miércoles, marzo 21, 2007

Paula

Paula era una niña de 8 años, cuando leyó lo que decía la tarjeta musical de navidad comprobó que ante mentiras tan viles, un niño no es tan tonto para creerlas.
Las palabras eran las siguientes:
‘Para mi hija favorita, le deseo un felix año nuevo’.
A sus ocho años, y a su tercer año de primaría sabía que ‘feliz’, no se escribía con ‘x’, y que esa tinta roja hacía más desagradable esa gran mentira a la vista de su ojos.
No podía concebir que hubiera un hombre tan ‘estupido’ (termino catalogado en su vida adulta, porque de niña no podría ofender de esa manera a un persona mayor) como para creer que una niña no se diera cuenta de tal patraña, aún con sus intenciones de quedar bien con su madre; le parecía de lo más irrespetuosa al decirle que era ‘su hija favorita’, sabía que ese señor que conocía de hace unos meses, pretendía a su mamá, también sabía que tenía cuatro hijos más y una niña de su edad, que recientemente había conocido y con la que jugaba a la comidita.
Nunca perdono una tomada de pelo tal, y no por lo que dijera, sino por la ofensa que un tipo cualquiera, una persona extraña, fuera capaz de considerar que una simple niñita de ocho años fuera lo suficientemente tonta como para creer esa verdad tan no evidente.

Geisha

7 comentarios:

Dark Romanticism dijo...

dark romanticism estuvo metiendo sus ojos en estos mis escritos...

Anónimo dijo...

ese hombre se parece a mi papá

jajajajajaja

¬¬...

Fernandina dijo...

Ese Hombre,

Esa niña,

Esa madre,

Las malditas faltas de ortografia.

Recorde una Navidad.

Una sobrecargada de mentiras.

Tohtli dijo...

¡Que cuestión de enfoques! ¡Si, si, un vaso medio vacío también es un vaso medio lleno, pero jamás una mentira a medias, y de ningún modo, es una media verdad! En fin, los niños constantemente deben tener mucha tolerancia con los adultos.

Saluditos inocentona inteligente.

Geisha dijo...

Gracias, tengo espacio propio. Y la verdad ya dejaré de andarme exhibiendo, creo que ahora prefiero mis letras, que andar alimentando voyeuristas (que ciertamente lo hice algunas veces, pero ya no).

Unknown Soldier dijo...

¡Qué gacha!

Mande su foto al Proyecto Desnuda!...Why not?

Anyway, con respecto al texto: Los adultos piensan que los niños son estúpidos chiquitos que no entienden nada.

A mí también me tocó toparme con gente así cuando párvulo... Ahora, trato de nunca parecer un adulto de esos.

Besos... y felix fin de semana

Horus dijo...

Hablabas de los voyeuristas y luego pones una foto de tus pies... bien!