domingo, septiembre 30, 2007

Olor

El viernes llegó mi hermano. Esa noche me fui al pochote (cine gratis), a ver una peli en 16 milímetros, al finalizar, para mi gran suerte había chelas gratis.... ¿en qué lugar del mundo te regalan chelas después de una peli?, eso sólo ocurre en Oaxaca, sólo en Oaxaca.
Ante la falta de concurrencia, nos tocó una buena ración de botellas a cada espectador, sólo contaba con diez pesos para regresarme a mi casa, así que en un estado de ebriedad (entre mareada y pendeja) atravesé caminando el centro de la ciudad, hasta encontrar transporte barato para ir a casa.
Como es de esperarse, caminé cantando y hablando sola, recordando a... cualquier hombre en esos momentos era bueno, encontrar penas es demasiado fácil si quieres llorar de borracha, así que escogí al más papito para conmemorar mi embriaguez.
Empecé a buscar motivos:
a) Era demasiado perfecto para ser realidad
b) Me dejó por ser una mujer de tercer mundo (¡ah huevo, eso fue!)
c) Me dejó por no ser buena en la cama (¡ah huevo, eso también fue!), de seguro las mujeres de primer mundo cogen mejor que yo, snif, snif.
Seguí pensando en pendejadas de ese tipo, por supuesto muy discutibles, pero comprensibles para alguien bajo los efectos del alcohol....
Hasta que llegué a casa y noté que estaba en problemas, mi hermano después de algunos años estaba ahí, y yo...borracha (ja, ja, ja), como todo hombre viejo lobo de mar, no pasó ni un minuto para darse cuenta y burlarse de mi.
Todo iba bien, hasta que abracé a mis sobrinos, y mi adorado nene de cuatro años, le dijo a mi mamá (que por fotruna no se había dado cuenta)...'mi tía huele a chela abuelita', vieran la que se me armó al otro día...

Ja, ja, ja... y me puse a pensar seriamente...

jueves, septiembre 27, 2007

Coraje

Una de las cosas que más odio en este mundo, o mejor dicho, en mi adorado país, es encontrar libros pequeñitos, cuyo costo sea irrisoriamente insultante a los bolsillos del proletario.
Ayer eché una ojeada y bueno, también una hojeada, a un folletito de casi 50 paginitas, de un librito de Borges (La memoria de Shakespeare), que me encantó, pero cuando vi su precio comencé a enojarme... digo, ¡Borges ya se murió hijos de puta! ya no vive para disfrutar su riqueza editorial, que por muy vivo que estuviera, o por muy cabrón literato que sea, tampoco estaría de acuerdo en que sus papelujos sean tan caros.
Así que me dije '¡pues me vale madres, me lo leo aunque sea aqui parada en la librería!' cosa que obviamente no pude hacer, dada mi curiosidad por otros que llamaron mi atención.
Seguí pajareando en la librería y me encontré con una sorpresa mayor, el último tomo de Tim Burton (¿quién es ese? el director de 'el hombre manos de tijera', 'el extraño mundo de Jack', 'El cadaver de la novia', por mencionar las que más me gustan, entre otras pelis), cuyo contenido era de caricaturas con poemitas, chistes y el típico humor negro que lo caracteriza. Las dos primeras páginas bastaron para que me enamorara de panfletucho (La melancólica muerte del chico Ostra), hasta que fui a preguntar cuanto costaba, ¡la gota que derramó el vaso! era casi lo equivalente a los desayunos, y a una semana de autobúses en los que me transporto diariamente del trabajo a la casa.
Me enojé aún más. Fue ahí donde pensé dos causas acerca de mi colera:
1. Que ahora estoy ganando menos de la mitad de sueldo que tenía el semestre pasado, y que ni siquiera tengo para darme uno que otro lujo, más que para lo necesario, y ahí ya no se incluye el alcohol (snif, snif).
2. Que por un momento contemplé la necesidad, la posibilidad, las incontenibles ganas de esconderlos por algunas partes de mis ropas y hurtarlos sin el menor cargo de conciencia... pero saben lo que me enojó más... ¡No haber podido tener el valor para hacerlo!

A estas alturas ¿cómo es que uno garantiza que no se pueda convertir en delincuente?

martes, septiembre 25, 2007

Parque

Mejor no lo lean.


Hoy sin duda, es uno de esos días en que soy capaz de caminar por un parque gringo llevar un cuchillo y cortar pitos y testículos para que se desangren los enfermos.
Digo, la tortura psicológica comenzó ayer, me puse a ver un programa de policías que investigaban casos de violación a menores… (¿qué chinga tienen esos programas que uno se pone a ver pendejada y media como estupido por más de dos horas?)
El primer caso era de una chavita abusada por un estudiante; luego dos gemelos, según un niño y niña, quezque esta última había matado a su agresor, y luego se descubrió por unos estudios de saliva, que la chavita era niño y ni ella lo sabía, porque de bebé le tuvieron que quitar el pene por un accidente en la circuncisión, y desde pequeños su terapeuta abusaba sexualmente de ellos… dijera Smooth ¡No mamar! Sólo los gringos pueden tener tanta basura en la cabeza… pero eso no fue todo el día de hoy… llegué a la escuela y una de mis alumnas me comenzó a platicar lo que leyó en el periódico, días atrás un maestro de una escuela privada en la ciudad había abusado de un nene de cinco años… y con eso me acordé de dos cosas: un mail que se la pasan enviándome sobre un dueño de un periódico, creo que de Tabasco, que casi mata al hijo de una de sus sirvientas, y que resultó ser una campaña de desprestigio… la otra es que cierto idiota por darle ‘la mejor educación’, por no decir ‘querer fresear’ a su hija en la escuela más cara de Oaxaca, la tiene precisamente en ese instituto.
Para cerrar con broche de oro el día, sin conocimiento de causa (¡lo juro!), y dado mi habitual dosis de cine, me puse a ver ‘Happiness’, la verdad es que no puedo evitar decir que está muy bien hecha, aunque por otro lado es admirable como es que sin violencia visual, la pueda considerar uno de los filmes más fuertes que he visto.
Supongo que hoy no dormiré bien, demasiado sarro cerebral me mantendrá alejada de los cuchillos…
¡Aah! pero qué bonita fue la parte, donde un tipo caminaba en un parque, unos gays se tomaban de la mano, otras personas acostadas en el pasto, el hombre preparó su arma y comenzó a dispararles, un homosexual fue el primero y al final una preciosa pieza de música clásica con que el asesino disfrutaba complacido...
No pude evitar imaginar mi parque y pensar quien sería la primera persona a la que dispararía.

martes, septiembre 18, 2007

Post 200


Motel

Una mujer se sube a un auto, donde un hombre la espera.

Ángel: ¿Con quien estabas?
Lila: ¿Yo? (finge olvidar) ¿cuándo?
Ángel: Ayer que te llamé en la tarde.
Lila: Ah, estaba en el cine. ¿Qué? ¿no puedo ir?
Ángel: ¿Con quien estabas? (comienza a molestarse)
Lila: ¿Qué te pasa?
Ángel: No me quieras ver la cara de pendejo Liliana.
Lila: Oye, oye, tranquilo, muy mi tiempo si se me pega la gana ir al cine con alguien ¿no?
Ángel: ¡Dime con quien estabas!
Lila: No te tengo porqué darte explicaciones.
Ángel: Mira mocosa, no me hagas enojar.
Lila: ¡uy! ¿ya te pusiste celoso? (se burla)
Ángel: ¿Celoso yo?
Lila: Entonces ¿por qué tanta insistencia por saber con quien estaba?
Ángel: No quiero que salgas con cualquiera, dime quien era.
Lila: ¿Realmente quieres saber?
Ángel: Lili, yo te quiero.
Lila: No, tu no me quieres, y no voy a andar aguantado tus escenitas.
Ángel: Ah, o sea que me estas mandando al diablo.
Lila: Yo no dije eso, pero si eso es lo que quieres creo que será lo mejor.
Ángel guarda silencio y respira para tranquilizar su cólera.
Lila: Era Tomás.
Ángel: ¿Quién es ese?
Lila: Un ex, de la uni. Me lo encontré en la escuela hace unas semanas y le dí mi teléfono.
Ángel cambia de color, se contiene para no hablar.
Lila: Es lindo, siempre fue muy amable. Y nunca dejó que yo pagara algo (dice con saña).
Ángel: ¿qué intentas decir? Sabes perfectamente que tengo gastos en la casa.
Lila: Mmm, si lo sé, pero ese no es mi problema.
Ángel: Mi amor, comprende.
El hombre intenta acariciarla, pero ella se resiste.
Lila: Me caga que siempre quieras que yo coopere para pagar el pinche motel, pero ni madres, ya no pienso soportar esta situación.
Ángel: Sabes perfectamente que cuando tengo dinero siempre pago.
Lila: A duras penas. Aunque traigas dinero suficiente siempre me andas pidiendo. Y ya estuvo suave, todavía que me tienes de tu puta, de paso quieres que yo pague. (Respira, y ambos guardan silencio). Ángel debemos terminar con esto ya.
Ángel la intenta besar.
Lila: No empieces, hablo en serio.
Ángel: No creo que ese tal ‘Tomás’ te haga el amor como yo te lo hago, o de seguro porque ya te cogió ya me quieres botar ¡verdad!
Lila: Mira, mira, bájale ¡imbecil! Si salgo con otros, fue tu idea.
Ängel: ¡ah! O sea que no solamente sales con él, sino con ‘otros’.
Lila: ¡Deja de estar chingando!

Lila se baja exaltada del auto, mientras Ángel la sigue.

Ángel: Perdóname Lili, no quise decirte eso, es que me pongo muy celoso, tu eres mía, y te quiero sólo para mi.
Lila: (ríe sarcástica) No tienes vergüenza. Tu si puedes coger con otra, pero yo no. ¿Te acuerdas cuando me dijiste que por mi no ibas a poner en riesgo tu matrimonio? Pues ahora soy yo la que no voy a estar atenida a ti. Fue tu idea que saliera con otros, ahora aguántate, y si no, pues ya sabes. Hombres que cojan bien y paguen el motel sobran, querido.

Ella se suelta del brazo de Ángel.


Hemos llegado a los 200 post en este blog, por tal motivo, conmemoramos con un nuevo género: una pequeña obra de teatro, ¿les he comentado que desde hace tres meses voy a clases de teatro?

viernes, septiembre 14, 2007

Sangre de Caín

De más esta decir que nunca he tenido una buena relación con mi hermana, pero a últimas fechas nuestro contacto ha sido más llevadero.
Después de algunos años, el llorar por motivos maritales ha sido una constante, esta vez en definitiva no me pude contener ante cierta acción, que mi congenere haya provocado derramarme en un mar de agua salada.
El día de mi titulación le dije que se mochara para la cena, cosa que a duras penas quiso hacer ya que meses atrás yo cooperara para la fiesta de su hijo. Días atrás se esmeró en quedar bien con su jefa, regalándole una chingadera dos veces más cara de lo que puso para cenar.
Y hoy ante la multitudinaria pachanga masiva, mi mamá por motivos laborales no puede prestar su auto, así que Liliana pendeja se le ocurrió pedirle a su hermana el suyo, ya que esta de viaje y no lo ocupa. Cuando llamó por teléfono, ella, sin dudarlo, me mandó al diablo (como era de esperarse), y bueno, eso no fue lo que me dolió, sino que a los cinco minutos volvió a llamar a su hijo para pedirle que escondiese la llave.
¡Qué poca madre! No soy australopitecus para entender que no, es no, y que traer carro ajeno es una responsabilidad… pinche culera, ahora entiendo porque uno se le hace la sangre de Caín, y me sigue doliendo lo que hizo.

lunes, septiembre 10, 2007

Viaje a chilangolandia

Era la una de la tarde cuando decidí correr rumbo a mi casa, y tomar una mochila con las cosas más indispensables para dos días. Si los cálculos no me fallaban, a las dos estaría saliendo, para correr a la terminal y alcanzar el autobús de las dos treinta.
Me quité las zapatillas a cambio de los zapatos más jodidos y cómodos que tengo. Y dije que era muy mala costumbre la mía, el decidir viajar de improviso cuando se me antojara, la última vez todo había resultado nefasto, un recorrido de cerca de 15 horas, para que me dejasen plantada en medio de un mercado de zapatos, y terminar cantado en escala de Re ‘Maldito León Guanajuato’ (recordarlo me provoca cierta gracia, ja, ja, ja, más pendeja no pude ser).
Esta vez ponía mi suerte en manos de azar como muchas tantas, con el mismo objetivo, que el año pasado, buscando ese algo, ese alguien que irremediablemente me terminara diciendo en silencio ‘No’. Fuera de esa batalla conmigo misma, dada por pérdida de antemano hice algunas cosas interesantes como:

1. Ver a la Jacksu después de un año y cagarnos de la risa por nuestras múltiples anécdotas de hombres que nos traen de un ala y terminan tratándonos con la punta del pie.
2. Dar un roll por el tianguis del chopo, al que siendo sinceros no le encontré mucho chiste más que el chingomadral de uniformados con armas.
3. Atascarme de Paella, claricot, filete de pescado, helado, y mendingar un cigarro a un viejito amable que estaba en la mesa de al lado, en el centro castellano (Jo, jo, cumplí la amenaza y no me quedé con las ganas).
4. Recordar que a cierto panzón amo sobre todas las cosas, pero como pareja soy algo nefasta con él.
5. Ver unos cortometrajes excelentes y apañarme la peli de ‘Casablanca’, tenía la intención de robarme algunos libros, pero dije que mi atasque iba a ser muy evidente.
6. Comer cuanta chatarra estuviera a mi alcance, unos tacos de canasta en la mañana, fresas con crema, uvas con vino, duraznos, y en la noche atascarme con ‘cuatro chupas’, (tacos de carne mixta) ¡eso es gloria! Aunque en el puesto no lavasen los platos, ¡ja, pero que ricos estaban!
7. Ir a la cineteca a ver un documental: ‘Los ladrones viejos’.
8. Entre otras cosas ir al mercado de Tlalpan por fruta, pasar por la feria del libro permanente en el metro, meterme en un bar a escuchar covers de un banda de muchitos guapos pintados al estilo de Marilin Manson, comprar algunas pelis en pericoapa y por supuesto una pipa, además de aprender una nueva técnica para el vino y su combustión.

Estaremos pendientes para mi próximo viaje a chilangolandia, esperando que mis cuatas blogueras se apliquen, ya que no pude verlas. Y bueno, esperando que algún otro lector, se moche con las cervezas.

jueves, septiembre 06, 2007

Rituales


¡YA ME TITULÉ!
¡Jo! y por supuesto ya quité la foto que aquí estaba.
Y ando de pata de perro en México DF, así que ¡¡mándenme un mensaje al cel para hagamos algo cabronas estas!!

domingo, septiembre 02, 2007

Prioridades

Algunas veces pienso que debería de preocuparme más por el calentamiento global, por entender y memorizar algunas teorías sobre globalización, pasar de las primeras páginas del Quijote, o releer algunos libros que ya olvidé en lo absoluto, o de plano terminar los libros de Borges con los que me quedo estancada.
También en otros momentos de excitación, me embarga la idea hacer un propuesta de ley para el cine mexicano, o comenzar a escribir ese aburrido guión para mi futura opera prima, o de plano hacer una marcha y boicotear los cinépolis y los multimax para que destinen más tiempo en pantalla al cine nacional, así mismo andar regañando gente que piense que el cine mexicano es malo, y bueno si, es malo, pero lo que no comprenden es que hay muy poca lana para hacer ‘buen’ cine.
En los momentos más pachecos de mi esperanza desesperanzada, hasta he pensado en tomar una mochila, poner unas cuantas cosas, llevarme los negativos de mis fotos he irme al Defe para venderlas en diez pesos; sacar para comer paella con una gran jarra de clericot para mi solita, después de eso, andar de viajera indigente por todo el país.
También creo firmemente que debería de preocuparme por estudiar más a Sor Juana, Pizarnik, Gioconda Belli, o de plano a la Beatriz Paredes para ser una líder política.
Vargas Llosa fue el principal culpable que me hiciera fantasear con la idea de ir a Francia, y también todos esos escritores que ya no recuerdo, y van a la ciudad Luz para escribir, supongo que esa es otra preocupación a la que debo estar más atenta.
O bien preocuparme por cosas más serias y más palpables, como: conseguir otro trabajo que me retribuya más y mantenga en mejores condiciones a la casa.
A cambio de todas esas preocupaciones en las que supongo yo, “debería estar más atenta”, doy prioridad a que:
1. Debo encontrar urgentemente quien supla esa necesidad del kamanostra.
2. ¡Maldita sea! Tengo que ir al dermatólogo para que me recete algo a estas cicatrices.
3. ¡Mi cabello tiene orcuela!
4. Mi mamace querida, se quiere separar de su marido y soy la que tiene que andar consolándola y diciéndole al fulano que ya no la busque.
5. ¡Güey! ¡Ya déjame en paz, ahora si ya no regreso contigo!
6. No sale agua de la llave de la cocina
7. ¡Quiero unas putas zapatillas de quinientos pesos! Y no las puedo comprar ¡grac!
8. ¡Pinche zancudo de mierda! Ya me dejó un horrible moretón en la pierna
9. Snif, snif, Lola ya no trabaja en la escuela.
10. ¡Agh! Otra marcha y otro bloqueo en la ciudad, ahora tendré que salir de casa una hora antes.

¿Qué? Todas estas preocupaciones se han vuelto mis nuevas prioridades.