miércoles, julio 11, 2007

Luz

A Tulio fue al primero que abiertamente coleccionaste, con esos sueños tuyos de quedártelo por lo menos en papel. Ahora te da lo mismo que te haga bromas con ese sarcasmo estúpido que años atrás te rompía el corazón, también te da igual que su arma sea tan poco apetecible al darte cuenta que de una chupadita te cabe perfectamente en la boca.
Muchos años atrás fantaseaste una y otra vez como tu cuerpo virgen se entregaba con ese ‘amor limpio’ que irradiabas por él. Ahora le agradeces que te haya mandado vilmente a la chingada, eso es único bueno que pudo haberte hecho, no fijarse en ti porque en ese tiempo te sentías fea como una muñeca de trapo de crí crí.
A pesar de las muchas veces que le hiciste las tareas a Tulio, no sirvió para mantenerlo por más tiempo en la universidad contigo.
Tu primer exposición fotográfica en una galería determinaron lo que, ahora, diez años después, te han llevado a tener tu propio estudio y dinero suficiente para pagar por el que se te antoje.
En esa primera exposición recuerdas que fue precisamente a Tulio a quien le pediste que te ayudara, lo desnudaste para convertirlo en un cuadrito de papel, y fue el primero en formar parte de esos tantos machos captados por tu lente que deseas, amas, usas, convives y odias.
Desde ahí te nació la manía de fotografiar a los hombres con que mantenías un tipo de relación, desde sus habitual forma de comer, coger, cagar, caminar, calentarte y calarte el amor.
En diez años de obstinada violación por el pene de tu lente con los hombres, solo conservas 2876 fotografías que van desde pies con cayos, pelos de las piernas, cicatrices, penes largos, gordos, flacos, negros, claros, rasurados, de grandes testículos colgantes como imaginas fueron los jardines de babilonia, o de huevitos de pájaros pintos.
De algunos que fotografiaste ya ni recuerdas su nombre, pero si esos datos curiosos que te causaron gracia mientras te los montabas, su mandíbula, su ojos entreabiertos, las muchas veces que te nalguearon, el autorretrato que te hiciste mientras te veías en un espejo, cuando de espaladas te tomaban de los hombros y te hacían emitir gemidos que ni siquiera tú te conocías.
En cada encuadre, en cada fragmento de realidad, coleccionaste esas emociones que efímeras, constituyeron las leyes que nada tienen que ver con Tulio.
Y te preguntas una y mil veces ¿por qué después de diez años? Él regresa a ti, sin fortuna, ni empleo, sin arma ni placer; es ahora cuando te dice que eres hermosa y ya no lo consideras un cumplido sino una frase más, que sabes de sobra, porque ni viniendo de él te reconforta.
Él dejó de ser el primero, para pasar al ser el último, porque volviendo a tu vida, ya se te han cansado las ganas de seguir quemando los negativos con luz, gracias a la luz que llevas en el vientre a causa de Tulio.

La fotógrafa
Y con este post damos por terminada la primera temporada del 'Gobierno de la vagina', está última historia me costó más de quince minutos, así que espero la destrocen.

4 comentarios:

Sator dijo...

No recuerdo quien lo dijo, pero fue una diva del cine. "en realidad los hombres y las mujeres no son iguales y quizá lo mejor que podrían hacer es vivir en casas contiguas y visitarse ocasionalmente".

La Milagrosa dijo...

tan abusada que se veía la mujer fotógrafa. Pa´qué permitió que el imbécil ese le hiciera un c hamaco. Ojalá nunca hubiera echado raíces en ella.

YouL dijo...

te paso un meme:
hazte en simpson:
http://www.simpsonsmovie.com/main.html?cid=mx

y lo publicas!!

Shaparrita dijo...

¡Ay este hombre...! yo ya hice mi simpson, señorito YouL.

Bueno, señorita Fotógrafa, yo le recomiendo que hable con el Tulio ese y le diga que se busque un trabajo y se quede usted con el chamaco.

Liliana, usted es una buena Política, Gobernadora de la Vagina, jajaja.

Saludos