miércoles, enero 31, 2007

Reliquias

Uno de estos fines que me armé de valor y dije: ‘al diablo con todas esas cosas que ya no me sirven’, hurgué en los papelitos, basura y cosas que guardo desde hace unos años, saqué la ropa vieja, no tuve ningún remordimiento en meter en una bolsa los pantalones que desgastaron algunas manos para acariciarme las piernas, o que simplemente fueran las complices al dejarlos en el suelo donde gobernaba una cama.
Las blusas pegaditas que de tanto ser asaltadas por los ojos masculinos, se quedaron sin color,
Saqué también esas viejas bragas que tenían más tinta de paracaídas que objetos de deseo, y aunque disminuyeron considerablemente mis pares de calcetines mandé al demonio a todos aquellos que tuvieran grandes y vergonzosos agujeros o alguna costurita de mi pobre economía, empecé a hacer hipótesis al respecto, y llegué a la conclusión que esos hoyos horripilosos en mis tines, fueron la fuga de grandes ideas, de esas tantas que olvidé (porque dejen les digo a veces pienso con los pies, a veces con la vagina y una que otra con la cabeza), o la fuga de esos pasos sepsis que me quitaron una que otra conquista callejera.
Aprovechando, saqué también esos pares de zapatos de abuelita, los de payaso, las chanclitas que aunque les hiciera hoyos nunca sacaron el agua, los choclos rosas… esos si no, y mucho menos los tenis rojos que nunca combinan con nada, pero me pongo aunque estén tatarabuelos.
También en esa reorganización, encontré cosas que en otro momento buscaba y descubrí que muchas otras estaban perdidas, como mi DVD pirata de Georges Méliès al que consideraba toda una reliquia, recordándome mi alter ego de cineasta.
Entre mi recorrido de cosas perdidas me topé con la funda de mi violín, otro gran tesoro enarbolando mi gran y talentoso diploma al fracaso musical, recordé con cuanto esfuerzo le compré cada pieza desde los afinadores, el cojín, la barbada, el cordel, una que otra cuerda de pésima calidad, y la funda vieja que lo resguarda como un cofre egoísta encerrando una fortuna de recuerdos.
Entre algunas cajitas escondidas me hallé en pedazos de papel, me vi en blanco y negro, tomada de la mano con alguien, desnudándome con el flaco, cachondeando al panzón, o simular besándome con el sabroso, y me reí de mi, porque esas fotos, aunque fueran evidencias de algo, sólo eran representaciones de mentiras, de sueños, de teatros montados, de imágenes simbólicas de mis deseos y sueños frustrados.
En el comedor que sólo se ocupa en ocasiones especiales, me percaté que mi caos emocional infestaba a la mesa, con libros viejos, libros complejos, malos libros de prepa, revistas sin hojear, periódicos seminuevos de días pasados, cables, discos, papelitos de basura, tasas sucias, labiales, una cuchara para las cejas… todo un mundo de desorden interior.
Pero también hubo cosas que aun siendo basura no pude quitar, como la botella vacía de Bonnes detrás del tocador, la de vino tinto con un chorrito en el librero, esos recipientes que indiscretamente les dejé algún sabor y secreto de mis labios; los frascos vacíos de perfume que invadieron mi cuerpo y algún olfato a quien engañé con la esencia química de mi antiolor; el polvo del corto tiempo sin vivir, la plastilina de mis animaciones inanimadas, las cartas como trofeos ‘honoris causa’ de mis desamores…


Geisha

martes, enero 30, 2007

Un post de esos mediocres...

Resulta que hace cuatro o cinco meses me la pasé haciendo un ensayo sobre cine, la verdad siendo francos lo hice en dos semanas (obviamente dedicándole casi dos horas diarias). Desde que entré a la carrera, me enamoré de la producción audiovisual, realmente en el aspecto técnico ando algo jodidona, pero cada vez que alguien me pide ayuda para ir a grabar o editar, ahí estoy encantada, no soy experta pero lo hago con gusto.

Regresando al tema del ensayo, mi primer asesor, un experimentado cineasta, me dijo que no había mucho que corregir en mi escrito, la verdad me extrañó, porque estaba conciente de mis deficiencias, y como uno es mediocre, me dio flojera meterle más cosas, así que lo dejé, lo malo del asunto, es que pasó el tiempo y él primer asesor, ya no regresó a dar clases a mi escuela, y ahora que me urge titularme pedí fecha para que ya me hicieran el examen, pero resulta que mis dos nuevos sinodales me mandaron por un tubo, quezque le hace falta, y vaya que tienen razón… lo trascendente no es eso, sino que hoy en la mañana vine a mi uni a ver a un jurado, y lo mejor fue después ….

En la tarde me tocó venir a buscar al segundo jurado que resultó ser un papacito de mil amores, aparte que me dio tips de los que no había pensado, este como cineasta leído, escrebeído y filmografíado, me hizo correcciones más estrictas, aparte no pude evitar que mis ojos saltaran ante tal belleza de hombre, y lo mejor de todo es que no se portó nada altanero con lo que sabe, fue absolutamente amable, pero no todo es demasiado bueno para ser cierto… después de pasarle una miradita por sus formas de caminar, hablar, me late que ese tipo bien vestido y amable, es gay ¡carajo!

Y bueno, a mi ¿que? Yo que diablos tengo que preocuparme de la sexualidad de otros, ¡ay! Es que en serio no puede seeeerrr!!! desperdicios de ese tipo no los puede permitir Dios, ¡joder! Creo que comenzaré a ser homofóbica.

Geisha

domingo, enero 28, 2007

De sueños de conductores

Si, lo acepto, soy un cafre, una horrorosa reproducción de los duros comentarios donde la misoginia se exhibe en su máxima expresión, snif, snif… más de una vez he arrancado el coche con el freno de mano puesto, he andado más de cinco metros en la noche con las luces apagadas, y he avanzado en seco en tercera con el track track, se me ha apagado en las subiditas cuando el semáforo marca verde y de dos o tres ocasiones me he salvado de morir estampada por mis imprudencias.
Además qué decir de estacionarme en reversa… que para evitar hacer ridículos, lo dejo cuatro o cinco cuadras antes de mi destino, ja, ja, ja.


En algunos blogs he encontrado a muchas mujeres que se dicen buenas conductoras, lo siento, este no es uno de esos blogs escritos por buenas conductoras, sino por una suicida al volante que intenta aprender a manejar decentemente. Digo, hay gente a quienes se les facilita, pero considerando que yo no tengo auto propio, pues lo tomo cada vez que puedo, entonces díganme si no es difícil ser buen conductor cuando apenas y lo tocas.
A excepción de esta rica semana en la que mi hermosa mamá se fue de viaje, y ahí voy, con las mentadas de madre encima… naah no es cierto, ya aprendí, ya aprendí, por lo menos a no provocarlas; estos días me fui al cine, llegué tarde a casa, fui a dejar a la Lolis y hasta se animó a salir en la noche conmigo, por lo menos para el cafecito con plática incluida. Además hoy hice un miniviaje a Ocotlan, donde la carretera está de la super chingada por sus curvas, ciertamente ahí uno de mis cuatitos se accidentó y su cochecito fue pérdida total, afortunadamente no pasó a mayores, más que unos cuantos golpes, y que siga manteniendo viva la esperanza de restaurar su otro super auto clásico (¡¡ay ternurita!!).



(no pude evitarlo, pero se me hizo super fotografiable, la del zapato rojo, esa soy yo)



Desde que lo conozco tiene esa idea, su bronca comenzó cuando la caja de velocidades no le funcionaba, tardó años, años y más años para encontrar otro carro igual de destartalado al suyo para ponerle la bendita pieza, tendrían que ver a ese tipo empeñado en reavivar un auto casi chatarra, nunca he visto a un hombre tan enamorado de hacer algo, creo que ni enamorado así de una persona lo he visto.
Hasta hoy se me hizo conocer al tan valioso auto, que cómo el Principito que cuida a su rosa, este lo hace con su cacharro, cosa más tierna en un hombre de 25 años de edad no he visto, lo juro, no he visto algo así, más que en Malcom donde inevitablemente me burlé del moquito cuando intenta arreglar su primer clásico.
Desde que conozco a Hiram jura y perjura que cuando tenga listo al ‘Thunder’ irá hasta mi casa para invitarme a salir, y con ese brillo en los ojos que le noto me dice: ‘te imaginas… cuando estén tapizados lo asientos en blanco y brille, y ese rum rum, me haga ver más tipo, todo un papi, será super chido…’, ¿quién soy yo para bajarlo de la nube? Sólo sonrío, le confirmo con mi cabeza; y pienso: si, cuando el Thunder esté listo yo seré una excelente conductora. Dijera el dicho: Soñar no cuesta nada.






Geisha

jueves, enero 25, 2007

No me quejaré, está bien, está bien...



Ese día no me quedó de otra que tardarme más de una hora depilandome las cejas, ¿para qué? ¿para qué en tres días tuviera que podarlas de nuevo?... pero no es momento de quejarse, ese día también fue trascendente porque tomé la brochita vieja para ponerme las sombras rosas, busqué una cuchara delgadita y jalé mis pestañas para hacer el milagro de enchinar los milímetros que la naturaleza me heredó, de nuevo digo que no me quejaré, está bien, está bien... Tomé el botecito de delineador que me atoró mi jefa en doscientos baros, ahí voy con los parpados, temblorina, temblorina, temblorina, hasta que engrosé la línea negra que pendía en un zing zag diminuto.

Salí de casa perjumada, con la blusita blanca pegadita, con cinturón de estoperoles, con las zapatillas nuevas de tacón bajo por si se nos ocurría caminar hacia un rincón escondidito.

¿Para qué? Apenas y me viste los ojos, bajaste la mirada al escote, a la blusita blanca, y mientras hablaba, disimuladamente obvio te perdías en el abismo de mis tetas cubiertas por el sosten traslucido a la blusa.

Ah, pero eso si, no te dignaste a abrazarme, una gripe no curada me hizo escurrir la naríz por dejar verte mi pecho, mis ojos empezaron a lagrimear, el delineador se delineó por mi llorosidad gripienta, otra vez quedé desmaquillada, ¿para qué? para que en el teatro te dijeran 'Don Erasmo' y que yo era tu nueva novia 'Sor Cornelia', todo el público se atacó de la risa, simplemente me recargué en tu hombro, mientras tú movías la cabeza afirmando al actor que si, que si lo era.

Geisha

miércoles, enero 24, 2007

Preguntas

- ¿Te casarás conmigo cuando regrese?
Seamos realistas, desde hace mucho dejé abandonado mi doctorado en lavar trastes, y lo que más detesto es lavar mi ropa cada mes, tener que plancharla porque la mayoría de ella es ropa corriente, además me he vuelto casi incapaz de prepararme de comer cuando no está Chelo o mi mamá.
- Eso se puede arreglar, piensa, ¿no te gustaría tener hijos conmigo?
Me he acostumbrado a masturbarme lo suficientemente bien, tengo sexo porque soy un ser sociable.
-Ves demasiadas películas, no te pregunté eso, es una estupidez, además mija, no creo que quieras estar sola el resto de tu vida, yo desde siempre te he querido, desde que te vi en esa banca donde volteaste y te sonreíste conmigo, desde te acaricié en las calles oscuras y me diste de cachetadas (silencio)… aun cuando me botaste en la cara mi cassett del ‘hagaran’…
Ja, ja, ja, no mames ¿todavía te acuerdas?
- Si, eso no se me olvida.
Hemos cambiado demasiado, ya no somos los niños de secundaria.
-¿Te acuerdas cuando nos besamos la primera vez?
Si, me metiste la lengua y me dejaste los labios todos babeados.
- Era la primera vez que besaba a una mujer, tú fuiste mi primer novia.
Eres un mentiroso, siempre fanfarroneaste que habías tenido muchas novias.
- Era un mentiroso, pero aunque pasan los años nunca te he olvidado, y ahora que estoy lejos lamento que nunca hayamos llegado a más. ¿Me sigues queriendo?

Ahí comencé a pensar, cuantas veces he evitado hacer esa pregunta, cuantas veces suplico a mi débil sentimiento no pronunciarla, para no escuchar una respuesta forzada obligada a mitigar una mentira. Pero también pienso cuando me cuesta responderla sin sentirme culpable, y deseo que esas palabras simplemente fluyan, simplemente salgan sin necesidad de contestar una pregunta.

Si, si te quiero.

Geisha

lunes, enero 22, 2007

Curada

A Alma la mandaron con una psiquiatra, para una sesión de espiritismo, me pusieron encima de ella, para que su cuerpo estuviera bajo tensión y no pudiera moverse, lloró mucho, la hicieron recordar cosas que no quería decirle a una extraña, mencionó cuanto lo quería, cuantas veces lo había besado y en que parte, cuantas veces lo había soñado y como él le había musitado cosas que no recordaba.
Fue bastante descarada, fue bastante cruel, porque hizo llorar más a las otras dos amigas que la escuchaban, mientras yo apoyaba todo mi cuerpo contra ella, ésta derramaba ríos de fuerte corriente en sus ojos.
Dicen que quedó curada, dicen que le dijo adiós, pero días después se sentía igual de desganada.
Otra amiga la llevó a un viaje para alcohólicos, drogadictos y neuróticos, dicen que quemó su pasado con esas 20 paginas que escribió durante dos noches. En contadas ocasiones tomó gota de alcohol, aun no fumaba, pero la neurosis sumada con su depresión, hacía que su mirada estuviera más perdida que de costumbre, 40 días se vistió de negro, y encapsularse en silencio fue el inicio de su primer abismo.

Geisha
y sigo metiendo mi cuchara con la privacidad

domingo, enero 21, 2007

ojos


Nunca he conocido unos ojos negros, ni los ojos curiosos que husmeen mientras babeo dormida en la almohada y les parezca la cosa más tierna del mundo, en lugar de asquerosa.
Geisha

miércoles, enero 17, 2007

Metafísica

¿Qué tal estuvo tu noche de pasión condenada?
Le pregunto a Alma días después de la bailada en la que extrañamente se separó del grupo.
- Bien.
Conozco sus respuestas tajantes, simples, regularmente demostrando que no tiene muchas ganas de contar sus amoríos, pero la conozco, detrás de ese ‘bien’, con ese tono, hay algo que me tiene que contar.
¿Cómo fue que te ligaste a esa cosita hermosa?
- Pendeja, ¿me crees tan incapaz de ligar? Vaya que te has quedado con la tipita gris de bachillerato.
No, no quise decir eso, sino que desde hace un buen que no te veía con alguien, además todo el tiempo te la pasaste bailando y sólo te vi platicar un rato con él y ya te estaba besando y para que te convenzan pues…
- ¡Qué te haces tarada, si tú bien sabes como soy! además ese día buscaba algo y lo encontré
¡Cuéntame, cuéntame!…
-Pues platicamos, no sé como salió que le gustaba leer cosas de metafísica y con eso se ganó mi confianza en unos segundos, le dije que trabajo en un periódico de reportera, y no sé por qué se lo dije, bien sabes, es algo que me da vergüenza decir a cualquier gente y más a un extraño, pero me pareció un muchacho interesante, muy lindo, lo hubieras visto en la cama cuando le dije que lo quería ver desnudo, él se tapó la bolas y empezó a llorar como bebé ‘no me veas, me da pena’ –risotadas-, es un pendejo, no entiendo su resistencia a que lo viera si ya me la había metido, la verdad es que estaba sabroso el chamaco, por cierto, no me acuerdo haber visto un pene que se incline de lado…
- ¡Ay amiga, ay amiga!
¿Qué?, bueno tenía mucho que no cogía, pero me la pasé bien, aunque resulta aburrido cuando solo te besan, y utilizan su pedazo de carne para abajo y su lengua para tu boca. Vieras que carita puso cuando le di un masagito, lo besé por todas partes, bueno, por donde pude, porque ni cabía en la cama
- Ja, ja, ja, ¡no mames!
Neto, estaba tan alto que sus pies casi se salían.
- No te acuestes con extraños, ¡cuídate cabron!
A veces me pregunto porqué lo sigo haciendo, creo que no encuentro en alguien lo que busco. Además las primeras veces con una persona nueva siempre son algo aburridas, en lo que descubres que les gusta, en lo que te acomodas… por cierto me pasó algo gracioso, todo el tiempo él quería estar encima de mi, y pues acomode una pierna en su hombro y le dije ‘así aprieta más’, y él me respondió que no dijera eso, que una niña no debe decir eso. –Nuevamente nos atacamos de la risa-. Me salió muy puritano el muchacho.
-¿Y bien? ¿Quedaron de volver a verse? ¿te dio su correo, teléfono?, ¿se lo pediste?
Con una actitud que desconocí absolutamente de ella respondió:
¿Para qué? ¿Tiene algún caso volver a vernos?, yo lo dudo, si se lo hubiera pedido, o le hubiera dado los míos estaría esperándolo, pero la verdad es que no me interesa esperar nada de nadie.

Algunas veces pienso que quisiera ser como Alma, es de las mujeres que perdona, que siendo golpeadas por las circunstancias evitan sentir alguna muestra de rencor.
Su silencio molesta a la multitud, pero ella lo añora, tiene una mirada sin punto fijo, fuera de si, con un sin sabor por lo que regularmente, yo lloro despavorida.
Ella es Alma, su nueva consigna es entrar pacheca al cine, con las pupilas dilatadas, comiendo las crepas de cono con las manos, la que nunca recuerda haber visto tal o cual película, la que me ha hablado de las mil formas de sentir en la cama, siempre cuando el cuerpo, la mente y el corazón se mezclan en justa medida, creo que por eso se acostó con el altote, porque le dijo que había leído algo de metafísica.

Geisha

martes, enero 16, 2007

Costumbre



Hoy recurrí a la vieja tumba, a la misma que desde que empecé a creer en la dulzura de los mitos, no he ido a poner flores. Y desde que deposité en ese pedazo de tierra al deseo, a la espera interminable, a la dolencia apacible, a la deliciosa ingenuidad de no querer ver, al amor que nunca pide nada, me he encargado fervientemente de reproducirlo en malas sombras con sus tintes.
Viene dejando sus huellas en cuerpos vivos que sólo son un mal intento de revivir lo que nunca nació.
Iré a dejar mi cuota obligatoria de lágrimas a la misma tierra que me hizo creer en lo impensable. A la nueva, al antiguo portaso en mis narices que me repite: ‘mis sueños son tus sueños’, o que sin decirlo me empeño en creerlo.
Fui a recoger los pasos, simple costumbre.


Nos iremos, te lo prometo.


Geisha

viernes, enero 12, 2007

Licencia para conducir

Soy corrupta, acúsome señor gobernante todopoderoso que soy una ciudadana corrupta., por mi culpa, por mi grande culpa.

Desde hace tiempo mi señora madre anda muele y muele, que si no tengo licencia no me prestará su coche, así que Liliana obediente después de casi un año sin hacer caso a la consigna, decidió ir hoy a transito para sacar el bendito plástico.
Para evitar vueltas llevé todos mis papeles, incluso la carta certificada del nombre de mi perro, por si me la pedían (digo, uno nunca sabe).
Cuando llegué fui directamente a la mesita de la señora que daba los formularios y recibía los papeles, le dije que iba a tramitar la licencia, ella sin la más mínima vergüenza me ordeno tajantemente ‘dame cien pesos por lo tu examen’, me quedé con cara de ¿what?, nunca pensé que eso de robarte el dinero en una dependencia de gobierno fuera tan evidente, eso no fue todo; tuve que ir como a seis o siete ventanillas que primero para que te firmen el primer papel, luego para que te sellen, luego para que te vuelvan a firmar, luego para que pagues, luego para que entregues el recibo, luego para sacar la copia, luego para que te tomen la foto, luego para que te la entreguen, ¡joder! ¡Cuanta maldita burocracia!
Lo que no me pasa es lo de los cien pesos que dicha señora me mordió, y que aun siendo el ciudadano más honesto que quiera presentar el examen (como debe de ser) no te dejen hacerlo. Lo único agradable fue cuando entregué el último recibo y un tamarindo (el único amable, en toda esa nefasta dependencia), me dijo: ‘póngase más guapa y fórmese en esa fila para que le tomen la foto’, bueno, bueno, aceptemos que esa frase puede que se las diga a todas las mujeres que van a hacer el tramite, pero eso fue lo único que me reconfortó ante la vil robadera de mi dinero. ¡Soy corrupta, snif, snif!

Geisha

lunes, enero 08, 2007

Rey mago

Hasta hoy ocho de enero, llevo partiendo seis veces la rosca y tengo la gracia de que en ninguna ocasión me salga el monito; la verdad es que ya hasta me empalagué de tanto pan.
Hace algún tiempo, en mis años de universitaria mi maestro de inglés, al que nunca pude decirle correctamente una frase en inglés porque me inhibía pues según mis ojos era toda una guapura; me preguntó cuál había sido el mejor regalo que había recibido en mi vida, después de un largo rato de machetearle a los recuerdos llegué a la conclusión que el mejor regalo fue aquel de santos reyes. Sinceramente no llevo la cuenta de cuantos años llegué a creer en ellos, pero si recuerdo ese súper regalo al que adorné con una magia insospechada.
Era una moquita de qué será… unos 4 ó 5 años, y debo aclarar que mi familia no es muy ritualista, ya que supongo mi regalo no lo recibí un 6 de enero, bueno, uno de esas fechas salimos de la casa una tarde junto con mis hermanos que me llevan entre 8 y 7 años de diferencia, sinceramente no recuerdo para que salimos, pero cuando regresamos a casa me había dormido en el auto de mi mamá, y entre sueños oí como mis hermanos me despertaban para decirme ¡Lili, Lili, ya llegaron los santos reyes!, debajo del árbol de navidad plateado (que hasta la fecha conservamos) estaba una caja con el tan deseado ‘horno mágico’ que años atrás había pedido pero no me habían traído quezque era peligroso, pues podría quemarme al querer hacer mis pastelitos (risas, y más risas mientras lo escribo).
Lo maravilloso de ese regalo era ¿cómo joder habían entrado los reyes a mi casa y se habían molestado en dejar mi tan deseado regalo justo debajo del árbol? No responder a esa duda era lo que le daba la magnificencia de polvos brillantes, apariciones y desapariciones inesperadas. Definitivamente ese gran misterio sigue siendo obra de eso reyes tan queridos, porque desde hace muchos años que ni siquiera me he tomado la molestia en preguntarle a mi mamá y hermanos, sólo sé por unos efímeros comentarios que en ese entonces eran tan pinches caros los juguetes, digo, hablamos aproximadamente de 1988, 89, donde los tratados de libre comercio, y las demás piraterías de juguetes no existían; mi pobre madre tuvo que soltar una lanota de su aguinaldo para poder comprarlo y si años anteriores no me lo había dado era por esa razón, porque no había podido gastar ese dinero.
Pero ese detalle tan bello, desde que mi mamá lo comprara, mis hermanos lo escondieran, lo hizo tan tan maravilloso, que hasta la fecha siento que ese recuerdo de sentir bonito en el corazón, por esa magia que maquilló el momento, hasta ahora creo que es una de las cosas más lindas que mi familia ha hecho por mi (lagrimita, snif, snif).
Fuera de esas cosas que uno cree de niño, encontramos la contraparte, nunca falta el mocoso envidioso al que previamente le han roto la ilusión y no se conforma con guardarse el secreto sino que hace sufrir a los demás pues ‘ya se siente grande’ como para seguir chupándose el dedo, de lo que en su momento consideramos un gran fraude por parte de nuestros padres, a los que acusamos de habernos tomado el pelo vilmente, con alevosía y ventaja.
Supongo que ese año fue también cuando me enteré de la verdad, pero al igual fue muy extraño y sumamente confuso para mi, pues cuando llegué a la primaria muchos niños llegaron con su juguete, (obviamente yo no lo llevé porque era muy grande para mi tamañito) y el mugroso, horroroso, hijodesuputamadre, chamaquito parlante ‘sabelotodo’ empezó a gritar: ¡tú papá es quien te da el regalo, no los reyes magos!, cuando escuché eso mi shock fue doble, empezando porque yo crecí sin papá (murió cuando tenía unos cuantos meses de nacida) y el escuchar que mi papá me lo había traído era igualmente extraordinario, pensé que aún muerto se había molestado en dejarlo debajo del árbol, esa confusión le dio un giro a mi inocente cabecita; el desencanto de los muertos ya no lo recuerdo ni quiero hacerlo… pero esa breve confusión me dio esperanzas de regresarme a mi verdadero padre y evitarme la molestia de decirle ‘papá’ a cada nuevo novio de mi mamá.
En la clase de inglés, no pude decir más que: ‘the best gift in my life was a magic oven, when I was six years old’ no pude explicar, ni hubiera podido explicar el porqué era ‘el mejor regalo de mi vida’ el decirlo en inglés o español, hubiera sido igual de difícil. Obviamente todos se atacaron de la risa, el Polito hermoso (mi teacher) al que yo le argüía toda esa belleza espiritual y física se desplomó con la simple burla de mi respuesta, creo que desde ese día ya no me gustó tanto.

Geisha