Durante algunos años, me he resistido al feisbuk, al jaifay, al metroflog y toda forma similar que divulgue mi vida real. Ciertamente todo el tiempo lo hago en este blog, mis índices de necesidad de atención los he proyectado en este espacio con suficiente éxito y bueno, no me quejo. Trato de ser lo más cuidadosa posible en no revelar que es Viridiana, la que crea a Liliana y que a su vez ella, utiliza como seudomino a Geisha, tan cuidadosa, que lo acabo de hacer.
Todo esto cada vez es más difícil de mantener, y ya muchas veces he revelado mi rostro en este lugar, incluso ya hasta tengo más amiguis en el Messenger por el blog, como necesidad de salir de closet, sé que suena ridículo, pero es cierto, necesito salir de closet (aunque no me agrade del todo la idea), ya lo hablé con Pato desde hace unos meses y concluí que tenía razón en eso de arriesgarme.
La onda es que hace unas semanas entré al twiter, me di de alta el Facebook y desde hace algunos meses estaba en el hi5. En dichas páginas de divulgación personal, me di cuenta que la generación de la universidad tenía su espacio y bueno, obviamente yo aparecía en algunas de sus fotos, así que me he dado el lujo de chismorrear silenciosamente en los espacios de mis excompañeros, de las cinco fotos en las que aparezco, en tres de ellas aparezco con una horrenda cara de borracha. Por otro lado me ha dado algo de gusto verlas, porque en ese entonces tenía casi un metro de cabellera negra y supongo unos kilos de más. Ahora no estoy flaca, pero si con grasita de menos, con el cabello corto y pintado a la ‘emo’ dijera el Perro.
Hace unas semanas vino una de mis tías y me preguntó si estaba enferma porque antes ‘tenía más carnita’, ja, ja, ja. Hoy me di cuenta del porqué he perdido peso, pues andaba, es decir ando sin un peso, y tuve que ir en la mañana a un curso a otra escuela, de pura suerte me encontré a un maestro que trabaja en mi escuela y con el que jamás he hablado, salimos al receso y el profe me dijo que fuéramos a desayunar, así que con mi cara de perro desnutrido dije que no tenía dinero, el señor bien amable, me invitó los tres tacos que me atraganté, un jugo de mango, una empanada de lechesilla, y de paso la botella de agua de a litro para llevar. Digo, algunas veces puedo abusar de ser jovencita y linda, entre la bola de seños horrendas con las que trabajo, je.
Hace unas semanas, un tipo con el que jamás había hablado, pero es un constante en las noches de ‘antro’ y es amigo, del amigo de mi amigo, consiguió mi correo y me invitó al cine, yo le dije que prefería ir entre semana y bueno, ese día justamente tampoco había comido, ja, ja, ja, entonces bien amable el tipo, me invitó a comer y al salir todavía nos fuimos al café.
Chale, debería tener más pretendientes. Esa vez que salí al cine, se me salió comentarle al tipo, que en otra ocasión había salido al cine con un ñor (un maestro sesentón) hacía tiempo, y que también había invitado la cena y de paso me había llevado un ramo de rosas :S, basta decir que al día siguiente tuve que apagar el teléfono porque no dejaba de marcarme, entonces no paré de carcajearme y de paso él sentirse burlado, ja, ja, ja. No creo que me vuelva a invitar, aunque se pierde de una excelente compañía, de una cinéfila declarada y de paso tallerista de historia del cine y documental.
Me tengo que ir al taller!!!
2 comentarios:
Faltaron un par de enlaces a tu facebook y twitter ¿No?
listo ya te agregue al twitter, pero falto el link para facebook.
saludos
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