La inverosimilitud asecha mi realidad. La impresión, el coraje, el llanto y el placer se han mezclado para crearme un estado híbrido de ánimo.
Al pisar la casa de Pablo, el tiempo, el espacio, el ambiente, quedaron desechos como para construir un universo compuesto químicamente de besos, caricias, palabras, accidentes, cigarros,libros, recuerdos, mota e Internet.
Me tenía desnuda y abrazada cuando me dijo que debíamos tener cuidado de enamorarnos. No había pensado en ello, porque sabía que una vez saliendo de su casa, el espejismo se borraría y regresaría a lo mismo, como si nada hubiera pasado. Así fue, regresé a casa 28 horas después, me bañé, retomé mi recinto de sueño y la imagen de Pablo, tocando y lamiendo mi cuerpo se borró de mis fantasías.
Me siguió causando ruido eso de ‘enamorarme de él’, había algo en esa frase que no cuadraba, algo que no encajaba en mí. ¿Podría enamorarme de él después de conocernos desde niños, después de ser casi hermanos? Esa frase había llegado tarde, yo me había enamorado de él años atrás sin que se diera cuenta. Paulatinamente ese amor se volvió a ir, por la imposibilidad y la indiferencia de él.
No lo había visto en más de un año, cuando abrió la puerta mi impresión fue pésima, no traía camisa, tenía rapado el cabello, su pancita había crecido y su olor natural se estampó con mi olfato exigente a limpieza. No tardó más de quince minutos en seducirme, en hacerme olvidar con sus caricias de niña, todo aquello que detesto de un hombre; me encantaban su manos femeninas, su carita casi asexuada, la sutileza de su boca, la inexistencia de su machismo en su mirada.
Pablo seguía siendo el niño que conocí, nada había cambiado, su risa, sus gestos, su moral intacta. Por respeto a sus padres no se había arrojado a la indigencia, apuesto que sus pulmones están tan oscuros, del mismo modo que su mente es tan blanca y lúcida como el cubo de un hielo.
Pasamos horas jugueteando, me besó por todos lados constando que ya no era la niña chinita, con el cabello largo. En otro tiempo, con ideales tan endebles como los míos le hubieran amado con la fuerza de convertirme a la par de él, en una indigente. Pero no pude. Mi naturaleza de mujer hecha de dogmas genéticos, bien firmes sobre la naturaleza de mi servidumbre, me hizo lavarle los trastes, limpiar el sillón, levantar las miles de colillas de cigarro en su escritorio, barrer los kilos de ceniza en el piso y levantar la basura de su recamara.
Estuve desnuda hasta la madrugada, logró hacerme venir sin siquiera penetrarme. En intermedios, hablábamos de libros, de política, de literatura, de mujeres, de la desesperanza que habíamos alimentado por este país, ambos concluimos que eran inútiles los nacionalismos baratos que ocasionan las guerras, nuestra vergüenza de ser lo que somos…
Hubiera deseado quedarme, dormir nuevamente con él, despertar con sus manos, pero llegaron sus amigos. Sin la mínima vergüenza o pudor, se dejó el pantalón que le había manchado, pensé lo mostraba como un trofeo de una faena amorosa y tiernamente infantil. Regresé a casa, demasiada calma, algo demasiado bueno, resulta presagio de algo inminentemente malo. Me es difícil aceptarlo pero dos muertes y un robo, no han sido cosas que me mantengan con un aura humana y estable.
El día siguiente fue atroz, confiar en alguien puede costarnos más que un susto, salí de la casa miré el cielo y como si el Dios viento entendiera mi coraje, una ola de polvo se levantó, el trueno en el cielo pude haberlo causado yo, de tanta energía contenida, llovió, cayó granizo, la tempestad ya estaba desatada, fue un susto que no olvidaré, no quería hacerlo, pero la bruja que hay dentro de mí despertó de nuevo y lo peor es que no sé que hará.
6 comentarios:
Como casi siempre, excelente entrada :)
le quieres verdad?
Con el poder del trueno, seguir escribiendo.
Muy hermoso el texto, muy lindo, apasionente, ...y otros adjetivos de admiración.
¿Y tu? ¿Cómo está tu mente y tus pulmones? ¿Crees que a la par de él o cargados de la costumbre que embarga tu vida?
Cheers...
Tonyto, gracias, sos muy amable.
Becca, pues la neta soy una mujer muy querendona. .
Nikos, uno se engolosina, vos sos muy amable.
Anarquista, no he dejado de fumar (tabaco)mi mente está aturdida y se me han alterado un poco los nervios, trato de ocuparme, demasiadas cosas en tan pocos días.
Saludos y besos a todos.
Que fortaleza la tuya: dejarlo ir debido a su indiferencia. Dejar de pensar lo que pudo haber sido, lo que será, o lo que puedes lograr si le sigues amando; y simplemente aceptar que no te quiere igual.
Por lo demás, siento lo de tus infortunios y no te preocupes, todo pasa. Hasta tu apatía.
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