Patrick church en la quinta avenida y a la altura de 50 street, cientos de películas han sido filmadas justo ahí, me arrepentí de no haber tomado fotos a los danzantes emplumados y a las niñas que iban vestidas de inditas, a la misa con motivo del cumpleaños de la virgen de Guadalupe, pensé que no hay mejor identidad que nos distinga como mexicanos que la religión y el fútbol.
Ese domingo también caminé por la ciudad con la mochila pesada, 9 libros cuidadosamente seleccionados desde Oaxaca por mi bibliotecario favorito, llegados hasta New Jersey y transportados en mi espalda hasta Manhattan.
En un café abrí el primero para leerlo y por vergüenza a ser observada, en las primeras páginas me aguanté unas insulsas lagrimitas que al aire libre se hubiera convertido en unos segundos en cristales de hielo. Amé a Joseph Roth, en su noche mil dos cuando un eununco le diagnostica una enfermedad al Shah...
¿Y cómo sabes que tengo nostalgia?
- Me tomo la libertad de suponerlo... Señor, vuestra nostalgia apunta a países exóticos, a los países de Europa, por ejemplo.
-¿Un viaje largo?
- Un viaje corto Señor, los viajes cortos aportan más que los largos. Los viajes largos enferman.
El domingo pasado llovía en la ciudad. Entre mis demás compañeras en su mayoría mexicanas, acordamos no pagar los 19.5 dólares para entrar a patinar a miniatura de pista de hielo en Rockefeller center, yo no quería estar a la expectativa de cientos de personas enajenadas mirando cómo los patinadores dan vueltas y vueltas, y de vez en cuando unos se resbalan, no quería ser parte del ridículo colectivo. Si apenas puedo caminar con botas en la nieve, menos lo haría con unas patines para hielo.
Hoy en pleno reposo dominical, mirando como un hermoso día soleado pasaba sin que yo siquiera pueda salir, pensé que antes de llegar a Nueva York, había cosas que en mi vida me habían interesado de este lugar, llegué aquí porque fue la primera opción y simplemente di un sí indiferente pero realmente quería a ir Europa.
Poco a poco voy recordando que la mayor parte de las películas, los libros, los museos más vastos, el teatro y las series de televisión gringas, que más me gustan se desarrollan justamente aquí en Manhattan, como si esta islita fuera el centro de toda América.
No imagino cómo hubiera sido el shock, si no hubiera vivido en la ciudad de México, sigo extrañando los puestos de tacos en cada esquina, la lascivia de mi escote en las horas pico del metro.
Aquí enseñar media nalga en verano o casi andar en bikini con tacón teibolero, como Jessika Parker lo hace en Sex and the city, es posible sin un piropo majadero como '¡mamacita qué rica estas!'
A las cuatro y media vi como el sol se metió, la luna ya estaba puntual a las cinco treinta, y aún en la oscuridad la nieve ilumina la noche de media tarde.
Sigo en mi refugio, tomando antigripales, y con plena consciencia de que debo sobrevivir al invierno, para hacer un viaje corto a Europa que no me enferme.
3 comentarios:
En Europa el clima es muy frio, pero eso no impide que se pueda pasar bien.
Aquí también.
El frío subitamente ralentiza las neuronas e incrementa la nostalgia. La niebla, la lluvia o la nieve sin sol son espacios de día que mejor sortearlos en la cama calentitos (la compañía depende del gusto de cada uno: un amante, un perro, un libro...y asi siguiendo)...
Que te mejores (en Europa hace frio depende donde...es muy vasta: es mas fría Finlandia que Grecia, te lo aseguro)....
mi beso
el magnetista.
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