domingo, agosto 30, 2009

Mi, sol, mi, faaaa

Practicaba en un cuartito de seis metros cuadrados, con un atril y el violocello de la escuela. Sólo había avanzado el método del primer nivel. Nunca tuve la inteligencia suficiente para poder reconocer el mi, sol, mi faaaa, mi, sol, faaa en las partituras.
Emiliano me conoció mientras tocaba el cello, me pidió que lo hiciera sonar mientras él extasiado se convencía que había tomado una buena decisión al tomar las clases conmigo.
No sé cuantos años han pasado de eso. Pero también me hice amiga de él porque era de las pocas personas que había conocido, que no se asustaba por saber que él fumaba mota, ¡gran ciencia!, ¿habría que asustarse por ello?, ¿habría que admirarle por ello?, conocía a mucha gente de la peor calaña. Emiliano en ese entonces era un buen chico.
Una noche de alcohol en sus venas, lo convertí en un chapulín inofensivo. Brincaba, subía y bajaba, chiquito, con un sexo delgado. La cama rechinaba y mientras estaba abajo, me aburrí de ver su exotismo. ¿Esto es lo mejor que puedes hacer?, pensé. Lo anoté en la lista de los tipos con los que nunca más volvería a meterme. Fue de las pocas personas con las que cogí y seguimos hablándonos como si nunca nada hubiera pasado, y como si nunca nada volviera a pasar entre nosotros. Somos buenos amigos y puedo saludarlo, besándolo en la boca (claro, cuando no está su vieja cerca) sin que ocurra algo importante y revivamos amor añejo, algo que nunca existió entre nosotros, y que tampoco existirá.
Una de las imágenes más graciosas que tengo, es que en una ocasión me levanté al baño y me asomé a la recámara donde dormía, él estaba con los pantalones abajo, sin habérselos quitado por completo, su mano estaba metida bajo su boxer, no pude evitar reírme porque supuse que había llegado borracho mientras yo gritaba en el cuarto de al lado y la cama rechinaba, a él se le había antojado una chaquetita, pero no pudo terminar porque su embriaguez lo venció y se quedó dormido con semejante posición.
Constantemente pienso en lo mucho que he cambiado, y en lo que él ha cambiado para seguir siendo el mismo. Hace unos días volví a extrañar el cello, escuché algunas piezas de Bach, busqué a Rostopovich en la red, incluso saqué los discos de Apocaliptyca, sacudí algunos recuerdos, las primeras fotos en las que hice desnudo yo estaba con un cello. Recordé a la maestra cubana de solfeo, las veces en las que cargaba como una joroba al instrumento en la calle, cuando lo llevaba en los camiones, cuando tuve que dejarlo por la universidad.
Hoy me debato entre ser escritora, actriz, amante, o simplemente mortal. Sería buena opción regresar a la música. Aprender a solfear, sacar mi Dandelot, comenzar a repasar las notas en clave de Fa, sacar mi método y entonar las piezas de nuevo.
A veces la vida no es suficiente para hacer todo aquello que queremos hacer, como lo queremos hacer o ¿tal vez si?



PD. Alex, por cierto, regularmente duermo sólo 6 horas.

6 comentarios:

Missx dijo...

ahhh la vida jamás será suficiente para hacer todo lo que queremos!!!! pero sabes qué, es lo suficientemente bondadosa para darnos a manos llenas y elegir lo que queremos en el momento que lo deseemos...

así como tu amigo, que aún vencido por el sueño y en rictus senxualmentedormido, prefirio la chaqueta para aliviar su necesidad.

todo es cuestión de querer... y si no... no pasa de quererlo y hacerlo al instante.

"" a mi también se me antojaron los tacos jojojojo"

Cl@udette dijo...

La vida es un camino tan largo, que en el andar nos podemos dar la oportunidad de cortar caminos, descubrir otros y al mismo tiempo detenernos en aquellos que en verdad nos parecen un cuanto tanto más interesantes, asi que porque no poder retomar algun camino añejo, tal vez en el retorno se descubra algun complemento interesante.

Saludos

Zovec dijo...

me recordaste mis clases de solfeo
brbrrbrbrbr
nunca fui muy aplicado en eso del solfeo.
soy un inculto, solo se leer con trabajos la clave de sol
ñeee ya me aguite.
saludos bella.

CRISTINA dijo...

ME ENCANTAN TUS HISTORIAS...CONTINUA ESCRIBIENDOLAS

SALUDOS

CRISTINA dijo...

ME ENCANTAN TUS HISTORIAS...CONTINUA ESCRIBIENDOLAS

SALUDOS

Geisha dijo...

Gracias mi reina.