¿Casualidad o causalidad?, Hoy después de algunos años de haber iniciado este blog, con mi amada compag presario regreso a ella. Presté mi lap, y no me quedó más remedio que encender a mi viejita ruidosa. Curioso, porque hoy justamente tengo unas ganas perras de escribir unas cuantas cosas cachondas, todo porque me tiré, si, digo me TIRÉ, me cogí, al libro de la Pato ‘Edecán Urbana’, ¡cuántos recuerdos!, ¡cuántas vivencias por las que yo también he pasado!
A medio día pensaba que ya era caduco que siguiera escribiendo de las puterias de las que me gusta hablar. También meditaba sobre mi total desprecio a una tipa que va al taller de narrativa, ¡Dios! Todo el tiempo habla, es demasiado lúcida, sabe de pintura, literatura, filosofía… sus criticas son siempre esdrújulas y bien fundamentadas, además de ser encabronadamente trompuda, de labios carnosos y bonita, en resumen ¡la odio, a la perra malnacida! Ja, ja, ja, ja, ¿los motivos? : Envidia.
Vomita sin clemencia con su voz segura, citas de Schopenhauer, afirma que ama a Nietzche, se sabe de pi a pa las obras de Sade, conoce los diálogos de Platón y de Aristóteles, incluso halaba los ‘entrecruzamientos’ de Da Jandra, todo el tiempo sabe el significado de las palabras raras, y regularmente se viste con moda regional ¿no hay ya suficientes motivos para odiarla? Encabronadamente encantadora. El colmo fue cuando comenzó a comparar la lectura de Raymod Carverd, ¿Podrías hacer el favor de callarte por favor?, como una narrativa teatral… y ella dijo ‘en teatro nos enseñan sobre lo implícito y explicito…’ hasta que no pude más y dije: ¿por qué se complican tanto?, hubiera dicho más, pero en eso llegó el escritor y yo sólo pensé: ¡A ver sabelotodo de mierda, aprende a actuar con MI maestro, que es un culero, y no te va a dar choritos filosóficos, para que compares a este escritor gringo, que no escribe dramaturgia, con el teatro!, ahora si el título del libro le quedaba como anillo al dedo a la niña encantadora ¿podrías hacer el favor de callarte por favor?, la guerra estaba declarada, no puedo evitarlo, cuando alguien me cae mal, ¡me cae mal! Y ella, pudo sentirlo.
Comprendí algo que me pareció asombroso descubrir, si a alguien podemos odiar con todas nuestras fuerzas nosotras las mujeres, es a otra mujer. Regularmente las odiamos, porque sentimos que tienen grandes ventajas sobre nosotras. Incluso algunos peces hembra, no toleran estar en una pesara porque terminarán matándose. Lo acepto. La chavita me lleva una gran ventaja en lecturas que no conozco de pi a pa.
Con el tiempo he aprendido que la competencia de otra fémina, que es más guapa que yo, no es del todo perdida, comenzando porque regularmente, la mayoría, de las cuales hay muy pocas excepciones de mujeres bonitas, que son lo suficientemente inteligentes, como para NO aprovecharse de su belleza para subsistir (siempre es bueno de vez en cuando aplicar esta ventaja, yo lo hago, pero no hay que usarla como arma principal), sino que también explotan otras cualidades, que a la larga les brindarán mayor beneficio.
Las que se valgan solo de su belleza, corren muchos más riesgos. Díganme si no tengo razón, regularmente las primeras en casarse, o salir embarazadas son las bonitas novieras, pero también ellas son las más próximas a convertirse en chancuacos de obesidad, a condenarse a una esclavitud familiar, que siendo sinceros, rara vez implican beneficios intelectuales económicos, o de desarrollo artístico.
Pero regresemos a la tipa que provoca una molestia fatal, cada vez que la veo. Cierto. Soy una envidiosa. No he gozado de la disciplina de ser una rata de biblioteca, ni he aprendido a recitar el padre nuestro con frases de Ciorán. Y tampoco he escrito ensayos sobre pintores desconocidos en la red (porque ella sí), sólo tengo este humildísimo blog, iniciado con la Compag presario.
Dijera mi amigo gay, ‘entre perras, hay clases’, y me es difícil reconocer que yo, he de ser una perra con las costillas marcadas en la piel, tal vez una de esas caninas callejeras de raza desconocida, siempre violada por la naturaleza de un macho, del que después no puede desencularse.
¡¡Vaaaa!! yo y mi pendejadas… si no termino golpeándola un día de estos, les apuesto que la tipa terminará siendo mi amiga, como se han hecho algunas de mis grandes camaradas.
3 comentarios:
A las feas no les queda otra cosa que ser un poco listas!...jajaja
Ay eres tremendaaaa...!!!
juro que no me he aprovechado de ninguna "cualidad" que no sea intelectual..jojo
despues de este post o tienes menos rencor o has figurado la manera de darle en su madre sutilmente.
jajaj, esta buenisimo !!!!
No, no, no soy tu fannnssss jaja. Seguro que la chica es de lo mas insegura... y no tiene nariz bonita... o le tienes que cachar alguna lonjilla... algooooo jaja nosotras siempre tenemos q sacar algo para defendernos si no quiazas moririamos acediadas por esas perritas que son casi perfectas ante nuestros ojos... algo le encontraras, paciencia
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