martes, agosto 25, 2009

Mezcal se va... snif, snif

Por lo visto este es tiempo de decisiones cruciales. Les comento, me caso (con el gordo por supuesto). Me ha llegado la madurez de golpe y he encontrado el camino del bien, naaah, ni quien me crea, nada que ver ¿por qué cuando tengo que dar noticias buenas, luego salen con la jalada del bodorrio?, pero bueno, aprovechando, le reafirmo al gordo que lo quiero y que estoy con él en las buenas y en las malas.
Esta última semana me tocó tomar una de las decisiones más difíciles en mi vida, por ridículo que les parezca, así fue, fue algo que no me dejó dormir algunas noches, y algo que me daba un poco de dolor en el estógamo. Por fin, hoy me ausenté en el teatro. Hace unas semanas el Gran Maestro, nos invitó a su proyecto de teatro, yo estaba con unas fervientes ganas de decir: ¡siiii quiero estar en la obra!, pero ya había planes a futuro, y estar con el Maestro, no es cosa sencilla, ni cosa que se toma a la ligera. Es estar en una dura disciplina, en entrenamiento físico y emocional, artes en las que ¿para qué hacerme tonta?, pus la neta estoy bastante verde para eso de la actuación, asiesque, lo más sano fue ausentarme para reafirmar lo que todos ya sabían, que yo no iba a estar en esa obra.
La segunda decisión difícil, que no quiero tomar, pero debo de hacerlo, es vender MI carro, snif, snif, snif, nooooo!, ¿saben lo que me costó mi platina adorado? ¿lo saben?, bueno, pues sangre, eso me costó. Estará algo destartalado, pero es mío, le cambié llantas, cuando recién lo cargaba mi marido en turno le puso las balatas, mi jefa le cambió la bomba de gasolina cuando en realidad sólo se le tenía que limpiar el condenado sensor de posición del cigüeñal, le puse una batería nueva, hace unas semanas se le cambió la banda del alternador, le pagué las tenencias, y bueeeh, todo carro viejo es una vil sacadera de dinero, pero justo ahora que la maquina está chida y sin peligro de cosas graves, lo tengo que vender. Mezcalito se va, snif, snif, y saben, ahora que recuerdo no tengo ni una sola foto con él.
Mi platina-Mezcal, tiene sus historias, ha sido testigo y facilitador de la banda de escritores para movernos de un lado a otro, ha ido un chingo de veces a Etla para el taller de narrativa y ahora para el taller de novela, donde por cierto doy ray encantada a mis amigos, con los que el camino es toda una aventura de risotadas. No sé qué voy a hacer sin carro. Le aseguro que no lo sé. Es como lo único de gran valor que he obtenido en mi vida, con mi dinero. Me agarró la depre con la sola idea de pensarlo… tal vez sea una materialista, pero las cosas que depositan lo mucho que me costó conseguirlas, no ayudan a poder desprenderme tan fácilmente de mi carro.
No hay de otra. Las decisiones ya están tomadas y ahora no puedo echarme para atrás, ni modo, a los camiones de nuevo.

4 comentarios:

Dark Romanticism dijo...

asi pues como dije alguna vez y de regreso el camino no es el mismo...

agridulces recuerdos y nostalgias varias para este miercoles que se antoja nublado y ausente de pasos y caminos pesados...

Nemheim dijo...

Yo se que no se compara pero, los primeros zapatos que compre con mi propio dinero me costo tanto trabajo decidirme tirarlos (aunque los pobres ya suplicaban retiro) pero tienes razon hay cosas en las que inviertes mas que dinero.
Saludos

La Guera Rodríguez dijo...

ojalá todo fuera como perder un auto...

iL Hell Dogma dijo...

deberias poner unas fotos para conocerlo