The winter is starting over and over again.
Nina Simone es una chingona. We are working in this new country, it's harder and harder since the stupidity got the power. My writing process translated in another language.
Abajo las bragas de nylon
La poesía y el erotismo, no se crean ni se destruyen, sólo se hacen metáfora del sexo.
viernes, abril 06, 2018
miércoles, mayo 17, 2017
viernes, agosto 22, 2014
Vestido de manta
Anoche me puse el vestido blanco, pensé en lo que haría con él. Mi sostén rojo sobresalía fuera del escote del vestido, pensé en volver a usarlo como cualquier prenda casual. La sencillez del vestido aún me gusta. Desperté recordandote. Amanecí pequeña entre tus piernas, abrazada entre unos brazos grandes.
Hablabas, me hablabas en mi mismo idioma. Soñé, te soñé.
En ese breve momento recordé: alguna vez nos amamos. Brutal, insoportablemente.
Cuando supe que nos perteneciamos dejé de escribir. El tiempo oxida las ganas, corroe la espera, desgasta el deseo.
Nos vemos en un par de días, volveremos para vernos el rostro, para reconocer cuanto nos amamos y cuánto comenzamos a odiarnos ahora.
Mi deseo de niña se hizo realidad, me casaría de manta con un vestido tan sencillo como la casualidad y si era posible, descalza. Las zapatillas me las prestó alguien que me dijo no lo hiciera. Lo hice. Ahora no sé qué hacer con el vestido blanco, con el anillo, con nuestro deseo insatisfecho, con los sueños, con la ilusión, con todas las letras que voluntariamente deje de escribir por ti.
Regalo un vestido blanco y te ofrezco a otra mujer que no sea yo.
Hablabas, me hablabas en mi mismo idioma. Soñé, te soñé.
En ese breve momento recordé: alguna vez nos amamos. Brutal, insoportablemente.
Cuando supe que nos perteneciamos dejé de escribir. El tiempo oxida las ganas, corroe la espera, desgasta el deseo.
Nos vemos en un par de días, volveremos para vernos el rostro, para reconocer cuanto nos amamos y cuánto comenzamos a odiarnos ahora.
Mi deseo de niña se hizo realidad, me casaría de manta con un vestido tan sencillo como la casualidad y si era posible, descalza. Las zapatillas me las prestó alguien que me dijo no lo hiciera. Lo hice. Ahora no sé qué hacer con el vestido blanco, con el anillo, con nuestro deseo insatisfecho, con los sueños, con la ilusión, con todas las letras que voluntariamente deje de escribir por ti.
Regalo un vestido blanco y te ofrezco a otra mujer que no sea yo.
martes, octubre 30, 2012
miércoles, septiembre 19, 2012
Volver
Al regresar, Georgina no resistió y llamó a Luis. Habían pasado unos cuantos años, pero no fue difícil contactarlo. El se negó a verla, diciendo que estaba ocupado. Su curiosidad lo hizo acceder. Gina ante los ojos de Luis era gorda, se veía más descuidada de lo que la recordaba, de hecho no recordaba más que sus nalgas eficientes, su boca golosa y sus dedos que le violaban de vez en cuando el culo... pero vaya que lo disfrutaba, eso era lo que recordaba de ella.
Gina recorrió con un exito inesperado las calles de Zaragoza, era fea, mal pagada, pero ante todo conocida por los viejos frecuentes por su buena disposición.
-Regresaste, ¿para qué?, mejor te hubieras quedado en la ciudad.
-Huicho, no regreso por ti. Quise verte de momento y por eso te llamé.
-Los chismes corren, y dicen por ai que eres puta.
-¿Puta? ¡tu puta madre!
Luis no era hombre de golpes, ni de pelear, dejó que Gina se fuera de nuevo. Los rumores tampoco volvieron con ella porque tampoco apareció más en Zaragoza.
Gina recorrió con un exito inesperado las calles de Zaragoza, era fea, mal pagada, pero ante todo conocida por los viejos frecuentes por su buena disposición.
-Regresaste, ¿para qué?, mejor te hubieras quedado en la ciudad.
-Huicho, no regreso por ti. Quise verte de momento y por eso te llamé.
-Los chismes corren, y dicen por ai que eres puta.
-¿Puta? ¡tu puta madre!
Luis no era hombre de golpes, ni de pelear, dejó que Gina se fuera de nuevo. Los rumores tampoco volvieron con ella porque tampoco apareció más en Zaragoza.
domingo, septiembre 09, 2012
a través de Pink Floyd
¿A dónde se fueron esas mil bocas instantáneas, esas dichas en el gemido breve y los susurros contenidos?
Cierras los ojos, sientes mil bocas, un par de dedos que caminan multiplicados por tres en las corbas. Bajan los labios a desiertos plenos, ondas de electricidad llegan al cerebro. Abajo las bragas. Abajo los celos. Tormentas que limpian los excesos de destrucción.
Curas el cerebro de un hombre desconocido, él te agradece y admiras el recuerdo con un adejtivo que llamas fealdad, pero no es fealdad, simplemente se encierra en esa palabra porque tu vocabulario no tiene otra para nombrarlo.
Regresas y bailas a un lugar que contemplas como conocido, tu cuerpo se contonea con otro. Un lenguaje que dominas permea entre frases cortadas.
Vuelves.
Cierras los ojos, sientes mil bocas, un par de dedos que caminan multiplicados por tres en las corbas. Bajan los labios a desiertos plenos, ondas de electricidad llegan al cerebro. Abajo las bragas. Abajo los celos. Tormentas que limpian los excesos de destrucción.
Curas el cerebro de un hombre desconocido, él te agradece y admiras el recuerdo con un adejtivo que llamas fealdad, pero no es fealdad, simplemente se encierra en esa palabra porque tu vocabulario no tiene otra para nombrarlo.
Regresas y bailas a un lugar que contemplas como conocido, tu cuerpo se contonea con otro. Un lenguaje que dominas permea entre frases cortadas.
Vuelves.
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