miércoles, marzo 25, 2009

Fuera del arte

Por momentos me agarra la insatisfacción existencial. A veces quisiera mandar todo al diablo. Tomar mis maletas y decirles: ‘¡bye! ¡me largo de aquí! ¡ya me cansé de ver su putas caras! ¡ya estoy harta de sus palabras de mierda!' Pero me esclaviza el ‘¿de qué voy a vivir?’
Trabajo como burro, me esfuerzo, trato de ser lo más responsable posible, pago la renta, pago a tiempo las deudas, limito mis placeres a mis posibilidades. Fuera de ello, no puedo hacer lo que más me gusta: ESCRIBIR. Necesito ocio y no lo tengo.
Hoy me tocó ir al teatro a ensayar, me quedé dormida en las sillas que estaban tras las piernas (cortinas). Me imagino que la imagen era linda, pretendo creer que mi cuerpo agotado, hacía poesía; yo, dormida tras los reflectores mientras los demás actuaban.
No entiendo, hay una cosa que me causa molestia: toda la mañana y parte de la tarde, trabajo, y no puedo ahorrar, lo único que he adquirido este último año es un coche que me ha sacado hasta la última gota de sangre, y todavía lo que falta... con las tenencias y el puto reemplacamiento.
Una de las soluciones que meditaba hoy, para que mi animó no fuera tan pésimo por momentos, era conseguir una ‘pielecita sabrosa’ (dijera Pato).
Comencé a hacer un recuento de algunos especímenes que están a la mano... este si, pero está nene, y luego con esos hay que tener cuidado de su boquita, este otro no porque tiene vieja, mmm, el del bar... pues podría ser, pero para que me lo vuelva a encontrar ¡qué hueva!, además gastar estos meses de abstinencia con cualquier extraño que no haga buenas chambas y sabrá Dios si es alguien cuidado... pues no.
En todo caso me hubiera quedado con Enrique, pero mandarlo al diablo, fue algo simbólico. Dejarlo, era buscar otras cosas en un hombre (vaaaa, todavía tengo esperanzas) que no son precisamente sexo. Amabilidad, atención, sonrisas, un lindo cuento de hadas (erótico por supuesto), una circunstancia agradable que no haga del sexo sólo eso: sexo.
Ya asumí mi papel de princesita azul. Ok, ok, sé que es un cliché eso de esperar al hombre ‘ideal’, ¡no existen!, pero en ese transcurso, lo principal no es llegar a la meta; sino el camino, lo que va ocurriendo, tal vez eso sea lo más divertido que encontrarlo.
Me admira pensar que no hay ni uno, pero ni UN SOLO hombre que me interese, que me mueva el tapetito, que sienta algo raro en el estómago, que me sonroje de sólo verlo... nada, todos me parecen indiferentes, faltos de gracia, faltos de riesgo ¡tan simples! Creo que los años me hacen más exigente.
El sábado me divertí como nunca. Bailé, bailé y bailé. Un muchacho de cabello chino, me daba besos en las mejillas y hacía cuanta payasada le pedía, ese día salió mi instinto mímico dancístico, así que exageré el movimiento de mi cuerpo y me valió madre golpear a los de al lado.
No le pregunté su nombre, lo único que me enteré y que me agradó de él, es que dijo ‘no tenía nada que ver con el ArtE’, era antropólogo y miren que el bar estaba infestado por pintores, escritores, y todos los 'ORES' de Oaxachinton.
¡Ternurita! Fuera de los besitos y los abracitos recatados, el tipo no se lanzó, eso fue lindo, porque me ahorré las negativas.
Acabé mi copa de vino. Me fui. Le dije adiós con la mano. Creo que él no entendió que ya me iba.
¿Alguien podría ayudarme a encontrarlo de nuevo? Eso definitivamente sería mucho más interesante y divertido, que estar pensando en lo aburrida en que se convierte mi rutina y mi descontento económico.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Mi querida amiga princesita azul... como sabemos que no es fácil, por momentos, tener una rica piel a nuestro lado.. pues lánzate en busca de este bomboncito, al menos, para saborearlo un poco. Y mientras lo buscas no olvides mirar a tus costados, tal vez aparezca otro deleite en el camino..
Estamos en primavera! no lo olvidemos! arriba el ánimo! y si nada de esto realmente funciona, siempre esta el gran recursos de nuestros tiempos, un poco de cariñitos, unas miradas sexies al espejo y manitas para que las quiero! ponerle candela al asunto, no resuelve el problema, ¡pero como ayuda! y al menos esa mañana, o tarde o nochecita, te la pasas bomba! además cuentas con tus manos a toda hora y en todo lugar.. no tienes que preguntar el nombre (ya los sabes, jeje) y no esperarás ansiosa su llamada.. como sea, cualquier truco es bueno, para no aburrirse y dejarse deprimir!

Geisha dijo...

Resuelvo eso todos los días, no necesito las manos. Con saber moverte... la armas. Te haré caso, buscaré al bomboncito, je, je.

Me gusta lo de princesa azul. Beso, beso.

Anónimo dijo...

mmm logro identificarme, siento que mientras mas crece uno, mas exigente te volves... sin embargo empezas a apreciar cosas que antes dabas por hecho, un ejemplo...alguien que te haga reir