lunes, septiembre 27, 2010

Vacío

La vez que Gustavo me llamó la atención  llevaba algunas películas de Carlos Reygadas
Películas que a él le encantaron y yo desde un principio odié. Le sonreí sin mucho esfuerzo y él correspondió, sólo cruzamos unas cuantas palabras y eso fue todo, pero el tipo llamó mi atención. 
Realmente Gustavo es feo, uno de los hombres más feos que conozco, con una nariz judía y un cuerpo esquelético, pero me gustaba por la simple razón de ser una bicho raro. 
Algunas veces me atrae lo que más odio y lo que más odio, muchas veces es lo que soy, justamente el gusto desmedido por el cine y una profunda incomprensión para lo simple.
Lo admiré cuando supe que había dejado su vida en el norte del país para viajar al sur, sabíamos que él era de las personas extremas, enfermas, un devorador de libros, películas, pero vacío y sin mucho tacto para socializar. 
Poco a poco fui descubriendo cosas, de la primera que me enteré, es que él habría jurado no volver a acostarse con una mujer a la que no amara.
Yo había llegado a una conclusión parecida, sin que pudiera lograrla con mucho éxito. Quería dejar de acostarme con hombres a los que no amara por lo menos una pizca. 
Más de una vez no tuve inconveniente en pagar sus cervezas, invitarle a comer,  o incluso llevarlo sano y salvo a su casa, soy capaz de pagar por un hombre que me sea lo suficientemente interesante y él me parecía serlo.
Una vez tomé su mano para leer algo sobre él, pero era tan vacía, tan libiana, tan inexistente su energía, que de inmediato, retiró su mano de la mía y me catalogó como una mujer idiota, lo vi en sus ojos y en su constante rechazo hacía mí en las siguientes ocasiones. 
Verlo me provocaba una sensación de un carro que no enciende, da marcha, pero el swicht no lo hace arrancar. 
La última cosa que oí de él por mis amigos, fue que se mataría a los 40. Cualquiera podría reírse de él, pero hay gente  que es capaz de hacerlo. 
Gustavo tiene un orden estricto en su vida cotidiana, sabemos que lee a la misma hora, que se fanatiza con escritores de un pesimismo filosófico moderno que a mis ojos  y mente, también se me hacían insoportables, igual que Reygadas
Hoy pensé en Gustavo. Pensé en él porque cuando tomé mis maletas sabría me daría la oportunidad de fracasar, igual que él,  y del sur me fui al norte. 
Pensé en Gustavo también porque me despedí   mientras él bebía mezcal y yo un vaso de tejate, en medio del vacío, de la soledad absoluta, del silencio, de la inmersión entre los libros de autores que no soportaba, un hombre sin pedírlo ni preguntarlo, me dijo que en mis ojos no podía ver nada, que sólo reflejaba un vacío insoportable,  y tengo miedo de ese orden estricto, de esa insoportable sombra de Gustavo caiga mí.

lunes, septiembre 20, 2010

deseo

Después de  una larga  experimentación y después de una larga observación de distintos tipos de hombres... en mi imaginación constituí al hombre perfecto:

Que me ame.
Fiel
Trabajador
Sin vicios
No violento
Sano
Con buen sentido del humor
Educado
Caballeroso
Afectuoso
Limpio
Con huevos para defenderse y defenderme
Esplendoroso
Buen amante
Guapo...

Y cuando te lo topas... resulta  que lo crees tan increíblemente perfecto e insoportablemente aburrido.

Ni modo, así es la vida, me gusta la diversión... y regularmente está en lo que no se tiene ni se desea.



miércoles, septiembre 15, 2010

Bicentenario en los EEUU


Hoy 15 septiembre, si estuviera en México despotricaría unos cuántos juicios desaprobatorios sobre el festejo excesivo del bicentenario de la independencia,   pero he decidido no hacerlo, porque extraño a mi familia, y lo que más deseo en estos momentos es estar embriagándome con mis amigos, pintándome la cara de verde, blanco y rojo, y gritando al estilo de Alex Lora ¡viva México cabrones! 
Jo, me duele decirlo, pero ahora no puedo, estoy en los Estados Unidos y mi único mejor amigo es colombiano, quien justamente ganó el premio de Novela del bicentenario en México, ja, ja, ja, me rio porque no he visto al culero, después de todo algo tuve que ver con ese premio, al pasarle el dato.
Ahora soy parte de ese número irrisorio de inmigrantes que vivimos del otro lado, la razón me parece coherente: queremos mejorar nuestra calidad de vida, aunque en definitiva nuestro costo sea muy alto, nadie sabe lo que se siente ser inmigrante, hasta que no tienes una tortillería a la vuelta de la esquina, no escuchas a los tigres del norte en la radio, o no logras apaciguar tu tristeza con una mala telenovela de televisa.
Bien dice el dicho, más rápido cae un hablador que un cojo. Heme aquí, en  los Estados Unidos, después de despotricar unos cuántos juicios antiyanquis y no me quejo, la verdad me han tratado muy bien, pero ese amor (del que ahora soy consciente) por mi gente es inevitable. 
Hoy he conocido a un paisano de Puebla, le he preguntado si habrá festejo con la comunidad mexicana, dice que no, porque todos entre semana están trabajando, jo, yo también.
El año pasado trabajé en 15 y 16, en una escuela culera donde se trabaja casi todo el año, sin que los días festivos te los paguen doble. 
Vivir en un lugar conflictivo como Oaxaca, donde hay marchas, bloqueos, desempleo todos los días, pensé que me haría más consciente o más fuerte ante esta sociedad, no es así, he conocido a mucha gente latinoamericana de  Guatemala, Colombia, Panamá, Argentina, Brasil, Costa Rica, Cuba, Perú, Nicaragua y pareciera que todos opinan como disco rayando que su país está cada vez peor,  delincuencia organizada, gobiernos desorganizados, guerrillas, marchas, desempleo, pobreza, educación precaria, poco apoyo  al arte y la cultura, y toda esa gente no quiere volver a su patria.
Hace unos meses en clases de verano, donde mis compañeras eran tres chicas estadounidenses, analizábamos el discurso de García Márquez cuando recibió en premio Nobel de Literatura, cruel realidad: crear una literatura hermosa, sin que seamos capaces de cambiar una historia llena de atrocidades y de injusticia social, a ellas se les hizo difícil entender el contenido, plagado de metáforas que sólo quienes vivimos en carne propia todo eso, sabemos de qué está hablando Gabo.
Hoy me topé con tres libros, uno de fotoperiodísmo en Nicaragua, otro sobre Guatemala, otro sobre Japón. El contenido de los dos primeros era básicamente el mismo, cuerpo mutilados, armas, policías parando manchas, campesinos con armas, reporteros asesinados, mientras que Japón era un paraíso de armonía, belleza y paz. Pensé en la bomba atómica. ¿Necesitamos una arma de tal mortandad para cambiar y decidir en serio hacer las cosas de otra manera para  alcanzar  un bien común más notorio?
Disculpen, que sea tan, tan, pero tan, cursi y kitsch, pero en verdad que hoy me siento triste. Inicié el día viendo sangre, recordé la celebración, y  estuve trabajando todo el día sin dejar de pensar que en estos momentos quisiera estar con mi gente, ni modo, te aguantas mi reina...
De verdad, es una sensación de impotencia, es algo que tengo que ir a arreglar con la montaña, abrazar a un árbol y llorar como niña. Si, porque ahora hasta me da vergüenza llorar enfrente de cualquier persona. Es una mezcla rara, porque desde aquí no puedo hacer nada, bueno, lo único que hago, es aumentar la estadística de remesas para México, pero no es suficiente.
En este lugar tan lleno de comodidades, en este país donde he sido tratada con tanta amabilidad, dónde todo es claro, preciso, legal, donde se siguen las reglas al pie de la letra, dónde me exigen que mi trabajo no sea óptimo sino excelente (por lo menos en mi mundo), es como, es como... no sé, un capitalismo al que tiré tanta palabrería y ahora me parece tan confortable.
Sí, yo sé que suena a una verdadera chingadera, pero ya saben, que yo cuando escribo, soy sincera, aunque se me haga difícil precisar los conceptos. 
Son las 9 de la noche, en poco tiempo iré a dormir, conteniéndome estas horrendas ganas de tomar mezcal, fumando el último cigarro para festejar desde este lado del mundo y pensando en mi cabeza ¡Viva México! ¡Viva la revuelta! ¡Viva la paz! ¡Viva la familia!

Ah si jefa, mañana voy al banco, mañana te mando dinero, te quiero harto. 



 

lunes, septiembre 13, 2010

A veces es tanto lo que se tiene que contar y decir.
Que prefiero no decir nada. 

miércoles, septiembre 08, 2010

princess cuul

-I'm number's princess  and now I need fix some math troubles! 
-I'm the princess of everything!
-Noo, you need be specific
-Mmm, I'm the princess cool!

-Entonces si eres la princesa cuuul 
¿me das un helado?
¿Eres la señora de la las nieves?
¿El señor de los cielos?
¿ me das una nieve de limón?

-what are you saying?
- Nothing.

Recordaba unos chistes mexicanos.

Ella me explicó que las princesas cuul, mueven la cadera, son famosas en la escuela y hablan con papa en la boca.

Si, en México muchos queremos papa en la boca. 


martes, septiembre 07, 2010

Fama dormilona

Bien dice el dicho ‘Crea fama y échate a dormir’. Eso me pasa por tener la bocota imprudente y el teclado muy caliente dícese pues, de escribir pura erotiquería (¡y eso que soy reeee light!). Una de las preguntas más recurrentes de mis amigos, ahora que estoy lejos, es si ya me ligué a un norteamericano, y eso en el tono más amable, quienes me conocen personalmente saben que  mi lenguaje es muy florido y pus el de mis amigos peor… ya diste las nalgas, ya te tiraste a un gringuito…

¡Qué chingados les importaaaaa! ¡cómo se estuvieran tan buenos para darles explicaciones! Cada vez que me lo preguntan es inevitable que no me enoje, ¿por qué? ¡ay no sé!, bueno, si sé por qué, pero no les voy a decir.

Otro de los comentarios que me ha causado más risotadas es ¿por qué vas a ensuciar tu boca con una lengua tan fea como el inglés, si sabe hacer cosas tan ricas? Ja, ja, ja ¡ay gracias mi vidoooo! Eso quiere decir que tienes buenos recuerdos de mi boca.

Otro caso, es la idea de que alguien me espere, que me parece linda, pero su pregunta de ‘¿decidirás ser sólo mía?’, es pensándolo bien un tanto agresiva. Ok, ok, ok, yo tengo la culpa, he creado relatos que por lo menos, a la mayoría de los hombres mexicanos que conozco, no les agradaría leer de su linda y monógama novia.

Si no he dado fidelidad, es porque yo tampoco la he recibido. ¿Cómo se puede dar algo que tampoco se recibe o no se conoce?

¿Es que acaso este blog no ha sido testimonio también de mi amor desbordado? Qué meto las cuatro patas, que me dejo hacer y deshacer como un trapo por un hombre, que le doy todo y hasta mis letras que es lo más valioso, y de paso duda de que no sea capaz de ser fiel.

Ya lo he declarado muchas veces, yo soy capitalista, aborresco el comunismo en materia amorosa (aunque ustedes no lo crean, tengo una vida muy privada en ese plano).

También, he leído muchos ‘te extraño’, el más importante, el de mi nena preciosa, y luego de mi familia, mis tías, amigos, amigas, hasta ayer, nunca esperaba leer un ‘te extraño’ de cierto personaje que se ha vuelto muy recurrente en mis sueños, lo menciono porque ese XYZ señorito,  es cómo alguien de quien menos me esperaba me dijera eso y no fue un ‘te extraño’ cualquiera, sabes que lo ha dicho porque en verdad lo siente, sabes que también no lo volverá a decir,  y bueno, es ahí dónde comprendes que los lazos de verdadero afecto y amor, no necesitan ni una pizca de carne.

A veces tengo la sensación de pertenecer a un todo, pero muy dentro de mí, sé muy bien que  soy de nadie, que soy como un animalito salvaje que odia el cautiverio y que se hace pendejo simulando estar domado en un corral, pero está esperando la oportunidad para escaparse. 

El fenómeno que se me hace muy interesante es por ejemplo, cuándo eres super fan de cierto artista y sólo tú sabes que él es tuyo, pero la otra parte nunca se entera, te haces pendejo, te enamoras de una fantasía, que vamos (¡despierta!) no existe.

Puede que con el blog pase algo parecido, no a esa escala, pero parecido, algunos lectores confiesan que entro en sus sueños, no me pregunten qué hago ahí, porque eso no lo sé, también nunca falta el ñor que por cierta temporada se enamora del personaje y está consciente que nunca podrá conocer a la Lilis, pero persiste con su fantasía  y me hace saber su deseo:‘¡te voy a coger bien rico!’ , si güey ¿tú y quién más?, en tus sueños puedes hacerme lo que quieras.

Digo, sé que soy alguien insignificante, ínfimo en este mundo literario, pero por lo menos a mis tres lectores diarios, los tengo,  de las  otras 30 mil visitas vagas acumuladas en los 4 años,  también he recibido quejas de ser alguien petulante, pedante, mamona, homosexual, homofóbica, malagradecida, grosera,  puede ser, y bueno, aunque sea para decirme eso, agradezco de todas maneras el que me  hagan parte de sus fantasías o de sus insultos, porque eso quiere decir que fuera de mi vida infima e insignificante, formo parte de otros mundos o causo molestias, de las que ni siquiera me he dado cuenta, sólo soy consciente de ellas cuándo hay alguien con el suficiente valor para decírmelas y dejar comentarios en este blog, y  bueno, eso ya es de agradecerse. Próximamente mi libro a la venta ¡cómprenlo! (los recursos serán donados para preservar la vida literia de la escritora, ja, ja, ja, está es mi filantropía).

¿Qué si tengo fama de cogelona, infiel, femme fatale? ok, ok, ok, pueden creerlo, me parece divertido, y hasta cierto punto me agrada de vez en cuando, sin embargo dormir y vivir tranquilamente es una de las cosas que más valoro en este mundo, cuándo el gordo me conoció fuera del blog supo que podía prepararle huevos con chorizo, que lavaba los trastes diariamente en mi casa, que lloraba como una niña berrinchuda de seis años, Gordo, en verdad lamento mucho haber deshecho esa imagen que te habías creado de mí antes de conocerme, con una  minifalda, zapato teibolero y un cigarro en mano todo el tiempo, chale, tengo talento para romper ilusiones también, ¿y todavía dudas que no sea capaz de serte fiel?

Bien dice el dicho ‘crea fama y échate a dormir’.

miércoles, septiembre 01, 2010

Aprendo a vivir en septiembre

No entiendo mi masoquismo cinéfilo, ustedes perdonarán, pero una de mis debilidades es llorar y llorar cuando una película me gusta.

Nunca olvidaré ese llanto insaciable de 'Dancer in the dark', con mi amada Bjork, y bueno la infinidad de pelis malas y buenas, que han movido un tendón muy sensible de mí que me produce un drama anímico incontenible.

Ayer vi una peli, que por obra de la casualidad es nuevamente sobre Irán, digo nuevamente, porque mi primer libro en ingles que he leído es Persépolis de Marjan Satrapi, mi jefazo es mitá iraní, y hasta apenas que leí el periódico don Fidel Castro hablaba de Irán y del estado más peligroso que vive la humanidad, el 9 de septiembre se aproxima  y  la ONU pone plazo a Irán que esta vez, a diferencia de Irak hace unos años, si tiene armas nucleares.

No saben cuánto me ha costado leer Persépolis, y no porque sea mi primer libro en inglés, sino porque algunas veces que lo leía, me causaba un terrible dolor de cabeza. Hace cuatro años Oaxaca, vivió un conflicto ciudadano que en México fue como la primera revuelta del milenio, para nosotros fue un conflicto que sirvió para nada, ni el gobernador se fue y los maestros terminaron aceptando quien sabe qué acuerdo, que obviamente no logró que cambiaran significativamente las cosas de su estado anterior.

Apesar que la dimensión del conflicto en mi tierra natal, no se compara con el estado de guerra que viven los países musulmanes  en los últimos años,  después de más de un año de vivir entre barricadas, un estado de derecho nulo, una tierra de Dios ingobernable, aprendimos que la violencia, la crisis, el desempleo son los peores males para una comunidad (deporsí ya jodida), pues les decía, leer Persépolis, fue como recordar todo eso, los rumores, las matanzas, el puto miedo, la radicalización de la gente, las marchas; fuimos una familia afortunada porque nunca nos pasó nada grave, pero vivir con miedo ha sido una de las cosas más terribles que nos haya pasado a todos los oaxaqueños.

La película que vi ayer,  'The kite runner', es la historia de dos niños iranís, uno rico y el otro hijo de la servidumbre,  el drama comienza cuando en una jornada de vuelo de papalotes, el par de amigos logra derribar a los otros competidores, el niño pobre busca el papalote de la victoria, pero ¡oh my God! No les diré qué es lo que ocurre,  esta vez no pude llorar, esta vez di gracias al cielo, porque sigo viva, sigo escribiendo sin traumas serios, porque conozco la paz, porque tengo una familia hermosa y muchos amigos.

Alguna ocasión leí un cuento de Roberto Bolaño sobre una costumbre en India, donde eligen a un niño para que por un año represente a un Dios, le dan  todos los lujos y comodidades, pero después de ese año el niño es castrado y relegado a la prostitución.

Esa costumbre se ve en la peli 'Slumdog millonarie', otro caso que suena parecido son ‘Nacidos en  el burdel’, un documental, sobre una fotógrafa estadounidense que trabaja con hijos de prostitutas y les da  clases de fotografía, pero el proyecto educativo termina siendo un proyecto que contribuya a que esos niños no tengan como destino, el oficio de sus madres.

Me gustaría nombrarles todas esas películas que he visto sobre Israel, Palestina, Afganistán, sin duda han sido retratos duros de guerra y resistencia, pero que a través del cine he podido conocer o por lo menos imaginar,  una pizca de esos problemas bélicos y absolutamente radicales, que me han  dado qué pensar, y me hacen valorar  que mi situación es muy afortunada.

Resientemente vi un documental ‘Quest for honor’ sobre mujeres de Irak, que son violentadas o asesinadas por cuestión de honor, donde los esposos, padres, hermanos son los agresores, lo que resulta imperdonable en cualquiera de los casos.

Estas películas si son mucho más rudas que cualquier refrito del holocausto, Hitler es un tema cinematográfico que ¡me trae hasta la madre!, así que evito perder mi tiempo en ver cualquier película sobre el tema. Y ahora yo les pregunto ¿Cuántos musulmanes han muerto a causa de los judíos?

El 9 de septiembre se acerca señores, nací en 1983 y desde que tengo memoria en el televisor he visto la suficiente sangre como para que ahora, a mis 26 años, ya no pueda  seguir llorando por mero entretenimiento, sino ahora si de verdadero horror, lo vi en una escala muy infíma hace unos años, lo vimos en 2003 con Irak... sé que mis buenos deseos y mi optimismo, son insuficientes para cambiar al mundo, seguimos siendo un raza salvaje, con nuevos juguetitos y muchas justificaciones para seguirnos  matando.  

¡Bienvenido 2010! En México tenemos celebraciones de centenario y bicentenario, sin duda spetiembre es un mes interesante, muy interesante…